Pulso Regional

OTRO AÑO PERDIDO

Desde hace varios años el país retrocede cada año. Este 2022 termina con un agitado panorama político y con un creciente descontento social. Y la ausencia del Estado en asuntos claves sigue siendo un denominador común. No cesa la confrontación entre el gobierno de Pedro Castillo y la oposición en el Congreso -sazonado por el trabajo del Ministerio Público. La agenda de la clase política nacional está centrada en una disputa in testina por el poder. Castillo y su gabinete ministerial se aferran al cargo, pese a su incompetencia, y acusan el afán golpista de los opositores al régimen castillista. Y la mayoría en el Congreso está enfocada en abrir varias puertas para destituir al presidente de la república, un objetivo que han querido lograr desde el inicio del ac tual régimen. La llegada de una misión de la OEA solo agitó más las olas.

Sin embargo, algunos creen que Ejecutivo y Legislativo hacen del enfrentamiento un show solo para el público, porque en los hechos se necesitan uno al otro para permanecer en sus cargos hasta el 2026. Una prueba de esa convivencia sería la ridícula acusa ción constitucional por traición a la patria que aprobó la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales con tra el jefe de Estado. Habiendo tantos hechos que po drían encaminar una inhabilitación, prefirieron priori zar la más débil.

Mientras esta pelea sigue, la situación de la po blación empeora. La economía está estancada, el empleo no se recupera y la inflación hace que el precio de los alimentos se eleve cada vez más.

En el campo, la sequía y las heladas han gol peado con dureza los sembríos y lo que se prevé es una reducción de casi el 25 % en la producción agraria. Eso significa que en 2023 los mercados tendrán menos pro ductos y estos tendrán mayores precios.

El descontento ciudadano con la clase política también crece. Hace dos semanas hubo marchas a nivel nacional en rechazo al presidente Castillo y al Congreso y exigiendo que las autoridades asuman acciones dirigi das a estabilizar el costo de la canasta básica familiar. A este paso, la idea de que se vayan todos podría volver a tomar fuerza como en 2019 y 2020.

En tanto, los conflictos sociales tampoco reciben atención, pese a que afectan a un sector de la economía nacional. Por ejemplo, el corredor minero del sur está bloqueado desde hace más de veinte días y ni el Ejecu tivo ni las empresas mineras han dado señales de que rer resolver las agendas comunales y locales. Las mesas de diálogo -como advertimos en la edición 61 de Pulso Regional- no contribuyeron a solucionar las demandas de las organizaciones sociales de las provincias de Co tabambas (Apurímac) y Chumbivilcas y Espinar (Cus co). Y los defensores sociales siguen siendo asesinados o amenazados de muerte sin que se activen los mecanis mos de protección.

Así cerramos este año en un ambiente político crispado, con ineficiente del gobierno actual y una ciuda danía descontenta, pero a la vez obligada a redoblar es fuerzos para sobrevivir. El 2022 ha sido otro año perdido.

Cinco personas murieron a cau sa de un incendio forestal, una docena de damnificados, más de cincuenta vicuñas quemadas, casi doscientos heridas y 55,000 hectáreas de flora silvestre des truidas. Son los efectos de los 640 incendios registrados en la región Cusco hasta el 15 de no viembre.

La región imperial no deja de arder desde hace seis meses. Si consideramos que los incen dios suelen empezar a mediados de mayo, podemos afirmar que se activan dos incendios cada día.

Ninguna institución esta tal elaboró un informe que detalle el daño a especies que suelen ser vitales para mantener el equili brio de los ecosistemas naturales. Lo que se ve en comunidades, distritos y provincias son cerros desnudos, de luto y oliendo a ce niza.

La cifra de incendios cre ce cada año. Cada vez hay más puntos de calor en provincias. La sequía también contribuyó a que los incendios sean incontro lables. Lo que no ha cambiado es que el 95 % de incendios siguen siendo ocasionados por la mano del hombre, sea por irresponsabi lidad o por la práctica de quema de pastos para ampliar la exten sión de tierras agrícolas.

Lo que tampoco ha cam biado es que los responsables de provocar este tipo de siniestros no han recibido sanciones. Según las normas, una persona que sea hallada responsable de cometer este delito puede ser condenada hasta a seis años de cárcel. Pero en su forma agravada, si ocasiona la muerte de personas, por ejem plo, la pena sube a 8 y 10 años; y en su forma agravada especial as ciende hasta 12 años de prisión.

Ser mujer sigue siendo una desventaja en Perú

La Convención de Belém Do Pará establece el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia en el ámbito públi co y privado, y condena todas las formas de violencia. El Perú es uno de los estados firmantes que tiene la obligación de incor porar normas penales, civiles y adminis trativas, así como las de otra naturaleza (garantizar espacios de participación ple na de mujeres, niñas y adolescentes, pro gramas educativos para la igualdad, entre otros). Asimismo, debe actuar con debida diligencia, brindar el acceso a justicia y adoptar medidas de reparación desde una perspectiva de género e intersectorial.

Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con la fi nalidad de visibilizar esta problemática social que se basa en las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y varones.

La violencia contra mujeres y ni ñas es una de las violaciones de los dere chos humanos más común y sistemática en el Perú, aunque no afecta a todas por igual. Existen mujeres que están expues tas a mayor riesgo de sufrir violencia

como resultado de la intersección de va rios factores en adición a su género. Por ejemplo, ser mujer en la zona rural es en frentar, adicionalmente, a barreras econó micas, sociales y culturales.

La prevalencia de elementos de discriminación, estereotipos, prácticas sociales y culturales es una de las cau sas y consecuencias de la violencia de género contra las mujeres, que conlle va a una obstrucción de la capacidad de ejercer y disfrutar de nuestros derechos y libertades.

La Ley 30364 es la norma que tiene por objeto prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar. Y si bien es importante esta ley, no se han generado condiciones que garanticen el derecho a una vida libre de violencia, por el contrario, las denunciantes son revicti mizadas.

Desde noviembre del año pasa do a octubre de 2022, en Chumbivilcas, la Fiscalía Provincial Corporativa Espe cializada en Violencia contra la Mujer e Integrantes del Grupo Familiar atendió 648 denuncias de agresión, cinco por ten tativas de feminicidio y tres consumadas. En Espinar, de enero a octubre, el Cen tro Emergencia de la Mujer reportó 264 casos, de los cuales 126 por violencia si cológica, 111 por violencia física, 26 por violencia sexual y uno por violencia eco nómica.

Históricamente las mujeres or ganizadas, defensoras, movimientos so ciales y colectivos feministas han creado redes de apoyo y realizado acciones rei vindicativas por los derechos que hoy te nemos las mujeres. Tal es el caso de las hermanas Mirabal que fueron asesinadas por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo, el 25 de noviembre de 1960, fe cha que dio origen al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Por eso, el 25 salieron a movili zarse para exigir al Estado peruano que garantice una vida libre de violencia y sin discriminación. Los espacios que antes acogían a los agresores y eran lugares de zozobra, se convirtieron en lugares segu ros porque nosotras decidimos tomar nue vamente las calles.

El 25 de noviembre hubo movilizaciones en varias ciudades de la región Cusco.

(*) Área de Comunicación, Incidencia y Género de Derechos Humanos Sin Fronteras.

