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BATALLITAS
by Jose Angel
Pipote y Chanqui, Chanqui y Pipote
Sobre estos dos jugadores se puede escribir un libro entero de anécdotas, pues tanto individualmente como en la pareja que formaban, su vida deportiva era un auténtico sainete. Como muestra, ahí van dos de sus muchísimas peripecias futboleras. En la final del trofeo de ferias de El Pedroso del año 1.987 íbamos ganando por un gol a cero, gol conseguido por el tristemente fallecido Rafael Escote “Nene”. Este tanteo nos estaba costando mantenerlo sangre, sudor y casi lágrimas, pues el equipo local quería ganar su torneo a toda costa. Pues bien, al lado del campo de fútbol había una pista de coches de choque y cuando quedaban ocho o diez minutos para la conclusión del partido comenzó a funcionar, lógicamente con la música a todo volumen, y a Chanqui, que era nuestro portero, no se le ocurre otra cosa más que ponerse a bailar. Pipote que lo ve, y aprovechando que el balón estaba alejado de nuestra portería me espetó: “Muri, ¿has visto lo que está haciendo el cabrito ese?. Con las patadas que nos están dando esta gente y el muy mamón de cachondeo. ¡Quítalo!”. El juego se siguió desarrollando normalmente, Chanqui continuaba bailando y Pipote no dejaba de ponerlo como a un trapo. Casi en el último minuto de juego nos pitan un córner en contra y Pipote estaba desgañitándose con el fín de marcar a los contrarios que habían subido en bloque a rematar, cuando el juanlanas de Chanqui, contoneándose le soltó: “Mira, Pipote, mira que arte”. Pipote estuvo a punto de reventar y a voz en grito me dijo: “Muri, ¡cómo nos metan un gol por culpa de ese ......, te juro que lo mato”. Menos mal que el encuentro finalizó con el resultado favorable a nosotros y era gracioso el ver a Pipote dándole patadas en el culo a Chanqui, a la vez que le decía: “Ahora es cuando tienes que bailar y no antes, ¡so payaso!”. Otro día, en un entrenamiento, estábamos ensayando tiros de penalti y cada jugador lanzaba tres seguidos. Cuando le toca el turno a Pipote, Chanqui le para los tres. ¡No vean el cachondeo que le formó!. Pipote, descompuesto, me dice que lo deje tirar otra tanda, pero en vez de tres tiros que sean cinco, que se los mete todos. Chanqui contesta que a él le da igual, como si quiere lanzar diez, que no le va a meter ni uno. Así que todo el personal nos dispusimos a presenciar el espectáculo, unos animando a Chanqui y otros a Pipote. Chanqui le paró los cinco penalties (no es que Pipote los lanzara fuera, es que se los paró) y el amigo Juan, con un cabreo de mil demonios abandonó el entrenamiento. No sólo estuvo dos o tres días sin aparecer por el campo de fútbol, sino que ni tan siquiera salió de su casa. Antonio Murillo
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Y esta semana en Guadalcanalinformación
El pasado lunes comenzó la obra de Reparación y Reformas de mejoras en el Cine-Teatro Municipal, a cargo de una subvención de la ampliación del Plan Contigo de la Diputación de Sevilla. La actuación consiste en la demolición de los baños existentes y la nueva construcción de uno de minusválidos, señora y caballero y un cambiador infantil, adaptar la rampa existente a la normativa actual, cambio de la puerta de acceso, carpintería y revestimientos. En la mañana del pasado miércoles ha tenido lugar en el IES Sierra del Agua la entrega de los ejemplares del programa El Placer de Leer, de la Diputación Provincial de Sevilla. Este año el libro elegido ha sido Al principio fue el barro, de Antonio Rodríguez Almodóvar. Un relato bello, sencillo y honesto para entender mejor cuál es el caos que habitamos y que al mismo tiempo nos habita. Serán los alumnos y alumnas de 3º ESO quienes disfruten de este libro. Por primera vez en la historia procesionó por las calles de Guadalcanal la imagen de San Sebastián. Una imagen que normalmente se ubica en el retablo del Altar Mayor de la Parroquia de Sta. María de la Asunción. Fueron jóvenes de entre diez y once años quienes portaron sobre su costal esta imagen que, muchos desconocen, es el Patrón de Guadalcanal. La procesión salió a las 12 y media desde la iglesia y recorrió las calles más céntricas de Guadalcanal.