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Es fundamental
Comer bien, mantén un estilo de vida saludable, sigue una dieta adecuada y recuerda estar bien hidratado. Dormir 8 horas al día. La actividad física reduce el estrés, practica cualquier tipo de ejercicio, bailar, caminar, etc. Platica con amigos y familiares dentro de casa, por teléfono o por vía internet. Mantén una actitud positiva, ten en mente que esto es temporal. Infórmate sobre los hechos. Busca una fuente creíble, en la que puedas confiar, como el sitio web de la OMS o la secretaria de salud pública. Limita tu nivel de preocupación y nerviosismo reduciendo el tiempo que pasas viendo o escuchando noticias que te generen malestar. Durante esta época de epidemia cuida tu salud física y mental Cómo afecta el estrés a la salud Al sentir estrés nuestro cuerpo presenta ciertos cambios: La presión arterial aumenta Puede aparecer ansiedad o depresión La motilidad intestinal varía La función de la memoria se ve alterada La piel reacciona con acné, dermatitis, psoriasis, etc. Puede afectar a nuestro sistema inmunitario. Estos cambios pueden traducirse en una leve inmunodepresión: Actividad inmunitaria deprimida. Más procesos infecciosos por microorganismos como infecciones de orina, otitis, resfriados, etc. y se facilita la aparición de enfermedades autoinmunes. Problemas de coagulación de la sangre y cicatrización lenta. Reactivación de enfermedades inflamatorias y autoinmunes: si se padece alguna patología autoinmune es posible que durante periodos de estrés presente exacerbaciones. Retención incrementada de los virus en los tejidos. Disminución de las células NK, encargadas de la eliminación de células tumorales e infectadas por virus.
Además de seguir los consejos que ya conoces como lavarte continuamente las manos, mantener al máximo los hábitos de higiene y salir únicamente lo necesario e indispensable, es decir ir de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, te recomendamos:
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