Escrito por: Piedad Botero y Andrés Betancourth
Rob Laufer y Jacob Rock
Desde los óleos de Jacques-Louis David hasta los murales de Diego Rivera y los grafitis de Banksy; desde “We shall overcome” hasta la trova de Violeta Parra o Silvio Rodríguez; desde las imágenes de Tina Modotti y Gordon Parks hasta las letras de Eduardo Galeano… cientos de artistas a lo largo y ancho de la geografía y la historia han vinculado sus obras con las causas por la libertad, la igualdad, la justicia… la transformación de nuestros arreglos sociales y políticos.
El arte ha sido siempre un vehículo potente, con la capacidad de representar los sentimientos y anhelos de miles por hacerse imperecederos.
Fue vital la ayuda de Rob Laufer, durante dos años de transcripciones y arreglos, hasta el estreno de la Sinfonía en Los Ángeles en 2023, con la USC Thornton School of Music. Dos años después, por la enorme generosidad de Jacob y su padre Paul Rock, las partituras viajaron hasta la zona cafetera de Colombia, y fueron interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Caldas, que en abril de este año, como cada año desde 2019, realizó un concierto especial para conmemorar el Día de la Conciencia sobre el Autismo.
La diversidad que exaltamos y celebramos en publicaciones como esta, también está expresada en la neurodivergencia. Una mirada empática nos ayudará a comprender que esta diversidad está llena de potencialidades y habilidades, y no se restringe a la relatividad de las limitaciones. La historia de Jacob es una prueba de que el talento y el potencial no desaparecen con un diagnóstico; lo que realmente marca la diferencia es el acompañamiento, la aceptación y el reconocimiento del otro y lo otro.
Jacob Rock, más que un joven autista, es un joven artista; un compositor capaz de hacer que los cellos, los timbales y los cornos nos hablen de los enigmas de una mente poderosa; un músico que refrenda la dignidad y la libertad del espíritu humano; una persona que nos demuestra que no hay barreras en los individuos sino en los entornos. Un ser humano comprometido consigo mismo que, como quizá le pase a la mayoría de los creadores, no advertía en su momento el poder transformador de su obra, cuando declaraba: “…sentí la necesidad de hacer que el mundo conociera mi lucha, como alguien que siempre se sintió aislado en su silencio”.
Diseño: sebastianbarbosa.com
Fotografia: Andres Betancourth, Piedad Botero