Lv abril

LA VERDAD E L P E R I Ó D I CO C R I S T I A N O D E M AYO R C I R CU L AC I Ó N

A LA MEMORIA DE BETTY DE PARISH

DR. VIRGILIO ZAPATA “PARA MI BUEN AMIGO

NORMAN PARISH”

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Guatemala, abril de 2017. |

“Y conocereís la verdad y la verdad os hará libres ” Juan 8:32

periodicolaverdadgt

¡HASTA PRONTO, APÓSTOL NORMAN PARISH! “DIOS TRAJO A ESTE HOMBRE DESDE CANADÁ PARA CAMBIAR LA HISTORIA DE LA IGLESIA EVANGÉLICA EN GUATEMALA”

1932 - 2017 “EL LEGADO DEL APÓSTOL NORMAN PARISH EN GUATEMALA Y LAS NACIONES ES INVALUABLE”.

“EN HONOR A UNA GRAN PAREJA”.

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EDICIÓN 367 • AÑO18

entrevista Guatemala, abril de 2017

Norman estaba destinado a venir como misionero a Guatemala 2

… y Guatemala llegó a ser su lugar permanente de residencia.

Periodista y escritora: Martha de Berberián

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l movimiento del Espíritu Santo, empezado en agosto de 1963, duró once años en la Iglesia El Calvario.

Nunca cerró sus puertas esos años. Había culto todas las noches sin falta, y venía gente de todo el país y de toda la región de México y Centroamérica para ser sanada y liberada. El hombre detrás de este movimiento, Norman Parish, Jr., dijo: “Podría contar historia tras historia, pero todo fue hecho calladamente en obediencia a las órdenes de Dios.

Si se hiciera un estudio de cuantas iglesias y misiones salieron del avivamiento de la iglesia el Calvario, sería una cantidad enorme. ¡La historia de ese avivamiento fue impactante!”

INICIO EN CANADÁ

Norman Parish (hijo), nació en Toronto, Canadá un 13 de abril de 1932, el tercero de cuatro hijos de Norman y Leila Parish. Su padre era un empresario de éxito,

trabajando en bienes raíces, y la familia asistía a una iglesia grande, pero donde no se predicaba el Evangelio. Un día una señora llegó a la oficina de don Norman (padre), le habló de Cristo, y le invitó a una pequeña iglesia bautista. La familia empezó a asistir allí, y don Norman (padre) tuvo una conversión genuina en 1932.

Poco tiempo después recibió un llamado de Dios para ser misionero.

Para prepararse, Norman (padre) estudió tres años en Toronto Bible College, al mismo tiempo trabajando en su empresa de bienes raíces, con el apoyo en la oficina de su esposa Leila.

Al graduarse en 1936, encontró que ninguna agencia misionera lo aceptaba porque tenía más de 38 años; se consideraba que un misionero con más de 30 años no podía adaptarse a otra cultura y aprender un nuevo idioma. Pero su vocación era tal que se fue como misionero independiente.

UN AÑO EN COSTA RICA

A finales de 1936 la familia se embarcó en Nueva York para

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Costa Rica, donde colaboraron con el Seminario Bíblico Latinoamericano y la familia Strachan y aprendieron el español. Luego sintió el llamado a ser misionero en Colombia.

PLANTACIÓN DE IGLESIAS EN COLOMBIA

Así que, como familia, se establecieron en Medellín en 1938, y fundaron una iglesia de tipo bautista. Esa ciudad gozaba de 250,000 habitantes, pero solo había otra iglesia evangélica, una pequeña iglesia presbiteriana con unas 40 personas.

Allí Norman (hijo), estudió la primaria y parte de la secundaria, destacándose como estudiante excelente y como deportista, además de colaborar en la revista estudiantil. Mientras tanto, su padre había abierto varias misiones en diferentes sectores de Colombia.

En el año 1946 se dio un cambio político, lo cual provocó una persecución masiva con la muerte de más de 200,000 personas. Era una persecución política combinada con la religiosa, cuando los

evangélicos se identificaban con alguno de los partidos. El señor Parish decidió mejor buscar otro país donde servir. Visitó varios países, y quedó encantado con Guatemala. Pero antes de decidir, quiso que su familia lo conociera.

