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SAO PAULO

Intercontinenal 1992

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SAO PAULO | Año 1992

SAO PAULO

1992

C

inco de Julio de 1982, antiguo Estadio de Sarriá, Brasil e Italia, juegan el decisivo partido que llevará a una de estas dos selecciones a las semifinales del Campeonato del Mundo que se disputa en España. A los brasileños, con un centro del campo de culto -compuesto por Falcao, Sócrates, Cerezo y Zico-, les vale un empate para colarse entre los cuatro mejores del torneo, a los italianos capitaneados por Dino Zoff, sólo la victoria. Este sería el último Mundial que constaría de dos liguillas previas para acceder a las eliminatorias de semifinales. A partir de México 86, se añadirían definitivamente las rondas de octavos y cuartos de final.

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Brasil, viene de ganar a la Argentina de Diego Armando Maradona por 3-1, mientras Italia sólo pudo hacerlo ante estos por 2-1. Así pues, en caso de empate entre brasileños e italianos, el mejor gol average de los primeros los clasificaría para la penúltima ronda. Italia, sorpresivamente se adelanta por dos veces en el marcador, ambos tantos de Paolo Rossi, pero a veinte minutos de la conclusión, Falcao, el excelente creador brasileño, empata el partido y deja a la canarinha con un pie en semifinales, solo basta aguantar el resultado, no precipitarse y que sean los italianos quienes vayan a por el partido.

3 Sin embargo, esta Brasil, dirigida por Telé Santana no sabe de especulaciones y de jugar a otra cosa que no sea el olvidarse del resultado e intentar marcar más goles. Italia, con otro tanto de su delantero Rossi, certifica el definitivo 3-2 en un error defensivo a la salida de un córner. Aquí termina la andadura mundialista de una selección brasileña considerada por la crítica como la favorita a aquel mundial y que antepuso su amor por el fútbol al resultado. Ese partido entre brasileños e italianos, es el más claro ejemplo del ideario futbolístico del ya fallecido Telé Santana, el entrenador de aquella selección durante los mundiales de España 82 y México 86, para quien el "jogo bonito", la imaginación y el fútbol ofensivo era el camino más corto para llegar al triunfo. Para muchos un "pecho frío" incapaz de traducir en éxito el fútbol de la selección, para otros, el último romántico del fútbol brasileño. Olvidándonos de aquellos veranos del '82 y '86, su llegada al Sao Paulo F.C en 1990, supuso una auténtica revolución en aquel equipo. Acostumbrados a ganar títulos locales durante la década de los ochenta, y convertidos en una pasarela de algunos destacados futbolistas brasileños, como Renato, Muller, Careca, Silas o Falcao, la doctrina Telé Santana, convertirìa al equipo tricolor en los grandes dominadores del fútbol sudamericano y en el mejor equipo del mundo de principios de la década de los noventa, junto a Milán y FC Barcelona. De la mano de Telé, el Sao Paulo se convirtió rápidamente en un equipo reconocible. Aún con el recuerdo de la conservadora canarinha de Lazaroni en Italia 90, el nuevo Sao Paulo supuso un soplo de aire fresco y la vuelta a la cultura futbolística brasileña.

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Con la seguridad defensiva de su portero Zetti y los centrales Antonio Carlos y Ronaldao, la veloz dupla en banda derecha formada por Cafú y Elivelton -dos jóvenes que crecieron al cobijo de Santana-, el regreso de Muller tras su irregular paso por el Torino y la consagración de su estrella Raí -un excepcional mediapunta que combinaba técnica, físico, llegada y distribución-, los títulos no tardaron en llegar y en 1991, el club gana el Brasileirao y el Campeonato Paulista, poco antes de que llegue el primer triunfo continental de su historia. Era Junio de 1992, y aquellas fechas significaron el principio del mejor equipo de la historia del club. Tras perder 1-0 en Rosario y ganar 1-0 en Sao Paulo, una histórica tanda de penaltis en el Morumbí contra un Newell's Old Boys dirigido por Marcelo Bielsa en el banquillo y el talento del "Tata" Martino en el campo, acompañado de su conocida línea defensiva, Berizzo, Gamboa y Pochettino, da al Sao Paulo, su primera Copa Libertadores. El triunfo en dicho torneo aumentó el prestigio de un Sao Paulo semidesconocido en Europa, quizá porque la mirada al fútbol sudamericano se fijaba en el viejo continente, donde se encontraban sus principales figuras como Redondo en el Tenerife, Batistuta y Dunga en la

