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Conformación de Los Masís-Martínez en Rivas, Nicaragua.

LA FAMILIA MASÍS-MARTÍNEZ:

UNA FAMILIA RIVENSE "COSMOPOLITA"

MIGRACIÓN DE LOS MASÍS-MARTÍNEZ

(Relato de Sucesos por : Héctor Masís)

Basado en hechos de la vida real y enriquecido con el valioso aporte de los fieles recuerdos de la por siempre venerada y muy amada Mamita Chú, "La Generala"; esposa y viuda del Gral. Tomás Masís, a quien después de muerto guardara ella luto eterno.

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´´Después de contraer matrimonio “Masís” y “Chú”, a como se llamaban entre ellos mutuamente uno al otro el General Masís y la joven Martínez Barrios, ambos llegarían a procrear juntos los seis hijos que tuvieron, y que en su orden de edad fueron; tres varones (Tomás, Héctor y Edgard) y tres mujeres (Ofelia, Medea y Nelly) todos nacidos y criados en Rivas, Nicaragua.

Tristemente diez años llevaba ya su envidiable feliz matrimonio, cuando la muerte le sobrevino encontrándose aún muy lleno de vida al General Masís, a causa de una afectación coronaria que empezó de pronto a padecer en el mejor momento de su vida, habiendo sido ya nombrado antes como embajador plenipotenciario ante el gobierno de Washington, y dolencia la cual lo mantuvo en cama como por espacio de casi un año entero antes de su desafortunado fallecimiento por paro cardíaco, el que de paso dejó a su esposa y su prole entera con todo listo para el oficial viaje hacia los Estados Unidos de Norte América, en calidad de familia diplomática.

Habiendo, pues, enviudado ella muy joven y, a la vez quedado así también con seis vástagos huérfanos a tan temprana edad, (la mayorcita Ofelia de diez años y Nelly la menor con tan solo dos), al llegar la adolescencia vino a dar en cierto modo un nuevo giro sus vidas con el casamiento del primer hijo; Héctor, al cual conocían en Rivas como al “príncipe”, quien era cuarto en orden de nacimiento y el que después de haber contraído nupcias a los diecinueve años con Carmen Delgado de Matagalpa, -hija única del matrimonio Delgado y educada en París-, se trasladó a vivir con su madre a esa bella ciudad del norte, llevándose ambos consigo incluso, al resto de sus demás hijos y hermanos respectivamente.

Luego ya de establecidos todos ahí y con el devenir del tiempo, fueron comprometiéndose también algunos otros más de entre los seis hermanos, siempre con ciudadanos matagalpinos e igualmente provenientes de familias de las más renombradas de “La Perla Del Septentrión”, como de hecho lo eran los Delgado; familia burguesa de poderosos comerciantes y grandes terratenientes cafetaleros.

Vino, pues, y siguiendo pasos en esta misma dirección de su hermano Héctor, la primogénita hija del General Tomás Masís; Ofelia, casó con el doctor en leyes, escritor y poeta Benjamín Zeledón Jr. (Ramírez); hijo del famoso héroe nacional de la historia de Nicaragua, General Benjamín Zeledón "Padre" (Rodríguez), y finalmente después ya por último para terminar con estas -en ese entonces- tan atípicas uniones, de un sur conservador férreo con un norte liberal recalcitrante, el tercero de los hijos y mayor de los varones que heredó el nombre de su padre; Tomás, contrae matrimonio con Lilliam Fajardo, hija de una bien honorable y apreciada familia, además de muy distinguida y querida maestra de generaciones.

Cabe hacer mención aquí que en todo este contexto familiar, aún desde antes incluso de haber dejado Rivas la familia Masís-Martínez, ya habíase también unido en matrimonio la hija y hermana menor de todos; Nelly, con el señor Carlos (“Chale”) Gómez de la familia de los “Gómez y Sarria” de Granada, que era un ciudadano norteamericano de nacimiento, criado en los Estados Unidos, pero que andaba en ese tiempo como parte de una brigada técnica de trabajo, dentro del programa del gobierno norteamericano que estaba encargado entonces de la construcción del colosal proyecto de la Carretera Panamericana aquí en el país, y al término del cual después de una vez finalizado este, salió la pareja de recién casados con rumbo hacia New York, U.S.A.

