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PRESENTACIÓN

WILLIAM CORREDOR CEO OPEN INTERNATIONAL, PRESIDENTE JUNTA DIRECTIVA FEDESOFT

Todos los sectores tienen épocas de particular prosperidad y con ella le brindan oportunidades al país que las acogen. Al fnal del siglo pasado, por ejemplo, el precio del café alcanzó un máximo histórico en una de las mejores bonanzas cafeteras de la historia que en su momento Colombia supo aprovechar. Este siglo marca un hito importante para el sector del software y la tecnología. Ha sido tan vertiginoso su crecimiento, que bien lo han llamado la Cuarta Revolución Industrial (4RI); una bonaza de la que Colombia, sin duda, puede ser protagonista.

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A medida que el mundo evoluciona cambian sus prioridades y cambia el valor que se le da a cada industria. En general los productos innovadores, pronto se convierte en commodities, aumentan su disponibilidad y muy rápidamente pierden precio y rentabilidad. La tecnología no es ajena a estas circunstancias, muy por el contrario existe un efecto acelerador que obliga a sus creadores a estar en constante desarrollo. Particularmente la industria del software y productos de tecnología recientemente se ha convertido en el más grande generador de valor a nivel global. Es así como hoy 8 de las 10 más grandes compañías del mundo, por su nivel de capitalización, son de software y tecnología de la computación.

La industria de software está en bonanza. Hoy prácticamente todas las compañías deben ser de software. Para sobrevivir en Colombia

es casi indispensable ser trilingüe: dominar el español, el inglés y al menos un lenguaje de programación. Los gobiernos han descubierto este “secreto” y no se han hecho esperar las propuestas para brindar cursos de programación, inteligencia artifcial, big-data, blockchain y cuanta tecnología se pone moda, como garantía de un buen empleo, con un salario extraordinario.

El talento es sin duda la materia prima de la industria de software y tiende a estar distribuido en todos los países del planeta. No existe una nación que pueda clamar exclusividad sobre este recurso, lo que implica que sí hay una oportunidad legítima de proveer a una demanda universal de software y tecnología, que desde nuestro ángulo es infnita y que sigue en crecimiento. Los computadores y el software han probado tener un sin número de usos y se han convertido en una herramienta transversal para todas las demás industrias.

Los países que interioricen esta oportunidad podrán usarla como mecanismo de prosperidad económica y social, indiferentemente de su tamaño y condición actual. El software no obedece a fronteras, viaja invisiblemente, y se exporta en fracciones de segundo. En ese orden de ideas, esta industria está limitada solo por la disponibilidad de talento, su creatividad y capacidad de emprendimiento.

Para nadie es un secreto hoy que la demanda por talento informático supera a la oferta en todo el mundo. Colombia no es una excepción y por eso hoy hay cientos de iniciativas públicas y privadas para invertir en su generación. El propio sector de la educación ha venido cambiando para mejorar los currículos y los métodos de aprendizaje para mejorar su efciencia. Hoy la industria, el gobierno y la academia están muy conscientes de la importancia de generar talento en mayor cantidad, con mayor calidad y pertinencia.

En nuestro país la creatividad y el emprendimiento no se han hecho esperar. Tenemos miles de empresas de clase mundial que con sus productos de software han irrumpido en las más sofisticadas industrias. Este libro es una muestra selecta de esas empresas que con innovación y determinación se han convertido en líderes en Colombia; empresas creadoras, desarrolladoras y exportadoras de software y tecnología para diferentes sectores que generan miles de trabajos de altísima calidad.