1 minute read

El valor de tu interior

Dios nos crea para hacer el bien

La alegría de hacer el bien nos recompensa en nuestro interior, porque nos hace sentir mejores personas, capaces de crear una sociedad más justa para todas y todos.

Si cada uno pone de su parte y todos hacemos el bien, no importa de dónde eres, ni tu raza, ni tu religión, ni tu sexo, porque estaremos construyendo el bien común. Hacer el bien es el camino a la paz, es el camino a la felicidad.

Nuestro día a día está lleno de pequeñas decisiones, por ejemplo: colaboro en casa o no, me levanto de buen humor o no, saludo en el cole al llegar o no, comparto mis cosas en clase o no, me acerco a quien está solo o no, etc.

Cuando hacemos el bien nos sentimos en paz con nosotros mismos, contentos y felices. Si no lo hacemos nos sentimos mal, a veces nos escondemos y otras hasta tenemos pesadillas. Siempre podemos elegir hacer el bien o no hacerlo.

1. Escribe en tu cuaderno una hoja de tu diario y detalla todo lo que hiciste ayer desde que te levantaste hasta que te fuiste a dormir. Señala las acciones que hiciste por el bien común; por ejemplo: colaborar en las tareas de casa, sonreír, ayudar a compañeros, compartir, etc.

Recuerda cómo te sentiste y dialoga en clase sobre qué podrás hacer mañana para mejorar.

2. Escribe tu propósito para mañana. Diséñalo bonito y colócalo en casa para que no se te olvide.