FIESTA DE LA REFORMA I. APERTURA Preludio Saludo: La gracia y la paz nos vienen de parte de Dios, nuestro Creador, que nos ama y nos recibe; de Jesucristo, que nos da la salvación; y del Espíritu Santo que nos hace vivir en libertad. Amén. Canto Salmo 46:1-5. Oración: Dios nuestro, te damos gracias porque nos has dado la libertad de creer en ti y la alegría de amarte. Te alabamos por la gracia que se ha hecho realidad para nosotros en Cristo Jesús y por el don de tu Espíritu Santo, que consagra a ti nuestra vida. Tú nos llamas, Señor, a ser en nuestro mundo, centinelas en espera de tu reino. Nos pides ser testigos de tu justicia victoriosa. Nos llamas a ser hijas e hijos tuyos, cuya vida no puede sino renovarse continuamente en la escucha de tu palabra. Danos a todos disposición para andar con gozo en tu voluntad sirviéndonos los unos a los otros. En Cristo, nuestro Señor, Amén Canto Confesión de pecado: Pedro y los demás apóstoles contestaron: —Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres. Hechos 5:29 y Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud. Gálatas 5:1. Hermanos y hermanas, estas palabras nos invitan a reflexionar sobre el don de la libertad y el uso que de ella hacemos. No siempre hemos sabido vivir como personas que han sido liberadas por Cristo. Reconozcámoslo delante del Señor y hagamos, ante todo en silencio, sincera confesión de nuestro pecado. Confesión silenciosa Oración: Señor y Padre nuestro, en esta jornada en la que recordamos el don de la libertad en Cristo, te confesamos que muchas veces hemos utilizado este don no para crecer en la comunión fraterna, no para hacer conocer la fe evangélica, sino para exaltar nuestra presunta superioridad y para defender nuestra tranquilidad. Hemos exaltado el sacerdocio universal de todos los creyentes, pero no hemos buscado las formas para vivir concretamente nuestro servicio a los demás. Hemos hablado de igualdad, pero no hemos sabido aceptar el consejo y la corrección de parte de los hermanos y las hermanas de la comunidad. Hemos combatido la idea de las jerarquías, pero hemos descuidado participar de nuestras asambleas, y no nos hemos comprometido suficientemente en la búsqueda común de tu voluntad y en la común obediencia a tus mandatos. Señor, perdónanos. Enséñanos a vivir los frutos de tu Espíritu, de modo que nos sea posible dar testimonio de tu justicia y de tu verdad en espera de tu reino. Por Cristo, nuestro Salvador, Amén. Canto Anuncio del perdón: Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios. 9 No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada; 10 pues es Dios quien nos ha hecho; él nos ha creado en Cristo Jesús para que hagamos buenas obras, siguiendo el camino que él nos había preparado de antemano. Efesios 2:8-10. Este anuncio de la gracia sobreabundante de Dios es para todos vosotros que buscáis en Cristo la salvación. En él se renueva vuestra vida. Amén. Canto