Boletín: «Este» – edición julio 2023

ESTE

Periódico Valdense

Iglesias Evangélicas Valdenses del Este Uruguayo

Redactor responsable: Oscar Geymonat, Iglesia Valdense en Montevideo - 8 de octubre 3039 - 24879406 / 098644838 - secretaria.ievm@vera.com.uy | Impreso en Tintas del Yi

Ese equilibrio buscado

dejaran. Mientras tanto ni va beber ni deja correr el agua que sale de la canilla. Lo bien que hace.

Lo bueno no es informar, sino saber qué informamos y sobre todo para qué.

¿Alcanza con el conocimiento? me pregunté mientras seguía la entrevista. Sin dejar de apoyar su pedido de mayor investigación, empecé a separarme un poco de su único reclamo.

creación existe, hay mucho, bueno y necesario. El asunto es que lo sostenga una ética cuyo mayor interés sea defender la vida. Y a ésa Salamanca no la presta.

Estaba compenetrado con la entrevista radial. Él hablaba con pasión y eso de suyo se vuelve un imán. No recuerdo el nombre del científico uruguayo, sí su convencimiento. La entrevistadora manejaba el oficio. Sintonizaba muy bien a la hora de preguntar, de afirmar y de ponerlo en problemas. El centro de la entrevista era la necesidad de destinar recursos a la investigación científica, a la generación de conocimiento. Siempre son escasos. Me salía automáticamente el gesto de afirmar con la cabeza.

De la ignorancia es bueno salir. De la pseudo ilustrada es necesario

huir como de la peste negra. Es contagiosa y envolvente. A veces su discurso, dulzón y halagüeño, se vuelve una caricia al ego que empieza a dormir un sueño edulcorado y peligroso.

Hace un mes yo no había oído hablar de los trihalometanos y si alguien me decía que eran alienígenas que empezaban a visitar la Tierra, lo daba por cierto. Capaz que lo retuiteaba y al rato era tendencia en las redes. Ahora mi vecino me habla de ellos como si se tratara de un pariente al que conoce de toda la vida. Lo detesta y sabría cómo deshacerse de él si lo

Cien años de la Fiesta de Canto

La primera edición de este encuentro, que entonces congregó a coros de las Uniones Cristianas de Jóvenes de las Iglesia Valdense, fue en Tarararias.

Habrá espacios para conmemorar este centenario el domingo 22 de octubre cuando se realice en el templo de Colonia Valdense. No son 100 fiestas. Durante unos cuantos años no se realizó, pero hay una rica historia de encuentros, proclamación del mensaje y cultivo de la música coral, que merece rescatarse. La necesidad de este testimonio sigue vigente.

Alguien oyó decir a Sócrates que “sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia.”

¿Quién soy para discutirle? Pero me pediría que me quedara con la duda.

“Para cuidar el ambiente, la conciencia no alcanza” decía en una conferencia el biólogo argentino Sergio Federovisky; el mismo que escribió en 2007 “El medio ambiente no le importa a nadie”. No es un desilusionado del conocimiento sino un convencido de que no alcanza sólo con él. Conocimiento sobre los impactos de las actividades humanas sobre la

Dice el Evangelio de Mateo que “Jesús recorría los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas, anunciando la buena noticia del reino y curando toda clase de enfermedades y dolencias.” Había más que conocimiento; en eso reparé: “al ver a las multitudes tuvo compasión de ellas porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas sin pastor.”

(1)

La compasión es capaz de orientar al conocimiento hacia un horizonte en el que está contenido la vida y el prójimo. De conocimiento sin compasión están plagadas las mayores catástrofes de la humanidad. La guerra no es cosa de ignorantes. La ciencia a menudo está de rodillas en el altar del dinero. El conocimiento es instrumento del egoísmo. La vida necesita tanto de él como de la mirada compasiva que le marque el rumbo.

(1) Evangelio según san Mateo 9: 35-36

Contamos con grabaciones, programas que dan cuenta de la selección de obras que se interpretaron y reflejan los cambios que han vivido las congregaciones en este siglo, sabemos qué coros han participado. No siempre los templos fueron la sede, salieron a teatros, centros culturales, clubes, el Frontón del Real de San Carlos, también templos católicos la han recibido.

No sólo coros de las iglesias en Uruguay han participado. También de Argentina e incluso se ha hecho la Fiesta de Canto allí.

Al menos un año se realizaron al mismo tiempo las Fiesta de Canto de niños y adultos.

En este mayo de primavera

Reunión del Consejo Directivo de la Sociedad Valdense Americana de Estados Unidos. Conversación con Javier Pioli.

Hay razones para que sea allí

La Sociedad Valdense Americana (AWS) realizó el 20 de mayo la habitual reunión de primavera de su Consejo Directivo en Sahuarita, Arizona, ciudad muy cercana a la frontera con México.

La AWS, creada en 1906, es un organismo de relacionamiento y cooperación entre las iglesias protestantes de Estados Unidos y las ramas italiana y rioplatense de la Iglesia Evangélica Valdense.

“La elección del lugar no es casual”, dijo Carol Bechtel, directora Ejecutiva de la Sociedad, (1) “hemos querido expresar nuestra solidaridad con quienes dan testimonio de fe cristiana a través del empeño en favor de migrantes que buscan atravesar la frontera entre México y Estados Unidos. Un compromiso similar al que tienen las iglesias en Italia gracias al programa Mediterranean Hope, que gestionado por la Federación de Iglesias Evangélicas y la acción de la Diaconía Valdense, está en primer lugar en el acogimiento y defensa de derechos de los migrantes y quienes buscan asilo”. (2)

El profesor Javier Pioli participó de este encuentro en representación de la rama rioplatense de la Iglesia Valdense. “Se alteró algo en la dinámica de las reuniones de la AWS”, nos dijo. “Habitualmente el área del Río de la Plata participaba en la reunión de otoño de cada año y el área europea en primavera. Esta vez fuimos las dos al mismo tiempo y el encuentro enriquece.”

