EDICIÓN GRATUITA A NIVEL LOCAL, NACIONAL E INTERNACIONAL N°809-CHICLAYO, 03 DE MARZO DE 2017-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL
CAMINANDO POR LAS PLAYAS DE MI REGIÓN “El hombre que es ciego a las bellezas de la naturaleza pierde la mitad del placer de la vida. Los ruidos de la noche, la compañía de las bestias y de los pájaros, lo hacen a uno sentirse su camarada dentro de la Hermandad de la Naturaleza”, nos dice Baden Powell Fundador del Movimiento Scout Mundial, hombre que vivió, saboreó y fue feliz, en medio de la naturaleza que Dios ha creado. Pero B.P. nos sigue diciendo…”El estudio de la naturaleza y los animales fortifica la nobleza de sentimientos en el muchacho, y lo induce a vencer esa inclinación hacia la crueldad que muchas personas consideran inherentes a la niñez, pero que yo, de mi parte, no creo tan común como se supone. No hay placer que puede siquiera semejarse a aquél que uno obtiene preparando su propia comida sobre un pequeño fuego de brasas, al final del día, ni perfume como el de ese fuego”. Belleza nocturna, ruidos de las olas marinas, animales, estrellas, luceros, oscuridad, imprevistos, amistad, hermandad, compartir, solidaridad, miedo, temor, angustia, río amenazador, mojaditos, tranquilidad, sueño, cansancio, agotamiento, fue el común denominador de los que han podido vivir y gozar, en carne propia, cuarenta y cuatro insignes aventureros de nuestro glorioso y vivito Grupo Scout Chiclayo 38 “Juan Tomis Stack”, la noche del sábado 25 de febrero, cumpliendo una de nuestras tradicionales actividades de verano, la Caminata Nocturna Playera que, en ésta edición, nos costó realizarlo en nueve horas de caminata, no por nuestra improvisación, tampoco queremos condenar a nadie, fue la misma naturaleza que nos quiso hacer pasar un buen susto, al momento de cruzar el famoso río Reque, pero lo hicimos y aquí estamos para contar su travesía. Para ésta caminata nocturna playera, habíamos decidido que nuestros Lobatos no nos acompañaran, gracias a Dios, sólo lo harían los integrantes de nuestra Tropa Scout Femenina, el Clan de Rovers, los Dirigentes y Padres de Familia. Partimos de la Casa Comunal de la Juventud-Guillermo Baca Aguinaga, a las cinco y treinta de la tarde del sábado 25 de febrero, rumbo a tomar la movilidad que nos trasladaría hasta la Playa de San José, así fue, y a las 06.30 de la tarde, nos encontrábamos en San José dando los últimos toques para iniciar la caminata a las 07.00 de la tarde. Siete de la tarde, nuestro saludo y oración scout, pidiendo al Señor que nos acompañara en ésta nueva travesía y llegar felices a la meta, Puerto Eten. Así fue, nuestras canciones eran las que llenaban nuestro corazón y nos animaban a caminar, a medida que la luz del día nos iba abandonando y la caminata se hacía más amena y placentera. A una hora de haber caminado por la playa, nos hemos detenido para sentir cómo íbamos, tomar un poco de agua y descansar, los resultados, todos felices y contentos, y luego de unos minutos de descanso, los insignes aventureros, avanzaron. Sorpresa inesperada. Eran las nueve de la noche y nos encontrábamos entrando al Distrito de Pimentel, decimos sorpresa porque, años anteriores, nuestra llegada era siempre pasando las diez de la noche. Justo y necesario un buen descanso y saborear nuestro rancho frío, al terminar nuestros alimentos se preguntó quienes podría seguir o volver a casa, en ese instante se acerca una Madre de Familia con sus dos hijos que deseaban regresar y jalaron a cuatro más, total hemos tenido seis bajas, pero en ese instante nos llamaron que estaban viniendo cuatro más y que los esperábamos. Así fue que la espera duró hasta la once de la noche que, recién se pudo dar la partida hasta el Distrito de Santa Rosa, llegando a las doce y media de la madrugada. Al llegar a Santa Rosa lo primero que hicimos fue acercarnos a la Comisaría y preguntar sobre el río Reque, nos informaron que traía poco agua y que se podía pasar sin peligro alguno, pero para mayor seguridad llamaron a la Comisaría de Puerto Eten y les respondieron que no había problema. Con esa seguridad avanzamos, pero al llegar a las orillas del río, hemos visto que su caudal, había aumentado, aún así, con mucho temor y miedo, lo hemos cruzado, uno por uno que nos llevó mucho tiempo. Llegando a nuestro destino a las cuatro y media de la madrugada. EL DIRECTOR