MUDANZA A GUATEMALA

Fue en julio de 1946 que toda la familia Parish visitó Guatemala y conocieron la famosa Iglesia Cinco Calles, la iglesia evangélica más grande de esa época. La familia quedó impresionada de lo hermoso que era la ciudad; la llamaban la “tacita de plata” por las mejoras a la ciudad hechas durante la presidencia del General Ubico. Ahora el Dr. José Arévalo era Presidente, impulsando la Democracia en todos los niveles.

La familia Parish acordó mudarse a Guatemala, y luego de un año sabático, llegaron en 1947 (aunque Norman hijo llegó después).

En ese tiempo solo existían cinco misiones evangélicas reconocidas, lo que formaban el Sínodo Evangélico de Guatemala (lo que hoy es la Alianza Evangélica de

Guatemala). Don Norman se había acercado a ellos, a informarles, y por respeto, pedirles permiso para venir a Guatemala a hacer obra misionera bautista.

Ellos le dijeron que no había lugar para él, que ya el país estaba dividido geográficamente en cinco sectores para las cinco misiones: la Misión Centroamericana, la Misión Presbiteriana, la Misión Metodista, la Misión Nazarena, y la Misión de los Amigos. Sin embargo, en el país había una tremenda necesidad del Evangelio.

Según se supo, para 1947 en el país solo había un 3% de cristianos evangélicos (unos años más tarde era el 5%; y cuando se derramó el Espíritu Santo en 1963 en la Iglesia El Calvario ya era el 8%).

Cuando al fin se unificó la familia en 1948 y 1949, su padre había comprado un terreno de buen tamaño en la 2a. Calle de la Zona 9 (a la par de las vías del ferrocarril) y había levantado una galera.

Cuando llegó a Guatemala el joven Norman a finales de l949, tenía 17 años de edad. Encontró

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la galera provisional en uso para un “campo blanco” y se estaba empezando a construir el amplio templo alrededor de la galera, un edificio sólido de ladrillo, con un segundo nivel que se usaría como residencia de la familia Parish. El patio interior estaba lleno de abundantes flores y algunos árboles frutales En ese tiempo la iglesia no tenía nombre formal; la llamaban “la iglesia de los Parish”. Al joven Parish le disgustó eso, así que le puso el nombre “Iglesia Evangélica El Calvario.”

Le faltó dos años para completar la secundaria, así que le inscribieron en uno de los colegios más prestigiosos, “La Preparatoria”.

Fue de Dios porque allí conoció a los hermanos Laugerud, compañeros de estudio, y otros alumnos que luego llegaron a ser Presidente de Guatemala, y Ministros del Estado. En el tiempo del terremoto de 1976 esa relación fue muy útil para hacer efectiva la ayuda que la Iglesia El Calvario y su liderazgo brindó al país en la reconstrucción y en atender al necesitado. Como dijo don Norman “No hay coincidencias, todo era planificado por Dios.”

Se destacó como un excelente jugador de fútbol; podía correr muy rápido para distancias cortas. Era el mejor estudiante de la Preparatoria, e iba a ser abanderado en su graduación, pero se lo quitaron para darlo a alguien con buenos conectes con la directora del colegio. Trabajó en el periódico de la escuela y ganó un concurso de periodismo a nivel nacional.

Organizó deportes, en fin, se destacó en varias cosas y fue muy popular.

Cuando se graduó de Bachiller, su ilusión era estudiar arquitectura o ingeniería, pero su padre le pidió que antes de dedicarse a otra cosa, que dedicará un año en un Instituto Bíblico. Norman le dijo, “Bueno, soy joven, voy a ir por agradarte”.

ESTUDIOS BÍBLICOS EN BIOLA EN CALIFORNIA

Su padre contactó a varias escuelas bíblicas, y la primera que contestó ofreciendo una beca era Biola Bible College (ahora Biola University) en el Sur de California.