“La elección del lugar tenía como objetivo que conociéramos trabajos de servicio que realiza allí la Iglesia Unida de Cristo (UCC)”, señala Javier. “Tiene una tarea muy sólida en defensa de derechos, de reconocimiento de la diversidad sexual, de atención en situaciones de violencia y en este caso con migrantes”. “Es una de las iglesias protestantes históricas de los Estados Unidos con una sólida teología, creatividad diaconal, gran

capacidad de valorar a los miembros de la propia comunidad y comprometer a personas ajenas”, analiza en el mismo sentido Paolo Naso en su artículo de Riforma.

“Es muy significativo”, cuenta Javier, “que la mayoría de las personas –casi diría el 95%que trabajan en este proyecto sean voluntarias. Solamente las mueve la solidaridad. En Sahuarita, además del trabajo con migrantes la UCC creó un banco de alimentos, una versión ampliada e institucionalizada de nuestra olla popular. La gente que recurre a este servicio recibe alimentos que los voluntarios han acondicionado y organizado para la distribución. Es un núcleo de trabajo que contacta a otras instituciones –fábricas, restaurantes, verdulerías, granjas de cerdos, horticultores- y ofrece la logística necesaria para recoger alimentos que ya no pueden ser vendidos o que son donados, para trasladarlos, reacondicionarlos y ofrecerlos nuevamente a familias y comedores escolares. De ahí también salen los alimentos y el agua que todos los días cargan para llevar al desierto por si encuentran algún migrante cruzando a pie. Lo trágico es que muchas de las familias asistidas que residen en la zona son quizás segunda o tercera generación de inmigrantes que no han salido de condiciones de aislamiento y pobreza.

Penny –encargada de esta organización y activa en su congregación-, reconocía que al comienzo tenían la sensación de que no solucionaban nada con el banco de alimentos. La gente se iba feliz porque conseguía comida de calidad para cocinar en su casa pero sabíamos que a la semana volverían porque la carencia era la misma. Entonces comenzaron a diseñar una red de trabajo paralela que ofrecía oportunidades de

escolarización, espacios para los adolescentes, clases de programación, de higiene de alimentos, un curso de enfermería. Penny decía que sólo entonces entendieron el sentido de la idea ‘enseñar a pescar’. Ahí se dieron cuenta de que ésa era la puerta a través de la cual podían generar otras formas de diaconía mucho más comprometidas y efectivas.

Javier cuenta que en ese espacio conoció a un señor que ronda los 85 años y va con su tanque de oxígeno varias veces por semana con su señora a ayudar en cuestiones de logística. Trabajó en esa área y hoy utiliza sus conocimientos en este servicio. Para él hacerlo es algo trascendental, siente que su vida, aún con las limitaciones de salud que carga, sirve a otros. “Me emocionó eso. Me ayudó a pensar en la diaconía como una actividad en la que creemos que damos pero a su vez recibimos algo que nos hace sentir valiosos y necesarios. La diaconía genera vínculos”.

“Cuando los conocí” –agrega-, “la esposa nos ofreció un budín de banana y nuez. Teníamos que probarlo. Mirá lo que hice con lo iban a tirar en el supermercado”, mostraba. Me conmovió y me causó gracia. El gesto me hizo sentir como en casa. Tocó las fibras del ethos valdense, esa necesidad de transformar a través del trabajo lo que otros descartarían (¡el budín de la Escuela del Hogar!), de valorar el trabajo manual y la creatividad.

Ese espacio, más allá del valor de proporcionar alimento, tiene el propósito de afianzar vínculos. En el aprendizaje mutuo, en la ruptura de un círculo de exclusión que atraviesa las generaciones, está la llave para superar la situación de pobreza.

Aunque sea un vaso de agua

El profesor Paolo Naso, representante italiano en este encuentro, en un artículo publicado por el semanario Riforma (3), habla de la tarea de “los samaritanos del desierto”, un grupo ecuménico de voluntarios pertenecientes a iglesias protestantes que intentan ayudar a las personas migrantes en el tránsito por el desierto, que es un verdadero calvario. “Como los hombres y mujeres de la Underground Rail-road, que doscientos años atrás protegían a los esclavos en fuga hacia Canadá, también ellos abren en el desierto un camino hacia la salvación”, afirma Naso. De pronto nos parece que la historia avanza a “paso de cangrejo rengo” al decir de Umberto Eco.

La Congregación del Buen Pastor, adherida a la Iglesia Unida de Cristo, se sumó a esta asociación. En la frontera socorre a los migrantes distribuyendo botellas de agua a lo largo de los senderos que usan más frecuentemente. Su lema es: “la ayuda humanitaria no es nunca un crimen”.

“La gente se cuela en los espacios abiertos del muro”, relata Javier. Naso lo describe como una monstruosa serpiente de hierro de 10 metros de altura continuamente vigilada por drones y policía de frontera.

“Cruzan un desierto, hasta la ciudad más cercana hay 30 km o más, un lugar absolutamente inhóspito y muy peligroso: terreno escarpado, sin cursos de agua, con un paisaje dominado por los cactus y amenaza de víboras de cascabel; interesante analogía con la serpiente de metal a la que refería Naso. Cuentan de mujeres con bebés que mueren en esa travesía. Cada día un grupo distinto recorre los caminos por los que saben que se trasladan los migrantes, a veces guiados por un coyote, y van dejando botellas con agua. Vuelven a pasar y ven si fueron movidas. Están asesorados legalmente y saben hasta dónde pueden llegar sin ser penados por la ley. Dan alimentos, abrigos, ayudan a entregarse a la autoridad de frontera si se quieren. No pueden cargarlos en vehículos, no pueden asesorarlos para cruzar la frontera o ayudarlos a llegar a la

ciudad. Su misión es asegurarse de que no se mueran.

