UNA MIRADA CRISTIANA A LA REALIDAD ACTUAL
AÑO IV Nº 106 ABRIL, 2018 Iglesias Evangélicas Valdenses de: COLONIA / COSMOPOLITA / ROSARIO / TARARIRAS / VALDENSE
Siembran en paz quienes procuran la paz Dará criollos el tiempo, pero nunca peras el Olmo. Hay verdades tan evidentes que hasta decirlas nos hace sentir un poco tontos. Pero más tontos nos sentimos cuando alguien nos tiene que advertir que lo que estamos haciendo es precisamente buscar peras en el Olmo. Cuando el inspector de tránsito me hace leer el cartel que dice velocidad máxima 60 km y me pregunta por qué venía a 75, la vergüenza me duele más que la multa. El orgullo intenta alguna respuesta que sólo ahonda mi auto percepción de papanata. La tradición literaria española creó a un tal Pedro Grullo para que dijera las verdades obvias y nos librara de semejante obligación. «Lo que no puede ser es imposible», parece que decía, «en lo lleno no hay vacío», fue otra de sus innumerables frases célebres que se le siguen adjudicando. Y quien va a discutirle. En uno de sus más significativos discursos frente a la multitud, muchísimo antes de cualquier perogrullada, dice Lucas que Jesús le advirtió a la gente que «no se recogen higos de los espinos, ni de la zarza se vendimian uvas». «Chocolate por la noticia» le hubiera respondido mi abuelo.
Deporte y juventud valdense
La verdad no era sin embargo tan liviana. El párrafo termina advirtiendo que «de lo que abunda el corazón habla la boca», y si el corazón es de espinos, nunca va a dar higos. Pero cuantas veces pretende darlos. Y cuántas veces los esperamos. Cuando las voces más oídas de una sociedad pretenden descubrir caminos de paz mediante la represión y la violencia, me da la sensación de que discutimos a Pedro Grullo. Se puede combatir el delito mediante la fuerza de la ley, se debe, pero construir la paz es un camino más largo, distinto y necesita de otras herramientas, sobre todo de
otro pensamiento. «Dinamita, escombros y construir algo nuevo desde cero», decía un vecino del barrio Casavalle de Montevideo comentando el «megaoperativo policial» de esta semana. Temo que en su pensamiento la dinamita barría con el barrio y la barriada. «Es terrible lo que pensamos, pero sería la única solución, empezar de cero.», decía otro. Es cierto, hay que empezar de cero, nacer de nuevo, pero en estas baterías de «soluciones», la radicalidad se aplica sólo a los demás. Los dueños de las soluciones no se incluyen entre quienes deben cambiar su manera de pensar para que cambie su manera de vivir.. Ésa es una gran debilidad. Cuando se ve la paja en el ojo ajeno y se niega la viga en el propio, no nace nada nuevo, sino un poco más de lo mismo. Después de la dinamita no aprece nada nuevo. Lo nuevo nace de la semilla que se entrega, se compromete y muere para resurgir a una vida nueva. «Los que procuran la paz, siembran en paz», dice Santiago sin temor a la perogrullada, «y recogen como fruto la justicia». Pero primero siembran.
Martin Luther Iglesia: institución y King. A 50 años acontecimiento
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COMPARTIMOS ESTA EDICIÓN CON: Equipo de redacción: Carlos Negrin, Ariel Charbonnier, Oscar Geymonat. Colaboran: Carlos Delmonte, Enzo Falcón, Jorge Malán, Elisabeth Lindemberg, Hugo Santos. Diagramación: Ana Paula Negrín. Impresión: Imprenta Ferreira. Correo Electrónico: cuestiondefe@adinet.com.uy