Viajó a California, y estando allí, se involucró tanto en la obra que dijo: “Esto es donde quiero

estar”. Y nunca miró atrás. Hizo el curso de cuatro años en dos y medio, estudiando durante las vacaciones. Fue en Biola donde conoció a Betty Allen. (Se casaron en agosto de 1956 y se radicaron en Guatemala.) Al entregar el último trabajo, su maestro no creyó que Norman lo había escrito, porque era demasiado bueno, y dijo que no podía graduar sin repetir ese trabajo. No tenía tiempo para hacerlo por compromisos adquiridos, así que no pudo graduarse formalmente.

Ya con 22 años de edad salió de California y en octubre de 1954 estaba de regreso en Guatemala.

Comenzó de inmediato su labor misionera en la Iglesia El Calvario. El primer pastor había sido Domingo Quiroz (colombiano), y cuando él se fue, vino Amadeo Rivera (salvadoreño). Él se había ido también, y la iglesia estaba sin pastor. Norman (hijo) tomó el pastorado de la iglesia, organizándola, escribiendo los estatutos con el fin de solicitar su personería jurídica. Como al año entregó la iglesia a un joven pastor de nombre Orozco, de la Misión Centroamericana. En ese tiempo la iglesia era de doctrina conservadora, tipo bautista y varios pastores eran centroamericanos.

ACTIVIDADES INTERDENOMINACIONALES

En esos años Norman participó en varios eventos nacionales de corte interdenominacional siendo parte de diferentes comisiones.

Conoció a Santiago Villanueva Gudiel cuando ambos participaban en la Alianza Evangélica, Sa nt iago como Pre sidente y Norman como Secretario.

También Norman fue Secretario de AMPOE, la asociación de ministros y pastores (lo que hoy se llama AMEG: Asociación de Ministros Evangélicos de Guatemala).

Participó en varios eventos importantes durante esos años, como la campaña de Billy Graham en el Estadio Nacional en 1958, y la campaña de Evangelismo a Fondo (EVAF), que impactó el país en 1962. Virgilio Zapata fue Presidente del comité, Norman fue vice presidente y Santiago Villanueva fue secretario ejecutivo de esa campaña, que duró un año de preparación y otro año más de desarrollo. Eso le dio un

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gran impulso a la obra evangélica.

Como resultado de la campaña de Evangelismo a Fondo se abrieron muchas iglesias.

TOCADO POR EL ESPÍRITU SANTO

A pesar que el país se había dividido en cinco sectores, se encontró que había obra pentecostal.

En una oportunidad Norman fue invitado a predicar a Totonicapán, en la Iglesia de Dios Evangelio Completo. En esa iglesia había una placa en la pared que decía: “El Espíritu Santo se derramó en esta Iglesia el 13 de abril de 1932.”

Lo recordó bien Norman porque ese día nació en el Canadá. Al ver esa placa se preguntó a sí mismo ¿qué conexión puede haber?

Porque en realidad no hay coincidencias, no hay casualidades.

Norman estaba destinado a venir como misionero a Guatemala, y Guatemala llegó a ser su lugar permanente de residencia.

Norman era muy inquieto y tenía una mente inquisitiva en cosas espirituales. Había sido expuesto a enseñanza sobre el Espíritu Santo en Arkansas en 1953-54 y había sido tocado por el Espíritu Santo. Y ahora en Guatemala, leyendo la Biblia por su cuenta, descubrió el Bautismo en el Espíritu Santo, la sanidad divina, y el ministerio de liberación. Empezó a buscar a Dios. No quería un Evangelio rutinario, quería vida, y verdad. A raíz de eso, en 1962 tuvo la experiencia de llenura (o investidura o bautismo) del Espíritu Santo, y allí comenzó la obra en verdad, porque todo cambió: su doctrina, su forma de trabajar, su forma de extender el reino de Dios, dentro y fuera de Guatemala. Por eso fue que, después que entregó la iglesia El Calvario, se dedicó a una labor misionera netamente hablando (podríamos llamarla “apostólica” aunque no se usaba ese término en esos días) porque empezó a abrir iglesias en la costa sur, en El Petén, y otros lugares del país. Para el año 1963 había 30 iglesias que él había abierto en diferentes puntos.

Llegaba a un pueblo o una finca, se paraba en una esquina, empezaba a tocar su acordeón, y se juntaba bastante gente para ver esa novedad: un joven alto, rubio, dinámico que predicaba la Palabra de Dios con unción del Espíritu Santo. La gente se convertía, y allí mismo se fundó una iglesia. Así

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nacieron muchas iglesias.

