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La Reina del agua: Claudia Poll
from Súperatletas
Luego de un largo viaje a través de la hermosa naturaleza de El Salvador y Nicaragua, Javier llegó al distrito de Heredia en Costa Rica para conocer a Claudia Poll. La máxima exponente olímpica centroamericana con tres medallas.
La Reina del agua recibió a Javier con unas empanadas de chiverre y le comenzó a contar su historia. Nicaragua se caía a pedazos en 1979 por una guerra contra la dictadura de paso. Ese mismo año la familia Poll llegó a Costa Rica y Claudia, con nueve años, rápidamente abrazó la nacionalidad y el orgullo tico.
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Orgullosa de poder decir que soy Tica.
Al llegar a Heredia, su mamá decidió inscribirla junto a su hermana a clases de natación en el club Cariari.
Ahí comenzó una carrera que ningún otro centroamericano ha estado cerca de igualar con más de setecientos medallas, tres récords mundiales, cinco oros en el Campeonato Mundial de Natación de natación; además, de una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y dos de bronce en Sídney 2000.
Este enorme palmarés no llegó fácilmente. Durante su etapa en la escuela Claudia siempre se enfocó en su meta los Juegos Olímpicos. Además, siempre siguió los pasos de su hermana mayor Sylvia, medalla de plata en los J.J.O.O. de Seúl 1988, quien nadaba junto a ella desde ese día cuando su mamá las inscribió a clases.

Me levantaba a las tres de la mañana y nadaba seis kilómetros diarios antes de ir a estudiar.
En 1989, con diecisiete años inició su carrera como atleta de alto rendimiento, y en su primer Campeonato Centroamericano y del Caribe de Natación (CCCAN) se colgó siete medallas de oro.
Dos años después, participó en su primer Campeonato Mundial de Natación en Roma, donde le dio a Costa Rica su primer podio en el torneo.
En los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 fue donde hizo historia. Claudia ganó la prueba de 200 metros libres por encima de la vigente campeona mundial, la alemana Franziska van Almsick. La imagen de la tica, llorando en la piscina mientras agita una pequeña bandera de Costa Rica sigue en el recuerdo de los costarricenses aún treinta y siete años después.
Pero su legado no se quedó ahí, cuando parecía que ya no iba a regresar a su mejor nivel por culpa de las lesiones en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 volvió a poner a Costa Rica en el mapa y regresó a casa con dos medallas de bronce en doscientos y cuatrocientos metros libres.
Javier le agradeció y se despidió de la Reina del agua en el centro histórico de Heredia antes de ir en busca de su último Súperatleta en esta edición: Dr Smash.
