Conexiones Editorial
Hola gente ¿cómo están? Por estos pagos disfrutando de los momentos finales del año, queríamos contarles un poco lo que estuvimos realizando como grupo. Al comienzo del mes de noviembre pudimos participar de nuestra asamblea que fue realizada el Sábado 8, en el cual se decidió incorporar al Consistorio a una integrante de nuestro grupo, Mariana Manso como Diaconisa; luego contamos con el agrado de realizar la asamblea Presbiterial Sur en nuestra ciudad. Al mismo tiempo hemos logrado juntarnos como grupo que era algo que estaba costando debido a esta etapa del año. Por último, en este Conexiones queríamos despedirnos dándoles las gracias por acompañarnos en este ciclo tan hermoso en el que pudimos crecer y a la vez enriquecernos como grupo, esperamos que lo hayan disfrutado tanto como nosotros lo hemos hecho. Muchas gracias y que tengan unas hermosas fiestas.
Conecta2
Con corazón de madre Y Miriam dijo: «Mi alma alaba el Señor y se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador: porque Él ha mirado hacia la humildad de su sierva. Desde ahora todas las generaciones me llamarán dichosa, porque grande me ha hecho Él que todo puede y santo es su nombre y su misericordia se extiende por generaciones sobre quienes lo aman. Hizo fuerza con su brazo, confundiendo a los arrogantes en los pensamientos de sus corazones. Puso en alto a los humildes, llenó de bienes a los hambrientos y dejó a los ricos con las manos vacías. Vino en ayuda de Israel, su siervo, recordándose de la misericordia, como había dicho a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre»(LUCAS 1:46-55) Hasta el día de hoy no sabría decir porque me eligió a mí: yo, más niña que mujer, pobre campesina de Galilea. Entre maravilla e incredulidad, percibí, de repente, como un pálpito atravesarme las entrañas y recorrerme entera: yo, como cada madre no preparada a serlo. En mi vientre, inesperada, se asomaba la vida y se agitaba en mi regazo como una danza antigua y alegre. Temblaban, en mi, alma y sangre, y todo, en mis profundidades, era como en agitación. Sentí algo distinto e indefinible, come un desbordamiento inundarme en mis espacios más secretos, y un silencio cubrirme desde mis raíces. Me abandoné en las manos de mi Dios y, en el corazón de aquel silencio, lo agradecí. Quizás por qué, me pregunto, habrá decidido rozar mis labios, hasta hacerlos entre abrir en un canto: versos antiguos, melodía de salmos con que mi madre alumbraba mis noches de niña, palabras que se perdían en el tiempo y lo atravesaban
hasta resonar en mí bajo el cielo de Galilea. Voz de madre tienen para mí los salmos, voz de mujer: sabían vencer la oscuridad y acunar el sueño. Hacían a Dios más cercano y dulce, compañero de soledad. Porque cada mujer está sola cuando arriba de su casa caen las tinieblas. Entonces, desde el silencio de la noche y del alma, prorrumpe, como manantial, un canto de madre: y hasta Dios se sienta en la esquina de un cuarto en penumbra para escucharlo. Fue desde el jardín secreto que llamamos memoria que afloró el canto: y llegó casi solo a los labios,que desde mi regazo lo elevaron al cielo, hacia aquel Dios que había detenido en mí su mirada. Algo en mí sabía que sus ojos miraban más allá, e invitaban los míos a hacer lo mismo. Posando su mano encima mio, quiso brindarle un refugio a los oprimidos; con esta misma mano habría derrumbado a los potentes de sus tronos, habría quitado la soberbia de sus corazones. Venía a anunciarme que yo iba a parir un hijo que iba a ser suyo antes que mío, un hombre que frente a los violentos y a su arrogancia no se iba a callar: un hijo del hombre que de nuestro Dios iba a mostrar el rostro. En el corazón de este hijo la palabra de Dios iba a penetrar con voz de madre, a través de aquellos salmos con que yo ya soñaba de acunar sus noches y las mías. No se cómo, por un instante, olvidé tener un nombre, aquel nombre que, en realidad, nos marca a todos, y, como un destino tatuado en el viento que lo trae hacia nuestros oídos, no podemos huir. Miriam, me había olvidado, es nombre hermanado con amargura: y aquel mismo Dios que llenó mi alma y mi vientre de una alegría desconocida, vino a quitármela, a recordarme mi nombre. ¿Dónde está tu misericordia, aquella de que tanto habían hablado mis ancestros? ¿Dónde, mi