“Y cualquiera que le da siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser seguidor mío, les aseguro que tendrá su premio” Mateo 10: 42

En Nogales –del lado mexicano de la frontera- hay un refugio donde las personas pueden quedarse mientras esperan que las autoridades norteamericanas les concedan una audiencia para pedir asilo. Es otra opción para quienes no cruzan ilegalmente. “Ver en el refugio a personas con niños en situación de vulnerabilidad es muy fuerte. No es el informativo de TV. La gente está escapando de la persecución vinculada con las maras, con la violencia, con la delincuencia, con el narcotráfico, con la trata de personas.”

De pronto el relato de Javier se vuelve más intimista. Me da la sensación de que se ha olvidado de que estoy acá y habla consigo, repasa situaciones que le han impactado, trata de entenderlas, por momentos parece que piensa si es real o tuvo una pesadilla.

“Es gente que va desde Guatemala, Venezuela, desde otros puntos de Centroamérica, está movida por la

Los colores de la paz

desesperación. No es razonable lo que están haciendo. Alguien desde otra situación no puede entenderlo. Que se larguen a cruzar la frontera con sus hijos con la esperanza de que ellos se salven. Lo que les espera es un infierno. Pero tratan de escapar de uno peor.

Para un estadounidense medio, con sus necesidades básicas satisfechas, es muy difícil de entender, casi imposible. Desafían a la mentalidad típica norteamericana. Me gustó que la asociación se llame samaritanos. Hay un juego de palabras, una hermenéutica interesante.

Es paradójico que en la misma frontera unos los echen y otros les dejen botellas con agua como la única forma que tienen de no soltarlos de la vida.

¿Te acordás de la leyenda de la Difunta Correa? Una mujer que en el siglo XIX decide seguir a una montonera de soldados en la que habían alistado a su esposo. Los sigue de lejos con su hijo a cuestas pero muere de sed y hambre. Cuando unos arrieros sanjuaninos encuentran el cadáver a la sombra de un algarrobo, el hijo aún vive prendido al pecho. Es una historia muy viva en Argentina, que hace que mucha gente hoy siga dejan-

Asamblea General de la Conferencia de Iglesias Europeas (KEK)

Fue la número 16 del 15 al 20 de junio en Talli, capital de Estonia, sobre el Mar Báltico a sólo 200 kilómetros de la frontera con Rusia.

“Son palpables las tensiones que recorren la Europa moderna y sus iglesias cristianas”, dice el pastor Simone De Giuseppe, miembro de la Iglesia Bautista de Italia que integra a partir de ahora el órgano directivo del organismo.

Embajadas de países occidentales izan la bandera de Ucrania al lado de la propia en señal de solidaridad. Delante de la rusa se ve una fila de barreras completamente recubiertas de carteles que condenan la guerra. “Es el

aire que se respira en Tallinn”, dice el pastor De Giuseppe.

La KEK reúne a 113 iglesias protestantes, anglicanas y ortodoxas. El gesto de realizar la asamblea allí tiene un fuerte valor simbólico.

La anterior fue en Serbia en 2018. En medio estuvo la pandemia Covid-19, llegó la guerra en Ucrania. “Las tensiones entre Oeste y Este de Europa han recrudecido y los enfrentamientos en el interior de las iglesias ortodoxas se ha acentuado dramáticamente”, dice De Giuseppe. Hubo varios momentos en los trabajos de la asamblea que se dedicaron a escuchar a quienes trabajan en proyectos de paz y reconciliación.

La KEK, surgida en 1959, tiene aquí otra oportunidad de vivir su vocación de puente entre este y oeste de Europa. Lo fue durante la Guerra Fría. Una vocación que debe ante todo confrontarse con dos caras de Europa de hoy, como dijo durante las sesiones el sociólogo alemán Hartmut Rosa. “Por un lado una Europa agresiva y violenta que tiende a cerrarse y a defender sus propios intereses, continuamente a la búsqueda de un desmesurado crecimiento económico y tecnológico que causa alienación en las personas. Por otro una Europa capaz de oír las exigencias de sus habitantes y volverse un espacio de resonancia para crear una verdadera conexión entre las personas y

do al costado del camino botellitas de agua en su recuerdo. Cuando pasamos junto al lugar donde habían encontrado a una mujer centroamericana muerta junto a su bebé y vi el desierto regado de bidones de agua, la historia me vino a la memoria.”

“Tener viva esta relación entre las varias realidades de la comunidad valdense es la vocación de la AWS” -concluye Bechtel-, “estamos contentos y honrados de contribuir a sostener programas como éstos a favor de los derechos de los migrantes”.

Javier ratifica estas palabras. “Los miembros de la AWS son muy receptivos a las iniciativas que surgen en nuestras iglesias. Eso para nosotros es un desafío. Hay muchas cosas en las que pueden acompañar no sólo económicamente, también en contactos y vínculos. Los vínculos son como bidones de agua en el desierto. Debemos cuidarlos, repartirlos, dejarlos a la sombra pensando en quién vendrá después”

Notas

(1) Riforma newsletter 30 de mayo de 2023

(2) Una experiencia similar a esta fue compartida por el pastor Darío Barolín en Cuestión de fe en su edición de noviembre de 2019.

(3) Palo Naso “Samaritanos en el desierto” Riforma 2 de junio de 2023

el resto de la creación, en síntesis: una comunidad.”

“En síntesis”, concluye De Giuseppe, “la Asamblea representa una oportunidad para mostrar la vocación cristiana e imaginar su empeño futuro. La esperanza es que este encuentro pueda inspirar a las iglesias para que hagan surgir los colores de la paz, más allá de todo sentimiento bélico y toda ideología, que así puedan responder a los nuevos desafíos de Europa y plasmar su futuro reconociendo que éste pertenece a Dios y que toma forma sólo cuando lo dejamos bajo su bendición.

ESTE junio en Montevideo - Maldonado - Libertad

Cultos

- En el templo: Domingos a las 11. El domingo 24 será con celebración de Santa Cena

- En Maldonado: Viernes 14 a las 19.

- En Libertad: Sábado 23 hora 15.

Consistorio

La sesión regular del mes será el viernes 28 hora 18.30.