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Mi abuela paterna: doña María de Jesús Martínez Barrios, Viuda de Masís,
junto al cuarto de sus hijos y padre mío: don Héctor Luis Masís Martínez.

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Izq. Mi señor padre: Don Héctor Luis Masís Martínez, el más carismático
e ilustre entre sus hermanos. Der. Yo: su hijo, Héctor Luis Masís Benedith.

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Cierto tiempo después de estar residiendo en aquella ciudad de Matagalpa y ya con los primeros cuatro de sus seis hijos, casados, doña Chú Martínez, por circunstancias particulares que obedecían a algunos planes y proyectos de familia, tuvo con su hijo Héctor en quién ella había delegado para ponerlo a cargo de sus bienes, que viajar a la ciudad de San José, Costa Rica, acompañándoles en este viaje la segunda de todos sus hijos, y segunda también de las hijas mujeres; Medea, la cual estando allá conoció al señor Rodrigo Calzada, costarricense de una de las notables familias de esa querida hermana nación, que en ese momento se encontraba fungiendo como consular de su país en la República de Colombia, y con quien una vez ya casada, juntos partieron hacia la misma ciudad de Nueva York en E.E.U.U. donde ya residía su hermana Nelly como lo mencionábamos atrás, esto mientras su hermano Edgard, popularmente llamado en Rivas con el mote de “El Conde”, y quinto o antepenúltimo hijo de todos, lo hacía de igual modo también en la ciudad capital de Managua, con Violeta Cabrera; una de las hijas del sonado empresario nicaragüense de esos tiempos, don Rafael (Payo) Cabrera. Con el paso de los años la señora Ofelia Masís de Zeledón, acabó igualmente por unirse junto con sus dos ya señoritas hijas; Agnes y Ligia, al resto de sus otras dos hermanas Medea Masís de Calzada y Nelly Masís de Gómez en Estados Unidos, en donde se quedaron a vivir todas ellas permanentemente como ciudadanas de ese país hasta echar raíces en suelo norteamericano, casándose de último las dos jóvenes solteras con jóvenes ex marines de guerra condecorados, en el caso de Agnes con Robert (Bob) Webb y en el de Ligia con Paul Lloyd, quedándose así solamente los tres hermanos varones nada más a vivir en Nicaragua, pero ninguno de ellos sí en su natal Rivas, sino que Héctor y Edgard se terminaron estableciendo después de todo en Managua con su madre, y Tomás por su parte continuó viviendo siempre hasta el final de su vida al lado de su esposa e hijos, en el mismo departamento de Matagalpa donde se conocieron, llegando a desempeñar una diputación por el conservatismo en el Congreso Nacional de la República, ya en su etapa adulta.

Abriendo ahora aquí un breve cómo así vital paréntesis, en todo el gran hilado de este entretejido familiar; a Héctor, estando ya más o menos en sus 50 años -tal cual se le pudo apreciar más atrás en fotos anteriores- de una siguiente relación con una muy joven primorosa chica y bien singularmente bonita muchacha, (la que por cierto le hacía bastante honor a su hasta llamativo y poco común nombre de "AltaGracia", nacida en un modesto pero digno hogar, hija de la pareja formada por el señor Felipe Benedith y la señora Candelaria Quiroz, gente de buen nombre y ambos de León «la Ciudad Culta del Gran Poeta Universal Rubén Darío»), como producto de dicha unión, pues, le nacieron a él dos últimos hijos más a saber, que son: Héctor Luis, creador mismo de este artículo -primeramente- y, luego al mismo siguiente año de eso, su hermano Salvador Alberto; Licenciado en Ciencias de la Educación y Programador Informático, lo cual ejerció en los Estados Unidos donde residió por espacio de varios años junto a su madre, ahora ya retirado y dedicado actualmente a la atención de sus negocios por inversiones propias en el sector turismo.

