
Celebrating 35 Years:
Defying Boundaries, Redefining Possibilities









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Celebrating 35 Years:
Defying Boundaries, Redefining Possibilities









Por el Dr. Joseph Mikhael
Director médico de la IMF
Cada año, la comunidad internacional del mieloma se reúne durante cuatro días para analizar los últimos avances en el ámbito del mieloma y facilitar el debate entre expertos de todo el mundo. Con más de 3000 asistentes de más de 70 países, la actividad en la reunión anual de la International Myeloma Society (IMS, Sociedad Internacional del mieloma) de 2025 fue sumamente intensa y productiva. Estos son algunos temas destacados para la investigación y el debate.
El mieloma múltiple quiescente (MMQ) sigue siendo un tema muy candente, al tratarse de una enfermedad que seguimos tratando de definir con mayor precisión. También estamos trabajando para determinar cuál es el momento óptimo para administrar el tratamiento y estudiando cuál puede ser el más adecuado. Se presentó un resumen muy interesante que recogía los resultados preliminares del uso del nuevo anticuerpo biespecífico linvoseltamab (Lynozyfic™) como monoterapia para pacientes con mieloma quiescente de alto riesgo. La tasa de respuesta en el grupo de 20 pacientes del estudio fue del 100 %, y hubo aparentemente menos efectos secundarios que al administrar los anticuerpos biespecíficos en momentos posteriores de la evolución de la enfermedad.
Se han logrado avances significativos en el tratamiento de primera línea, es decir, el tratamiento inicial que se administra a un paciente, con la introducción de la terapia cuádruple (cuatro fármacos) para la mayoría de los pacientes. Existen diversos ensayos clínicos en curso que tratan de responder a la pregunta: «¿Podemos mejorar en este aspecto?». En el ensayo clínico MajesTEC-5 se está estudiando el uso del anticuerpo biespecífico teclistamab (Tecvayli®) en el tratamiento de primera línea antes de un autotrasplante de células madre (ATCM) en varias combinaciones, añadiéndolo a daratumumab (Darzalex®), bortezomib (Velcade®), lenalidomida (Revlimid®) y dexametasona [DVRd]. Es demasiado pronto para sacar conclusiones detalladas, pero la tasa de respuesta fue del 100 % y fue posible extraer las células madre de los pacientes en preparación para el ATCM. Sin embargo, hubo altas tasas de infección, lo que subraya la importancia de reducir los riesgos de infección en pacientes tratados con anticuerpos biespecíficos.

En otro ensayo clínico se evaluó la iberdomida, un nuevo fármaco que forma parte de un nuevo tipo de fármacos conocidos como moduladores de la ligasa E3 de Cereblon (CELMoD), que aún no ha sido aprobado por la Federal Drug Administration (FDA), la Administración Federal de Medicamentos de los Estados Unidos, para tratar el mieloma, si bien se está estudiando ampliamente en ensayos clínicos, principalmente para el mieloma múltiple recidivante o resistente (MMRR). Este ensayo consistió en la combinación de iberdomida + daratumumab + dexametasona en pacientes que no iban a recibir un ATCM. Esta politerapia de alta potencia obtuvo una tasa de respuesta del 95 %. Asimismo, más del 50 % de los pacientes del estudio lograron un resultado negativo de enfermedad mínima residual (EMR). Esto puede significar una mayor actividad y tolerabilidad de la iberdomida en el mieloma.
Se están desarrollando estudios sobre cómo tratar de forma óptima a los pacientes que padecen mieloma múltiple de alto riesgo (MMAR). La nueva clasificación del MMAR del International Myeloma Working Group (IMWG, Grupo Internacional de Trabajo sobre el Mieloma) de la IMF y la IMS debería facilitar la realización de más estudios para ayudar a identificar tratamientos más eficaces.
Un estudio importante presentado en la IMS fue el ensayo clínico GMMG-CONCEPT de Alemania, que investigó el tratamiento a largo plazo con la combinación cuádruple de isatuximab (Sarclisa®), carfilzomib (Kyprolis®), lenalidomida y dexametasona [Isa-KRd] en pacientes aptos para someterse a un ATCM (aptos para trasplante) y no aptos para ATCM (no aptos para trasplante), con diagnóstico reciente de mieloma múltiple (DRMM) y MMAR, para los cuales los ensayos clínicos prospectivos son limitados, con el objetivo de lograr un resultado negativo a EMR. Alrededor del 20 % de los pacientes con DRMM presentan enfermedad de alto riesgo, y los pacientes con MMAR tienden a recaer rápidamente tras lograr la remisión.
En la edición de verano de 2025 de Myeloma Today, analicé cómo la politerapia prolongada parecía mejorar los resultados en pacientes con MMAR. En la IMS se presentaron datos actualizados sobre los diferentes subgrupos de pacientes con MMAR. Tener más de una anomalía citogenética (AC), especialmente si una de ellas es la deleción del cromosoma 17p, hace presagiar una duración de la remisión más breve si cabe. Este concepto de