Escribe: Yulissa Casana Muñoz (*)

25 DE NOVIEMBRE. Solo en Chumbivilcas la Fiscalía atendió 648 denuncias de agresión, cinco por tentativas de feminicidio y tres consumadas, mientras que en Espinar el Centro Emergencia de la Mujer reportó 264 casos, de los cuales 126 por violencia sicológica, 111 por violencia física, 26 por violencia sexual y uno por violencia económica.

las

Defensores bajo ataque en el corredor minero del sur

Escribe: Helio Cruz (*)

CRIMINALIZACIÓN. Solo en Espinar, Chumbivilcas y Paruro, tres provincias de Cusco, hay 104 defensores y defensoras sociales denunciadas por el Estado. Se les persigue judicialmente con inusitada celeridad por el solo hecho de haber protestado en defensa de sus derechos, del medio ambiente y de sus territorios.

La Defensoría del Pueblo describe cada mes los escenarios de conflictividad so cial. En su última versión da cuenta que Cusco es el segundo departamento con la mayor cantidad de conflictos sociales (20). De estos, 16 conflictos se encuen tran activos y son principalmente de tipo socioambiental, y 4 son latentes.

De acuerdo a la Defensoría, la mayoría de conflictos socioambienta les son resultado de las tensiones no solucionadas de comunidades campe sinas con la actividad extractiva. To das se vinculan a minas del sur: MMG Las Bambas, Antapaccay, Hudbay, y otros.

En este escenario, es necesario su mar el rol del poder Ejecutivo que ha ac tuado de diversas formas, desde la milita rización del corredor vial minero a través de la declaratoria de estado de emergencia, suscripción de convenios policiales, mesas de diálogo infructuosas, denuncias que na cen en el Ministerio del Interior, etc.

El gobierno actual aplica la mis ma estrategia de los últimos 20 años: crear mesas de trabajo o de diálogo. Según los dirigentes sociales en Espinar, Chum bivilcas y Paruro, estas sin embargo tie nen la finalidad de describir o identificar quiénes son las personas que organizan o representan a la sociedad civil en las pro testas sociales para luego denunciarlos, procesarlos y evitar que le den continui dad al proceso de diálogo.

Ello hace ver que los conflictos socio ambientales tienen como conse cuencia directa la criminalización a per sonas defensoras de derechos humanos y junto a ello una campaña de desprestigio, de deslegitimación ante la sociedad.

En el Perú “criminalizar perso nas defensoras de derechos humanos” está asociado al uso indebido del derecho penal que tiene como finalidad anular el rol de la persona que representa a una or

En

provincias del Cusco por donde pasa el corredor minero hay varios defensores sociales denunciados por delitos penales.

ganización o comunidad campesina. Esto afecta directamente su participación en procesos de diálogo, que son cada vez más complejos.

En Espinar, Chumbivilcas y Pa ruro, tres provincias de Cusco, donde se sitúan los conflictos socioambientales y por donde pasa el corredor vial minero y logístico, se registran al menos 11 mujeres denunciadas y 93 varones denunciados. En total hay 104 personas denunciadas por ha ber participado en las protestas sociales. La Fiscalía con una rapidez inusitada ha for malizado la investigación.

La protesta social, como señala la Defensoría del Pueblo, se origina en de mandas sociales que son expresión pública de una insatisfacción o un desacuerdo. La protesta tiene como precedente su “plata forma de lucha”, “memoriales”, “pliegos de reclamos”, “comunicados”, “oficios o cartas”.

Agrega la Defensoría del Pueblo

que el “conflicto social debe ser entendido como un proceso complejo en el cual sec tores de la sociedad, el Estado y las empre sas perciben que sus objetivos, intereses, valores o necesidades son contradictorios y esa contradicción puede derivar en vio lencia”.

No hay Estado

La protesta social es la respuesta a la au sencia del Estado y a la falta de atención por parte de las empresas extractivas. Otras surgen por el incumplimiento de acuerdos previamente establecidos. Lejos de resol ver estas demandas, la respuesta hasta hoy ha sido iniciar denuncias en contra de los dirigentes sociales.

La criminalización o persecución penal contra personas defensoras de dere chos humanos no es la mejor estrategia de intervención en el conflicto. Un hecho real es que los conflictos socioambientales se

incrementaron en las zonas extractivas y además se están atomizando. En paralelo, se ha incrementado, entre mujeres y varo nes, el número de personas denunciadas por delitos graves que van desde secuestro, extorsión, robo agravado, daño agravado, entorpecimiento de los servicios públicos, disturbios, motín, coacción, entre otros.

El problema con la criminalización es que las investigaciones duran demasia do tiempo y no hay calidad en el proceso de búsqueda de evidencias, es decir, el material probatorio es más que dudoso, no tiene utilidad, no ayuda a esclarecer los hechos e imputar a los dirigentes sociales denunciados.

Los casos de criminalización aún vigentes en Cusco son los ocurridos en Chumbivilcas 2011 y Espinar 2012, cuyas sentencias en síntesis sostienen:

• Sentencia Chumbivilcas 2011, caso Anabi: “En el caso de autos se conce de la duda razonable a los encausados por cuanto no se logra identificar de forma plena como las personas que habrían cometido los ilícitos penales generalizados en el requerimiento acu satorio”. La sentencia ordena además que se remita copia de todos los actua dos al Órgano de Control Interno del Ministerio Público para que según sus atribuciones investigue sobre el actuar del fiscal, con el propósito que se inicie acciones disciplinarias por la deficien te investigación.

• Sentencia Espinar 2012: Los “docu mentos de los cuales no se consigna o se haya constatado que los acusados … sean responsables o causantes de al guna manera de los daños ocasionados a razón de la marcha de manifestantes, o que estos los hayan incitado a causar dichos daños…”.

La criminalización

Este cuadro muestra que hay 104 denuncias en curso.

La criminalización como política de per secución penal no ayuda a construir solu ciones o encaminar prácticas alternativas frente a los impactos o afectaciones am bientales que sufren las comunidades en sus territorios. Se deben establecer políti cas de beneficios a las poblaciones impac tadas las mismas que contengan estánda res de ejercicio y protección de derechos humanos como es la consulta y consenti miento libre previo e informado, socializa ción de información ambiental, monitoreo ambiental y de salud participativa.

La criminalización debe parar en el corredor vial minero del sur, mucho más cuando el Estado y el sector privado tienen previsto extender la explotación de recur sos minerales para los siguientes 50 años. Esto implica una mayor tensión y riesgo. No debemos descuidar tampoco el hecho que poco a poco se incrementa la explota ción minera artesanal e informal. El Estado debe asumir su rol articulador y de gestión antes de criminalizar o estigmatizar.

(*) Responsable del Área Legal de DHSF.

La Defensoría alertó riesgo de activación de conflictos en el co rredor.

El sur andino, un territorio en disputa

Los encuentros

Escriben: Ana Román y José Víctor Salcedo

VOCES SUREÑAS. Durante tres días, lideresas y líderes sociales, académicos y políticos reflexionaron sobre la situación de las regiones del sur donde las actividades extractivas cambiaron la vida de las poblaciones campesinas. No fueron precisamente cambios para bien. Otro tema discutido fue cómo reimpulsar desde el sur el proceso de descentralización.

“Soñamos todavía que vamos a lograr el buen vivir, que nos respetaremos y que ha brá igualdad de oportunidades para todos. Aquí estamos y seguiremos luchando”.

Elsa Merma, lideresa de Espinar (Cusco), suelta esas palabras con voz emocionada y llorosa. Sus frases despier tan en el auditorio aquel viejo sueño de construir un país donde no haya diferen cias sociales.

Decenas de líderes y lideresas, investigadores y políticos, docentes y es tudiantes, adultos y jóvenes se reunieron durante tres días, entre el 22 y 24 de no viembre, en el Centro de Convenciones del Cusco. Participaron en el seminario El sur andino del Perú, un territorio en disputa.

No fue un seminario como otros, donde lo académico predominó. Fue más bien un reencuentro, un momento de inter cambio de experiencias e ideas, un ensayo para elaborar e impulsar una agenda nacio nal desde las regiones del sur.

