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TRASTORNOS MOTORES
Los trastornos motores son padecimientos neurológicos complejos que provocan movimientos involuntarios o anormales, o afectan la capacidad de controlar el movimiento. La mayoría de los trastornos motores no tienen cura, pero podemos tratar los síntomas para mejorar su calidad de vida.
El primer paso para tratar un trastorno motor es diagnosticarlo con exactitud. Los especialistas en trastornos motores estudiarán su función cerebral y nerviosa, su fuerza, coordinación, sensibilidad y reflejos para encontrar la causa de sus síntomas.
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Tipos de trastornos motores en la infancia:
Trastorno de movimientos estereotipados
Trastorno de Tics
Trastorno del desarrollo de la coordinación
La prevalencia del trastorno del desarrollo de la coordinación en los niños de 5 a 11 años de edad es del 5-6 % (en los niños de 7 años, el 1,8% está diagnosticado de un trastorno del desarrollo de la coordinación grave y el 3% de trastorno del desarrollo de la coordinación probable Kaplan, 2000).

El comienzo de los síntomas se produce en las primeras fases del período de desarrollo. Sin embargo, el trastorno del desarrollo de la coordinación no se diagnostica normalmente antes de los 5 años de edad porque existe una variación considerable en la edad a la que se adquieren muchas habilidades motoras, por la inestabilidad de las mediciones en la primera infancia (p. ej., algunos niños alcanzan después un nivel normal) o debido a que otras causas de retraso motor podrían no haberse manifestado aún, (APA, 2013).

Factores de Riesgo: 1. 2 3.
Ambiental.
Genético y fisiológico
Modificadores del curso.
Comorbilidad: Los trastornos que frecuentemente concurren con el trastorno del desarrollo de la coordinación son el trastorno fonológico y del lenguaje, el trastorno específico del aprendizaje, los problemas de inatención, incluido el TDAH, el trastorno del espectro autista, los problemas conductuales disruptivos y emocionales, y el síndrome de hiperiaxitud articular.
Tener un trastorno del aprendizaje significa que un niño tiene una dificultad en una o más áreas del aprendizaje, aun cuando su motivación o inteligencia en general no estén afectadas, (Palacio, 2004)
Algunos de los síntomas de los trastornos del aprendizaje son los siguientes:
Dificultad para distinguir entre derecha e izquierda
Invertir letras, palabras o números después de primer o segundo grado
Dificultad para reconocer patrones, o clasificar objetos por su tamaño o forma
Dificultad para entender y seguir instrucciones, o mantenerse organizado
Dificultad para recordar lo que se acaba de decir o lo que se acaba de leer
Falta de coordinación al moverse
Dificultad para realizar tareas con las manos, como escribir, cortar o dibujar

Dificultad para entender el concepto del tiempo
Algunos ejemplos de trastorno del aprendizaje son los siguientes:
Dislexia: dificultad con la lectura
Discalculia: dificultad con las matemáticas
Disgrafia: dificultad con la escritura
Los niños con discapacidades de aprendizaje específicas cumplen los requisitos para recibir servicios de educación especial o adaptaciones en la escuela de acuerdo con la Ley de Educación para Personas con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés) y una ley antidiscriminación conocida como Sección 504, (Mateos, 2009)