Fiorentina, Branco en el Genoa, Romario en el PSV, Rubén Sosa en el Inter y Francescoli en Cagliari. Esa fama hizo que fuera invitado a una gira veraniega española y allí es donde el mundo empezaría a conocer la obra de Telé en Sao Paulo. Los trofeos Teresa Herrera y Ramón de Carranza actuaron de escaparate para que aquel conjunto liderado por Raí, luciera sus mejores galas y goleara 4-1 y 4-0 sucesivamente a un Barcelona en el cénit del Dream Team y al nuevo Real Madrid de Benito Floro. Sin embargo, varios meses después, el 13 de Diciembre de 1992 en el Estadio Nacional de Tokio, el Sao Paulo, iba a reafirmar lo demostrado en aquellas noches veraniegas, la final de la Copa Intercontinental que debía medirle al FC Barcelona, vigente campeón de Europa, se convertiría en el día más importante de la historia del club paulista. Con vistas a la final, el equipo brasileño, se había hecho con los servicios de un veterano mediocampista llamado Toninho Cerezo que aportaba, toque, pausa y experiencia y para quien el Barcelona se había convertido en su bestia negra a lo largo de su carrera, ya que frente al equipo catalán había perdido dos finales europeas: Recopa y Copa de Europa con su antiguo club, la Sampdoria.

El mundo del fútbol empezó a conocer al Sao Paulo de Telé a partir de junio de 1992”

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Toninho Cerezo en su presentaci贸n como jugador de Sao Paulo Gu铆a Kaiser Vintage

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Sao Paulo y Barcelona representaban en el campo el atrevimiento de sus entrenadores, Santana y Cruyff, dos románticos fieles a una idea. Por un lado el Barcelona se presentaba en aquella final con un once con solo dos defensas natos, Koeman y Ferrer. A su alrededor, el fútbol cerebral de Guardiola, el trabajo de Amor y Bakero, la magia de Laudrup y la velocidad y el gol de Stoichkov. Las críticas vertidas sobre Cruyff tres años antes, se habían convertido en halagos tras la victoria en la Copa de Europa. Por contra, el Sao Paulo, nunca renunciaba a su es-

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tilo. Independientemente de quien fuera el rival, la palabra de Telé se plasmaba en el campo. Extremos rápidos, abiertos y habilidosos marcados en Cafú y Muller, toque interior con Cerezo y llegadas de Raí y Palinha, respaldados por el trabajo defensivo de Pintado y Ronaldao. Con todos estos ingredientes, ambos equipos ofrecieron la mejor final de una Copa Intercontinental recordada en años. Stoichkov, tras un pase profundo de Guardiola, adelantó al Barcelona a los diez minutos, pero solo quince minutos después, tras otra de tantas internadas de un Muller que volvió loco a Ferrer.

7 Raí, llegando desde segunda línea anotaba el primero de sus goles, ya que a falta de diez minutos para la conclusión, en un gran lanzamiento de falta convertía al Sao Paulo en campeón del mundo. Aquel partido sirvió para confirmar las cualidades de un equipo que destacaba por un fútbol preciosista y ofensivo y que, durante tres años, y nutriéndose de muchos de los mejores futbolistas que había en Brasil como Zetti, Cafú, Palinha, Raí o Elivelton y repatriando a otros procedentes de ligas europeas como Muller, Cerezo y Leonardo ganó

entre otros títulos: dos Copas Libertadores, dos Copas Intercontinentales y dos Recopas Sudamericanas. Veinte años después, muchos reconocen a aquel Sao Paulo del toque, del desborde de Muller y Cafú y del liderazgo del genial Raí, como el mejor equipo sudamericano de las últimas décadas y a su entrenador Telé Santana, (sobretodo viendo sus sucesores en la selección brasileña, Lazaroni, Parreira o Scolari), como el último revolucionario del fútbol carioca. o

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PALHINHA

MULLER

CAFÚ

RAÍ

CEREZO PINTADO

RONALDO LUIZ

VÍTOR

ADILSON

RONALDAO

ZETTI

Seguridad y sobriedad eran las principales virtudes de este guardameta. Estaba considerado junto al paraguayo Chilavert y el argentino Goycoechea, como el mejor portero que jugaba en Sudamérica. Campeón del Mundo con Brasil en 1994, aunque como suplente de Claudio Taffarel.

