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1. Situaciones para brindar un cuidado corporal respetuoso
1. Situaciones para brindar un cuidado corporal respetuoso
A través del tratamiento que reciben los jóvenes en el momento del cuidado infantil, construyen su visión de sí mismos y descubren cómo identificarse con los demás. A medida que estos minutos se vivan de manera consciente, protegida y encantadora, el niño acumulará una impresión positiva de sí mismo y de las otras perspectivas básicas para su necesario avance. Dentro de los cuidados corporales, hay cuatro situaciones muy importantes: Cómo se sostiene al niño, cómo se levanta y acuesta, cómo se traslada de un lugar a otro y cómo se manipula al niño.
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Primera situación: “Cómo se sostiene al niño; cuando el adulto lo tiene en brazos”
Es importante tener en cuenta que no solo se sostiene con los brazos y el cuerpo, también la mirada, la palabra y nuestra actitud respetuosa y cariñosa sostienen a un niño.
Para sostener bien a un niño es necesario que el adulto esté cómodo. Si se va a sostener al bebé en posición sentado, es recomendable que esté apoyado en una buena silla y use un almohadón para apoyar el brazo.



Si bien pueden existir múltiples maneras de tomar en brazos a un niño, se sugiere esta forma ya que ha sido largamente estudiada y probada por la Dra. Emmi Pikler y el Instituto que lleva su nombre en Budapest.
Secuencia sugerida para acostar
Secuencia sugerida para levantar
Avisarle que lo vamos a levantar y colocar la CAPÍT mano derecha sobre el hombro derecho. Si la persona es zurda no aprende también de esta ULO II forma. Colocar la mano izquierda en la nuca, levantando ligeramente CAPÍT su cabeza. La mano derecha con los dedos juntos como ULO II almohadilla, se coloca bajo la cabeza del niño. El brazo izquierdo estaba en la nuca se CAPÍT desliza como una pala con suavidad debajo de la espalda del niño hasta llegar a la altura de su cadera izquierda. ULO II Se levanta al niño. Puede sostenerse con ambas manos.
0 quedar la mano derecha libre para tomar otro objeto o realizar otra actividad. Se le avisa que se le costará. El adulto acerca al niño al lugar donde lo va a costar llenándose con suavidad. Primero se coloca los pies.
La mano derecha sostiene la cabeza, mientras la izquierda se desliza subiendo por la espalda con suavidad.
Cuando la izquierda ha subido del todo, se coloca en la cabeza para luego dejarla con sumo cuidado sobre la superficie donde se le va a costar.
Ambas manos se retiran con delicadeza.
El niño queda acostado.
Se le traslada de manera cercana, abrigadora y respetuosa. Es conveniente cargarlo con una tela, que de acuerdo a cada cultura toma un nombre particular.

En muchas zonas andinas de nuestro país el niño es llevado a la espalda, en otros lugares como la costa norte o las zonas amazónicas se le lleva en la parte delantera.
Cuarta situación: “Cómo se manipula al niño; cuando se le cambian los pañales, la ropa, se le baña o alimenta”
Durante los momentos en que atendemos a los niños, se debe procurar que el contacto corporal sea agradable, evitándole sensaciones bruscas, molestas o sentimientos de frustración como los que les podemos provocar cuando se le cambia los pañales sin mirarlo, sin hablarle, como si ésta fuera una acción mecánica y aburrida.


A través de los cuidados, los niños aprenden también a construir capacidades cognitivas, como los procesos mentales de anticipación y/o como la construcción del lenguaje. Por esta razón, es importante anticiparles las acciones que se van a realizar con él.