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El Pedroso vuelve a disfrutar de su Romería tres años después
Redacción
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Hay pasiones de pasiones. De aquellas que el corazón consiente, y que la razón, apenas haga el esfuerzo, llega a entender. Pasiones que ni el inmisericorde agosto es capaz de borrar. Pasiones que superan mil y una pruebas de fuego, o incluso de agua. Tres años hacía que El Pedroso no celebraba su tradicional Romería. Aún resuenan los ecos de la Feria en el Paseo del Espino cuando otra festividad se apoderó del ambiente pedroseño. Si hace una semana era el bullicio festivo más propio del pueblo el que copaba todas las miradas, en esta ocasión era el sentir religioso y el fervor más puro y verdadero el que acaparaba las miradas. Tres años sin despertar en esa mañana mágica de agosto, cuando el romero acude a ella. Tres años sin desplazar el simpecado hasta la puerta de su ermita. Tres años sin Romería, pero pensando en ella. Tres años después, el cielo quiso poner su nota de humor ácido en una jornada que demandaba brillantez. Durante la madrugada los truenos y la lluvia habían dejado una sensación extraña en el ambiente. Una pena que no sería tal, porque la fe todo lo puede. Y por eso, despuntando el alba El Pedroso se echó a la calle para desplazarse hasta la Ermita. Partía desde la Parroquia de Ntra. Sra. de la Consolación el Rosario de la Aurora. Un canto de
devoción en un día tan grande que ni el agua, tan bienvenida siempre, pudo disonar. Un camino breve en el tiempo pero eterno en la memoria que tuvo a su llegada a la Ermita de Ntra. Sra. del Espino el comienzo de la misa de romeros. Presidida por el Párroco Francisco José Gordón Pérez, que muy pronto será trasladado a Cazalla de la Sierra, la misa contó con su punto emocional reflejado en la pupila del niño y en la senectud de la sapiencia. Generaciones de devotos, de fieles feligreses y de todo aquel que se encomienda a su manto, la Virgen del Espino en su altar se empapaba del ambiente de agosto, del momento del regreso, de tres años que siendo duros, quedarán en nada, porque la fe todo lo puede.
Afluencia masiva
Había ganas, como cada año, de volver a la Parroquia con la Patrona, pero también, después de tres años, había ganas de festejar. De ahí que se viviera un ambiente tan especial como concurrido. Las inmediaciones de la ermita se vieron colmadas de romeros que decidieron permanecer en esta bendita romería en reuniones de amigos y conocidos. A veces el paraguas hizo acto de presencia, pero nada quebró la fe del romero. La música la puso el grupo A mi aire, aunque por las circunstancias climatológicas impidieron que su actuación se llevara a cabo en su totalidad. La Hermandad del Stmo. Cristo de la Misericordia y Ntra. Sra. de los Dolores abrió su barra, con bebidas y comidas para festejar este día y tal fue su éxito y la concurrencia de personas en esta romería que antes de lo esperado se quedaron sin existencias. Y es que no hay mal que por bien no venga. Ese éxito de asistencia al regreso de esta romería tan especial iba a desembocar, como era de esperar, en una salida de la virgen más que especial. A eso de las ocho la imagen bendita de la Patrona de El Pedroso bajaba de su altar y era subida a la carroza de traslado. A continuación se sacaba a la puerta donde dos bueyes eran colocados para que tiraran de ella. Y acompañados por la flauta y tamboril, tras el repique de campanas de las nueve de la noche, la comitiva inició el camino de regreso a la parroquia, cruzando la puerta de la cruz del humilladero mientras la tarde iniciaba su ocaso, y encabezando, a continuación, un cortejo al que se sumaban las carretas participantes en esta romería y en el concurso que a este respecto convocó la hermandad. Tras el recorrido habitual por las calles pedroseñas la imagen llegó a la Plaza de la Consolación, donde se le realizó la tradicional ofrenda floral que daba la bienvenida un año más de Ntra. Sra. del Espino a la que será su casa en los próximos meses. La Novena en su honor y la procesión del 8 de septiembre pondrán el colofón a una bonita historia que nunca debió interrumpirse, pero que una vez regresó, ya nunca se borrará de la memoria.

La Romería de Ntra. Sra. del Espino en imágenes






