Décimo primer domingo después de Pentecostés

11º DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS I. APERTURA Preludio Saludo: Bienvenidos hermanas y hermanos; bienvenidos a este momento de culto con el que queremos expresar ante Dios, nuestra alabanza y nuestros pedidos; nuestros cantos y nuestras oraciones. Y es Dios mismo que nos invita y nos da la bienvenida; es Dios mismo que está presente en medio nuestro para que podamos celebrar en Espíritu y en verdad. Amén.

Canto Salmo 33: 12,18-22.

Oración: Señor, estamos reunidos para celebrar tu nombre y para alegrarnos en tus promesas. En ti está la plenitud de la vida; en ti hay sostén y protección; en ti podemos crecer y fortalecernos para llevar con alegría, tus buenas noticias a todos los seres humanos. A ti cantamos nuestra alabanza. Amén.

Canto Confesión de pecado: Lectura de Lucas 10: 30-33.

Jesús entonces le contestó: —Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. 31Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero al verlo, dio un rodeo y siguió adelante.

32 También un levita llegó a aquel lugar, y cuando lo vio, dio un rodeo y siguió adelante.

33 Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión.

Confesión en silencio Oración: Señor bondadoso, ponemos ante ti el peso de nuestra culpa: Por todas las veces que hemos encontrado en nuestro camino, el sufrimiento de nuestro prójimo y pasamos de largo; por todas las veces que nos hemos sentido incapaces de ayudar, pasando del lado opuesto; por todas las veces que hemos encontrado alguna excusa argumentando que no era el momento justo para ofrecer nuestra ayuda, recurriendo así a justificaciones para pasar de lado; por todas las veces de haber argumentado que otros podían ayudar mejor que nosotros y que era necesario dejarles el espacio y así también hemos pasado del lado opuesto.

El lado opuesto en el que nos sentimos seguros, pero en el que finalmente quedamos solos, porque nuestro prójimo está de este lado del camino y porque tú, Señor estás junto al que sufre, junto a los abandonados y es desde ese lugar que nos llamas y nos invitas a confiar en ti, a confiar en las fuerzas que sólo tú nos puedes dar.

Perdona Señor nuestra falta de confianza, nuestra fe que vacila y sigue llamándonos desde el lado del camino en que encontramos al prójimo.

Amén.

Canto Anuncio del perdón: Recibamos con fe y con alegría, el anuncio que nos llega de la Escritura: “Esto es muy cierto, y todos deben creerlo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.” I Timoteo 1: 15.

Habiendo reconocido el peso de nuestra culpa, permitamos que Jesús nos contenga en su amor que supera nuestras faltas y nuestros errores. Nos gozamos entonces en la renovada certeza de la misericordia de Dios.

Canto Confesión de fe II. LITURGIA DE LA PALABRA Oración. Nos disponemos a escuchar la Palabra con un momento de oración: Señor, queremos hacer silencio ante ti, para encontrar en la audición y meditación de tu Palabra, una luz para nuestro camino. Somos esclavos de miles de empeños en nuestras tareas, esclavos de nuestros convencionalismos sociales y de nuestras ambiciones. Pero queremos ser capaces de reconocer quien es el verdadero dueño de nuestras vidas; queremos escuchar tu Palabra para recibir de ella, una guía segura. Por lo tanto, ayúdanos a escuchar con atención y que tu mensaje produzca en nosotros un cambio y fructífero.

Amén.

Lectura bíblica (Indicación de los textos) Predicación Canto III. CENA DEL SEÑOR Liturgia de la Cena Ofrenda Oración: Señor que nos diste todo en Cristo, recibe nuestras ofrendas y ayúdanos a servirte fielmente. Amén.

IV. LITURGIA DEL ENVÍO Anuncios Intercesión Tenemos un momento de silencio para que cada uno presente ante Dios, los nombres por quienes queremos interceder; las situaciones de crisis y de sufrimientos por las que pedimos la intervención de Dios. Oramos en silencio, conscientes de que es un silencio hecho de nombres y de situaciones que expresamos. Un silencio que Dios escucha y recibe.

Luego del silencio: Quien desea compartir su oración con la comunidad, siéntase libre de hacerlo.

Oración: Señor, tú que ves y lees nuestros pensamientos, haz que tus acciones se revelen poderosas en nuestras vidas y en las de quienes hemos intercedido. Que tu luz de esperanza brille sobre la vida de todos; que cada uno de nosotros viva en la serenidad que se fundamenta en tu amor. Te pedimos que obres en este mundo para que se cumpla plenamente tu voluntad y tu libertad. En el nombre de Jesucristo que nos enseñó a decirte: Padre nuestro…

Canto Bendición: Vayamos en paz, hijas e hijos de Dios, firmes en la certeza de que Dios nos envía y que él mismo camina delante de nosotros. Vayamos a compartir con otros, el gozo y el poder que nos viene de la promesa de amor que hemos recibido de Dios. Amén.