UNA MIRADA CRISTIANA A LA REALIDAD ACTUAL
AÑO VIII Nº 131 MAYO, 2020 Iglesias Evangélicas Valdenses de: COLONIA / COSMOPOLITA / ROSARIO / TARARIRAS / VALDENSE
La unidad nunca es única Aprender un idioma con el que no nacimos implica mucho más que un ejercicio de Amalia Sanahúja memorización Páginas 2 y 3 de palabras que sustituyan a las que conocemos y aplicación de reglas Informe presupuestal gramaticales distintas a las al mediar el que tenemos internalizadas. ejercicio Implica meterse en la MesaValdense forma en que Página 9 otra cabeza produce su pensamiento, otro cuerpo Impacto del vive sus sentimientos. coronavirus De alguna manera HugoSantos Página 10 implica mirar el mundo a través de sus
Abuso sexual infantil: conocer para prevenir
«Cuestión de memoria»
ojos y sentir en los callos propios el apretón del zapato ajeno. Por eso aquella experiencia de Pentecostés va mucho más allá de la traducción de un discurso aprendido por los discípulos que sólo deben repetir con otras palabras a oídos nuevos. El Evangelio no es texto memorizado e impuesto, es vida que se recrea en cada encuentro. En un mundo de unanimidades impuestas y diversidades olvidadas, el mensaje de Pentecostés adquiere un significado muy profundo. Un mundo éste en el que los emoticones se han vuelto una suerte de Esperanto que nos hace creer que con ellos la comprensión universal está garantizada, que nos repite que tenemos un sólo un tema que mundialmente nos ocupa y un solo virus que nos encierra, que estamos todos en el mismo barco pero no dice que hay pasajeros de primera, de segunda, de cuarta y todavía los que viajan de polizontes. Un mundo en el que con saber inglés basta y si querés saber aymara o quechua te preguntan para qué sirve. Pentecostés implica el reconocimiento de una diversidad de la que somos parte. No son distintos los demás que hablan otros idiomas, visten de otra manera, tienen otros estilos de vida. Somos
Reflexión bíblica
Así pensaba Josué Janavel Carlos Delmonte
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Entre Pascua y Pentecostés pág. 11
Pentecostés Domingo 31 de mayo
Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes, juntos. De repente un gran ruido que venía del cielo, como de un viento fuerte, resonó en toda la casa. Y se les aparecieron lenguas como de fuego que se repartieron, y sobre cada uno de ellos se asentó una. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu hacía que hablaran. Hechos de los Apóstoles 2: 1-4
distintos todos cuando nos reconocemos iguales. Pentecostés ocurre porque hay una comunidad unida en espíritu y en materia. El aislamiento social es a veces necesario y siempre una excepción de la que es necesario cuidarse. Pentecostés ocurre porque hay encuentro, reconocimiento mutuo, escucha de Dios y del prójimo que habla otra lengua y calza otras sandalias. Hay un sentimiento de pertenencia a un cuerpo social en el que cada miembro es responsabilidad de todos. Pentecostés ocurre porque la solidaridad no es un sentimiento, sino un estilo de vida que nace de la conciencia de solidez de un cuerpo formado por muchos miembros que no buscan extirparse mutuamente sino contribuir a la amonía del todo.
COMPARTIMOS ESTA EDICIÓN CON: Equipo de redacción: Presbiterio Colonia Sur. Diagramación: Ana Paula Negrín. Impresión: Imprenta Ferreira. Correo Electrónico: cuestiondefe@adinet.com.uy «Cuestión de fe» llega todos los meses gracias a la ofrenda de miembros y amigos. También le dejamos la invitación para que sume la suya por la cual le agradecemos como comunidad de lectores