Ensayos del coro

Martes a las 17.30.

Liga Femenina

En julio no tendrá su sesión mensual. Sí continuará con su servicio distribución de ropa y alimentos a personas, organizaciones e iglesias hermanas que tienen instaladas estas actividades.

Desde el mes pasado se ha propuesto ayudar al servicio de viandas que la Iglesia Evangélica Luterana Unida realiza en sus instalaciones de la Avenida 8 de Octubre. (v ESTE periódico valdense de mayo 2023 “Ser comunidad diaconal y comprometida es una necesidad”).

Quienes quieran aportar para este servicio solidario, les pedimos que se pongan en contacto con socias de la Liga Femenina o con nuestra iglesia directamente para orientarles en la qué aportar y cómo.

Actividad coral del mes

Viernes 7 hora 19.30: Festival de invierno de la Asociación Coral del Uruguay (Acordelur).

Sábado 8 de 16 a 20: “La Peña”, una actividad en el salón de la Iglesia promovido por el coro Yulelé del Taller Uruguayo de Música Popular (TUMP). Participará el coro de nuestra iglesia y además de encuentro y canto habrá chocolate, tortas y otras exquisiteces.

Jueves 13 a las 20: Coro infantil “Los niños cantores de París”. Coro juvenil del SODRE.

Viernes 14 hora 19.30: Festival de invierno de Acordelur.

Todas estas actividades son con entrada libre y gratuita.

Estudios bíblicos

En el templo jueves 27 hora 18.30

En casas de familia están en planificación y serán anunciados oportunamente. En los últimos meses hemos tenido uno por mes. Pretendemos afianzar estos encuentros y mucho nos ayuda si quien tenga disposición a recibir estos encuentros en su casa, nos lo comunica. Acordaremos el día y la hora.

Catecismo de adultos

Miércoles hora 18

Estamos desarrollando los encuentros en base a la historia valdense y nuestra identidad presente frente a otros desafíos.

Quien quiera sumarse está siempre a tiempo de hacerlo.

Encuentros ecuménicos de lectura bíblica

Cultos dominicales grabados

El grupo de Liturgia del Presbiterio prepara el culto de los domingos que se distribuye por whatsapp los domingos en la mañana con la participación de varias personas en cada oportunidad. Es un trabajo de reflexión comunitaria que enriquece a quien lo realiza y se brinda con la esperanza de que también lo haga a quien lo recibe.

Quien no esté en la lista de destinatarios y quiera estarlo, sólo deberá comunicarse con nosotros y con gusto se lo haremos llegar.

Presentación de Archivo Histórico Valdense en la Universidad Católica

Martes 11 hora 16

Secretaria administrativa Pía Olaondo

Atención: lunes, miércoles y viernes de 14 a 18

Teléfono 2487 9406 | Celular 098 604 153

Correo electrónico: secretaria.ievm@vera.com.uy

Cuentas bancarias de la iglesia en BROU

Caja de ahorro en pesos: 001575169 – 00001

Caja de ahorro en dólares: 001575169 – 00002

Ofrendas por débito automático: llamar a secretaría

Facebook: Iglesia Evangélica Valdense de Montevideo Comisión local de comunicaciones: comunicaciones.ievm@gmail.com

Referente de Página Valdense

Mario Ábalos | Celular 098 246 571

En junio comenzamos a encontrarnos los jueves de 9.30 a 11 en la Parroquia San Pablo de la Iglesia Evangélica Metodista, en Garibaldi y 8 de Octubre. Por el momento hemos participado los pastores de las iglesias metodista, valdense y luterana. Hay invitaciones hechas a sacerdotes católicos de la zona y obrera de la Primera Iglesia Armenia. El propósito inicial es compartir las lecturas bíblicas para la predicación del domingo siguiente, compartir la reflexión sobre ellos. Pero siempre pensamos en compartir nuestras actividades, invitarnos mutuamente, generar espacios conjuntos de reflexión y servicio en una geografía compartida como vecinos de la zona.

También por supuesto aspiramos a ampliar este círculo para nada restringido a pastores o sacerdotes.

Esta presentación en el Seminario Permanente de Historia y Religión que desarrolla el Departamento de Humanidades y Comunicación de la Universidad, estaba prevista para junio, pero será el martes 11 de julio a la hora 16.

Estará a cargo del área de archivo del Espacio Cultural Valdense de Colonia Valdense. Se prevé la participación del profesor Mark Mac Meley en forma presencial en la sede de la Universidad en la Avenida 8 de Octubre 2738 entre Garibaldi y Estero Bellaco quien tendrá a su cargo la presentación. Se transmitirá en simultáneo a través de la plataforma zoom.

La participación es gratuita en ambas modalidades. Se requiere sí una inscripción y para ello quienes estén interesados pueden ponerse en contacto con el pastor Oscar Geymonat.

Los días 7, 8 y 9 el pastor Oscar Geymonat hará su gira mensual por las comunidades de este departamento. El consistorio acordará con él las actividades a realizar en ese tiempo y se anunciará localmente.

ESTE bien al este

Y fueron la tarde y la mañana de aquellos días

Daniel Geymonat

El sábado 10 y domingo 11 de junio tuve la suerte de acompañar al pastor Oscar Geymonat en una de sus visitas al este del Presbiterio Este Uruguayo.

Salimos de Montevideo en noche cerrada. Por suerte no había llegado el frente frío que nos castiga desde hace unos días.

Hicimos una parada obligada en Pando, cargamos nafta, armamos el “amargo” y de vuelta a la ruta 8.

Se vino un amanecer con niebla en los bajos que en general prologa un día de sol. El paisaje se volvía cada vez más hermoso a medida que la luminosidad nos iba invadiendo. Pucha que es lindo el paisito…

El mate y la mañana serena invitan a la “conversa”. Tanto que casi nos pasamos de la entrada a El Alférez cuando el sol ya brillaba entibiando la mañana.

