Vida de la Iglesia Evangélica Valdense de Montevideo y Libertad
“Quien tenga sed, venga y beba gratuitamente del agua de la vida”
ABRIL 2016 AÑO LIII N° 483
Apocalipsis 22,17
UN HOMBRE JOVEN Y RICO HABLA CON JESUS (Mateo 1 9:1 6-29; Marcos 1 0,1 7-31 ; Lucas 1 8,1 8-30)
este pasaje en los tres evangelios L eyendo podemos encontrar distintos momentos a
saber:
Diálogo de Jesús con el joven rico. El hombre era joven según el evangelio de Mateo y se arrodilló frente a Jesús (actitud de humildad, reconocimiento) Lo llamó maestro bueno. Jesús se detiene en el adjetivo y le aclara: “Bueno hay uno solo y ese es el Padre”. Luego tenemos la pregunta: ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús les enumera algunos mandamientos, el joven responde que los cumple y pregunta si le falta algo, a lo que Jesús lo mira con cariño y le dice que hay algo que le falta hacer, que tienen una carga que no le permite alcanzar la vida eterna que tanto anhela, que no le permite ser perfecto es decir que no le permite alcanzar el pleno cumplimiento de la voluntad de Dios. Esa carga era la gran riqueza material, desmedida que el joven poseía. Entonces Jesús le dice: “anda vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, así tendrás riqueza
en el cielo y luego sígueme. Pero… la historia nos cuenta que el joven se va afligido y triste, con su carga de riqueza, sin renunciar a ella. Conversación de Jesús con los discípulos. Jesús se dirige a los discípulos, que escucharon la conversación y pronuncia las palabras tan conocidas: “¡Qué difícil va a ser para los ricos entrar en el Reino de los Cielos! Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja”. Pienso que Jesús nos quiere decir que si no renunciamos a las cargas humanas que atesoramos en nuestro corazón, como valiosas, ya sean materiales o sentimentales, se nos hará muy difícil llevar una vida cristiana verdadera y comprometida. La justificación de Pedro. Luego tenemos la intervención de Pedro, quien en nombre de los otros discípulos, dice: “Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido”. Aquí Pedro solo se refería a todo lo material, lo que se veía, todo lo que era tangible. A todo lo que el joven rico no quiso renunciar. Afirmaciones y promesas de Jesús. Entonces Jesús, tratando de que Pedro y los discípulos lo entendieran, les asegura, les promete, diciéndoles: “Les aseguro que cualquier que por mi causa haya dejado todo para aceptar el Evangelio, recibirá en esta vida cien veces
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