El sur es un territorio en disputa. De un lado, grandes compañías obtie nen concesiones mineras y ganan mi llones; del otro, los ciudadanos que ven cómo sus tierras se empobrecen, cómo las fuentes de agua pierden caudal o se contaminan, y cómo de pronto sus vi das cambiaron: de cultivar la chacra y pastar ganados pasaron a organizarse y protestar para defender sus derechos y sus territorios.

El sur andino agrupa a Cusco, Arequipa, Apurímac, Puno, Tacna y Moquegua. Del sur sacan millones de metros cúbicos de gas y extraen miles de toneladas de co bre, oro, plata. En el sur están las mayo res fuentes de agua dulce y predomina la agricultura familiar que alimenta las mesas de las ciudades. En el sur se encuentran los principales sitios turísticos desde Ma chupicchu, el lago Titicaca y el Cañón del Colca.

En contraste, a diferencia del norte y Lima, en estos pueblos hay más pobre za, más desnutrición y anemia en los niños menores de cinco años, el gas cuesta casi el doble que en Lima -y en algunas zonas hasta seis veces más-.

El Estado continúa siendo el más ausente. Cuando se desarrollaba el semi nario, en simultáneo se cumplía un paro macro regional de dos días con una agenda vinculada justamente a asuntos que fueron olvidados por el actual y los anteriores go bernantes.

Conflictos en el sur

Podría decirse que el sur andino es un co rredor minero y de conflictos sociales. Un tercio de los más de doscientos conflictos identificados por la Defensoría del Pueblo están en estas tierras y se vinculan con la minería. Desde Arequipa con Tía María, pasando por Antapaccay y Constancia en Cusco, y Las Bambas en Apurímac.

Donde llegó la minería no siempre llevó desarrollo. En decenas de pueblos su

Mujeres y hombres compartieron opiniones, ideas y propuestas para construir una agenda desde el sur del Perú.

reños hay actividad minera y sus habitantes no tienen agua potable, ni sistemas de des agüe, ni vías asfaltadas, ni centros de salud, ni buenas escuelas.

Lo que sí hay son conflictos porque los habitantes sienten que sus vidas cam biaron, que el medio ambiente ha sido afec tado, que las fuentes de agua dejaron de ser limpias como antes, que cuando protestas son denunciados por el Estado. Varones y mujeres tuvieron que organizarse para de fender sus derechos y sus territorios. Una de las mesas del seminario se denominó La conflictividad social en el sur andino y su impacto en la vida de las mujeres. Allí hablaron de cómo cambió la vida de las mujeres que decidieron asumir cargos de dirigencia y defender sus derechos.

Zulma Zamora es una lideresa de Cotabambas (Apurímac). Dice que es di fícil para las mujeres ir a las reuniones y participar en las protestas. “Todavía hay machismo en la casa, en la comunidad, en los gobiernos. En 2015, durante el con flicto, yo era miembro del comité de lucha distrital de Tambobamba. Allí los varones no nos ayudaban, solo algunos lo hacían”, contó.

La lideresa dijo que como dirigente debe hacer doble esfuerzo. “Cuando sales debes dejar todo en casa y a veces tu espo so tampoco te deja ir a esas cosas. En 2015 en Challhuahuacho murieron tres y son sus mujeres solas quienes se encargan desde entonces de mantener a sus hijos”.

Lejos de quejarse de eso, Zulma Zamora reclama a las lideresas y líderes de Cotabambas, Chumbivilcas y Espinar que se unan porque sus preocupaciones son las mismas: los daños que puede oca sionar la minería.

Elsa Merma, lideresa de Espinar, se unió a la reflexión: “No buscamos nin gún interés, defendemos los derechos de nuestras comunidades. No tenemos estu dios, pero si somos capaces”.

Para Jaime Borda, secretario eje cutivo de Red Muqui, es destacable que en zonas mineras las mujeres hayan em pezado a ganar más espacio. “El rol de las mujeres en Espinar y Chumbivilcas no se visibiliza, tampoco su participación en las acciones comunales en momentos de con flictos sociales, pero cada vez están ganan do más espacio”.

Política desde el sur

En el sur se dieron los primeros pasos para la reforma agraria del gobierno del dictador Juan Velasco Alvarado que recuperó las tierras que ocupaban los hacendados y se las devolvió a sus verdaderos dueños: los campesinos.

En esta parte del Perú se dio el primer grito para la reforma universitaria. Fue mucho antes de la publicitada gesta lo grada en la Argentina y que fue bautizada como “El grito de Córdoba”.

Muchas décadas después el sur tie ne una agenda dispersa y desatendida. Otra de las mesas del seminario se denominó La política desde el sur andino. Fue un espacio de reflexión sobre el proceso de descentra lización y cómo este puede ser relanzado y

renovado.

Yamila Osorio, exgobernadora re gional de Arequipa, recordó que hubo nue ve o diez intentos de descentralización en el Perú. “Veíamos al centralismo con repa ros y ahora sigue siendo así”, dijo.

Osorio dijo que no les gusta la des centralización a los autoritarismos, porque no quieren compartir el poder. Puso como ejemplo al fujimorismo de los noventas. Cuando Alberto Fujimori llegó al poder desactivó este proceso y creó organismos donde puso a títeres para manejarlos.

“Han pasado 20 años del inicio de las aspiraciones de descentralización y to davía estamos lejos de lograrlo. La Consti tución es descentralista, pero en los hechos el país sigue siendo centralista”, señaló Osorio.

La excandidata presidencial, Veróni ka Mendoza, consideró que hay que repensar y relanzar la descentralización. “Se suponía que la descentralización iba a acercar al Es tado a los pueblos, que el Estado nos iba a acompañar para construir proyectos para nuestras regiones, comunidades, etc.”.

Mendoza puso énfasis en que el centralismo ha frustrado proyectos que ha brían beneficiado al sur. El gas de Camisea no llega a los hogares del sur porque el go bierno decidió que la viabilidad y el trazo del gasoducto al sur debe ser reevaluado. “Otra vez nos quieren mecer con un nuevo estudio cuando hay datos que señalan que es viable”.

Quizás no sea una segunda refor ma agraria, pero Mendoza piensa que se debe priorizar el agro. Si impulsamos la agricultura nacional, el Perú podría de jar de importar alimentos y fertilizantes. “Aquí podríamos fabricar fertilizantes y producir y asegurar nuestra alimenta ción y exportar al mundo esa riqueza”.

La minería junto a la extracción gasífera es la principal fuente de ingresos en el sur. Los impactos que ocasiona son severos -como en Espinar- y las ganancias que las empresas obtienen son millonarias. Mendoza planteó el reto de impulsar la creación de un impuesto a las sobreganan cias mineras y definir para qué servirá ese dinero.

MIGUEL GUTIÉRREZ

MIGUEL GUTIÉRREZ

El seminario duró tres días y reunió a especialistas del sur en el Cusco.

Elsa Merma, lideresa de Espinar, demandó atención a los afectadas por la minería.

Cada 3 de diciembre se celebra el Día Mundial Contra el Uso de Agrotóxicos. La actual crisis internacional de agro químicos hace que, en el 2022, esta fe cha no pase desapercibida. El encareci miento de fertilizantes y plaguicidas ha puesto en evidencia un sistema agrícola mundial altamente dependiente de estos insumos externos.

Conversamos con Enrique Kol mans, agrónomo con más de 30 años impulsando en América Latina a la agro ecología: una propuesta que une la cien cia con prácticas agrícolas a favor de la soberanía alimentaria y el desarrollo sostenible. La agroecología propone, por ejemplo, recuperar la fertilidad natural de los suelos con prácticas sostenibles, sencillas y de bajo costo. Desde la déca da de los 70, numerosas experiencias en el mundo demuestran que, con la agro ecología, otra agricultura es posible.

