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Consejos para un buen cuidado digestivo Podemos conseguir que nuestro sistema digestivo no sufra.

1 – Comer despacio.

A veces el ansia y las ganas de comer hacen que no seamos conscientes de la cantidad de alimentos que ingerimos en muy poco tiempo. Lo más recomendable es comer sin prisa y masticando muchas veces el alimento para así facilitar el proceso digestivo.

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2 – Alimentarse de manera acorde a la edad y actividad que se realiza. La alimentación debe ser variada, incluyendo gran cantidad de vegetales, como frutas y verduras.

3 – Consumir agua diariamente. El agua, junto con las fibras contenidas en los alimentos vegetales, favorece el tránsito intestinal y la eliminación de los desechos sólidos.

4 – No tomes alimentos que irriten el aparato digestivo. Alimentos muy picantes, alcohol o tabaco.

5 – Ejercicio físico.

Siempre es recomendable ya que mantiene a nuestra salud en buen estado. La mayor parte de la población no se mueve lo suficiente y esto afecta negativamente al cuidado digestivo. El simple hecho de caminar favorece la movilidad intestinal y el movimiento del producto de la digestión, ayudando a su eliminación.

6 – Lávate las manos antes de cocinar o comer para evitar enfermedades del estómago por bacterias. Algunas de las diarreas y dolores de estómago están causadas por una mala higiene de las manos. En unas manos contaminadas hay hasta 4700 tipos diferentes de gérmenes.

Los alimentos que consumimos a diario pueden dividirse en cinco grupos fundamentales: cereales y legumbres; frutas y verduras; lácteos; carnes y huevos; y grasas y azúcares. Una combinación equilibrada de todos ellos -equilibrio que varía según las necesidades de cada persona- ayuda a prevenir o a tratar enfermedades del tracto digestivo, como los GIST y las hepatitis.

En cuanto a los carbohidratos -la principal fuente de energía para el cuerpo-, los especialistas recomiendan frutas, verduras y granos enteros, que proporcionan tanto minerales y vitaminas, como fibras y fitonutrientes. Buenas dosis diarias de agua, por su parte, son vitales para cuidar la salud digestiva: todas las células del cuerpo necesitan agua para funcionar. Además, algunos pacientes pueden necesitar cantidades extra de líquido debido a los vómitos o diarrea que provocan determinados tratamientos oncológicos.

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