SE DERRAMA EL ESPÍRITU SANTO EN 1963

En agosto de 1963 se organizó un

retiro pastoral en lo que se llamaba el Monte Calvario, que era un campamento por Santa María Cauqué (donde actualmente está la Granja “Lucitas”). Vinieron

como oradores la misionera Margarita Erdman y el pastor Evelio Pérez, ambos de México.

Relata el mismo Norman Parish, Jr.:

“Desde el primer día se derramó el Espíritu Santo y uno de los primeros que fueron llenos del Espíritu Santo fue mi papá, seguido por otros. Esa misma semana

ENTREVISTA Guatemala, abril de 2017

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fuimos introducidos al ministerio de la liberación.

Llegó la esposa de un médico presbiteriano con varias mujeres, y trajeron a una mujer completamente “loca”, hija de un brujo que había estado en un manicomio y otros lugares. En medio de la enseñanza bíblica esta mujer entró en un paroxismo, empezó a gritar y a correr. Pues, sin tener mucha experiencia en eso de echar fuera demonios, la liberación de ella tardó tres días y tres noches. Así fue como Dios nos introdujo en la guerra espiritual — el ministerio de liberación. Varios de los pastores fueron liberados esa semana de opresiones y también de maleficios, situaciones en sus hogares, etc. Fue una cosa tremenda.

El pastor Evelio Pérez compartió la Palabra, un pastor presbiteriano que también había recibido al Espíritu Santo y compartió también la misionera, Margarita Erdman, fundadora del periódico “Voz en el Desierto”, que había ido a Colombia y había recibido al Espíritu Santo y también había conocido algo del ministerio de la liberación “Este fue el inicio del avivamiento en El Calvario que durante 11 años tuvo su apogeo. Nadie buscó la fama, nadie buscó la gloria, no resaltó ninguna figura, sino que trabajamos calladamente sin hacer gran publicidad.”

SIGUE HABLANDO DON NORMAN:

“Recuerdo que cuando en las emociones de ver a la gente convertirse y ser liberada, queríamos ir a la radio y la prensa, pero el Señor nos lo prohibió. Dijo ‘yo voy a publicitar mi obra por medio de los milagros que voy a hacer, y de esa manera van a venir solo los que Yo voy a traer para que reciban la sanidad, y liberación.’

“De modo que nosotros no le dimos un gran despliegue publicitario a ese movimiento del Espíritu Santo, pero fue sólido, porque desde agosto de 1963 durante 11 años en la iglesia El Calvario nunca cerró sus puertas, con cultos todas las noches. Venía gente de todas partes, del mismo país u otros países, y fueron tocados por Dios.

Ese avivamiento tuvo un tremendo impacto.

“El impacto llegó al Pastor Chema Muñoz, de la Iglesia del Príncipe de Paz. Llegó a iglesia El Calvario el Dr. Otoniel Ríos Paredes, de la misión centroamericana, hijo de Moisés Ríos. Llegó por curiosidad para ver que estaba

pasando y al ver la magnitud de lo que Dios estaba haciendo, se convenció y nos invitó a que oráramos por el y recibió la investidura del Espíritu Santo. Ese fue el inicio de la Iglesia Elim, que llegó a ser una de las primeras mega iglesias en Guatemala.

“En ese avivamiento nacieron muchos ministerios, como las Iglesias del Monte Sinaí en occidente, dirigidos por Noé Reyes Del Águila que hoy son cientos de iglesias. Llegó a Iglesia El Calvario el pastor Guillermo Galindo trayendo a una hermana que fue sanada; salieron de la iglesia metodista primitiva a raíz de eso y fundaron la primera iglesia Monte Basán.

“Del Calvario salió un grupo con Gamaliel Duarte y fundaron la Iglesia Jesucristo es el Señor, y de allí salió la Iglesia El

Shaddai. Del Calvario también salió la Fraternidad Cristiana de Guatemala con Jorge H. López.

Algunos lo llaman ‘divisiones’, yo lo llamo ‘multiplicaciones’.