La carneada estaba funcionando a pleno en el antiguo templo construido por los ‘50’ y actualmente en desuso. La colonia se despobló. Alrededor de quince miembros de la congregación nos recibieron calurosamente sin abandonar en ningún momento su tarea de desosado, separación de grasa, confección de tiras de pulpa y picado. Una festa disciplinata como dice la cubierta del libro de Bruno Bellion.

A medida que nos íbamos presentando y saludando se hacía evidente la ya centenaria emigración a Santa Teresa y luego Lascano desde Colonia Cosmopolita. Los apellidos Pons, Benech, Baridón, Allío, Gonnet, entre otros, aparecían en los fraternos saludos.

Imposible explicar mi genealogía de Geymonat, Martínez, González, López. Fue y es buena la integración de los valdenses forzados al destierro por la fe y el hambre con otros inmigrantes arribados también a mediados del siglo XIX.

Una leyenda familiar afirma que mi abuela Herminia González, una negra motosa cruza con indio a juzgar por sus labios finos y ojos achinados, fue la principal defen-

sora del valdismo en ese compromiso de por vida con Juan Daniel Geymonat Caffarel. Y por eso sigo diciendo que fue y es bueno.

Nos quedamos sin tortas fritas, pero supimos darle una paliza a una bolsa de bizcochos.

Como la cosa no venía de visita protocolar nos fuimos a preparar el fuego y la parrilla.

Tarea complicada: ésta eran los restos de una reja de ventana en avanzado deterioro remendada con restos de tejido que fabricaba Máximo Pons en su taller de Paysandú (¿casualidad?). Completaban aquel invento mil y una ataduras con alambre. Cosa seria fue mantenerla en el equilibrio requerido. Si la hubiéramos llevado al Museo de Arte Contemporáneo de Atchugarry, seguro que hubiéramos hecho unos pesitos más para la cuota. Estamos a tiempo.

Se nos hizo mediodía y ensillamos con unos pedacitos de entraña con galleta y una repetición de flan con higos en almíbar.

Todo tiene su explicación: un espacio vacío fruto de las migraciones de los colonos sigue siendo un lugar de respeto y adoración. El mismo espíritu valdense lo convierte en un espacio de trabajo para una tarea en comunidad destinada a sostener económicamente una congregación.

Es raro tener una carneada junto a un púlpito sin ser practicantes del rito Kosher. Me sigue impresionando la inmensa cabeza del chancho que no dejaba de mirarme, sin pestañear.

Llegamos a Lascano donde nos esperaba un grupo de adolescentes Cajianos, Cajenses, no sé…. de ese futuro organizado en el cual depositamos nuestra historia y nuestro destino.

Cambiamos el chip y pasamos un rato super-re-divertido entre papas chips y hamburguesas con queso y al pan. Y no había que llevar un traductor para intercambiar ideas y adivinanzas con 50 años de diferencia.

Y de vuelta el tiempo se esfumó. Cruzamos rápidamente la calle para encarar un exigente grupete de gurrumines entre 6 y 12 años de algo que en mi tiempo se llamaba Escuela Dominical…salvo que era sábado.

Nos agarró la hora de la merienda finalizando una interesantísima discusión sobre los ingredientes del ladrillo de campo. A los menores del grupo no les cerraba que el Señor hiciera la tierra y la dejara ahí nomás, sin una casa donde meterse. En fin…la magia de la creación da para mucho más, independientemente de la edad.

Merendamos chizitos, torta, Coca Cola y a jugar. A la escondida. Al 1,2 y 3 coronita… que ahora cambió de nombre, al Tierra, Agua y no se que más, propuesto por Óscar.

Cuando terminamos yo buscaba aire por cualquier lado. Me temblaban las piernas como piolines.

Pasamos un rato con Nylia, abrigadita y con su gato en estado de coma inducido por sí mismo. Nos despedimos con un bombón, un breve pasaje por la emisora de radio local y volvimos a descansar en lo de los hermanos Allío.

Exactamente a las 19:30 me metí en la cama y le pegué al ojo por trece horas corridas. Y la carneada seguía….

En algún momento llegó Orlando y ese santo varón intentó animarme a matear y conversar un rato. Lamentablemente decidió ir a bañarse y yo quedé fuera de ambiente. Los años no vienen solos.

Llegó la mañana y poco antes de las 10

De nuestra casa

nos instalamos en el templo las aproximadamente 15 personas. Se predicó tomando como referencia Mateo 9: 18-26. Vivimos un momento de reflexión dentro de tanta vorágine.

A las 14:00 partimos hacia el Chuy a la casa de Nancy Gonnet acompañados por Aurora Olivera, Irma Gonnet y en 18 de Julio sumamos a Lidia Pons. Se realizó un encuentro de canto y reflexión bíblica y nuevamente un delicioso cierre con tortas y pasteles.

No debo dejar de manifestar la extraña sensación de tener un estudio bíblico a cuadra y media de donde tantos y tantos años había comprado garotos, ticholos y recibido como regalo los sombreros de Samuel Priliac (1).

Juntamos nuestros bártulos y nuevamente a la ruta. Fue un viaje atípico donde nos pasamos alternando entre la radio del auto y los momentos en que el celular se dignaba a otorgar señal. Llegamos a Montevideo campeones del mundo.

Personalmente con la sensación de haber cumplido con un deseo y una íntima obligación.

(1) Comerciante y filántropo rumano que en la década de 1930 se afincó en la ciudad de Chuy. Hoy, el estadio de Chuy, una calle, un barrio, una plaza y otros sitios perpetúan su memoria.

Tenía decidido volver a Rumania pero de viaje se enamoró de Dominga Hernández. Y contra el amor nada lo puede. Ésa es otra historia digna de contarse. (NdeR)

Como lo habíamos anunciado se concretó la impermiabilización del techo de la casa pastoral. El trabajo implicó la quita de las capas de membrana asfáltica, en parte cuatro, con agua estancada en el interior y la colocación de un nuevo material. Además se cambió la ventana del baño.