¿Cuál es el impacto de los agroquímicos en los agroecosistemas?

Los fertilizantes en los agroecosistemas son la causa de toda la degradación de los suelos y la dependencia de los paque tes de insumos externos. Primero siem pre viene el fertilizante químico y luego vienen los pesticidas. A continuación, viene la compactación de los suelos y llega, también, la necesidad de una ma yor mecanización. Todo inicia con los fertilizantes químicos.

Un ejemplo sencillo es que las plantas que se nutren con fertilizantes químicos, sobre todo los nitrogenados, presentan un crecimiento celular sobre dimensionado lo cual los hace muy vul nerables a los hongos y plagas. Y, por lo tanto, la consecuencia es que se recurre a los pesticidas. Lo mismo sucede con las malezas, que tienen una relación con la mecanización de los suelos, todo tiene

que ver con los fertilizantes y su impacto negativo.

Y en el caso de los frutos, ¿hay también una relación con los agroquímicos?

En el caso de los frutos, también. Está comprobado que la materia seca de los productos como papas, granos y frutos, en general es menor. Es decir, los frutos son más perecibles y no tienen el mismo sabor tampoco. Ni los mismos conteni dos por su desarrollo anormal y sobre forzado debido a los fertilizantes quími cos.

Siempre se piensa que la produc ción agrícola es un proceso industrial que requiere insumos externos y que todo tiene que ser adquirido desde afuera. La agricultura industrial es la formación de la mayoría de los técnicos agrónomos. La agricultura industrial es la formación de la mayoría de los técnicos agrónomos. Eso es una gran desventaja para los y las productores.

Si vemos un ecosistema natu ral, como un bosque, nunca necesita de fertilizantes. A través de la fotosíntesis se genera biomasa y, así, se genera ma teria orgánica. Ese principio se replica y siempre ha existido en los sistemas agrícolas antes de la revolución indus trial y a ese tenemos que volver. Es po sible regenerar los suelos mediante ese principio.

¿Cuánto tiempo toma regenerar un suelo degradado?

Con una entre siembra de leguminosas en un cultivo de maíz o de otros cultivos. O con un abono verde podemos en una sola campaña agrícola generar un volu men de materia orgánica bastante apre ciable.

La agricultura industrial se caracteriza por el uso de agroquímicos y plantaciones de un solo cultivo: un modelo que causa graves daños.

“Somos cómplices de un sistema agroalimentario nocivo que ha ido empobreciendo las zonas rurales y ha ido intoxicando nuestras dietas”

Si tomamos, por ejemplo, culti vos como haba o tarwi. Son leguminosas que generan una gran masa de tallos, ho jas, raíces que aportan una gran cantidad de fertilidad orgánica que alimenta a los microorganismos del suelo y estos, a su vez, hacen accesibles los minerales para las raíces de las plantas. Y eso es posible en una sola campaña.

Y, ¿es posible regenerar suelos en dife rentes climas y ecosistemas?

Señalé el ejemplo del tarwi, o chocho, que es un gran generador de materia or gánica, a través de la biomasa. Lo mis mo sucede con los suelos tropicales. Un ejemplo es la leguminosa llamada “mu cuna”, que se siembra con el maíz y que hace que ya no sea necesaria la roza y quema en las zonas selváticas. De esta manera, los suelos ya no se agotan.

Asimismo, lo saben muchos agri cultores en las partes andinas, que un pe riodo de descanso con cultivo de alfalfa o raygrass son grandes regeneradores de suelo que ya no hacen necesario que los suelos descansen sin ningún cultivo, sino podemos seguir cultivando permanente mente, un cultivo detrás de otro, pero eso implica rotación y asociación de cultivos con una gran proporción de leguminosas.

¿Cuál es el potencial rol de la agroecolo gía en la crisis actual de agroquímicos?

Es una gran oportunidad. El suelo lo han hecho dependiente de los agroquímicos, de los fertilizantes y su precio se duplicó. Esto nos brinda una gran oportunidad de fomentar las soluciones agroecológicas. Sobre todo, para recuperar la fertilidad orgánica de los suelos a través de las prácticas que no son difíciles y son acce sibles para todo el mundo porque prácti camente no tienen costo.

Con la agroecología no se tienen que adquirir insumos externos, ni tampo co hacer inversiones ni gastos. Al con trario, como mostró un dato de Naciones

Unidas reciente sobre degradación de suelos, un dólar invertido genera 7 hasta 30 dólares de resultados en la regenera ción de esos suelos.

Es nuestra única solución, ade más. Con los fertilizantes químicos solo contaminamos, ya más de la mitad de los suelos agrícolas en el mundo ya están afectados por estas malas prácticas y no tenemos otra solución.

Desde las ciudades, ¿de qué manera se puede apoyar la implementación de una agricultura agroecológica?

Está bien la tendencia actual, muchos consumidores quieren productos libres de sustancias químicas. Pero un producto libre de sustancias químicas no necesaria mente es un producto agroecológico. Por lo tanto, si como consumidor urbano quie ro realmente apoyar este cambio tengo que apostar realmente por la agroecología y no solamente decir: quiero un producto limpio y sano. Esto último ha fomentado una tendencia a lo que llamamos “agro ecología chatarra”, donde la agricultura ecológica practica el monocultivo, y no la aplicación de los principios agroecológi cos. Quiere decir que como consumidores y consumidoras tengo que asumir tam bién estos principios y dirigir mi compra, así mi actitud política.

¿De qué forma concreta podría alguien tener acceso a información de produc tores agroecológicos? Y no caer en la agroecología chatarra

Tenemos que formar iniciativas de con sumidores y consumidoras que nos arti culen esas opciones con las comunidades que practican la agricultura familiar co munitaria, que son la mayoría en la re gión del Cusco.

Tenemos que articularnos con ellos y permitir que, en determinados es pacios urbanos, accesibles, se establez can espacios de comercialización de es tos productos sin caer en la facilidad de

R. ZINDEL

“o me voy al supermercado o consumo un producto agroecológico campesino”. No. Hay que tomar una posición.

Somos cómplices de un sistema agroalimentario nocivo que ha ido em pobreciendo las zonas rurales y que ha ido intoxicando nuestras dietas. Porque si vamos hoy a los supermercados tene mos hoy alimentos llenos de sellos que indican alto contenido de grasa, alto con tenido de azúcar y lo que no nos indican es que también tienen un alto contenido de sustancias tóxicas.

Sabemos que un alto porcentaje de alimentos producidos en el Perú están contaminados por agroquímicos. Por eso no tenemos otra opción que apoyar real mente a las comunidades que producen aún sin estos productos.

Entonces, ¿podríamos ser cómplices también de un cambio de modelo hacia una agricultura agroecológica?

Podríamos, por supuesto. Pero significa asumir una actitud más proactiva y no simplemente decir: “yo como consumi dor hoy voy al supermercado y maña na si quiero mañana voy a un mercado campesino agroecológico”. Dicho sea de paso, en el Perú casi no tenemos merca dos agroecológicos, todo está mezclado y no podemos distinguir como consumi dores estos productos y esto significa que nos organicemos como sociedad civil.

Posibles destacados

“Con los fertilizantes químicos solo con taminamos, más de la mitad de los suelos agrícolas en el mundo están degradados” “Somos cómplices de un sistema agroa limentario nocivo que ha ido empobre ciendo las zonas rurales y que ha ido in toxicando nuestras dietas”

“Tenemos hoy alimentos llenos de sellos que indican alto contenido de grasa, alto contenido de azúcar y lo que no nos indican es que también tienen un alto contenido de sustancias tóxicas”.

