4 minute read

En Portada

Next Article
Cultura

Cultura

El Guadalcanal se lleva el Memorial Benjamín parra en un intenso partido ante el CD Alanís

Redacción

Advertisement

El senior del Guadalcanal CD disputó este domingo el Memorial Benjamín Parra y para ello se midió al CD Alanís. El partido supuso la puesta de largo ante su público del conjunto rojiblanco y el segundo stage de pretemporada tras la disputa, el viernes del Triangular de Cazalla de la Sierra, donde tan solo pudo conseguir un empate, ante el mismo rival al que se enfrentó este domingo. El CD Alanís es un recurrente invitado a este memorial, aunque hacía ya varios años que no hacía acto de presencia. Este año, sin emventaja. Y eso se notó en los primeros compases, donde se vio a un Guadalcanal que buscaba su sitio en el campo y a un Alanís que daba muestras de estar mejor asentado. Aún con todo, los primeros minutos, por no decir, la primera parte, el equilibrio de poder fue la nota constante y más allá de los goles ningún equipo fue claro dominador. Golpeó primero el Alanís en el primer cuarto de hora, cuando un balón en la frontal lo aprovecha perfectamente el jugador visitante para colocar en la escuadra un balón imposible. Poco o nada pudo

bargo, volvía al cartel. Y, aunque se trate, al fin y al cabo, de un partido amistoso, estaba claro que nuestro rival no venía a regalar nada. Así lo dejó claro desde el primer minuto. El Guadalcanal CD se presentó con mucha savia nueva. La juventud parece ser que va a ser la nota predominante en esta temporada de relevo intergeneracional, aunque para acompañar esa transición la veteranía de hombres como Tini o Chepa será fundamental. Alanís, por su parte también presentó un equipo muy joven, aunque en este aspecto, nuestros vecinos nos llevan un tiempo de

hacer Ángel para evitar el gol. Con este jarro de agua fría inicial, era de esperar que el Guadalcanal se fuera arriba y buscara el empate. Y aunque lo intentó, le costó mucho llegar a puerta. Lo intentó Andrés, igual que lo intentó Tini. Fue Sergio quien lo tuvo más cerca a los veinte minutos, aunque su disparo se fue desviado. El que si sacó petroleo de uno de los ataques por el empate fue Lolo, quien en una internada es derribado por un jugador amarillo y el árbitro pita penalti. Sería el propio Lolo quien los transformaría. Con uno a uno el equilibrio volvía no solo al marcador, sino también al partido. Los dos rivales se mostraron cautos y no quisieron propiciar un error que les costara caro ante el eterno rival. Sin embargo, cuando todo hacía indicar que nos iríamos a vestuarios con el empate, una indecisión y el mal entendimiento entre portero y defensa hizo que de nuevo nos pusiéramos por detrás en el marcador. Más agua fría para un equipo que no acababa de encontrar su lugar en el partido.

Segunda parte trepidante

Quedaban, pues, los últimos cuarenta y cinco minutos. El tiempo necesario para mostrar reacción o bajar los brazos y regalar el trofeo. Y lo cierto es que en los primeros momentos, aunque no se bajara los brazos, tampoco hubo reacción alguna. El Alanís buscó el balón en profundidad y la rapidez de sus hombres desbordando la defensa y hasta en dos ocasiones tuvo cerca el 1 a 3. Suerte que en la primera de ellas Ángel evitara el desastre y en la segunda, la divina providencia estuviera de nuestro lado. Con este doble susto el Guadalcanal sabía que ya tan solo valía el todo o nada. La honra y el orgullo estaban por encima de cualquier amistoso, y por eso, el conjunto rojiblanco se fue a por todas. Fruto de esa constancia y, también con un poquito de fortuna, un balón colgado cae en los pies de Tini quien, esta vez, no perdona y pone el empate y la alegría en la cara. Había trabajo por delante pero esta vez la sensación era distinta. El gol es la salsa del fútbol y una vez conseguido resucita al cualquier equipo. No fue solo el empate, fue la constatación de que se podía. El Alanís había tenido en sus botas la sentencia y, en cambio, había dejado con vida al eterno rival. En fútbol si perdonas lo pagas. El Guadalcanal lo sabía y nuevamente un balón colgado al corazón del área encuentra un remate acrobático, el balón cae a los pies de Sergio y este hace el tres a dos. La remontada era un hecho. El partido se ponía más de cara aún cuando nuevamente Tini en otro arranque de orgullo Guadalcanalense pone el 4 a 2 que parecía definitivo. Aunque tan solo lo parecía. Alanís, que ya poco tenía que perder confió en su suerte y fruto de la misma llegó, a trompicones el 4 a 3 que les daba vida a ellos y temor a nosotros. El peor de los presagios se produjo poco después, cuando el Guadalcanal realiza penalti sobre un jugador de Alanís y este no perdona. 4 a 4, de locura.

La lotería de los penaltis

El partido tuvo de todo, alternativas en el marcador, tensión, emoción... y para finalizar, penaltis. La auténtica lotería que esta vez nos favorecería. Y aunque pareciera que fuera a ser eterna, el quinto lanzamiento amarillo fue detenido por Ángel. Esto ponía en bandeja el triunfo para los nuestros. Lolo, Sergio, Andrés y Tini habían marcado. La victoria y la gloria estaban en las botas de Montero, y este no frivolizó. Con toda la sangre fría de la que dispuso puso el gol definitivo y dejó en casa el Memorial Benjamín Parra.

This article is from: