
1 minute read
DEL ROMANTICISMO A LAS VANGUARDIAS
from Museo Gaceta
by JJJO14
El paisaje ha sido fuente de inspiración poética y costumbrista, siempre vinculado con la diversidad de latitudes, climas y regiones. Escenas que a veces también reflejan la vida cotidiana en diálogo con la naturaleza; donde el hombre se inserta como elemento primordial de la creación.
En él se representa también la esencia del individuo, la conciencia del origen, la matriz de antiguas mitologías y tradiciones. En palabras del artista holandés Vincent van Gogh: No conozco mejor definición de la palabra arte que ésta: «El arte es el hombre añadido a la naturaleza».
Advertisement

En el siglo XIX llegaron a México viajeros procedentes de distintos sitios del planeta atraídos por la abundancia y riqueza de este país.



Fue así que registraron los nuevos escenarios bajo la sensibilidad romántica de la época. La pintura paisajística –de acuerdo con Barbara Eschenburg– desarrolló un meticuloso estudio de los detalles de la naturaleza y un interés por las manifestaciones fugaces generadas por la luz y por las influencias atmosféricas.

El Impresionismo por su parte hizo énfasis en la luminosidad de cada paraje. Las obras realizadas en plein air se insertaban en el género de paisaje moderno. La figura palpitante bajo la luz; el cromatismo intenso y la pincelada libre; la eliminación del dibujo contorno y el estímulo efímero de los breves instantes, serían las directrices de la pintura de paisaje del último tercio del siglo XIX en búsqueda del anhelado arte por el arte. 1905 marcó el año de las Vanguardias.
Para el investigador Mario De Micheli era la fascinación de una visión nueva, espejo de un alma colectiva libre de todo vínculo de esclavitud civil Los artistas de vanguardia reflejaban todas las razones de la rebelión contra la cultura, los cánones y los convencionalismos.