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Lixander Fernández 18

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Clara Christiansen

Clara Christiansen

años Cuba

Sueño

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La primera vez que se cruzaron nuestras miradas fue cuando yo regresaba de la escuela. Sus cabellos de oro adornaban otro atardecer al cual estaba condenado, pero su sola llegada cambió por completo mi existencia. Cuando intercambiamos nuestras primeras palabras pasé de serelchicomástristedelmundoalapersonamásplenaqueexistía.Pues, ella me llenaba de felicidad y me enseñaba a ver el lado bueno de las cosas.Nosamamosgrandemente,losé,peronofuesuficientecomopara quenuestrarelacióndurara.Unatarde,alahoradesiempremereunícon ella en el parque, pensé que me iba a hablar de esas tantas maneras que tiene de entender la vida, esas motivaciones que endulzan la amarga existencia,perolahistoriatomóuncursodiferente.Sumanoymimanose unieron, los latidos de mi corazón aumentaron de manera exponencial. ¡Nopuedeser!lahermosadamaconlaquesiempresoñéestabatancerca de mí, nuestros rostros cambiaron de color y lentamente se unían augurando con pavor el primer beso de un joven para el cual la vida no valía nada. Los segundos pasaban lentos y cuando la carne de los rojos labios de la joven estaba a punto de chocar con la mía, siento un fuerte golpe en mi cabeza. Al recuperar la conciencia descubro que estaba soñandoyledigoamimamá¡Mami!...¿porquécojonesmedespertaste?

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