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Los medios de comunicación y la identidad cultural

Al mismo tiempo, desaparecen las limitaciones de tiempo y espacio, las fronteras e incluso la soberanía dejan de ser obstáculos por la legitimidad de la "libre circulación" y el "libre mercado".

Los medios de comunicación y la identidad cultural

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Uno de los cambios que se está produciendo en el contexto de la globalización y relacionado con el desarrollo de los medios de comunicación es el choque de identidades culturales. Vivir en una cultura visual determina en gran medida nuestra comprensión del mundo moderno y, por lo tanto, nuestra propia identidad.

Los medios de comunicación de masas influyen en el proceso de formación de significado. Podemos crear una presencia en los medios o aceptarlos como oyentes.

En el segundo caso obtenemos imágenes, texto e ideas, a veces en forma de propaganda. Al procesar y organizar estas imágenes, textos e ideas, creamos interpretaciones discursivas que eventualmente se vuelven parte de nuestra propia concepción del mundo.

La comunicación como protagonista de la globalización

El primer enfoque para identificar variables comunes entre el periodismo y las relaciones internacionales es analizar las teorías que las preceden. Desde el principio, Brilad (1977), el autor de la teoría de sistemas, argumentó que un sistema es una colección de elementos que interactúan que forman un todo y representan una determinada organización. El estudio se centra en las diversas interacciones entre actores en cualquier tipo de sistema que satisfaga las variables anteriores, en este caso un sistema internacional.

Con esto claro, el método responsable de la interacción o interdependencia entre los actores del sistema serán los medios de comunicación. En otras palabras, la etapa en la que los individuos interactúan para consolidarse en un sistema depende directamente de las relaciones que se desarrollan entre ellos

a través de múltiples canales de comunicación, lo que se conoce como teoría de la comunicación.

A partir de la articulación de estas dos líneas, el ámbito internacional se sustenta en la información disponible sobre otros miembros. Siguiendo este orden de ideas y sobre la base de grandes acontecimientos como guerras y grandes crisis económicas mundiales, en la década de 1950, más precisamente en 1955, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrolló un plan de estudios de comunicación internacional. Durante las décadas de 1960 y 1970, se institucionalizó en los Estados Unidos. Estados Unidos como subcampo de las relaciones internacionales. La conexión entre estos dos campos también se confirma por el hecho de que muchos investigadores de la comunicación internacional, aunque no los únicos, han recibido formación en relaciones internacionales (Mowlana, 1986).

Por otro lado, también se debe enfatizar que existe una tradición de vincular todas las ramas del poder con los medios de comunicación. A estos últimos se les encomienda la responsabilidad y el deber de controlar las actividades, la eficiencia y la transparencia de estos organismos públicos a fin de lograr la formación de garantías democráticas para la sociedad, cualesquiera que sean: cuáles. Así que está claro que, si bien el equilibrio de poder ha cambiado a lo largo de los años, también lo han hecho los medios. El mecanismo de rendición de cuentas ha operado durante mucho tiempo como una especie de control ciudadano, donde la calidad de la democracia se mide por la libertad de prensa de cada país, y por ende la calidad de la información que brinda. Por ejemplo, organismos internacionales como Freedom House son los encargados de desarrollar un ranking que se enfoca en evaluar el nivel de libertad de prensa en cada país, con el objetivo de mejorar gradualmente las habilidades de cada país y, además, servir de guía al resto.

Eventos como la autocensura, el secreto de Estado, cambios en los intereses de ciertas minorías en tiempos de crisis o inestabilidad política, la intervención de entidades de Poder verticalmente desequilibradas, donde existe la posibilidad de desencadenar mecanismos institucionales de sanciones al interior de los países.

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