El costo fue de 152.000 (ciento cincuenta y dos mil pesos) que ya fueron abonados. Está en plan este trabajo para el resto de la azotea del bloque parroquial lo cual implica un costo bastante mayor. Tiempo al tiempo. Lo que cabe aquí es la gratitud por las ofrendas que permitieron hacerlo.

absoluta

La experiencia fundamental de Valdo, la predicación asociada a la pobreza, más que un empobrecimiento era una forma nueva de vivir la vida cristiana. Fue de corta duración porque la crítica y condena de la Iglesia le pusieron término. La espiritualidad de las sucesivas generaciones, aunque prolongó la experiencia, hizo que los Pobres tuvieran que encontrar nuevas expresiones y renovarse constantemente. Debían tomar en cuenta la cultura religiosa de la época y la situación de clandestinidad en la que estaban condenados a vivir. Hombres de la Edad Media vivían la angustia y la crisis de sus contemporáneos. Como ellos, se preguntaban con angustia cómo

seguir la vida bienaventurada y de comunión con Cristo y con los santos, cómo vivir en espera del juicio y la buena muerte.

Mientras la Iglesia se preocupaba por dar respuesta a las angustias con gestos sacramentales, la presencia de los santos, el purgatorio y la virgen, la respuesta de los Pobres se resumía en el mensaje de que el fin se aproxima y también el juicio. Pero ellos no tienen nada que temer porque pertenecen al pequeño rebaño del Señor. “Esforzaos para comprender el mensaje, mis hermanos, velen y oren constantemente empeñados en las buenas obras. Es lo que hay que hacer porque este mundo toca a su fin. Se

termina”. Una visión pesimista del mundo que los Pobres compartían con sus contemporáneos y daba a su fe una fuerte tensión escatológica. Pero el fin no es para ellos una catástrofe cósmica. El juicio no es más que la conclusión de la historia de la salvación, la realización de la obra cumplida por Cristo, y su fundamento está en la Trinidad. Los Pobres no temen presentarse a ese encuentro de la existencia con buena conciencia porque han elegido el camino que lleva a la salvación, el camino de los verdaderos discípulos de Cristo. Lo saben porque es su convicción, no por miedo o por cálculo. Saben que en la vida existen dos caminos, el que lleva al cielo y el que desciende al

Nueva historia de los valdenses

Mientras esperamos los 850...

La editorial Claudiana de la Iglesia Valdense en Italia tiene previsto editar el año que viene cuatro volúmenes de una Nueva historia de los valdenses. Es una obra de largo aliento con la participación de muchos especialistas en la investigación histórica, algunos de extracción valdense y muchos no. La dirección general está a cargo

de Susanna Peyronel Rambaldi, historiadora de la Universidad de Milán, presidente por varios años de la Sociedad de Estudios Valdenses y actual directora de la revista Riforma e movimiento religiosi.

Cuenta Giuseppe Platone en la presentación que hace de este proyecto en una publicación del XVII de febrero de 2023, que al historiador Giorgio Tourn alguien le preguntó en 1974 por qué una nueva historia valdense. ¿No estaba ya escrita? ¿No alcanza con la que se ha estudiado? Había mucho escrito sobre los valdenses en 1974. La historia no cambia.

En ese momento Giorgio Tourn presentaba I valdesi, un clásico traducido al español editado por la Iglesia Valdense en el Río de la Plata con el título de “Los valdenses, el singular acontecer histórico de un pueblo-iglesia” en ocasión del octavo centenario del movimiento valdense.

“Muchas cosas han cambiado” dice que respondió Giorgio Tourn en aquel momento. Y muchas han cambiado en estos 50 años de I valdesi para acá.

Ha cambiado no sólo el presente desde el que se hacen las preguntas, las perspectivas que miran, las preocupaciones con las que se averigua sobre aquel pasado. Eso ya haría que tomaran importancia aspectos que no fueron tenidos en cuenta o se valoraran de otra manera los que sí se consideraron. Hay historias escritas por valdenses con un carácter apologético. Cada vez más hay historias escritas por investigadores no valdenses que miran el pasado sin esa intención y quizás con mayor distancia.

Pero además hay fuentes que no se conocían y hoy no se pueden des-

infierno. Saben que ellos eligieron el camino al cielo y ponen en esto su confianza serena y responsable enfrentando todo lo desconocido.

Un Pobre del siglo XIV podía decir con simple franqueza al que lo atendía: “Yo sé que me voy al paraíso”. Esa confianza absoluta eliminaba desde su perspectiva toda mediación sacramental eclesiástica. Ni los santos ni la virgen podían agregar algo a esa certeza. Eso llevaba al rechazo del Ave María o cualquier oración católica. La clandestinidad era lo que determinaba la piedad de los Pobres.

conocer. La historia cambia. Los historiadores lo saben muy bien y nosotros tenemos evidencias.

Cada volumen de la obra está bajo el cuidado de un especialista: Francesca Tasca el primer volumen sobre el valdismo de la Edad Media; Sussana Peyronel Rambaldi el segundo sobre valdenses y la Reforma; Gian Paolo Romagnani el tercero sobre los valdenses en los 1700 y 1800; Palo Naso el cuarto titulado “El camino de una minoría en la sociedad italiana”.

Obviamente será publicada en italiano pero un trabajo de investigación y divulgación de tal porte nos aportará muchísimo de una manera u otra. La traducción total o aunque sea parcial es una, pero no la única. Y por eso lo celebramos.

Leyendo espero. El opúsculo del XVII de febrero presenta un resumen de cada volumen escrito por la persona que lo tiene a su cargo.

¿Dónde está tu hermano?

De lo que hay falta mucho

Un tercio de los alimentos que se producen en el mundo se desperdicia. 800 millones de personas sufren hambre.

En Uruguay 250.000 personas padecen inseguridad alimentaria moderada y severa; cinco veces la capacidad del estadio Centenario. Mientras tanto 125.000.000 de kilos de frutas y verduras se tiran cada año. La recuperación de un tercio de esa cantidad alcanzaría para erradicar la inseguridad alimentaria.