Dios, si este hijo que me donaste como el regalo más dulce,después dejaste que me lo quitaran? ¡Y con qué violencia! Aquellos mismos poderosos que habías prometido humillar, te han humillado a ti. Han agarrado a este hijo mío, a este hijo que decías ser tuyo, y lo han destrozado, destrozando, junto con él, mi alma y mis ojos, derritiéndolos en llanto. Un Dios vencido, eres: y de nosotros, junto contigo, se burlan. Así como se burlaron de este hijo nuestro, tuyo y mío, de este hombre que primero fue mi niño y de cuyo corazón Tú, imprudentemente, alejaste cada clase de temor y de cordura. Lo mataron, Padre mío, lo mataron: y quién, así como yo, quiso confiar en ti,está como yo aniquilado por el fracaso y postrado por la tristeza. Una tristeza amarga, como el nombre que llevo. Con paso de mujer, con la misma delicadeza que tenía mi madre en tocar a la puerta de mi alma cuando yo lacerraba para dejar afuera el mundo, así Tú, Dios, viniste a la entrada de mi corazón. Y a pesar de que no quise dejarte pasar, te quedaste pacientemente y en silencio a esperar. Fue cuando decidí salir de la soledad de mi desconsuelo que te encontré ahí, en la vereda olvidada de mi misma. Te invité entonces a sentarte en la misma esquina del cuarto y del alma donde, a mi lado, Tú escuchabas la voz de mi madre entretejerte un canto. Y fue en ese entonces que volví a percibir tu voz: «Miriam, Miriam: tú guardas en el regazo de tu nombre una amargura que es la mía también. Yo, un Dios que sus mismas criaturas reniegan. En ti, amiga mía, busqué consuelo y junto contigo conocí el dolor. Pero este hijo tuyo que anunció a los pobres la cercanía de mi Reino, este hijo mío debía, de los pobres, compartir el destino. En el idioma con que tu madre quebraba la oscuridad haciendo de la oración un canto, en esta lengua antigua con que Israel, desde siglos, me ha cantado el amor junto con aquel dolor que siempre lo acompaña, en la lengua de tus padres pobre se dice ‘ani. Pero ‘ani, cambiando apenas un acento, una aspiración, en este idioma que nos une en amor a tu pueblo y a mí, ‘ani soy también Yo: porque Yo estoy ahí donde está el pobre, ahí donde sus vivencias y sus dolores piden a gritos un sentido. Ahí donde estánlos pobres, ahí mismo estoy Yo: ellos son mi único templo. Así como fuiste mi templo tú, Miriam, madre de quien vino al mundo para ser esperanza de los últimos. Lo mataron, esto es verdad: pero la esperanza que él anunció, ella sigue viva en aquellos que a su palabra querrán prestar la voz y la vida» Así me habló el Padre mío. Y en estas palabras que el corazón escuchó sin oírlas, el Dios de Israel, en secreto, así como un día me lo había donado, me devolvió a mi hijo (Laprida – Bahía Blanca, Navidad 2014)
Llegó el cartero de caj
TERMINANDO EL AÑO En este informe les queremos contar que el sábado 15 de Noviembre pudimos tener nuestro cuarto y último encuentro del año en Paraná. Por cuestiones laborales, sólo pudimos reunirnos Enrique, Eliana y Paula. Estuvimos reunidos durante el día, usando el tiempo para organizar algunos temas que teníamos pendientes, y que son más fáciles de tratar en el encuentro cara a cara. Planificamos que temas van a estar en nuestra próxima Asamblea Rioplatense, además de estar viendo algo de números para la misma. Analizamos el sistema de cuotas que se ha estado implementando durante este año, la colecta que se realizó mediante la venta de llaveros y las ventajas y desventajas de la implementación de cada uno. También hicimos el informe de la actividad de CAJ para el próximo sínodo. En la noche compartimos un agradable momento con los chicos del grupo de jóvenes de Paraná, organizadores del Rioplatense 2015. Basándonos en la lectura de 1 Corintios 1: 4-9 comenzamos por agradecerles por esta tarea, que requiere un gran compromiso y predisposición a su vez escuchamos sobre sus sentimientos y percepciones de la organización del mismo. También charlamos sobre algunos detalles sobre el campamento, como ser los tiempos, que cosas se necesitan, fijar la cuota y el período para la y demás cosas que comprenden a la realización del mismo. Nos sentimos muy contentos de haber realizado esta reunión y de pasar un fin de semana lleno de encuentros, charlas y muy lindos momentos. Damos gracias al Dios de la vida por permitirnos este tiempo de trabajo