“Cuando yo pastoreé la Iglesia El Calvario en días del avivamiento, yo quería hacer la primera mega iglesia y busqué terrenos por donde está el Periférico, donde ahora está HiperPaiz, pero al orar y consultar al Señor, me dijo: ‘No quiero que te concentres en un solo lugar. Quiero que extiendas tu influencia, primero por toda la ciudad, después por todo el país y después por todo el continente.’

“Durante los próximos dos años abrimos 14 iglesias en la capital. Empezamos el primer programa de celulización, células de crecimiento. A diferencia de las de hoy, dejamos que evolucionaran y

se convirtieran en una iglesia. Fue un gran mover del Espíritu Santo que sacudió el país especialmente entre 1963 y 1974 y dejó una influencia duradera.”

“Llegaron personajes de diferentes profesiones como Alfred Kaltschmit, periodista, y Álvaro Contreras, hijo del director de Prensa Libre, para conocer lo que Dios estaba haciendo en nuestra iglesia. Otros empezaron a asistir a El Calvario. Fue un gran mover del Espíritu Santo que sacudió el país especialmente entre 1963 y 1974.”

Fue por 1967 que Norman Parish abrió un instituto bíblico como parte de la Iglesia Central El Calvario. Lo llamó Centro de Entrenamiento Bíblico El Calvario (CEBEC). Llegaron mayormente jóvenes y algunas señoritas para recibir clases a través de diferentes

misioneros y pastores; Norman y su esposa Betty enseñaban diferentes cursos. Luego de estudiar tres meses, los jóvenes fueron enviados a trabajo práctico en el interior de la república, evangelizando y levantando iglesias en diferentes puntos. Regresaban, y recibían otros tres meses de entrenamiento, y así por tres años. De esta manera se prepararon muchos pastores.

El Apóstol Norman Parish dice que la clave del éxito de este avivamiento fue que no se buscó la gloria de algún siervo o institución, sino que siempre se le dio la gloria a Dios. Nadie se apropió los méritos sobre el mismo sino que siempre se le atribuyó al Señor.

(Basado en entrevistas grabadas en 1978 y 2009)

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Apóstol Norman Parish “EL LEGADO QUE DEJAS EN GUATEMALA Y LAS NACIONES ES INVALUABLE” “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”.

2 Timoteo 4:7-8Reina-Valera 1960 (RVR1960)

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A la memoria de Betty de Parish

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E

Darío Parish, hijo del apóstol Norman.

n el año 2000, precisamente en el mes de diciembre, pasó a la presencia del Señor la hermana Betty de Parish, quien durante más de 44 años se dedicó a la obra misionera en Guatemala al lado de su esposo, el Apóstol Norman Parish.

Le sobreviven sus tres hijos, Darío, Paul y Peter, y seis preciosos nietos.

La hermana Betty nació en 1932, en el estado de Texas, pero se crió en Arizona muy cerca de la frontera de México. A temprana edad conoció a Cristo en la Primera Iglesia Bautista de un pueblo minero llamado “Bisbee” y pronto dedicó su vida al servicio de Dios y de la humanidad.

Con el fin de prepararse para el ministerio, en 1950 se inscribió en el Instituto Bíblico de los Ángeles (ahora Biola University),

“El éxito ministerial del hno. Norman se debió en gran manera al respaldo constante y fiel de su abnegada esposa”

donde conoció a su futuro esposo Norman.

En dos ocasiones, aprovechando los meses de vacaciones, viajó a Cuba para conocer de cerca la obra misionera entre el pueblo latino. También trabajó durante dos años en la oficina del director de misiones del mismo instituto bíblico.

Después de su graduación en 1954, viajó a Costa Rica para aprender el idioma castellano. En Agosto de 1956 Betty y Norman se casaron en la Iglesia Bautista de Bisbee e inmediatamente viajaron a Guatemala para iniciar su trabajo misionero conjunto, dedicándose a celebrar campañas y a fundar iglesias.

Durante los primeros años de su labor misionera, la obra en Guatemala creció a paso lento pero seguro. En 1963 el Espíritu Santo se derramó soberanamente sobre la

misión durante un pequeño retiro pastoral. La mayoría de los pastores y líderes de aquel entonces fueron llenos del Espíritu e introducidos a un ministerio en el área de la liberación y sanidad divina.

