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El regreso de la cautividad
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E L R E G R E S O D E LA CAUTIVIDAD
En nuestros estudios podemos hacer gran uso de la hermenéutica, con la cual descubrimos los tesoros escritos en la palabra de Dios dando luz a pasajes obscuros, mostrando su verdadero significado.
Por Esaú Sánchez
Al adentrarse en la lectura del Salmo 126 se descubre que los cautivos tienen la capacidad de soñar y que en algún momento de la vida esos sueños pueden perderse por diferentes situaciones que encarcelan el alma, olvidando esos sueños que algún día se tuvieron. Sin embargo, el proceso de libertad, traerá un despertar en nuestra vida que nos permitirá alcanzar los sueños olvidados, alabando el nombre de nuestro Dios.
Aunque no se pueda entender con la mente natural el proceso de restauración, la mente espiritual sabrá que la mano sobrenatural de Dios le ha restaurado permitiendo al creyente ver su recompensa en este mundo con plena consciencia que a pesar de tener tiempos de llanto siempre vendrán las bendiciones de Dios.
No siempre habrá llanto, también habrá alegría y aunque la cautividad haya sido por desobediencia, descansamos en el propósito de Dios, ya que ese proceso trae crecimiento en las personas arrepentidas. El tema “el regreso de la cautividad” va dirigido a todo ser humano que en algún momento de su vida se siente cautivo y está en el proceso de esperar su nueva libertad en Cristo Jesús.
Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza; entonces dirán entre las naciones: grande cosas ha hecho Jehová con éstos. Grande cosa ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres. Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, como los arroyos del Neguev. Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Salmos 126
La gratitud y las emociones que invadían a los que regresaban del cautiverio. El Salmo 126 no tiene autor definido pero se muestran los diferentes anhelos que tenían los cautivos cuando regresaban a Sion, la cautividad había sido provocada por la desobediencia de no dejar descansar la tierra cada 7 años como como dice Levítico 25:4 “Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña”.
En este mandato no era que ellos no cosecharían pero que la provisión en su totalidad dependería de Dios y la confianza en el amor a su pueblo. Lamentablemente el pueblo no confió y por eso se dio la cautividad. También nos muestra que siendo un Dios justo y a pesar de castigar la desobediencia, siempre su misericordia será mucho más grande para poder restaurar las cosas como está escrito en el libro de Job 5:18 “Porque Él es quien hace la llaga, y Él la vendará; Él hiere, y sus manos curan”.
El proceso de cautividad lleva como objetivo cambiar el corazón del pueblo, Jeremías 24:6 dice: “Porque
pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra, y los edificaré, y no los destruiré;
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los plantaré y no los arrancaré”.
Queda así demostrado, que todo proceso que pueda ocurrir en la vida del hombre será permitido para su bien, Romanos 8:28 lo reafirma: “Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a
su propósito son llamados”. Nada escapa a su soberana voluntad. Una de las cosas que puede inferirse del texto, es que todos nacemos con la capacidad de soñar pero que la cautividad de nuestra vida puede poner un tope o cortar esta capacidad hasta que llegue la libertad deseada a través del conocimiento de la verdad, como dice Juan 8:32: “y conoceréis la verdad, y
la verdad os hará libres”.
Es interesante observar que no es el conocer la verdad sino estar consciente que es ella la que nos librará de toda cautividad. Otra cosa que notamos es que en el momento que nosotros encontramos su gozo, lo que brota de nuestra boca es alabanza para con Él como dice
Santiago 5:13: “¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre?
Cante alabanzas”. Cualquier victoria que el cristiano llegue a obtener en su vida será para testimonio de nuestro Dios. Un dato curioso en este texto es que el autor pide volver como los arroyos del Neguev el cual geográficamente es un desierto y que la manera en la que las aguas vuelven al desierto del Neguev es totalmente soberana de parte de Dios, debido a que tiene que darse una diversidad de elementos naturales para hacer volver los arroyos, un ejemplo es que sople un viento recio en el desierto. Es interesante que estos milagros siempre tengan lugar en el desierto, lugar poco amigable como dice
Isaías 43:19: “He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”.
Encontramos también el estatuto inquebrantable de la ley en lo referente a la cosecha, como dice
Génesis 8:22: “Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche”.
Nos muestra la actitud que el ser humano tiene para con la siembra y el sacrificio que esto implica, recompensado con el sentimiento de regocijo que este tendrá cuando mire su cosecha, así será el sentimiento de gozo al regreso de la cautividad. Ahora bien, después de analizar este texto del Salmo 126 se pueden considerar algunos aspectos teológicos.
1. Nos percatamos de que todas las cosas caen en un diseño divino sin importar cuál es la situación, siempre habrá una lección. 2. Al ver que ellos eran cautivos no fue porque Dios tenía ese propósito para su pueblo, sino fue resultado de desobediencia de ellos. Eso no impidió que el propósito de Dios se cumpliera. 3. No importando nuestra situación, Dios siempre tendrá una manera de

hacernos llegar la alegría y el júbilo si nos dejamos dirigir por Él. 4. Todo lo que el hombre sembrare eso también cosechará, por ser una ley natural y espiritual establecida desde el inicio, encontramos que la situación de la siembra podrá ser dura pero su recompensa será de alegría y jubilo para nosotros siempre que confiemos en Dios.
En el caso del salmo 126 me parece formidable su manera de hacer ver las cosas. Hay veces que por la misma desobediencia, tenemos consecuencias que no queremos lidiar con ellas, pero a pesar que nuestra situación pueda ser caótica, si nos arrepentimos y confiamos en Dios, encontraremos una salida a los problemas.
En un momento justo vendrá el alivio de parte de Nuestro Señor pudiendo salir de la cautividad que nos ha sido presentada por la vida y entonces vendrá nuestro alivio y pronto socorro.
Nuestra reacción será nuestro cántico para con Él, y aunque desconocemos tantas cosas, aunque no sepamos ¿qué?, ¿cómo? y ¿cuándo? si sabemos quién nos ayudará a salir adelante tan solo confiando y esperando pacientemente. Debes estar preparado para las temporadas que la vida nos ofrecerá, algunas serán de llanto pero al final traerán alegría, regresando de nuestra cautividad al lugar que Dios nos ha dado para su honra.