Hoy la Red de Alimentos Compartidos (REDALCO) tiene estos datos verificados en Uruguay. Lleva 7 años de trabajo.

Yamandú Plada es el encargado de comunicaciones y uno de los fundadores. Lo que pretende la organización es equilibrar esta disparatada balanza que ha perdido el fiel.

Nos cuenta que en 2016 un grupo de estudiantes de Licenciatura en Desarrollo de la Facultad de Ciencias empezó a movilizarse ante una evidencia que no podían todavía cuantificar pero que rompía los ojos. “En el entonces Mercado Modelo veíamos frutas y verduras que se tiraban. No se vendían. Había que desocupar el espacio para que ingresara mercadería fresca y esos alimentos ‘de descarte’ perdían valor comercial. Vimos volquetas llenas de comida mezclada con plástico y otros desperdicios.”

El mercado tiene sus reglas que es necesario discutir. Su mano, además de invisible no logra equilibrio ninguno. Cuando el conocimiento sensibiliza, genera compromiso y acción. Jóvenes universitarios que estudian una realidad marcada por el desequilibrio absurdo entre el desperdicio y la carencia, no pueden permanecer indiferentes ni conformarse con el diagnóstico. Deciden comprometerse con el cambio.

“Con otros estudiantes de la Licenciatura en Desarrollo empezamos a ir al Mercado Modelo a habar con los productores y con otros actores de este proceso para conocerlo y buscar alternativas que permitieran recuperar alimento que se tiraba”.

Por razones a veces puramente estéticas, la fruta y la verdura pierde precio en el mercado. No pierde valor como alimento. Precio y valor son conceptos muy distintos.

Quienes impulsan el proyecto empiezan la etapa de validación. Realizan diez jornadas en las que logran recuperar cien kilos cada vez. El volumen es importante, amerita un proyecto más ambicioso. “Conseguimos dinero para comprar un gazebo, caballetes, unas mesas”. Concursaron por un fondo de apoyo al que accedieron. El Mercado Modelo les concedió un espacio para

trabajar en la zona de estacionamiento de camiones. Otras personas se acercaron voluntariamente para colaborar. “El primer día recuperamos 1.200 kilos que canalizamos a las cinco organizaciones a las que llegamos en ese momento.”

De ahí en adelante el crecimiento fue constante. En 2020 se recuperó medio millón de kilos, en 2021 un millón, en 2022 dos millones.

“Este crecimiento se da porque logramos abastecer a instituciones no formales que antes no contaban con presupuesto”, dice Yamandú. “Al principio asumíamos todos los costos. A partir de la pandemia comenzamos a buscar apoyos empresariales y de personas para abastecer a las organizaciones que más necesitan. El 90 % de las organizaciones recibe los alimentos como donación o cubre apenas costos operativos. Un 10 % tiene presupuesto.

Las fuentes de recuperación son dos: la chacra y el mercado. “El 66 % de los alimentos se desperdician en la chacra por razones estéticas”, explica; tamaño, forma que no condice con el estándar de belleza, una forma que desentona con el conjunto. La diversidad es pecado contra el valor comercial. A veces el productor no lo cosecha.

La solidaridad también se despierta

Javier Berberena Monzón

Hay situaciones que nos despiertan y nos impulsan a actuar de manera solidaria. Quiero compartir con ustedes una experiencia personal que me llevó a descubrir el poder de la solidaridad y cómo un simple acto puede marcar una diferencia significativa en la vida de alguien más.

En 2022 me mudé a Montevideo. Soy un joven oriundo de Paysandú y formo parte de la comunidad valdense desde pequeño. Cuando llegué, me encontré de frente con una realidad cruda y desgarradora de desigualdad y pobreza. Fue un impacto doloroso que me expuso a las profundas injusticias que en-

frentan tantas personas en nuestra sociedad. Esto me llevó a cuestionarme y a reconocer que ignorar esta realidad iba en contra de mis creencias morales y religiosas. Por eso decidí tomar acción y me sumergí en el mundo solidario, donde prevalece el pensamiento de “ayudar sin mirar a quién”.

Actualmente participo en la Olla Palermo, en el Merendero Las Bóvedas y en la Olla 9 de abril. Estas iniciativas forman parte de una amplia red de ollas y merenderos que brinda comida a quienes necesitan.

A pesar de que estos colectivos es-

tán integrados por personas con diversas creencias, posturas políticas y religiosas, éstas no se reflejan en las actividades diarias. Son espacios en los que se evita utilizar la situación de vulnerabilidad de las personas con el propósito de imponer creencias o ideologías.

La Olla Palermo abre los lunes y miércoles. Se sirven entre 250 y 300 porciones por día. El Merendero Las Bóvedas funciona los sábados y ofrece de 800 a 1000 meriendas cada sábado. Según un relevamiento realizado por solidaridad. uy en 2021-2022, se estima que se brindan alrededor de 1.246.600

La otra fuente de recuperación es la Unidad Agroalimentaria Metropolitana, el centro que sustituye al Mercado Modelo desde febrero de 2021. “La UAM es nuestro socio estratégico”, define Yamandú, “ahí hacemos el acopio y logística”.

Desde aquel 2016 en el que entregaron 22.000 kilos de alimento a doce organizaciones con el apoyo del Mercado Modelo en infraestructura y recursos hasta el año pasado en el que llegaron a 490 organizaciones, lo que equivale a 60.000 personas por semana en Montevideo, Canelones, San José, Salto, hay mucha historia. Los alimentos son entregados a organizaciones que trabajan con población de contextos vulnerables, CAIF, Clubes de niños, escuelas, liceos, centros juveniles, merenderos, comedores, refugios y ollas populares.

Durante la pandemia la tarea se triplicó. Las necesidades crecieron exponencialmente.

Hoy 13 trabajadores permanentes más cinco voluntarios por jornada de lunes a sábado trabajan en la recolección en las empresas dentro de la UAM o van a las chacras, luego hacen la clasificación y por último la distribución.

porciones (platos o meriendas) al mes en ollas y merenderos.

