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Transparencia de la materia [Pessoa: el desvanecimiento poético y otras incidencias]

Nota [imprecisa] del autor

El ensayo es la pieza literaria que se escribe antesde escribirla, cuando se encuentra el tema. [..]

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César Aira (...proyecto interminable, 2014)

Este libro no quiere sólo ser un libro de crítica.

El hallazgo poético me compromete con la derrota porque puede ser mayor ante la insolvencia de desdoblarme en mi propio yo. Y en ello debo reconocer el ajustado riesgo de equivocarme. Lo inexacto me regresa a la búsqueda porque Fernando Pessoa será el cuerpo de ideas vertidas en sus heterónimos hacia lo plural e indefinible de la realidad. Lo que apenas diré en estas páginas es la expresión de ese ritmo de la búsqueda. Por ejemplo, algunas de esas ideas están ya presentes en mis libros de ensayos: Él es Vila-Matas, no soy Bartebly, (2012), De qué hablo cuando hablo de Murakami (2014) y Novelas son nombres (2014). Sin que por ello me repita en el aburrimiento. Lo intento.

Tenga lector presente que se trata de un encuentro personal y algo caprichoso. Acá, por sumar en esa búsqueda, intento interpretar el sentido de esa representación en lo ficcional como mecanismo de renuncia a lo «real», mediante el cual también se instaura el predecible viaje a través de ese delirio del escritor que obtiene de la soledad el artificio de su escritura y nos mantiene en vilo por descubrir la pasión y la personalidad del poeta ―más adelante sabremos el por qué se trata de varios poetas en vida

y obra cuando anunciamos el nombre de éste, Fernando Pessoa―. Así pues, el desvanecimiento del yo con el que se representa quedará al descubierto. De este modo sólo explayo una parte de esa relación entre obra y vida, quizás, la descripción de mi estilo que surge del riesgo temperamental de leer a Pessoa. Esta será la aprehensión de esa revisión porque me supera, en la intención del hallazgo, su obra plural, vasta y heterogénea, por lo que nos cuesta deconstruir aquellos yoes en Pessoa y permitir la transparencia ante el lector. ¿Y qué descubrimos a cambio? El descenso del yo y sus vértices como variable de tantos heterónimos que adquieren, a la luz de los años, propiedad en el registro de aquel viaje en el que sólo hace falta existir.

Solo con el autor deseo «atisbar» lo que miraba, sentir lo que sentía y recuperar lo que abandona en esa verticalidad de la emoción tal como la entendía sobre el sentimiento de aquella soledad y la quietud hasta la plenitud de su poética. Por momentos esta «casa quieta» que significa ese estado del ser pessoano: visar al silencio mediante aquel andar entre la poesía y la existencia o entre la poesía y el desdoblamiento. Entonces diferenciamos investigación de ensayo y éste de una posible hermenéutica la cual vertebra en lo posible a este libro. Hallar lo que está presente en esa relación con el propósito de encarar una idea sublime: qué está sucediendo con su teatro o saber de buena tinta hasta dónde debemos estudiar dicha analogía. Esto nos permite comprender sólo una cosa: toda su obra es indivisible al tiempo que es una unidad abstracta por ser