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Editorial - Honradez

HONRADEZ

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Dr. Mario Gómez Grimalt Secretario de Prensa CMT

Como definición, podemos decir que es la cualidad de honrado. En otras palabras, es el comportamiento de las personas que cumplen con su deber respetando las leyes sin beneficiarse para sí, ni beneficiando a otros de forma irregular. Estamos hablando de rectitud en el pensamiento a integridad en la acción. Ser honrado es una obligación social y eso habla de nuestra transparencia. En un clima de honradez, la convivencia con los demás sería ideal y pacífica. Más allá de ser un valor moral, es una cualidad de muchas personas que poseen un valor moral que inspira a confiar en ellos. La honradez implica ser sincero con uno mismo, para poder reflejarlo a los demás. Debe considerarse un valor esencial y debe inculcarse desde la más temprana edad. Honrar es mostrar respeto y consideración hacia una persona, no en vano uno de los diez mandamientos dice “honrarás a tus padres”. Eso también significa respeto y veneración. Es decir, despierta un sentimiento de admiración inspirado por la dignidad. La honradez debe ser reconocida promoviendo a las personas que con su conducta se destacan en una sociedad que, actualmente entró en el otoño de los valores y comienza a perder, no solo sus hojas, sino también sus raíces. Ya a

fines de 1500, William Shakespeare decía que ser honrado, tal como anda el mundo, equivalía a ser un hombre escogido entre diez mil. Incluso Cicerón sostenía que la honradez es siempre digna de elogio, aun cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho. Es por eso que se dice que uno de los valores que más dignifican al ser humano es la honradez que, además de hablar de la propia persona, habla también de su herencia familiar. Una persona honrada es la que ama la verdad y la justicia, honrada de acción y de palabra, no miente, ni roba ni engaña. El ser honrado, a menudo requiere valor y sacrificio, especialmente cuando otras personas traten de persuadirnos a justificar su conducta deshonesta. Ante una situación así, recordemos que la paz duradera que deriva del ser honrados, es más valiosa que el alivio momentáneo de dejarse llevar por la corriente. Cosa demasiado frecuente en estas épocas que estamos viviendo.

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