“Un bosque nunca necesita ferti lizantes: es posible regenerar los suelos mediante ese principio”

Biografía del entrevistado

Enrique Kolmans es agrónomo especiali zado en Agroecología y Desarrollo Rural Sostenible. Tiene alrededor de 25 años en la cooperación para el desarrollo rural de la agricultura familiar en la Amazonía y región andina del Perú y en 16 países de América Latina y del Caribe. En la última década, se ha dedicado a la con ducción de su granja agroecológica y la organización y dirección de programas de desarrollo territorial y agroecológico. Actualmente, es asesor del Centro Bar tolomé de Las Casas en Agroecología y Soberanía Alimentaria y dirige su granja agroecológica en Huánuco, Perú.

(*) Observatorio de Agua, Agroecología y Soberanía Alimentaria - Qawarisun Centro Bartolomé de Las Casas

El cultivo de leguminosas, como el tarwi, permite recuperar suelos degradados sin usar agroquímicos.

Los pasivos ambientales dejados por la actividad minera no son atendidos por las autoridades. Hay casi 300 mil personas afectadas con metales

En Chumbivilcas, la minera Anabi dejó pasivos en una de sus minas en Quiñota. La actividad minera ilegal y legal también deja daños

291 PASIVOS MINEROS EN CUSCO

En nueve de las 13 provincias de Cusco hay 291 pasivos ambientales mineros derivados de actividades extractivas. La provincia con más pasivos es Espinar con 110 casos, seguida de Canchis con 83 y Chumbivilcas con 66 casos. Com pletan la lista Canas, Anta, Paucartam bo, Quispicanchi, Paruro y Cusco. Esta cifra representa un aumento de 33 ca sos respecto al 2021. La representante de la Defensoría del Pueblo, Rosa Santa Cruz, entregó esa información a la Co misión del Congreso que investiga casos de afectados por plomo, arsénico y otros metales tóxicos. Otro detalle que llamó la atención es que el Ministerio de Ener gía y Minas no identificó a los respon sables ni se cuenta con instrumentos de gestión ambiental para su remediación.

En

hay

ambiental. metales tóxicos. daños en los suelos.

En minas en cierre todavía quedan restos de elementos contaminantes.

Las fuentes de agua, ríos, lagos y manantiales, son afectadas por contaminantes mineros.

Espinar

contaminación

Tambalea, pero no cae

turística del Cusco, para su manejo desde una caja única instalada en Lima.

SIN ESPERANZA. Empeora la situación de los peruanos debido a la ineficiencia de la gestión de Castillo que se dedica más a sobrevivir a las arremetidas de la oposición del Congreso que a gobernar. Crece el malestar y aparece una coalición que impulsa el adelanto de elecciones generales para que el presidente y los congresistas se vayan.

Diecisiete meses caminando sobre la cuerda floja, haciendo malabares para no caer, soportando los vientos que soplan fuerte de uno y de otro lado, buscando equilibrio en medio de los vaivenes, sin levantar la cabeza siquiera para ver dónde termina este penoso recorrido.

Este es el diagnóstico más aproxi mado a la situación que enfrenta el presi dente Pedro Castillo, quien ya se acerca al primer año y medio de su gestión, tamba leándose, pero sin caer. El profesor chota no ha proyectado la imagen de un equili brista improvisado, de un malabarista que creyó que iba a ser fácil llegar al final de la cuerda, pero que apenas instalado en

Palacio de Gobierno tuvo que enfrentar arremetidas brutales de un sistema judi cial que no para de perseguirlo y de una oposición política visceral asentada en el Congreso.

Y a esos vientos de fronda se su man, cada vez con mayores bríos, las or ganizaciones sociales que al mismo tiem po gritan contra el jefe de Estado y contra los parlamentarios. Los colaboradores de la Dirección de Cultura del Cusco han lanzado la primera piedra y pronto los han seguido los dirigentes de la Federación de Trabajadores, en su lucha por anular los decretos que autorizan el arrebato del di nero que generan los centros de atracción

Las organizaciones campesinas también se suman a la protesta, en exigen cia de la dotación de fertilizantes para una campaña agrícola que está agonizando en medio de la escasez de abonos y la ausen cia de lluvias. Los docentes universitarios han paralizado sus labores para pedir ho mologación de sus haberes y mayor pre supuesto para la educación superior públi ca. Los transportistas apagan los motores de sus vehículos y dejan sin servicio a mi les de usuarios en todo el país.

Más oscuro, no puede estar el panorama.

Cereza en el pastel

Hace poco en un programa radial de la ciudad del Cusco, comparecieron los dos candidatos que quedaron finalistas en la lucha por gobernar nuestro departamen to. Mientras algunos oyentes reclamaban propuestas que sean factibles de concretar, una persona de la tercera edad hizo sola mente un pedido: “no roben”. Al parecer, eso es todo lo que esperamos los cusque ños, defraudados en numerosas ocasio nes, engañados durante muchas décadas y colocados al borde del desaliento total.

Ese mismo pedido se plantea cuando el destinatario es el presidente de la República. Ya no queremos promesas, ya estamos cansados de ofrecimientos, ya no creemos en discursos. Una sola actitud podría ser suficiente para respirar tran

Un grupo de alto nivel de la OEA visitó el Perú para evaluar las razones de la crisis política. Lejos de que eso baje la tensión, lo incrementó.

Escribe: Alberto García Campana (*)

quilos: gobiernen con honradez. Ya no se pide honestidad que es el equivalente al respeto, a la decencia en la gestión públi ca, sino, solamente, se pide a las autorida des y funcionarios, cortarse las uñas para no robar. El lema trabajemos con integri dad parece no haber sido escuchado ni si quiera en las oficinas de las que salió ese grito de combate.

En enero próximo, asumirá sus funciones un nuevo equipo en el Gobier no Regional de Cusco. La atención de los cusqueños en los primeros meses de 2023, probablemente se dirija hacia las primeras acciones de las nuevas autoridades, pero casi de inmediato todos volverán la mi rada a Lima para encontrar, nuevamente, las chispas y los truenos que salen de la confrontación entre el Ejecutivo y el Le gislativo, este último con el aliento y el apoyo encubierto del Poder Judicial y del Ministerio Público.

El hambre agita

Las organizaciones campesinas que de manera entusiasta apoyaron la candidatu ra presidencial de Pedro Castillo, aguar daban con paciencia la materialización de los anuncios formulados por el maes tro chotano, uno de los cuales, tal vez el más espectacular pero al mismo tiempo el menos claro, fue el referido a poner en marcha la segunda reforma agraria, complemento teórico de la primera re forma impulsada por el gobierno militar que encabezó en general EP Juan Velasco Alvarado y que terminó con la entrega de tierras a los campesinos luego de arreba társelas a los hacendados.

Las atroces condiciones laborales de los obreros de los viñedos en Ica, por ejemplo, sometidos a explotación inhu mana con apenas diez minutos al día para ir a los servicios higiénicos, constituían una magnífica razón y un suficiente argu mento para terminar con el gamonalismo escondido detrás de empresas agroexpor tadoras. En julio del año pasado se anun ció la puesta en marcha de la segunda reforma agraria, y hasta hoy no se ha rea lizado ninguna acción en ese sentido.

Desde luego que el gobierno de Castillo no es responsable de la prolon gada sequía que soporta el sur del Perú y que ha puesto en grave riesgo la produc ción agrícola 2022 – 2023, pero al menos podían haberse impulsado acciones de prevención a partir de la instalación de sistemas extendidos de siembra y cosecha de agua o construcción masiva de reser vorios rústicos. Nada de eso se hizo, por que los ratones jugaban mientras el gato andaba distraído en sus propias peleas.

