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YENY SILVIA

YENY SILVIA DALMAU BRINDIS

The fact that the public sees her and applauds her is her best reward. So confesses Yeny Silvia Dalmau Brindis, a Cuban woman to whom music and dance run “like blood in my veins,” she says.

“You leave this world, and you don’t get a piece of paper or a medal. But if you manage to remain in people’s memories because of what you did in your life, that’s the greatest thing”, according to Yeny, who was born in Havana on November 3, 1961. She grew up in a popular neighborhood, La Lisa, in the capital’s Marianao municipality. Her personality fits her zodiac sign - Scorpio, because she practices honesty, she is demanding, she tends to control situations, and she is self-taught.

The seasoned vocalist comes from the school of art instructors, but she never dedicated herself to teaching. She said, “I always wanted to sing and dance.” That’s how she opened the way. “I wanted to show my art to the world. That’s why I never had children. When I was almost 40 years old, motherhood became impossible. But I have nephews,” she said.

How do you define yourself?

I’m a woman who sings.

During her artistic career of 46 years, she traveled to Spain, Japan, Mexico, Austria, Switzerland, Germany, Argentina, and Nicaragua, with several companies. She was the first dancer in the folkloric group Raíces Profundas. Later on, she was in the AfroCuban group Clave y Guaguancó, and the popular groups Cuban Salsa, Cubanaché, Raíces Sonoras, and Las Chicas del Sol.

She has appeared in the Cuban film, Miel para Oshún (Honey for Oshún) (2001), directed by the late Humberto Solás. But “singing is definitely my thing, although I was a good dancer, since in 1979,” she said. Today, Yeny Silvia is a retired woman. “We dancers have a limited life, just like athletes. I retired from dancing, but I will never retire. That will only happen when I die”, she explained. She stopped dancing 10 years ago. Now, she dedicates herself to singing.

Yeny Silvia Dalmau Brindis, Vocalist

By Deisy Francis Mexidor

Where does this love for music come from?

I don’t know. It’s in my DNA. I’m related through my maternal grandfather to the Cuban violinist José Domingo Brindis de Salas*.

My love for music had to come from him.

So, you are self-taught?

Yes. I studied pedagogy to teach art, but my musical training was inherent. I knew I would be an artist. I studied at the National School of Dance Instructors, in the 1970s, but I did not graduate. I did not want to be in a classroom teaching. I wanted to be onstage, being applauded by the public.

When I was nine years old, the principal invited me to perform at civic events. They applauded me and I liked that. So, is it in my DNA or did God give me this talent?

How do you define yourself?

I’m a woman who sings. What is your greatest fortune?

To have achieved what I need to live with dignity. To be healthy because, thanks to God, I am a healthy woman, which allows me to do what I love, which is my art. Currently, I work with three groups, the National Folkloric Choir of Cuba, Rumba All Star, and Cubanaché.

Are you aware of the challenges women face in the male-dominated field of music?

Of course. It is a challenge. But we are in the 21st century. It’s time we all know that we are equal women and men, in knowledge, virtuosity, professionalism, since shining in certain fields is not reserved for one gender.

Are you linked to any artistic enterprise in Cuba?

I belong to the Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos “Ignacio Piñeiro”, the Agencia de Representaciones Artísticas Caricatos, the Centro Nacional de Música Popular, and the Agencia Artística de Artes Escénicas (Actuar).

What advice would you give to young people starting out in the world of literature or musical performance?

Develop the strength to push your dreams through discipline and have the will to fulfill them, professionally.

Yeny Silvia Dalmau Brindis, Vocalist (Spanish)

Que el público la vea y le aplauda es su mejor premio. Así confiesa Yeny Silvia Dalmau Brindis, una cubana a quien la música y el baile le corre “como sangre en las venas”.

Comenta: Uno se va de este mundo y no se lleva ni papel, o ninguna una medalla, pero si logras quedar en la memoria de la gente por lo que hiciste al paso de la vida, lograste lo más grande. Nació en La Habana el 3 de noviembre de 1961. Se crio en un barrio popular, La Lisa, en el municipio capitalino de Marianao, y su personalidad se ajusta al signo zodiacal que la acompaña: Escorpión, practica la honestidad, es exigente, suele controlar situaciones y es autodidacta.

