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LOS ALTIBAJOS DE LA DEUDA

Un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) estima que el valor nominal de la deuda mundial disminuyó en unos 4 billones de dólares, lo que la sitúa ligeramente por debajo del nivel de los 300 billones de dólares alcanzado en 2021. El repunte post-pandémico del crecimiento mundial y la inflación el año pasado significó que la cantidad de deuda que circula por la economía mundial experimentó su primera caída anual en términos de dólares desde 2015.

Con el aumento de los costos de endeudamiento, en particular para los mercados emergentes, la reducción fue impulsada en su totalidad por los mercados maduros más ricos. Por el contrario, la deuda de los países en vías de desarrollo alcanzó un nuevo récord de 98 billones de dólares, siendo Rusia, Singapur, India, México y Vietnam los países que registraron los mayores aumentos.

"La carga de la deuda pública externa de muchos países en desarrollo empeoró debido a las fuertes pérdidas de las monedas locales en 2022 frente al dólar": IIF.

Según un informe de Debt Justice, los pagos de la deuda externa promediarán más del 16% de los ingresos gubernamentales de los países más pobres del mundo este año, el nivel más alto desde 1998. La cifra aumentará al 16,7% el próximo año, un incremento de más del 150% desde 2011.

El debilitamiento de las perspectivas de crecimiento y el endurecimiento de la política monetaria exigen prudencia a la hora de gestionar la deuda y ejecutar la política fiscal.

El Fondo Monetario Internacional explica tres de los principales factores de la variación excepcionalmente amplia de la deuda tanto pública como privada en todo el mundo:

Grandes fluctuaciones del crecimiento económico. La recesión económica al inicio de la pandemia contribuyó a reducir de forma pronunciada el PIB, lo cual se tradujo en un fuerte incremento de las relaciones deuda/PIB en 2020

A medida que las economías fueron dejando atrás lo peor de la pandemia, el fuerte repunte del PIB ayudó a reducir los coeficientes de endeudamiento en 2021

Una inflación elevada y más volátil. Las tasas de inflación registraron un fuerte descenso durante el primer año de la pandemia Esta tendencia se revirtió en 2021 por el fuerte aumento de los precios en muchos países. A lo largo de 2020 y 2021, la actividad económica y la inflación evolucionaron a la par. Estos factores provocaron grandes fluctuaciones del PIB nominal, que repercutieron en las variaciones de los coeficientes de endeudamiento

Efectos de los shocks económicos sobre los presupuestos de gobiernos, empresas y hogares. La volatilidad de las condiciones económicas también incidió considerablemente en la dinámica de la deuda a través de los presupuestos.

En 2020, la deuda y los déficits se incrementaron significativamente debido a la recesión económica y las cuantiosas ayudas proporcionadas a ciudadanos y empresas En 2021, los déficits fiscales disminuyeron, pero se mantuvieron por encima de los niveles previos a la pandemia deuda.

Para el Banco Mundial, estos principios son relevantes y urgentes:

Resolver el desafío de la deuda soberana es esencial para el desarrollo y es de interés colectivo, dado que las resoluciones más rápidas permitirán la inversión y el crecimiento

Financiamiento en condiciones sumamente concesionarias y recursos positivos netos, ya que estos procesos permiten a los países volver a tener una deuda sostenible

Debería existir un proceso más previsible que permita avanzar de manera más rápida hacia la sostenibilidad de la deuda Para satisfacer las necesidades de financiamiento, será importante aplicar normas de transparencia y comparabilidad de tratamiento, incluida una tasa de descuento común