Pero volviendo nuevamente al asunto de nuestro tema central que son los Masís-Martínez, fue así como habiendo emigrado de esta forma dicha familia entera prácticamente, que se vino a perder todo vínculo entre los miembros de ella con su añorado terruño, dejando tras una partida así, obviamente, un gran bache de información también en la historia de la rivencidad, lo cual explica que hoy día entre la generación actual de ahí, se conozca demasiado poco -por no decir casi nada- de estos tan legítimos y dignos rivenses como el más, pero quienes siguieron por las circunstancias muy propias que les tocó vivir a ellos en su momento, un patrón bastante peculiar y original, muy diferente al de otras familias más típicas y convencionales como lo fuera por ejemplo; en el caso de doña Carmen Martínez Barrios de Cordón (tía Carmita), misma propia hermana menor de la señora Chú Martínez Barrios Viuda de Masís, y que casándose con el señor Augusto Cordón, hijo del famoso gran hacendado en Rivas de aquella dorada época, don Juan Cordón, criaron juntos a todos sus hijos que tuvieron; Socorro (Coco) de Reyna, Carmen (Carmenza) de Torres, Ana Luisa de Jerez y Raúl Cordón Martínez casado con Angelita Llanes, sin haber abandonado nunca el país y uniéndose a la vez toda su ejemplar descendencia, a otras personas de gran prestigio y calidad humana como ellos, pero nativos todos de ese mismo sin igual y encantador departamento de Rivas, de entonces.´´

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Toda una completa reliquia histórica de foto con bella joya arquitectónica de la construcción: la antigua y colonial Catedral de San Pedro en la ciudad de Rivas, Nicaragua en los años 20's.

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En primer plano la Catedral de San Pedro en la ciudad de Rivas, Nicaragua, y al fondo dominando todo el panorama del paisaje los volcanes Concepción (izq.) y Maderas (der.) ubicados en la isla de Ometepe, en el interior del Gran Lago “Cocibolca” de Nicaragua. Este par de majestuosos volcanes, tanto por su tamaño, como por su posición y su forma, indudablemente evocaron en la memoria de los primeros Masís en Nicaragua, el recuerdo ancestral de sus tan añoradas montañas Sis y Masis en su primitiva Armenia, que por ello muy seguro han de haberlas querido identificar como un nuevo sustituto de estas para ellos, concediéndoles así especial lugar en su corazón, al haber elegido habitar cerca de las mismas.

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CASA MUSEO DE HISTORIA EN LA CIUDAD DE RIVAS, NICARAGUA.

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El siguiente trío de fotos con las que se viene ahora a culminar ya finalmente este artículo, corresponde a algunos seres amados de mi familia, de los que pude contar con toda la viabilidad para dejarlos así incluidos dentro del mismo, y de esa forma venir a compartir con aquellos que han sabido valorar esta lectura, una parte de mi vida que se halla hondamente reflejada en las personas de cada uno de ellos.

Todos los demás de los que no aparecen fotos, fue solo porque no se contó con un buen suficiente espacio dentro del perfil de formato para esto, no obstante, son igualmente así mismo de amados, bien recordados y tan reconocidos y valiosos a mi persona, que como aquellos otros que sí salen.

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Izq. Yo, Héctor Luis Masís Benedith. Der. Mi querida y bella prima hermana: Agnes Zeledón Masís (q.e.p.d) de quien guardo los más felices recuerdos de infancia y, de la cual también tomé nombre para la mayor de mis dos hijas.

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Junto a nuestros admirables hijos, en orden de izq. a der.: Adrián Tomás, Bianca Vanesa y Héctor Luis; Ntro. yerno Reynaldo César e hija Agnes Lucía; Mi esposa Lucía y yo.
Foto de Bodas de Rey & Lucy.

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Cuál flor abriéndose al aura, la dulce jovencita "mas bonita que ninguna": AltaGracia Benedith Quiroz a sus tiernos 17 años de edad en los 60's, como madre ya de sus dos primeros hijos: Héctor Luis y Salvador Alberto, los que le dió a luz a Héctor Luis Masís Martínez.

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Mi hermano Salvador Alberto, hijo de nuestro padre y madre respectivamente:
Héctor Luis Masís Martínez y AltaGracia Quiroz Benedith.
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