La siembra de legumbres, granos y hortalizas realizada entre agosto y sep tiembre pasados, marcha a su pérdida, y en consecuencia no habrá cosechas óptimas en el primer trimestre del año entrante, y en tonces los mercados agrícolas entrarán en depresión, los pocos productos elevarán sus precios y la gente saldrá a las calles ya no a gritar contra alguien en particular, sino a reclamar comida porque el hambre agobia.

Coalición ciudadana

Algo así se llama el colectivo que ha em pezado a generar movilización social en todo el país. Las cabezas visibles están en Lima, pero en Cusco también ya han em pezado a articularse acciones que tienen la finalidad de acabar cuanto antes con la crisis que golpea al país y que tiene como principales responsables al Ejecutivo y al Congreso.

En medio del desabastecimien to de alimentos, del retorno de la emer gencia sanitaria por la quinta ola de la Covid-19, de la escasez e incremento de precios de los combustibles, de la inseguridad ciudadana que a diario provoca la muerte de decenas de pe ruanos, la única salida posible y que gran parte de la población ve con en tusiasmo, es adelantar las elecciones generales, con su añadido de cierre del

Congreso y vacancia presidencial.

Este movimiento es diferente a esa plataforma electoral y oportunista que tiene el nombre de Reacciona Perú o algo parecido y que agrupa a los hijitos de los políticos de derecha, obsesionados por sacar de la presidencia del país a alguien que es diferente a ellos, tanto en el color de su piel como en su forma de hablar.

Si en el camino no degenera la Coalición Ciudadana, si no adopta el ropaje del oportunismo, si no se pone la máscara detrás de la cual se esconden los partidos de derecha, probablemente en cuentre masivo respaldo ciudadano, aun que nadie sepa a dónde nos llevará ese ca mino, convirtiendo en realidad ese temor colectivo de botar a los malos para que vengan los peores.

(*) Analista político y catedrático de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.

Apareció una Coalición Ciudadana que busca reformar y adelantar elecciones.

En el Congreso, no cesan en su intención de desaforar al presidente.

La sequía golpea al agro en el sur

La sequía -seguida de heladas en algunas zonas- ocasionó la pérdida de extensos campos de cultivos. Se prevé que la producción caerá casi en un tercio en 2023.

En Sicuani también hicieron una vigi lia por lluvia en la capilla del Señor de Pampacucho y en Coya sacaron en pro cesión al patrón local.

SEQUÍA Y HELADAS. Una intensa sequía, seguida de heladas, dañó los campos de cultivo en las regiones del sur. Se prevé una reducción de la producción de 30 % en la región Cusco. En 2023, en los mercados de las ciudades habrá escasez y los productos costarán más. El gobierno de Pedro Castillo se olvidó del sector agrario. Al cierre de esta nota empezó a llover poco. Todavía es insuficiente.

Misericordia, Taytallay (Misericordia, dios) / Unuyquita, parayquita, apar camuway (Envíanos lluvia y agua)

Un coro de voces de niños suplica que acabe la sequía y que en las chacras

las semillas germinen. Es de noche. Los pequeños caminan con velas en las manos, miran al cielo y ruegan a dios que haga llover. La escena se repite en Coya y Sicuani, dos pueblos de Cusco separados por cientos de kilómetros.

Orar Misericordia taytallay es una vieja costumbre andina para que dios haga llover. Lo hacen niños. En la creencia andina, Dios solo los escucha a ellos. Apelan a este ritual en tiempos de prolongada escasez de lluvia como ocurre por estos días.

No hay lluvia

Se cerró el cielo y dejó de llover hace casi un mes en Cusco. Escasea el agua. Los sembríos empezaron a marchitar se. Un intenso veranillo reemplazó el inicio de la temporada de lluvias. En las chacras, en vez de germinar, las semillas de papa, maíz, trigo y habas agonizan por falta de agua.

Siendo más precisos, lo que germinó en octubre ahora se marchita, y algunos campesinos dejaron de sem brar porque sin agua es muy riesgoso echar la semilla a la tierra seca. Saben que sin lluvia no hay producción. Casi ocho de cada diez unidades producti

Escribe: José Víctor Salcedo

vas (terrenos) dedicadas a la agricultu ra solo producen si hay lluvias. Apenas el 20 % de tierras cultivables cuenta con sistemas de irrigación por inunda ción o por aspersión.

La sequía no solo afecta a los agricultores de Cusco. Tampoco hay lluvias en las regiones Apurímac y Puno. En la comunidad campesina de Mulacancha del distrito de Talavera, provincia de Andahuaylas (Apurímac), los productos sembrados se han seca do. En redes sociales circula un vídeo en el que niños, mayores y ancianos ruegan en quechua que vuelva a llover. Rogar al cielo cuando el gobierno no funciona.

En Puno se ha perdido la siem bra de quinua orgánica. Los campesi nos han dejado de sembrar. Lo poco

que sembraron empezó a secarse en la tierra por el fuerte calor. Se perdieron sembríos de oca, izaño y olluco.

A la falta de lluvia se ha suma do una ola de calor que oscila entre 18 °C y 20 °C. Un veranillo infernal. En algunas comunidades altoandinas también hubo heladas que congelaron sembríos y nevadas que las terminaron de dañar. Un triple daño a uno de los sectores económicos más frágiles.

Desabastecidos

La falta de lluvia y las heladas afec tan la agricultura, el principal medio de subsistencia de los campesinos. La Gerencia Regional de Agricultura de Cusco prevé una reducción de 30 % en la producción agrícola.

LUIS CASTILLO

Sin producción no habrá pro ductos como papa, maíz, haba y otros en los mercados de abastos. Otro efec to será falta de oferta y aumento de la demanda. La menor producción esta cional eleva precios con razón o por especulación de los mayoristas. Sobre todo, en el sur, será imposible producir papá, maíz y haba. Su periodo de siem bra ya ha pasado.

Semanas atrás, por ejemplo, el BCRP informó que el precio de la papa amarilla en los mercados mayoristas aumentó en S/4.73 el kilo en septiem bre y en S/4.23 en octubre. Un aumen to de 158 %.

La congresista cusqueña Ruth Luque Ibarra pidió al presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, que atienda con prontitud la agenda planteada por las organizaciones socia les de Cusco hace seis meses. Exigió que la mesa de diálogo se active para encontrar soluciones concretas a los pedidos.

Reforma agraria

Lejos de reaccionar y disponer medi das para salvar el agro, el gobierno de Pedro Castillo está cruzado de manos. Como en gobiernos pasados, el agro ha sido abandonado. Castillo llegó al go bierno con la promesa de impulsar una segunda reforma agraria.

Presentó la iniciativa en una pomposa ceremonia en la Fortaleza Inca de Sacsayhuaman en octubre del año pasado. Pero desde entonces no hay ningún avance en la implemen tación de la segunda reforma agraria de nueve ejes: fortalecimiento de la agricultura familiar, industrialización de los productos agrarios, impulso del cooperativismo y apertura de nuevos mercados.

Debía empezar con medidas para fortalecer la agricultura familiar, una actividad que involucra a peque ños agricultores que surten con pro ductos de la canasta básica a los mer cados de las ciudades. Esta actividad, según la FAO, produce más del 80 % de los alimentos del mundo. En Perú representa a 2,2 millones de unidades agropecuarias y emplea a más de 3 mi llones de trabajadores agrícolas.

También debía prestar atención a proyectos de siembra y cosecha de agua porque se prevé que en unos años el estrés hídrico -falta de lluvias- será más severo en provincias por encima de los 3 mil metros de altitud.

En 2023, habrá escasez de productos en los mercados de las ciudades.

