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La CAI como herramienta de mejora de la eficiencia energética
Ante una evolución constante de la mejora de las envolventes y la hermeticidad de los edificios, donde radica la mejora y reducción de las cargas térmicas de climatización, nos encontramos ahora con la necesidad de mejorar la ventilación para renovar el aire.
hidos, compuestos volátiles, sensores de concentración de partículas de diversos tamaños PM, etc.
Integrando la medición de todos ellos, estaremos más cerca de poder conseguir una óptima calidad del aire interior para las personas que estén en los espacios habitados. Muchos de estos parámetros se consiguen mejorar con la aportación y dilución en el ambiente del aire exterior para conseguir una renovación del aire interior. Lo que va bien para la salubridad no va bien para la eficiencia energética, ya que tenemos que reemplazar un volumen de aire al que ya le hemos dedicado recursos energéticos para climatizar, ¿o quizás sí?
Tenemos equipos de ventilación con recuperación de calor, que facilitan que las pérdidas en esta acción se atenúen hasta llegar a niveles de apenas el 5%. Además, la norma indica cuales son los caudales mínimos en función de una media anual estimada de la concentración de CO2

Rafael Bravo Antolín Confort y Salud R&D Manager Orkli www.orkli.es

Taire interior al encontrar ambientes re sidenciales cada vez más estancos. El actual CTE, en su sección HS3, nos indica los caudales mínimos de aire exterior que debemos tener en nuestros hogares cuando la vivienda esté habitada. Toma como base que estemos por debajo de la media anual de 900 ppm de CO2, y también tiene en cuenta cuando la vivienda esté inhabitada, a fin de prevenir el aumento de la concentración de contaminantes que se propagan durante este período. En la actualidad nos podemos encontrar con una mala o nula regulación de la ventilación, donde podemos encontrar excesos y defectos de caudales de renovación en la gestión de los sistemas de ventilación. Desde selectores de velocidad donde el usuario gestiona el caudal, hasta poder apagar el equipo, así como regulaciones que solo tienen en cuenta la temperatura exterior.
entendemos que es el más importante, ni des de el de eficiencia energética.
Salubridad Y Eficiencia
Aquí es donde entran en acción los sistemas de gestión de la CAI. Gracias a los diferentes sensores de medición ambiental podremos determinar qué caudal efectivo necesitamos para poder afrontar estos dos aspectos fundamentales en interiores: la salubridad y la eficiencia energética.
El mercado es consciente de que la CAI no solo se basa en las condiciones termo higrométricas (temperatura y humedad), sino que cada vez se añaden más indicadores a este acrónimo, ya que no solo con la medición de concentración del % CO2 se puede garantizar un ambiente más saludable. Para tener una foto más real necesitamos añadir a esta fórmula la medición de concentraciones de formalde-
La norma es prestacional y no prescriptiva, por lo que gracias a poder trabajar con los diferentes sensores de CAI, podremos estar trabajando, cuando las condiciones así lo permitan, con caudales inferiores a la norma y así evitar la hiperventilación.
Al evitar la hiperventilación, ganamos en:
- Ahorro energético, ya que ventilamos menos y se reduce el aporte de cargas por ventilación. - Mayor confort, ya que reducimos el caudal de aire en la vivienda y se reducen también los niveles sonoros y las corrientes de aire. Por todo lo expuesto, nuestra recomendación es utilizar sistemas de CAI para una correcta gestión de la ventilación interior. Para lograr el mayor rendimiento a la solución estos equipos de medición de la CAI, estos deben interactuar con los sistemas HVAC, de modo que ayudamos al usuario a gestionar su instalación de manera más fácil. ■
Óscar Pérez CEO de Xtremis www.xtremis.com