Con la ayuda de Iglesia El Calvario (Central) de Guatemala, los esposos Parish en 1965 fundaron un centro de entrenamiento bíblico para capacitar a numerosos jóvenes que habían sido liberados y ungidos para el ministerio en el avivamiento.

Durante los años que los Parish estuvieron al frente del instituto, Betty sirvió como madre y maestra de los estudiantes. Cientos de graduados de ese instituto están ahora sirviendo a Dios con efectividad en muchos lugares del país y del continente americano.

Después del terremoto de 1976, cientos de voluntarios que vinieron a Guatemala

para trabajar en labores de rescate y reconstrucción se hospedaron en la casa de la familia Parish, a quienes Betty atendió con toda solicitud y esmero. En 1980 Betty asumió la responsabilidad de cuidar de la contabilidad y correspondencia de la misión, cargo que cumplió fielmente hasta varios meses antes de su fallecimiento.

Usando de sus dotes naturales de maestra, Betty también se involucró en la tarea de formar maestras de niños y líderes de sociedades femeniles. Betty era una mujer de oración, quien además amaba la Palabra de Dios y la estudiaba a profundidad todos los días en las tempranas horas de la mañana. Sus estudios bíblicos fueron sumamente apreciados dentro y fuera de la misión.

Con su carácter dulce y apacible y con su lealtad a toda prueba, Betty fue una

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En el último año y medio de su vida terrenal, Betty combatió valientemente un tumor canceroso en su brazo derecho. A pesar de que el dolor era por ratos insoportable, Betty nunca cuestionó la providencia Divina. Aunque todos esperábamos que de un momento a otro el Señor la sanaría y levantaría del lecho de dolor, Él, en Su soberana voluntad, decidió llevársela al cielo para que reposara y disfrutara de su bien merecido galardón.

Los que la conocimos de cerca, podemos testificar de su humildad e integridad personal así como su profundo amor por Dios y por la gente cristiana y no cristiana, a quienes sirvió sin esperar recompensa alguna. Betty, sin duda, fue ejemplo de lo que debe ser toda mujer que deseé agradar y servir a Dios. No podemos menos que agradecer al Señor por los largos años en que la tuvimos entre nosotros. Su memoria será imperecedera para muchos.

“Sorbida es la muerte en victoria”, (1 Corintios 15:54).

“Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos”, Salmo 116:15.

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Norman Parish: “Un legado perpetuo”

A

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unque sabemos que la muerte no es el final, sino un paso más para llegar a la presencia del Señor, la despedida nunca es fácil. Menos aún cuando se trata del Apóstol Norman Parish.

No hay palabras que puedan expresar

nuestro pesar, pues Norman era no solo Consejero y Cobertura espiritual de nuestro Ministerio, sino que era además un amigo, confidente, maestro y el ejemplo del Varón que va perfeccionándose cada día hasta alcanzar la estatura del Varón perfecto. Compartimos con él en innumerables ocasiones, donde se caracterizó siempre por su constancia, sencillez, valentía y un sinnúmero de cualidades que hacían que lo consideráramos el gran maestro y guerrero que siempre fue.

Sabemos que su vida estuvo siempre dedicada al Altísimo, y que fue de los que iniciaron el movimiento de liberación espiritual en Guatemala y el mundo. Era altamente apreciado en el ámbito internacional, y fue fundador de nuestro Ministerio Arrebata las Naciones para Jesucristo, pues estuvo siempre a nuestro lado guiando nuestros pasos desde nuestros inicios hace más de 15 años.

La muerte no es final, pero ahora que nuestros cuerpos nos separan del Apóstol

Norman Parish guardaremos su recuerdo y sus enseñanzas en nuestros corazones y seguiremos con fuerza en nuestro llamado de llevar el mensaje de Jesucristo a todos los confines de la tierra, confiando en Aquel que es el Camino, la Resurrección y la Vida.

Descanse en Paz el Apóstol Norman Parish.

Su obra y su legado seguirá con nosotros.