Días atrás hubo una protesta. El campesinado reclamó atención al pre sidente Pedro Castillo. A manera de ul timátum, la dirigencia señaló que con ceden una última oportunidad para que destine recursos para el agro y concre te la segunda reforma agraria. Si eso no ocurre, tendrá al campesinado en su contra. Al cierre de esta nota empezó a llover poco en algunos lugares. Toda vía es insuficiente.

Campesinos dieron un ultimátum al presidente Pedro Castillo. Si no los atiende habrá más paros.

La escasez de lluvias por tiempo prolongado, a causa del cambio climático, ocasionó pérdidas en el sector agrario y ganadero de la región Cusco.

Sequía como consecuencia del cambio climático

Escribe: Andrés W. Loaiza Fernández (*)

ción publicada en la revista Scientific Report, cuanto hace más calor, mayor es la velocidad a la que se evapora el agua. Como resultado, aumenta la cantidad de agua que circula en la atmósfera en for ma de vapor. La intensificación del ciclo del agua, agravará los eventos climáticos extremos. Hablamos de periodos de se quías más largos o de lluvias torrenciales e inundaciones cada vez más intensas y frecuentes.

En conclusión, los cambios en el ciclo natural del agua también provocan que la sequía se propague allí donde la escasez de agua es más habitual.

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sas lluvias.

El incremento de la frecuencia e inten sidad de los impactos del cambio climá tico genera pérdidas irreparables. Según diversos analistas, las consecuencias de la Covid-19 en la economía mundial, así como los efectos de la invasión de Ru sia en Ucrania en la matriz energética de grandes economías, crean un contexto de mayor incertidumbre.

A finales del 2021, en el marco de la COP 26, se logró adoptar el lla mado “Pacto climático” de Glassgow, y

se acordó mantener y perseguir la limi tación del aumento de la temperatura a 1.5 °C, en un esfuerzo global por evitar consecuencias mayores y más graves del cambio climático.

El cambio climático está pro vocando variaciones en el régimen de temperaturas y precipitaciones en los Andes, aumenta la temperatura, el agua se calienta, se evapora más rápido y las consecuencias se traducen en sequías o intensas lluvias. Según una investiga

El niño y La niña

En la región Cusco, estos eventos cli matológicos tienen un carácter cíclico y ocurren de acuerdo al comportamiento climático e hidrológico; estas pueden ser de mayor magnitud por la presencia del fenómeno El niño y La niña.

En agosto, septiembre, octubre y la primera quincena de noviembre de este año se ha tenido ausencia de pre cipitación pluvial, principalmente en el sector rural. Al mismo tiempo se reporta un elevado nivel de radiación solar, in dicándonos que estamos en un periodo prolongado de sequía.

SERIO PROBLEMA. Que la Tierra esté cada vez más caliente está provocando variaciones en el régimen de temperaturas y precipitaciones en los Andes. Aumenta la temperatura, el agua se calienta, se evapora más rá

pido y las consecuencias se traducen en sequías o inten

Los informes de la Gerencia Re gional de Agricultura indican que a la sequía severa se suma periodos de he ladas, causando pérdidas de los cultivos como maíz, papa mahuay, habas y algu nos pastos cultivados en un promedio de 50 a 60 por ciento del área cultivada. Esta pérdida depende de las caracterís ticas hidrográficas (aguas superficiales, nevados, lagos y ríos) e hidrogeológicas (aguas subterráneas, acuíferos locales) de las microcuencas y de la capacidad de cuidado y distribución del agua de las or ganizaciones de usuarios de agua en los territorios.

En estos mismos reportes se indi ca que las afectaciones alcanzan 56 % del área cultivada en la provincia de Chum bivilcas, 40 % en Anta y 37 % en Can chis. Igualmente, fueron afectadas áreas agrícolas en Paruro, Acomayo, Paucar tambo y Espinar en similares porcenta jes. Esta entidad del Estado informó que hay más de 130 mil hectáreas de suelos destinadas a la producción agropecuaria y que solo el 20 % tienen infraestructura de riego, sea a nivel de canales rústicos, revestidos o con tecnología de riego por aspersión.

El resto de terrenos cultivados se trabaja en secano, es decir, depende prin cipalmente de la lluvia. Esto lleva a defi nir que la sequía afectará a miles de fami lias campesinas, impacta en su economía, su salud y su seguridad alimentaria.

Las observaciones realizadas en trabajo de campo indican la dismi nución de los caudales en las diferentes fuentes de agua (ríos, riachuelos, lagu nas, lagunillas, qochas, etc.) Los glacia res en los Andes tropicales han perdido más del 50 % de su superficie. En la región de Cusco, el deshielo de los gla ciares representa la pérdida de una im portante fuente de agua dulce que sirve para uso doméstico, riego y generación de energía eléctrica.

Las actividades de la siembra grande (secano) de la campaña agrícola 2022-2023 aún no empiezan debido a la falta de lluvias. Por ejemplo, para culti var papa, trigo, cebada, oca y lisas se es pera la “época de lluvias”. En la segunda quincena de noviembre empezaron llu vias dispersas.

Hay familias que se han arriesga do sembrando sin lluvias y en la mayoría de los casos los brotes están mostrando signos de “quemadura” por el intenso sol y la falta de. Aquellas familias que esperan las lluvias corren el riesgo de que el ciclo vegetativo de los cultivos se encuentren inmaduros al comenzar la época de helada de abril. Eso evitaría la formación de granos en el caso de los ce reales y leguminosas, y en el caso de los tubérculos provoca bajo rendimiento.

Ganadería

La escasez de agua afecta también la ac tividad pecuaria. La falta de pastos na turales provoca la muerte y disminuye la calidad y peso de los animales, lo que

afecta directamente la economía familiar.

En las zonas de producción de ganado lechero como Pomacanchi se ha afectado la producción de derivados lác teos como el queso. En épocas de mayor producción, entre enero y julio, las plan tas de elaboración de quesos producían 28 cajas de 20 quesos de un kilo al día. Ahora se están produciendo 6 cajas y la cantidad baja cada día más.

Otro grave problema en estos pe riodos de sequía prolongada son los in cendios forestales que destruyen bosques nativos, exóticos y en gran parte los pas tos naturales. A nivel de la región Cusco se han registrado más de 450 incendios en lo que va del 2022, que destruyen las cabeceras de las microcuencas donde se generan los servicios ecosistémicos.

Frente a toda esta problemática se deben realizar una serie de acciones con intervención de organizaciones pú blicas, privadas y comunidades que ha bitan en estos territorios. Se debe soli citar la declaratoria de emergencia de la actividad agropecuaria en la región para encontrar soluciones a las consecuencias de la sequía prolongada y las heladas.

Se debe aplicar la Ley del se guro agrario catastrófico que apoya a la agricultura familiar. El seguro cubre los cultivos de kiwicha, quinua, papa, haba, maíz, etc. Es necesario sustentar con evaluaciones técnicas que demuestren los cultivos dañados por fenómenos cli máticos (sequías, heladas, etc.).

Otras acciones importantes son la búsqueda de soluciones a los problemas de gestión del agua, tomando en cuenta los conocimientos ecológicos ancestra les de las comunidades campesinas que han sabido convivir en armonía con la naturaleza. Se debe considerar estos sis temas de gestión de agua resilientes para

la adaptación al cambio climático, y ela borar e implementar proyectos de riego, siembra y cosecha de agua.

Los investigadores del Centro In ternacional de la Papa (CIP) e Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) hacen estudios en papas y frijoles silves tres para desarrollar nuevas variedades climáticamente resilientes, combinando la tolerancia al calor y a la sequía.

