UNA MIRADA CRISTIANA A LA REALIDAD ACTUAL
BOLETÍN Año IV Nº69 MARZO DE 2015
Iglesias Evangélicas Valdenses de COLONIA - COSMOPOLITA - ROSARIO - TARARIRAS - VALDENSE
La tierra abierta, hermano
Nos causaba gracia que la abuela nos contara el episodio en el que una frase en «patois» le costó una penitencia en la escuela. Un compañerito que no sabía de la existencia de otro idioma que el suyo la acusó frente a la maestra de decir «malas palabras». En ese tiempo la falta era grave y se ve que la maestra no tenía mucho tacto para la integración así que terminó de cara al pizarrón y los oj os burlones del resto de la clase clavados en la espalda como recomendaba la pedagogía al uso. Cuando nos lo contaba habían pasado prácticamente ochenta años pero tenía intactos la vergüenza y el dolor. A nosotros, crecidos en una cultura que venía alivianando el peso de las reprimendas y acortando el alcance de la vergüenza, nos sonaba a una exageración caricaturesca. Me llevó años darme cuenta de que no era ni caricatura ni exageración sino sencillamente una de las huellas de la discriminación que no hay cosmética capaz de disimular. Y seguramente no había en la maestra, y mucho menos en el compañero, mala intención, sí ignorancia de la diversidad. Cuando pregunté a hoy abuelos de una colonia rusa por qué no habían enseñado el idioma a sus hijos y nietos, me dijeron que no querían que sufrieran la burla por su acento «extraño». Ellos sabían de qué se trataba. Son microhistorias que no se van con quienes las vivieron. Por alguna razón quedan en la memoria de los que seguimos. Tienen que ser parte de nuestro crecimiento en la comprensión del prójimo al que debemos amar como a nosotros mismos al tiempo que defendemos su derecho a ser ellos mismos.
Hoy nuestro país es tierra de destino para otros acentos y otras culturas. Llegan de Bolivia, Perú, Colombia, América central. Buscan mejores condiciones de trabajo y de vida. Tienen derecho aunque a veces lo difícil de encontrar son los derechos. Uruguay es «refugio amable al perseguido». Lo fue en otros tiempos y de otras huidas, de otras guerras con resultados parecidos. Los que no tienen nada que ganar son los que pierden primero y todo. Lo es hoy para un puñadito de las multitudes que disparan de la guerra civil en Siria, de las persecuciones terroristas de un signo y
del otro, gente vocacionada a la paz pero obligada a la violencia. ¿Con qué sentimientos que no sean alegría y gratitud podríamos vivir esta realidad? Podemos dar porque el Señor nos ha dado. Pero es todo un desafío y un aprendizaje. Lo demuestran a veces algunas actitudes de xenofobia que nos nacen como por instinto. Las leemos en comentarios de lectores de medios de prensa, en reacciones exageradas frente a rumores e informaciones muchas veces no confirmadas que hablan de problemas de esta población como si no fueran también los nuestros, o con mucho más premura por atacar que por comprender. Sigue siendo mucho más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga que llevamos en el nuestro. Es una verdad incontrastable, lo peor que podemos hacer es negarla. Y nos perdemos la oportunidad de valorar la bendición de esta tierra, de ofrecer de lo que nos ha sido dado y de aprender de quien mira con otros ojos. Aquel compañerito de mi abuela se perdió la oportunidad de aprender algo de patois.
Asamblea del Presbiterio Colonia Sur
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Colonia Valdense sábado 14 de marzo Comenzará a la hora 14 con un momento devocional a cargo de la comunidad local. La asamblea se constituye con los delegados de las iglesias locales, miembros laicos de la Mesa Valdense, pastores/as con voz y voto. Con derecho a voz se integran a representantes de los centros y obras de servicio y de grupos de las iglesias Del orden del día destacamos: elección de la comisión presbiterial para el período 2015-2016. Cobertura de la atención pastoral. Análisis de decisiones sinodales. El orden del día será enviado una semana antes a los consistorios.