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Ángela María Aristizábal Páez
from Una mirada del atentado al avión de Avianca. Narcotráfico y narcoterrorismo en el conflicto armado
podría remplazarlo y ayudarles a cubrir ese dolor, pero eso no es verdad, vine a entender y aceptar que somos personas diferentes con el trascurrir de los años. ¿Cómo han construido memoria? Mi familia ha hecho ejercicios de memoria, una vez mi papá se dedicó a escribir todos los días pues él era, además, el editor de varios periódicos de la ciudad. Se dedicó a reclamar justicia, en honor de todas las víctimas, especialmente en honor a mi hermano, él fue parte de un proceso o demanda contra el Estado colombiano. Pero con la muerte de mi papá, eso se perdió, se quedó estancado.
Con la Fundación Colombia con Memoria, siempre hemos estado participando de manera muy activa en los procesos que se referen en hacer justicia, a reclamar justicia, pues creemos que estos hechos se han quedado de alguna manera en la impunidad. Un logro importante de esta lucha ha sido el que se declare un delito de lesa humanidad.
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Yo, personalmente, estuve cuando se conmemoraron los 30 años del atentado, viajé a Bogotá, pues ahora vivo en Los Ángeles, California. Cada aniversario escribo una nota, mientras mi padre vivió siempre realizábamos una misa en nombre de él y de las víctimas, y aunque haya pasado mucho tiempo lo llevamos en nuestro corazón. Le hacemos honor a su memoria.
La Fundación ha logrado abrir muchas puertas y nos ha permitido entender la verdadera verdad, pero aún estamos esperando que el Gobierno y las entidades pertinentes logren aceptar y reafrmar que esto fue un acto de terrorismo, de narcoterrorismo y, aunque se hayan capturado algunos de los implicados y estén pagando varias condenas, hay muchas cosas que aún quedan por descubrir. En el aniversario 30 vine a entender muchos detalles: “Pablo Escobar en ese momento tenía comprado todo el país”.
Ángela María Aristizábal Páez “Irradiaba siempre alegría” Testimonio de Manuel Martínez Niño
¿Quién era? Ángela María Aristizábal Páez era mi esposa, tenía en
ese momento 28 años, nació en Bogotá, era Ingeniera Industrial de la Universidad Javeriana. Trabajaba en el Banco de Bogotá, no tenía planeado el viaje a Cali, pero a última hora decidió apoyar a una compañera suya de trabajo para realizar una presentación corporativa el siguiente lunes en la ciudad de Cali; después de una búsqueda complicada logramos conseguir el tiquete el sábado anterior.
El día siguiente domingo, celebramos nuestro primer aniversario de bodas, nos reunimos con muchos familiares y ella estaba muy contenta con la celebración. No tuvimos hijos. Su gran sueño era viajar a Francia ya que hablaba francés que había aprendido en el Colegio Helvetia en Bogotá. Yo ese día le había regalado los tiquetes para hacer realidad su gran anhelo.
Era una persona que irradiaba siempre alegría, con un gran compromiso y ética profesional, amante del montañismo y pertenecía a los grupos de danza de su Universidad. ¡Tenía un gran futuro!
Impactos en la familia. Muy fuertes impactos, en lo personal, en un segundo se terminaron todos nuestros sueños, el dolor causado nunca se cura, pero se aprende a vivir con ese sentimiento. Fue una tragedia para nuestras familias.
Fue un momento de extremada violencia en el país, generada por mafas del narcotráfco, situación que identifcó a Colombia en su momento como uno de los países más violentos del mundo.
Pertinencia de las medidas de reparación. Ante la pérdida de una vida no hay nada que valga; sin embargo, esta acción afecta a 107 familias de manera grave, además del impacto sentimental generó problemas serios de sustento económico; por supuesto las medidas de reparación ayudan. El gran reto es lograr erradicar la violencia a través de educación, bienestar social y cultura ciudadana; aspectos complejos y vigentes aún, después de más de treinta años de ocurrido este magnicidio.
¿Cómo han construido memoria? Es de mucho valor y reconocimiento lo realizado por la Fundación Colombia con Memoria y, particularmente, lo