Arrebata las Naciones para Jesucristo

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En honor a una gran pareja 12

Los que tuvieron el honor de conocer a Norman Parish pueden decir muchas cosas de él. Lo pueden llamar trabajador, estudioso, dedicado, perfeccionista, generoso, perdonador y aun muchas cosas más, pero muy pocos tuvieron el honor de conocerlo como yo (su hijo) lo conocí. por darío parish

“

Norman Parish, fue extremadamente abierto, relacional, descriptivamente sencillo”.

Son muy pocos los ministros que han podido llegar y ver los frutos al cumplimiento del llamado del Señor en sus vidas, después de un largo y exitoso ministerio, y en este caso, alcanzando 65 años de una vida dedicada a la obra de Dios.

Habiendo sido criado dentro de un hogar de misioneros Canadienses, que primeramente laboraron en Costa Rica, después por doce (12) años en Colombia y poster ior mente rad icá ndose en Guatemala, Norman Parish (hijo) terminó sus años de adolescencia y secundaria en Guatemala. Habiéndose graduado de la reconocida Escuela “La Prepa” con los mejores honores en ambas áreas: académicas y deportivas, estaba enfocado en seguir con su proyecto de vida como Arquitecto.

En sus pensamientos no estaba el deseo de seguir los pasos de sus padres, sin embargo, para el tiempo cuando estaba por concluir su formación básica secundaria, su padre Norman Parish (padre) le rogó que le tomara un (1) año de estudios Bíblicos.

Por el sólo deseo de complacer a su padre, en ese primer año de estudios, Dios le confirmó lo que sería su vocación y pasión en la vida: El Ministerio. Durante esos años de instituto Bíblico conoció y se comprometió con una increíble mujer lla-

mada Betty, quien tenía el mismo llamado y pasión por las almas. Inmediatamente, después de su boda, se lanzaron a la aventura encomendada por Dios y al cumplimiento del ministerio que Dios les había entregado. Su ministerio comenzó en Guatemala y paulatinamente se fue extendiendo por todo el continente Latinoamericano.

Sería casi imposible de describir al hombre y a la persona de Norman Parish.

Públicamente fue extremadamente abierto, relacional, descriptivamente sencillo.

No le gustaban los lujos, no le placía que la gente se estuviera preocupando por él. Antes de ser servido, prefería servir a los que estaban para servirle. Aunque tuvo la capacidad de conectarse con todo tipo de personas, siempre se le caracterizó por su gran cercanía y amor con personas sencillas y de condición humilde. Aquellos que lo conocímos, sabemos que uno de sus mayores placeres fue el convivir con el pueblo indígena en los diferentes pueblos de nuestra nación.

Como hijo, uno de los más gratos recuerdos que tengo en mi vida fue el viajar con él hasta los lugares más recónditos de nuestra nación. Fue allí donde él fue formado, estando dispuesto a lo que se pusiera por delante. Recuerdo que muchísimas noches las pasamos durmiendo en las bancas de las iglesias, en petates y hamacas. Aún, vívidamente recuerdo con claridad la ocasión en que estuvi-

mos visitando la Iglesia El Calvario de Puerto Barrios. El calor en aquel lugar era tan insoportable que nos tocó salir y dormir a la intemperie.

A t ravés de los a ños Nor ma n Parish vivió diferentes etapas de desarrollo y crecimiento ministerial, las cuales le permitieron caminar en los diferentes dones ministeriales dados por Dios en la ejecución de esta tarea. Desde sus inicios, él manifestó un carácter apostólico en su ministerio, dando como resultado la apertura de nuevos campos de predicación, levantando obreros y estableciendo iglesias. En los inicios de las Iglesias El Calvario, él fue su mayor promotor en la estrategia de siembra de nuevas iglesias. El siempre creyó que este fue su llamado primordial.

Cuando pudo haber establecido la primera MegaIglesia en Guatemala con la Iglesia El Calvario (Sede Central), él sintió que Dios le ordenaba a “que no se concentrará, sino que se expandiera”. Siendo obediente a esta dirección dada por Dios, estableció en un corto período de tiempo una veintena de congregaciones en la Ciudad de Guatemala.