Por otro lado, tenemos aprobada la Ley 30754, Ley marco sobre cambio climático, que señala las responsabilida des compartidas entre los diversos niveles de gobierno y los sectores vinculados.

Para finalizar, recogemos la ad vertencia de los expertos, quienes indi can que las decisiones tomadas no evita rán el incremento de la temperatura, pero sí es posible limitar este aumento a 1.5 °C. Sin embargo, aún si logramos man tenernos en este rango, no se eliminarán los riesgos y ciertos impactos que ya son irreversibles, como la desglaciación con tinua y otros fenómenos.

Es por eso que los esfuerzos no solo deben estar destinados a mitigar el cambio climático sino también a adap tarse a las nuevas condiciones. En esa ta rea, un gran desafío global es proteger la biodiversidad, conservar y restaurar los ecosistemas como herramientas podero sas de adaptación.

El problema de esto, explica Manuel Pulgar Vidal, ex ministro de Ambiente de Perú y hoy líder de clima y energía para el Fondo Mundial para la Naturaleza, es que la pérdida de biodi versidad implica la pérdida de los servi cios ecosistémicos y eso a su vez expone a los seres humanos a una mayor vulne rabilidad.

(*) Director ejecutivo CEDEP Ayllu.

El deshielo de los nevados, que son fuentes de agua dulce, es cada vez más preocupante.

DHUMAN

Litio y uranio, un problema radiactivo en Puno

do al metal radiactivo (uranio). ¿Quién dice la verdad?

Escribe: Vito Calderón Villanueva (*)

ALERTA. En los últimos años, se percibe por parte de las autoridades de nivel regional y nacional la importancia del litio y sus derivados. Sin embargo, se invisibiliza al uranio, que es un mineral que podría generar graves efectos en la salud de la población y el medio ambiente.

La sucursal en Puno-Perú de la empre sa canadiense American Lithium, mi nera Macusani Yellowcake, tiene a su cargo los proyectos de Falchani (litio) y Macusani (uranio). La empresa sos tiene que los minerales litio y uranio

no están asociados, es decir, se ubican en distintas zonas. Mientras el titular del Ministerio de Energía y Minas (Mi nem), Jaime Gálvez, en 2021, sostuvo que sería más factible el desarrollo del proyecto de litio si no estuviera asocia

Si la afirmación de Minem fue ra cierta, la explotación de litio, que se anuncia para el año 2026, sería insos tenible al no existir normativas que ga ranticen la gestión y manejo responsable del uranio en nuestros territorios. Las autoridades de nivel regional y nacio nal, y la propia empresa minera, desde el descubrimiento de litio en 2017 de for ma casual, emprendieron la narrativa de posicionar solo la presencia de litio. Se olvidaron convenientemente del uranio, material radiactivo que requiere muchos cuidados para evitar daños a la salud, al medio ambiente y al agua que proviene de las cabeceras Azángaro, Urubamba e Inambari.

Desde Derechos Humanos y Me dio Ambiente develamos que las 165 concesiones mineras de Macusani Ye llowcake se ubican alrededor y sobre el nevado Quelccaya, glaciar tropical más grande del mundo y termómetro que mide el calentamiento global, y sobre si

La explotación del uranio sin regulación ocasionaría daños al medio ambiente. El glaciar Quelccaya sería uno de los afectados.

tios arqueológicos declarados como Pa trimonio Cultural de la Nación.

Esta situación nos convoca a re flexionar y analizar sobre las consecuen cias que pueda generar la exploración y explotación de los recursos de litio y uranio en territorio de las comunidades campesinas de Tantamaco, Chacaconiza, Isibilla, Quelccaya, Corani, Chimboya y Pacaje. Asimismo, en las cuencas Azán garo, Urubamba e Inambari.

Cuando proponemos que debe mos ser más cuidadosos en el manejo y gestión de los recursos de litio y uranio, no nos referimos a que debemos recha zar la actividad minera, sino que debe mos establecer normativas y reglamentos que regulen la conducta empresarial que garantice la protección y el respeto de los derechos de las comunidades campe sinas quechuas, como la consulta previa, agua de calidad, en cantidad y accesible, y acceso a territorio saludable. Y, por otra parte, potenciar la promoción de paisajes naturales y sitios culturales con los que cuenta la provincia de Carabaya.

¿Qué plantean nuestras autorida des sobre la presencia de litio y uranio en los pueblos quechuas? En marzo de 2021, el Consejo Regional de Puno emi tió el Acuerdo Regional 039-2021-GROCRP. Allí señala que es una bendición contar con litio en el departamento de Puno y solicitan de suma urgencia una normativa que dé viabilidad a la explota ción de litio.

Teniendo presente que es un mi neral radiactivo, ¿qué se piensa sobre el uranio en nuestros territorios?, ¿es una maldición o bendición? Geo Salud sos tiene que la exposición al uranio (natural, enriquecido o empobrecido) por encima de lo normal puede generar reacciones con los tejidos en su cuerpo y dañar los riñones. Frente a este dato, ¿seguimos pensando que el uranio da superpoderes?

En julio de 2021, el Congreso emitió la Ley 31283, declarando de nece sidad pública e interés nacional la explo ración, explotación e industrialización del litio y sus derivados. De acuerdo a la interpretación de los congresistas, el litio es un mineral estratégico y de necesidad de primera categoría para los peruanos. No tienen en cuenta la opinión de la po blación que piensa lo contrario y siente temor a sus consecuencias en la salud y en el medio ambiente. En aquel periodo congresal, los legisladores se olvidaron de pronunciarse sobre el uranio, dando entender que solo existe litio en los dis tritos de Macusani y Corani.

El 7 de noviembre pasado, la Co misión de Energía y Minas, presidido por el congresista Jorge Flores, organi zó la II Segunda Sesión Descentralizada en la ciudad de Puno para abordar y re cibir opinión del Ministerio de Energía y Minas respecto al Proyecto de Ley 3319/2022-CR, que promueve la indus trialización del litio, y del Proyecto de Ley 3346/2022-CR, que propone nacio nalizar el recurso estratégico del litio y sus derivados, con la finalidad que la ex

ploración, explotación, industrialización y comercialización esté a cargo del Es tado peruano y lo autoriza a desarrollar actividad empresarial.

Los proyectos de ley proponen agendar en el Congreso el debate sobre el litio. Sin embargo, nuevamente eluden la oportunidad de entender la postura del Minem y la empresa minera sobre la asociatividad de los minerales de litio y uranio en Carabaya. La carencia de in formación de las potencialidades y los impactos negativos en la salud y en el medio ambiente que conlleve la explo ración y explotación de los minerales de transición ha escalado hasta en el Con greso, ya que desde periodos anteriores se insiste en que se debe aprovechar con prontitud la explotación de litio y sus de rivados, invisibilizando la presencia del uranio.

Cuando hablamos de litio y sus derivados entendemos a la cadena de

producción que se puede obtener como carbonato de litio, cloruro de litio, con centrado minerales de litio e hidróxi do de litio. Por consiguiente, el uranio es un mineral distinto del litio. Por lo tanto, requiere un tratamiento especial para no poner en peligro o riesgo la salud de las personas y el medio am biente. Debemos tener conocimiento de que con la minería de litio se preten de implementar su explotación a tajo abierto, mediante la trituración de las rocas volcánicas.

Minem estima que la vida útil de la minería de litio en 26 años con una producción de 23,000 toneladas métricas de carbonato de litio al año, mientras el estudio de la consultoría de DRA sostie ne que podría tener 33 años de vida útil con una producción de hasta 85,000 to neladas anuales.

(*) DHUMA.

En riesgo de sufrir daños hay pueblos aledaños a la reserva hallada en este territorio.

En Carabaya se encuentran los yacimientos de litio y uranio.