Estos proyectos se sostienen principalmente a través de personas que se acercan y brindan donaciones o trabajo voluntario.

La Intendencia de Montevideo aporta frutas y verduras. El gobierno nacional dejó de brindar su apoyo hace algún tiempo.

En un momento en el que impera el individualismo y la desigualdad se intensifican, considero que es fundamental salir de nuestra zona de confort y ayudar al prójimo.

Rica es la vida que con muy poco dice mucho

Oscar Geymonat

Yo dormía y soñaba que la vida era alegría. Desperté y vi que la vida era servicio. Serví y vi que el servicio era alegría

Rabindranath Tagore

Fui invitado para el acto de inauguración del Centro de Medicina

Familiar Prudencia Castro del Hospital Evangélico en la calle Millán esquina Pondal de Montevideo.

El 8 de junio fui con la pregunta en el bolsillo. ¿Quién era Prudencia Castro?

Hace más de 25 años compramos para nuestro hijo una conejita de peluche en un kiosquito en la entrada de la sede central de Bulevar

Batlle y Ordoñez. Mauricio la llamó Fernanda. Fue su compañera inseparable en los días de internación y mucho tiempo más. Yo no recordaba que el kiosco se lla-

maba Prudencia Castro. Recién ahora supe que lo sostuvo voluntariamente durante muchos años la Sociedad Femenina Metodista y que el producido ingresaba al Fondo Prudencia Castro para ayuda a personas con dificultades económicas para cubrir su cuota de afiliación.

No necesité preguntar quién fue. En su alocución, el doctor Nelson Morales recordó a una mujer chiquita que ingresó a la Iglesia Metodista Central en 1912 y durante años fue parte de la comunidad. Vivía en una pensión del barrio Sur. Era lavandera. Me dijeron que planchaba camisas de legisladores. Cuidaba las mejores telas pero nunca las vistió. Jamás le sobró un peso, no obstante nunca faltó su ofrenda para la iglesia y su ayuda para alguien que más

lo necesitara. Ella decía tener lo necesario. Con sus escasísimos recursos pagó el alquiler de una pieza en el pensionado en el que vivía para que allí se hicieran actividades para niños.

Me impactó oír que nunca supieron cuándo había nacido ni dónde. No le conocieron familiares. Un día se mudó del barrio, dicen que a La Teja y no saben cuándo murió.

En un cuadro a la entrada del novísimo Centro de Medicina Familiar se ve pálidamente su cara y encima un texto de Violeta Cavallero que la recuerda como una gigante en un cuerpo pequeñito. Dice que soñaba con un centro evangélico de atención de la salud de quienes más necesitan. Me contaron que cuando recibió el primer salario

de su escasa jubilación en aquellos años en que se acumulaban varios meses antes de iniciar la mensualidad jubilatoria, entregó la mitad de esa suma para aquel sueño.

Quien abra la puerta para entrar al lugar de trabajo en ese centro de salud se encontrará cada día con su rostro y con ese sueño que le recordará cuál es el verdadero sentido de todo lo que hacemos.

Dios nos dio ojos para ver, oídos para oír y vidas que hablan por sí solas.

Cuánta bondad en la pequeñez de una bacteria

Tesis de doctorado en lenguaje común

Ana Karen Malán, hoy miembro del Consistorio de la Iglesia Valdense en Montevideo, parte de la comunidad de toda la vida, accedió al título de Doctora en Ciencias Biológicas con una tesis que lleva por título: “Estudio del metabolismo de D-xilosa y su regulación en Herbasirillum seropedicae Z69”

La oímos el viernes 9 de junio presentarla apasionadamente durante una hora en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable y entendimos clarito cuando dijo: “muy buenos días. Muchas gracias por acompañarme”.

Además de alegrarnos con ella quisimos saber algo. Karen accedió a nuestro pedido de traducción. “Es un desafío casi tan grande como el doctorado mismo”, nos dijo.

Se lo agradecemos porque es conocimiento que abre esperanzas.

La xilosa es el segundo azúcar más abundante del planeta, luego de la glucosa. Se encuentra principalmente en los vegetales y está presente en residuos agroindustriales poco utilizados.

Por tratarse de un residuo sería una materia prima de bajo costo que no compite con la producción de alimentos. Sin embargo, la xilosa no se aprovecha a nivel industrial para generar productos con valor agregado y los microorganismos que se utilizan en la industria no la consumen eficientemente.

Herbaspirillum seropedicae es una bacteria, que no causa enfermedades. Vive dentro de algunas plantas como caña de azúcar, arroz, maíz, sorgo y promueve el

Salud en familia

crecimiento vegetal. Además esta bacteria produce y acumula grandes cantidades de poli 3 hidroxibutirato (PHB), un bioplástico que se podría utilizar como sustituto de los plásticos convencionales contaminantes. Este bioplástico es biodegradable y biocompatible. No produce efectos dañinos en los tejidos animales. Su producción industrial es muy costosa debido a que depende mucho del costo de la materia prima y la eficiencia de los microorganismos para convertir los azúcares en bioplásticos.

Por eso en este trabajo se estudió y descubrió cómo hace esta bacteria para metabolizar el segundo azúcar más abundante del planeta: la xilosa.

A su vez se estudiaron los mecanismos regulatorios implicados en la degradación del azúcar xilosa en la bacteria H. seropedicae. Así se identificó una proteína (XylR) que regula a algunos de los genes implicados en el consumo xilosa en H. seropedicae y se estudió su interacción con estos genes.

Los resultados indican que esta bacteria sería una buena candidata para la producción de bioplásticos a partir de residuos agroindustriales. Además contribuirán en el futuro al desarrollo de estrategias, que incluyen la posibilidad de generar cepas recombinantes con mejores capacidades, para una mejor utilización de la biomasa vegetal para la generación de bioplásticos.

Trasmitiendo juntos el amor de Cristo a través del Servicio a la comunidad