UNA MIRADA CRISTIANA A LA REALIDAD ACTUAL
AÑO VIII Nº 108 JUNIO, 2018 Iglesias Evangélicas Valdenses de: COLONIA / COSMOPOLITA / ROSARIO / TARARIRAS / VALDENSE
MARCA A PIE FIRME «y sentirnos inmensamente buenos sólo por hablar bien de gente buena»
Sé de Sebastián Bauzá lo que sabe todo el mundo, fue presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol entre 2009 y 2014. Pero hace unos días, entre cajeros que explotan, escándalos de farándula, violencia cada vez más adjetivada pero siempre la misma, los informativos tuvieron un lugarcito para decir que no estuvo entre quienes recibieron sobornos de los organismos regionales y mundiales del fútbol. Quiso no estar, peleó para no recibir dinero, ganó enemigos por no aceptar coimas, mereció de sus pares el insulto de «honesto» y tuvo que andar por los tribunales borrando acusaciones de quienes no soportaron que pudiera hacer lo que ellos no. Y sobrevivir a las «redes sociales» constituidas en el peor de todos los tribunales, el que no necesita pruebas, no da fe de la veracidad de su testimonio y por anónimo es inimputable. Sentí la noticia como una ventanita abierta en la oscuridad de un sótano; una pizca de sanadora anormalidad. Seguramente él mira a los ojos de sus hijos y duerme tranquilo. Y a mí, que
podría no tener parte en el asunto, me causó una alegría tremenda. Salí a comentarla y me atropellaron estos versos de José Carbajal también en un «otoño de tardes empapadas». La noticia duró nada. Ninguna resiste la correntada informativa con menos agua que hojarasca y bolsitas camiseta, pero ésta tuvo todavía un tiempo más breve. Otras venden más. No escribo un alegato pro monumento, ni siquiera diría de Bauzá lo que Antonio Machado dice de sí mismo: que es «en el buen sentido de la palabra, bueno». Jesús se lo recuerda al hombre rico: «No hay nadie bueno, sólo Dios» (Lc.18:19). Pero leía en esos días la oración de Jesús por sus discípulos
en el capítulo 17 del Evangelio según san Juan: «no te ruego que los quites del mundo, sino que los protejas del mal» y encontraba en esta noticia una señal de esa presencia cuidadora en territorios que no son los míos. Pero para Dios no hay ninguno ajeno, su Espíritu sopla donde quiere y su luz puede alumbrar incluso en los pasillos de la Conmebol. No llegué a sentirme «inmensamente bueno», pero saber de esta actitud fue como llenar los pulmones de aire puro en medio de una nube de humo. Toneladas de palabras y kilómetros de imágenes se destinan por día a convencernos de que «hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,» campañas a demostrar que nada vale la pena, que todo el mundo tiene intereses egoístas, que el único tesoro es el dinero por lo que el corazón nunca estará en otra parte ¿Qué más que alegría y gratitud a Dios podemos sentir cuando alguien nos demuestra que no es cierto? Quienes confesamos nuestra fe en Cristo sabemos que su Reino no es de este mundo. Y en este mundo hay personas que nos ayudan a entenderlo.
¿Mentira o «posverdad»?
Cuatro caras del testimonio valdense
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COMPARTIMOS ESTA EDICIÓN CON: Equipo de redacción: Carlos Negrin, Ariel Charbonnier, Oscar Geymonat. Colaboran: Carlos Delmonte, Enzo Falcón, Jorge Malán, Elisabeth Lindemberg, Hugo Santos. Diagramación: Ana Paula Negrín. Impresión: Imprenta Ferreira. Correo Electrónico: cuestiondefe@adinet.com.uy