BRASIL

ZETTI

Futbolista potente y veloz, aunque no de marcado carácter ofensivo, tuvo un fugaz paso por el Real Madrid, donde apenas jugó. El futbolista que interesaba al Real Madrid, era su compañero Cafú, y el comentario más frecuente sobre esta historia, es que fichando a Vítor, el club blanco se aseguraba la contratación del comentado Cafú para la siguiente temporada, algo que nunca se produjo. Suplió la sensible marcha de Antonio Carlos al Albacete, y entre sus virtudes estaban su buen nivel técnico y colocación, además de una polivalencia que le permitía jugar como lateral izquierdo y centrocampista. No era indiscutible en el once paulista y con frecuencia alternaba su plaza con Válber.

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Claudemír BRASIL

VÍTOR

RONALDAO BRASIL

Luiz

ADÍLSON BRASIL

BRASIL

RONALDO

Futbolista de grandes cualidades físicas, además de eso también destacaba por su seguridad y poderoso juego áereo. Las lesiones de Mozer y Ricardo Gomes, le permitieron formar parte de la selección brasileña, campeona mundial en USA 94. Como tantos futbolistas brasileños de la época, jugó en la Liga japonesa.

Como muchos de los laterales zurdos brasileños, destacaba por su técnica, velocidad y capacidad ofensiva. Tuvo una actuación muy destacada en la primera Intercontinental, ganada al FC Barcelona. La gran competencia en su puesto, le cerró el paso a la selección brasileña.

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Luis Carlos Pintado era el pulmón del equipo y también el encargado de realizar el trabajo “sucio” de contención en el mediocampo tricolor. Suplía sus carencias técnicas con una buena capacidad de marca, esfuerzo y recuperación. BRASIL

La figura del equipo, capitán y encargado de organizar el juego ofensivo. Destacaba por sus virtudes físicas y técnicas además de sus incorporaciones atacantes y gran golpeo. Marcó los dos goles en la Copa Intercontinental 92 contra el FC Barcelona. En 1993 fichó por el PSG, donde a pesar de un comienzo dubitativo, terminó siendo una pieza clave en la gran época del equipo parisino. Campeón del Mundo en USA 94. Atacante desequilibrante, habilidoso, rápido y goleador que solía jugar en banda. Pieza clave en este equipo, tras su irregular paso por el Torino, triunfó en el Sao Paulo, siendo tras Raí, su futbolista más importante. Realizó grandes actuaciones en las dos finales intercontinentales. Disputó los mundiales '86, 90' y '94 con Brasil, siendo campeón en este último.

Luis Carlos

Toninho

PINTADO

CEREZO

BRASIL

RAÍ

CAFÚ BRASIL

BRASIL

PALHINHA

MULLER BRASIL

Tras una larga trayectoria europea en Roma y Sampdoria, aún tuvo tiempo de adoptar un papel destacado en el Sao Paulo. Veterano futbolista que destacaba por su clase, capacidad organizativa y calidad técnica acompañado de un estilo de fútbol pausado. En 1982, tras el mundial de España, estuvo muy cerca de fichar por el FC Barcelona.

Empezó su carrera intercambiando el puesto de extremo y lateral derecho, y fue en este último donde se consagró, gracias a su técnica, desborde y velocidad, como uno de los mejores de la historia. En estos años, ya despuntaba como la gran promesa del Sao Paulo, luego tuvo una larga trayectoria por Zaragoza, Roma y Milàn. Campeón del Mundo en USA 94 y Corea-Japón 2002.

Podía jugar de mediapunta y delantero. Ligero y bien dotado técnicamente, tenía mucha facilidad para hacer gol, en un equipo que no jugaba con un delantero rematador. Posteriormente jugò en el Mallorca. Llegó a ser internacional brasileño, aunque no disputó ningún Campeonato del Mundo.

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TRAYECTORIA KAISER FOOTBALL DIRECTOR Juan G. Arroita REDACCIÓN Jesús Núñez DISEÑO Y MAQUETACIÓN Juan G. Arroita

SAO PAULO FUTEBOL CLUBE Intercontinental 1992 COPA INTERCONTINENTAL 1992 FICHA DE LA FINAL