Dalmau proviene de las escuelas de instructores de arte, pero nunca se dedicó a la enseñanza “porque siempre quiso cantar y bailar” y de esa manera fue abriéndose el camino. Dalmau quería demostrar su arte por el mundo y por eso nunca tuvo hijos, ya cuando vino a percatarse tenía casi 40 años. Expresa que ya era imposible la maternidad, por lo menos tiene sobrinos .

Durante su 46 años de su carrera artística, viajó a países como España, Japón, México, Austria, Suiza, Alemania, Argentina, Nicaragua, entre otros, y perteneció a varias compañías como el conjunto folklórico Raíces Profundas, del cual fue la primera bailarina. “Después pasé por el grupo de música afrocubana Clave y Guaguancó, y también los de música popular Cuban Salsa, Cubanaché, Raíces Sonoras, Las Chicas del Sol…”, relata.

Además, cuenta con apariciones en películas cubanas como Miel para Oshún -del desaparecido director Humberto Solás-, estrenada en el 2001. Pero “definitivamente lo mío es cantar, aunque siempre fui muy buena bailarina, modestia aparte, en 1979 ya estaba bailando”, afirma. Actualmente Yeny Silvia es una mujer jubilada, “porque los bailarines tienen tiempo limitada al igual que los deportistas. Se jubilé, pero retirada nunca, eso solo sucederá cuando muera”, explica al aclarar que “hace unos 10 años dejé de bailar oficialmente y en este momento se dedica al canto.”

¿De dónde le viene este amor por la música?

Actualmente Yeny Silvia es una mujer jubilada, “porque los bailarines tienen tiempo limitada al igual que los deportistas. Se jubilé, pero retirada nunca, eso solo sucederá cuando muera”, explica al aclarar que “hace unos 10 años dejé de bailar oficialmente y en este momento se dedica al canto.”

¿De dónde le viene este amor por la música?

No sé si eso está en mi ADN. Soy familia por la línea de mi abuelo materno de ese gran violinista cubano que fue José Domingo Brindis de Salas (*). Tiene que venir de ahí.

¿Entonces tu formación en sentido general es autodidacta?

Sí, porque yo lo que estudié fue la pedagogía para enseñar el arte, pero mi formación ya se creo en mi . Yo sabía que sería artista.

Yeny Silvia Dalmau, Vocalist

Por Deisy Francis Mexidor

con apenas nueve años, siempre la directora de mi escuela me buscaba para hacer actos cívicos. Yo actuaba y el publico me recibió con aplausos y eso me hacía sentir feliz. Por eso digo, no sé si es mi ADN o Dios me lo dio. Puede ser los dos.

está reservado a un solo género. ¿Está vinculada en Cuba o en alguna empresa artística?

Sí. Pertenezco a la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos “Ignacio Piñeiro”, la Agencia de representaciones Artísticas Caricatos, el Centro Nacional de Música Popular y la Agencia Artística de Artes Escénicas (Actuacion).

¿Qué consejo daría a los jóvenes que se inician en el mundo de la literatura o la interpretación musical?

Estudié en la Escuela Nacional de Instructores de Danza, en los años ‘70 (del pasado siglo) y abandoné la escuela sin graduarme, porque mi decisión era dedicarme a estar no en una haula o en un salón impartiendo clases, sino sobre las tarimas para traerle lo mejor al público y sentir sus aplausos.

Recuerdo que, siendo una niña,

¿Cómo se define?

Soy una mujer que le gusta cantar. ¿Cuál es su mayor fortuna? Haber logrado lo necesario para vivir dignamente. Tener salud, porque gracias a Dios soy una mujer saludable y eso me ha permitido hacer lo que quiero con mi arte.

Actualmente trabajo con tres agrupaciones: el Coro Folclórico Nacional de Cuba, Rumba All Star y Cubanaché.

¿Eres consciente de los retos a los que se enfrentan las mujeres en el campo de la música, dominado por los hombres?

Por supuesto. Es un desafío, pero estamos en el siglo XXI. Es hora que todos seamos tratado por igual hombre o mujer, En el conocimiento, en virtuosidad, en profesionalismo, y brillar en determinados campos pues no

Fuerza para empujar sus sueños; disciplina, profesionalismo, y voluntad para cumplirlos, .

*Claudio José Domingo Brindis de Salas y Garrido (La Habana, 4 de agosto de 1853 - Buenos Aires, 1 de junio de 1911) fue un músico y violinista cubano que ganó el sobrenombre de “Paganini negro”; considerado uno de los mejores de su época, también lo llamaron “El rey de las octavas”.