Quito: 4 Postales, 4 realidades

QUITO 4 POSTALES|4 REALIDADES

Es increíble como en un mismo territorio podemos tener tantas postales, y es que eso es Quito, una serie de postales que nos evidencian realidades diversas y escenarios que contrastan unos con otros.

Escenarios que retratan siglos de injusticia social y que han focalizado las oportunidades y el desarrollo en las zonas donde se ha concentrado el capital. Y es que por un lado tenemos a la virgen del panecillo viendo al Quito del boom petrolero: edificios imponentes y terrazas verdes que forman parte de la fantasía de la ciudad globalizada, aquel anhelo de llegar a ser esa metrópoli cosmopolita; mientras que a espaldas de la virgen se edifica otra realidad, aquella del bloque visto y de la ilusión de construir el segundo o tercer piso y cuya esperanza de mejorar las condiciones ha significado luchas colectivas que han buscado visibilizar esta otra faz de la ciudad.

Estamos viviendo una ciudad que se encuentra en un proceso de transformación, de ser la ciudad histórica, a querer llegar a ser una ciudad global, aquella ciudad del mundo que nos muestra grandes edificios, luces y congestión. Es así como se ha apostado a construir el metro, un progreso que ha marcado un antes y un después y que reproduce el interés por proyectar una ciudad vertical. Sin embargo, vemos que el panorama de la ciudad nos proyecta una realidad más compleja y que evidencia que no todo el territorio sigue estas mismas lógicas.

planificación urbana ha sido ese instrumento perverso que ha capturado estas 4 postales bajo el lema de la

Tal parece que la

Carta de Atenas en el contexto del llamado “tercer mundo”. Es así como

ciudad dispersa que se enfrenta a la tensión y el conflicto de intereses especulativos que han proyectado el Quito de la ecoeficiencia y los “star architects”, así como la ciudad cul-de-sac hacia los valles y las grandes autopistas tenemos una

El anhelo de vivir la metrรณpolis o el suburbio norteamericano a cientos de miles de dรณlares

¿Qué sucede en el resto de la ciudad?

Tenemos un centro histórico que ha sido testigo de cómo nos hemos ido alejando y cuyas imponentes iglesias y viviendas de estilo republicano conforman

un

congelado

escenario

en el tiempo: con turistas y cámaras por doquier, con cientos de personas caminando al mismo tiempo, y ya en la noche, un escenario desolador que muestra al centro como un lugar que susurra la

lo que alguna vez fue el corazón de la ciudad. reminiscencia de

una postal de la cual no nos hemos sentido orgullosos de mostrar, aquella que refleja el panorama de la necesidad y la esperanza.

Finalizando el recorrido, nos encontramos con

Una postal que nos muestra un mar de viviendas de bloque, una más pintoresca que la otra y cuya motivación de estos proyectistas no fue el ser parte de una revista de diseño o ganar un premio, aquella motivación responde a un crecimiento vertical en base al

quienes no han podido acceder a la formalidad.

esfuerzo y sacrificio de

¿Culpables?

No podemos pretender culpar a quienes habitan bajo cualquiera de las 4 postales, ya sea en un gran departamento de la González Suárez o en el cuarto piso de

El habitar es una necesidad primaria y cada uno de estos actores ha buscado satisfacer esta necesidad de asentarse en la ciudad a su alcance.

Solanda.

Escuchamos el discurso de reducir el

dĂŠďŹ cit de

vivienda a partir de ambiciosos planes habitacionales, el discurso cuantitativo como una premisa polĂ­tica que engalana la contienda electoral.

La cantidad sobre calidad

los problemas no se solucionarán únicamente construyendo grandes bloques de vivienda para almacenar la demanda habitacional, la solución de los problemas parte de la toma de decisiones de quienes planifican la ciudad, de quienes han ido Sin

embargo,

dibujando y proyectando los escenarios urbanos que hoy en día contrastan entre sí.

El ego

repensar críticamente cómo hemos edificado la ciudad y dentro de esta Es necesario

posición, los arquitectos más allá de pensar en el prestigio y el reconocimiento por construir el edificio más alto o bello,

cuestionarnos si estamos ejerciendo el papel de agentes de cambio o de legitimadores de la desigualdad.

debemos

Que el hábitat

digno y saludable no sea solo un privilegio o parte de un escrito, sino más bien un hecho que reafirme nuestro derecho a la ciudad y a poder ser parte de las decisiones en torno a la misma.

una verticalidad que trascienda del privilegio y los intereses especulativos. Es Creo en una ciudad vertical, pero hacia

momento de ser críticos ante la planificación urbana tradicional y comenzar a

desarrollar

nuevas centralidades que promuevan un Quito compacto, diverso, saludable y de oportunidades y sueños alcanzables; una ciudad construida por tod@s y para tod@s...

La lucha partirรก de ideales pero se materializarรก comenzando desde un lรกpiz y un papel.

“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar” -Eduardo Galeano