Después del Terremoto del 76, él respondió enviando equipos de limpieza hasta el último rincón de la nación. Al concluir esa etapa de remover escombros, lideró el mayor proyecto privado de construcción que esta nación ha conocido: edificó más de tres mil casas de emergencia y fundó la Colonia Carolingia, ubicada en el área

metropolitana de la ciudad de Guatemala, la cual estaba conformada en sus inicios por mil ochocientas viviendas formales.

Más allá que sus obras, las cuales son conocidas por muchos, el hombre es lo importante. Norman se caracterizó por ser un habido, disciplinado y estudioso de las Escrituras, catalogado como uno de los teólogos de mayor profundidad a nivel internacional. Escribió varios libros, principalmente en los temas de la Liberación y la Guerra Espiritual.

Fue una persona extremadamente determinada, lo cual lo llevó a lograr muchos de sus objetivos. No se rindió ante los obstáculos y las oposiciones que vinieron en su camino. Lo que aprendí de él es que siempre perdonó, a pesar que muchos que obraron en su contra y nunca reconocieron sus errores. Siempre lo observé actuar fielmente con sus amigos, aunque ellos no se lo merecían y él quedara en desventaja. Siempre me enseñó que es preferible perder ante esas circunstancias, porque Dios es el que recompensa.

Más su mayor impacto en el ministerio no fue en lo que él alcanzó o edificó personalmente, sino la inversión que él y Betty tuvieron en la vida de multitudes de jóvenes y señoritas que ahora han logrado tocar los confines de la tierra. Muchos de ellos, con ministerios reconocidos internacionalmente, son el legado y la huella que esta pareja dejó en el propósito de extender el Reino de Dios.

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Dr. Virgilio Zapata

MINISTERIO DEL APÓSTOL NORMAN PARISH

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onocí a mi buen amigo Norman Parish como un adolescente recién graduado de educación media e iniciador de un instituto bíblico en la Iglesia El Calvario, entonces en la zona 9. Yo lo veía como un buen amigo, atento y tierno con su mamá, y gran colaborador de su papá en la naciente y creciente Iglesia.

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Por los años 60, varias mañanas llegó con sus alumnos del IBEC, entre ellos Jorge H. López y Elsie, su futura esposa y los hermanos Eliú Castillo, etc., al campamento “Monte Sión”. Allí junto al hermoso Lago de Amatitlán, presentaban un programa musical y profundamente espiritual a los alumnos graduandos o pre-graduandos del Instituto Evangélico América Latina, que estaban teniendo su tradicional y anual

campamento.

Junto con la alegre música sacra, y los inspirados testimonios de los estudiantes bíblicos, el joven predicador compartía RETADORES mensajes a los alumnos, quienes al escuchar atentamente eran tocados por la poderosa Palabra de Dios.

En otras ocasiones, compartimos muchas experiencias espirituales como directivos en la Asociación de Pastores, en la Alianza Evangélica de Guatemala, en 1958

en la Campaña Nacional con Billy Graham y sus actividades previas. Estas culminarían con los grandes eventos en el Estadio Mateo Flores, profesando fe en Cristo el Señor unas 4000 personas. Así también, en otros eventos especiales a nivel inter-denominacional y nacional, como Evangelismo a Fondo durante todo 1962, mi hermano Norman siempre fue líder incansable.

Fue notable también su compasión misericordiosa, organizando muchas actividades a través de CEMEC, (Comité de Emergencia Misión El Calvario), para dar ayuda alimenticia, ropa y medicinas, así como la construcción de cientos de casas para miles de personas que todo lo habían perdido en el terrible terremoto el 4 de febrero de 1976 a las 3:33 horas, por el que murieron unas 25,000 personas y a un millón y medio se les vinieron abajo sus viviendas, y quedaron a la interperie en el frío del mes de febrero.

Y por gracia de Dios, ese múltiple Ministerio de mi hermano Norman, tanto en Guatemala como en otros países, ha perdurado a los fieles ¡por seis decenios y medio! ¡El pudo haberse “jubilado”! sabiendo que era suyo, el prometido premio del Señor Jesús, pero decidió seguir hasta el final… sirviendo a su Señor en su tierra, Guatemala, y en otros países. (2 Timoteo 4:8; Apocalipsis 2:10) ¡Hasta que Cristo venga por Su Iglesia o Él nos lleve a Su presencia!

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