«doble impacto» o MM de riesgo ultraalto identifica a un grupo de pacientes que realmente requieren un enfoque de tratamiento novedoso.
En la IMS, recibimos información sobre cómo definir la enfermedad de «alto riesgo funcional», cuando los pacientes recaen en los 18 meses posteriores al inicio del tratamiento de primera línea. Aunque muchos de estos pacientes no presentan los marcadores habituales del MMAR, es necesario tratarlos como de alto riesgo, ya que la recaída temprana implica una enfermedad más agresiva.
En la actualidad, uno de los debates más importantes entre los médicos especialistas en el mieloma se centra en la optimización de los nuevos enfoques de los tratamientos con linfocitos T-CAR y los anticuerpos biespecíficos. A medida que se comercializan nuevas terapias al mercado, tratamos de determinar la mejor manera de secuenciarlas. Dos aspectos de interés abordados en la IMS fueron la función de los linfocitos T y las dianas en las células del mieloma. Tanto los tratamientos con linfocitos T-CAR como los anticuerpos biespecíficos dependen del funcionamiento de los linfocitos T. Ahora bien, carecemos de formas sencillas de evaluar la «salud» de los linfocitos T y cómo se ven afectados por la enfermedad y por otros tratamientos.

(de izquierda a derecha) Dra. Lisa Leypoldt (investigadora, ensayo clínico CONCEPT), Martine Elias (directora ejecutiva, Myeloma Canada), Dr. Peter Voorhees (Atrium Health, Carolina del Norte), Dr. Paul Richardson (Jerome Lipper Multiple Myeloma Center, Dana-Farber Cancer Institute), Dr. Joseph Mikhael (director médico, International Myeloma Foundation)
También sabemos que las inmunoterapias dependen de las dianas a las que se adhieren en la célula del mieloma, principalmente BCMA y GPRC5D. Se han llevado a cabo ensayos para probar la presencia de estas dianas tras administrar estos tratamientos, que pueden orientarnos a la hora de elegir el próximo tratamiento. Por ejemplo, si progresa la enfermedad de una persona que recibe tratamiento con linfocitos T-CAR dirigida a BCMA, podemos realizar pruebas para estudiar el mieloma en cuanto a la expresión de BCMA para determinar si es probable o poco probable que funcione otro tratamiento contra BCMA. Realizar estas pruebas en tiempo real podría ayudar con las decisiones de tratamiento. De hecho, este campo se está inclinando claramente en esta dirección antes de establecer tratamientos para optimizar su uso. ¿Tratamiento de transición o no?
El tratamiento de transición es aquel que se administra a los pacientes tras la extracción de los linfocitos T para el tratamiento con linfocitos T-CAR y antes de reinfundirlos. Es importante por muchos motivos. Cuando la enfermedad de un paciente se encuentra bien controlada, es menos probable que presente algún efecto secundario a corto plazo, como síndrome de liberación de citocinas (SLC) y neurotoxicidad. Además, los pacientes presentarán una mejor respuesta al tratamiento. Por último, un tratamiento de transición eficaz parece reducir el riesgo de neurotoxicidades a largo plazo, como el parkinsonismo. Cabe esperar un mayor énfasis en los tratamientos de transición a medida que vayamos utilizando más el tratamiento con linfocitos T-CAR.
Es emocionante ver aparecer nuevos tratamientos en la investigación del mieloma, un ámbito en constante cambio. ¡Y hay más en camino! Los tratamientos con anticuerpos triespecíficos son fármacos que se adhieren a DOS dianas en la célula del mieloma para mejorar su afinidad con el mieloma cuando hacen intervenir los linfocitos T para destruir estas células del mieloma. Un estudio fascinante evaluó la administración de DOS productos de linfocitos T-CAR distintos, uno dirigido a BCMA y otro a GPRC5D. Aunque aún es muy pronto para cuantificar su impacto, este estudio mostró que es factible y puede permitir una respuesta aún más intensa, al poder capturar aún más células del mieloma. Por último, se presentó un protocolo con cevostamab, un anticuerpo biespecífico con una diana totalmente nueva llamada FcRH5, inmediatamente después del tratamiento con linfocitos T-CAR, en un esfuerzo por lograr una intensa respuesta con T-CAR y luego mantenerla a largo plazo con un anticuerpo biespecífico con una diana distinta. Las pruebas de EMR se utilizarán para orientar la interrupción del tratamiento con cevostamab.
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