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Artículo de opinión: Nuria Herranz gerente del área tecnológica de consultoría, asistencia técnica e innovación de ITENE

Logística de transporte refrigerado

Nuria Herranz _

gerente del área tecnológica de consultoría, asistencia técnica e innovación de ITENE

Monitorización: garantía de seguridad en tus productos de alimentación a lo largo de la cadena logística

La calidad de los alimentos puede verse comprometida por variaciones en la temperatura durante el tiempo de distribución, por lo que su monitorización facilita la adecuada conservación de los alimentos y, en concreto, de productos del mar como el pescado.

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as etiquetas inteligentes in-

dicadoras de frescura, fugas de gases, tiempo-temperatura y los dispositivos de medición de variables relevantes para el sector alimentario permiten monitorizar el estado de conservación de los productos durante la distribución, garantizando su calidad. Además, facilitan la trazabilidad, aportando un valor diferenciador al ofrecer información al consumidor sobre su origen y estado del producto. En el sector agrícola, pesquero y alimentario en general, estas herramientas permiten reducir costes derivados del desperdicio de alimentos y detectar ineficiencias o incidencias para solventarlos en el punto de la cadena en el que se producen.

Etiquetas indicadoras y tintas inteligentes

Para garantizar el mantenimiento de la calidad de los productos de alimentación hasta su entrega al consumidor resulta necesario evaluar las variables que pueden afectarles. Para ello, ITENE ha desarrollado etiquetas inteligentes indicadoras para la detección de etileno en frutas que advierten de que su concentración no es adecuada mediante un cambio de color. Algunos productos hortofrutícolas maduran más rápidamente cuando son expuestos a etileno, por lo que esta etiqueta indicadora, obtenida en el proyecto SHEALTHY, que apoya el programa europeo Horizonte 2020, puede ayudar a mejorar la gestión de stocks. Otra de las variables que puede afectar a la conservación de los productos perecederos es el dióxido de carbono, cuya presencia puede detectarse mediante una tinta azul desarrollada que se vuelve transparente al exponerse a este compuesto. Esta tinta, obtenida en el proyecto LEE-BED (Horizonte 2020), puede permitir identificar fugas o detectar la generación de CO2 debido al crecimiento microbiano al aplicarse en envases. Adicionalmente, la calidad de los alimentos puede verse comprometida por

variaciones en la temperatura du-

rante el tiempo de distribución, por lo que su monitorización facilita la adecuada conservación de los alimentos y, en concreto, de productos del mar como el pescado. Una solución para analizar esta variable son las etiquetas comerciales y dispositivos de medición y control de temperatura cuya aplicación en distintas tipologías de envases y embalajes para los productos del mar ha sido validada en ensayos realizados. En los ensayos, llevados a cabo en el proyecto SUREFISH, que apoya el programa europeo PRIMA, se simularon procesos de carga y descarga, roturas de frío y otras posibles incidencias que puedan ocasionarse durante el transporte de productos pesqueros para seleccionar la alternativa de trazabilidad del frio que más se adecue a cada empresa o piloto analizado. Esta información se puede volcar a una plataforma online basada en tecnología blockchain. En la fase de pruebas finales y pilotos se validarán todas las soluciones que se centrarán en distintas cadenas de pescado del Mar Mediterráneo en Túnez (anchoas frescas y marinadas), Egipto (filetes frescos de tilapia), Líbano (mero fresco) y España (atún rojo).

Monitorización de movimientos y choques que pueden afectar a la mercancía

Además del control del estado de los productos y la trazabilidad del frio, la monitorización de aceleraciones, velocidades angulares y choques (shocks) registrados en la cadena logística permite garantizar la seguridad de los productos y su calidad a través de una optimización del packaging y facilita la adopción de medidas correctivas en caso de verse afectadas. Para recabar estos datos, el centro tecnológico cuenta con un dispositivo propio, denominado data recorder, que, una vez instalado en un vehículo de transporte, puede monitorizar las aceleraciones lineales, velocidades angulares y shocks y que también capta variables de temperatura y humedad relativa. Para reproducir estos movimientos, disponemos de una planta de simulación del transporte en el que se simulan los movimientos detectados durante la monitorización para evaluar nuevos materiales, diseños o formas de aplicar sistemas de embalaje con el fin de garantizar la optimización de esos sistemas y la adecuada protección de los productos que contienen.

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