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Tu carta al Niño Dios

Tu carta al Niño Dios

A lo largo de los años vamos perdiendo la sorpresa y la fe frente a lo que nos entrega el universo. La psicóloga clínica de la Universidad del Bosque Eliana Stefanía Cardozo nos recuerda por qué es importante desde varios puntos de vista escribir la carta al Niño Dios, al universo, a los reyes magos o a quien tu creas.

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En primer lugar, haces una conexión con el agradecimiento y recibes energía espiritual. Al escribir a mano, te conectas con una sensación de profundidad emocional que trasciende el tiempo y espacio, te lleva a exteriorizar recuerdos, sintiendo a tu niña interior, revives esos eventos navideños sensoriales de infancia, buenos o malos.

¿Cómo escribirla?

Busca un lugar tranquilo

Es vital que tengas disposición emocional ese día, ya que tu cerebro expresará de forma más clara lo que deseas agradecer y pedir

Hazlo especial, prende una vela, prepara algo rico de tomar

Usa colores, así reactivas tus emociones y sensaciones

Escribe fecha y hora

Primero agradece lo que recibiste en el año

Luego sueña, pide en grande, siente que ya lo tienes

Haz pausas cerebrales con unas pequeñas respiraciones, inhalando y exhalando en repeticiones de 1 a 5 por un minuto

Al finalizar el escrito vuelve a leerlo, tu cerebro se activará sensorialmente

Finalmente deposítalo en un sobre y da por recibido lo que pediste. Ten la ilusión de que tus deseos más profundos pueden cumplirse.

Escribir es un acto terapéutico y de reconciliación con tu pasado.

Fox (2015), investigador del Brain and Creativity Institute de la University of Southern California (USC), dirigió un estudio en el que descubrió que cuando se siente gratitud, se activan áreas del cerebro responsables de los sentimientos de recompensa, de la cognición moral.

Aunque son pocos estudios los que hay con respecto a la gratitud y su efecto en el cuerpo, los resultados arrojados son evidencia de que ser agradecido no sólo ayuda en las relaciones personales, sino que proporciona salud y bienestar a nivel físico. Además de reducir la ansiedad, calmar el sistema límbico y disminuir la actividad de la amígdala.

Finalizamos con la felicidad. Según varios científicos somos felices gracias a hormonas que segrega nuestro cuerpo, la dopamina, serotonina, las endorfinas y la oxitocina son los neurotransmisores encargados de distintos ámbitos relacionados con la felicidad, no es tan difícil accionar estas hormonas, podemos engañar al cerebro, esta es una de esas herramientas.

Psicóloga Eliana Cardozo cardozoelianaestefania@gmail.com psicoapatita@gmail.com