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Magnicidio de Carlos Pizarro Leongómez
from Una mirada del atentado al avión de Avianca. Narcotráfico y narcoterrorismo en el conflicto armado
de Medellín y Cali, los paramilitares del Magdalena Medio, algunos políticos y miembros del Ejército, la Policía y el DAS. (CNMH, 2018)
Finalmente, el magnicidio se constituyó como crimen de lesa humanidad en el año 2016 por el Consejo de Estado.
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Magnicidio de Carlos Pizarro Leongómez Carlos Pizarro Leongómez fue el máximo comandante del Movimiento 19 de abril M-19 a partir de 1986, y lideró su proceso de dejación de las armas en 1990. Por su línea materna, Pizarro fue la séptima generación de José Acevedo y Gómez, “el Tribuno del Pueblo”. Su abuelo materno, el coronel Eduardo Leongómez Leyva, fue jefe militar de palacio y edecán de los presidentes Enrique Olaya Herrera y Alfonso López Pumarejo. Su padre fue el capitán de corbeta Juan Antonio Pizarro, quien llegó a ser comandante de la Armada (El Espectador, 2020).
Criado en una cuna marcadamente política, Pizarro fue cercano a los ideales comunistas desde la adolescencia y desde su paso por las universidades Javeriana y Nacional en Bogotá. Tras los hechos ocurridos el 19 de abril de 1970, enmarcados en un malestar social generalizado por la presunta manipulación de los resultados de la elección presidencial, Pizarro inicia su camino guerrillero con la decisión de vincularse a las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Común – FARC, hecho que no tendría mayor duración puesto que, a raíz de diferencias ideológicas y otros choques, se retira tras apenas unos meses, dando así origen a la conformación y primera acción pública del M-19: el robo de la espada de Simón Bolívar (El Espectador, 2020).
Tras el proceso de dejación de las armas en 1990, y después de afanzar la construcción y apuesta por un ideal político para el país, marcadamente diferente a los concebidos desde las clases políticas tradicionales, Pizarro fue asesinado el 26 de abril de 1990, en el trayecto de un vuelo entre Bogotá y Barranquilla. Su muerte ocurrió al mes siguiente de darse el proceso de desmovilización y dejación de armas.
Breve descripción del hecho
Tipo de acción Escenario temporal
Asesinato a cargo de sicarios. 26 de abril de 1990, horas de la mañana. Ubicación geográfca Trayecto Bogotá – Barranquilla de un vuelo comercial. Afectaciones humanas Homicidio de Carlos Pizarro Leongómez. Responsable(s) Organismos de seguridad del Estado (DAS), paramilitares (Carlos Castaño).
Tras consolidarse la vía política y negociada para el fn de la confrontación armada entre el Estado y la guerrilla del M-19, y la derivada oportunidad para sus militantes de dejar las armas, desmovilizarse y reintegrarse a la vida civil y democrática en el país, Carlos Pizarro Leongómez anunció su candidatura para la Presidencia de la República, como parte del ahora movimiento Alianza Democrática M-19. Como era de esperarse, diferentes sectores políticos y económicos tradicionales, actores del conficto armado -encrudecido por esos tiempos-, sectores sociales y facciones del narcotráfco, no veían con buenos ojos la idea de que las guerrillas llegaran a materializar sus ideales políticos e ideológicos en el país; más aún, que existiera la posibilidad de que se alzaran con el poder tras hacerse viable que se lanzaran a cargos de elección popular.
En medio de este contexto de diferentes confrontaciones y violencias, se dio la entrega de armas por parte del M-19 el 9 de marzo de 1990, momento a partir del cual Pizarro continuaría pública y abiertamente su campaña presidencial, considerando, entre otras, visitas prelectorales a diferentes lugares del país. El 26 de abril de 1990, al mes siguiente de darse la dejación de las armas, en horas de la mañana y después de dar una entrevista para Caracol Radio, Pizarro abordó un vuelo desde Bogotá con destino a Barranquilla, durante el cual fue arremetido a quemarropa por un sicario que también abordó el vuelo y que extrajo, del baño del avión, una ametralladora previamente colocada. El perpetrador fue el sicario paramilitar Gerardo Gutiérrez Uribe, alias “Jerry”, quien fue ultimado inmediatamente después de descargar, por la espalada, la ráfaga de la metralleta sobre Carlos Pizarro, quien fallecería poco tiempo después al ser retornado a Bogotá en el mismo vuelo.
Detonantes del suceso. La candidatura de Carlos Pizarro Leongómez a la Presidencia de la República representaba, en pocas palabras, una amenaza
para los sistemas políticos e ideológicos más determinantes establecidos históricamente en el país. En palabras de María José Pizarro, la posibilidad de que Carlos Pizarro llegase a ascender al poder signifcaba una amenaza al statu quo existente y reinante en el país, y bajo esto, simplemente, habrían existido múltiples intereses por no permitirlo (María José Pizarro, 2020).
Responsabilidades del crimen y desarrollo del caso. La búsqueda de verdad y justicia sobre el asesinato de Carlos Pizarro Leongómez es aún hoy en día un capítulo inconcluso en la historia de Colombia, que se suma a los múltiples casos de violencia sistemática, estructural y premeditada para exterminar líderes, grupos y colectivos con idearios político-ideológicos diferentes a los hegemónicamente establecidos. Sobre su crimen, la justicia ha llegado hasta establecer que respondió a una acción fraguada, planeada y ejecutada bajo el actuar de paramilitares y agentes del Estado.
Además del perpetrador material, alias “Jerry”, dado de baja en la escena del crimen, han sido dados como cómplices y culpables: Jaime Ernesto Gómez Muñoz, el ex agente del DAS que disparó contra el sicario, el exdirector del DAS Alberto Romero Otero, el detective Jaime Ernesto Gómez y, principalmente, el exjefe paramilitar Carlos Castaño. Sin embargo, Otero, llegó a declarar no haber estado involucrado en el magnicidio, mas sí haber recibido información por parte de Castaño alrededor de asuntos como la agenda terrorista de Pablo Escobar. También ha existido la hipótesis de vinculación del narcotráfco y del mismo Pablo Escobar en el hecho.
A propósito de la indagación sobre el origen intelectual del crimen, y el vacío aún existente en la labor de la justicia y la búsqueda de verdad, el equipo investigador de este informe llevó a cabo entrevista con María José Pizarro (2020), quien manifestó lo siguiente:
En el caso de Carlos Pizarro, concretamente, yo no siento que haya habido una participación directa por parte de Pablo Escobar, sino más de las autodefensas de Puerto Boyacá. Yo creo que ahí ya había o empezaba a haber una división o una separación entre el cartel de Medellín y las autodefensas de Puerto Boyacá. El Cartel de Medellín en cabeza de Pablo Escobar, porque a lo mejor por el lado de Rodríguez Gacha, seguía una alianza estrecha con estas estructuras que se estaban conformando en Puerto Boyacá, pero yo no siento que haya una participación precisamente por las posiciones de Carlos Pizarro y de ciertos líderes de izquierda, en temas como la extradición, y eso creo que marca una infuencia