Segundo domingo después de Pentecostés

Page 1

SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS I. APERTURA Preludio Saludo: “Ustedes son como un edificio levantado sobre los fundamentos que son los apóstoles y los profetas, y Jesucristo mismo es la piedra principal. En Cristo, todo el edificio va levantándose en todas y cada una de sus partes, hasta llegar a ser, en el Señor, un templo santo. En él también ustedes se unen todos entre sí para llegar a ser un templo en el cual Dios vive por medio de su Espíritu. (Efesios 2:20-22) Dios nos ha hecho miembros de su familia, ha hecho de nosotros la casa en la que Jesucristo es la piedra angular; él viene para estar con nosotros por medio de su Espíritu. Amén. Canto Salmo 8: 1-6, 9. Oración: Nuestro creador, te agradecemos porque nos encomendaste la custodia de la obra de tus manos y el privilegio de trabajar en ella. Miramos maravillados tu creación, temerosos por nuestra incapacidad de adecuarnos a ella, pero al mismo tiempo, agradecidos por tu confianza. Tú nos concedes la gracia de tu presencia, también en esta casa que no puede contenerte, pero en la que encontramos hermanas y hermanos que con nosotros comparten ansias y esperanzas, sufrimientos y alegrías, soledad y deseo de escuchar una palabra nueva, palabra de estímulo y consuelo. Te pedimos que establezcas un lugar en el que nos recibas y donde nos recibimos recíprocamente; un lugar en el que nos hables mediante el testimonio de los profetas y los apóstoles; un lugar donde confesemos juntos nuestra fe. Porque tú nos concedes tu presencia, Señor, venir a esta casa nos llena de alegría. ¡Qué magnífico es tu nombre en toda la tierra! Amén. Canto Confesión de pecado: Escuchamos el mandamiento del Señor: Juan 15: 16-17. “Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Esto, pues, es lo que les mando: Que se amen unos a otros. Confesemos nuestro pecado, primeramente en silencio. Oración: Señor, tú quieres que el lugar en que nos reunimos, así como la Iglesia que has construido sobre el fundamento de Jesucristo, no sea una fortaleza para custodiar un bien exclusivo, sino una casa abierta a quienes tienen necesidad de ayuda, a quienes oyen tu llamado y desean responder. Confesamos la tentación de encerrarnos en estas paredes para defender nuestra tranquilidad. Enséñanos a hacer de esta tu casa, un lugar de acogida y de oración para todos los pueblos porque en ella tú tienes un lugar y un nombre para todos. Nos elegiste para que salgamos de nuestras seguridades humanas y llevemos para los demás, el fruto que nos permitiste gustar. Prepáranos para la proclamación de la salvación en Cristo, para el testimonio de tu reino que viene. Tú nos ordenas amar, ayúdanos a responder con conciencia a ese mandamiento a fin de que su cumplimiento sea para nosotros, una necesidad real y la motivación fundamental de nuestra vida. Señor, Dios de misericordia, escúchanos y perdónanos. Amén. Canto


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.