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Deprivación socio-cultural. Niños en situación de calle, maltrato infantil, consumo de sustancias.
Deprivación socio-cultural
La deprivación sociocultural es una serie de desventajas sociales y económicas que pueden ocasionar que un niño no se desarrolle de manera adecuada a nivel cognitivo y emocional, esto muchas veces viene derivado de entornos poco estimulantes o con pocos recursos lo que provoca serias desventajas en la escuela.
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Niños en situación de calle
Se estima que en el mundo hay alrededor de 120 millones de niños viviendo en la calle (30 millones en África, 30 millones en Asia y 60 millones en América del Sur). Además, estos niños son a menudo víctimas de todo tipo de abusos.
¿Qué es un niño de la calle?
Son menores que viven (o sobreviven) en las calles. Muchas veces crecen en vertederos públicos, estaciones de tren o bajo los puentes de grandes ciudades. Por los conflictos que tienen con sus familias, estos niños no quieren o no pueden regresar a casa.
¿Por qué un niño vive en la calle?

Hay varias razones por las cuales un niño debe o decide vivir en la calle. La combinación de factores familiares, económicos, sociales y políticos juega un papel importante en su situación y, por lo tanto, es muy difícil señalar de manera determinante una o más causas.
¿Qué problemas encuentran los niños en la calle?
Al crecer en un ambiente considerado generalmente como peligroso, los niños de la calle enfrentan un gran número de problemas.
Como consecuencia, algunos de sus derechos se ven frecuentemente comprometidos:
• Derecho a la alimentación
• Derecho a la salud
• Derecho a la educación
• Derecho a la No discriminación
Maltrato Infantil
El maltrato infantil, que se define como cualquier forma de abuso o desatención que afecte a un menor de 18 años, abarca todo tipo de maltrato físico o afectivo, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otra índole que vaya o pueda ir en perjuicio de la salud, el desarrollo o la dignidad del menor o poner en peligro su supervivencia en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder.
De los estudios internacionales se desprende que casi 3 de cada 4 niños de entre 2 y 4 años sufren con regularidad castigos corporales o violencia psicológica de la mano de padres o cuidadores y que una de cada 5 mujeres y uno de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia.

Consecuencias del maltrato

El maltrato infantil tiene a menudo graves consecuencias físicas, sexuales y psicológicas a corto y a largo plazo, entre ellas lesiones (traumatismos craneoencefálicos y graves discapacidades, especialmente en niños pequeños), estrés postraumático, ansiedad, depresión e infecciones de transmisión sexual (ITS), incluida la infección por el VIH. Las adolescentes pueden sufrir además otros problemas de salud, como trastornos ginecológicos o embarazos no deseados. El maltrato infantil puede mermar el rendimiento cognitivo y académico y guarda estrecha relación con el abuso de alcohol, el uso indebido de drogas y el tabaquismo, que son importantísimos factores de riesgo de enfermedades no transmisibles como las dolencias cardiovasculares o el cáncer.

Consumo de sustancias
El consumo de sustancias entre los adolescentes puede ir desde la experimentación a trastornos graves por consumo de sustancias. Todo el consumo de sustancias, incluso el consumo experimental, pone a los adolescentes en riesgo de sufrir problemas a corto plazo, tales como accidentes, peleas, actividad sexual no deseada y sobredosis. El consumo de sustancias también altera el desarrollo cerebral de los adolescentes. Los adolescentes son vulnerables a los efectos del consumo de sustancias y corren un mayor riesgo de desarrollar consecuencias a largo plazo, como trastornos de salud mental, bajo rendimiento en la escuela, un trastorno por consumo de sustancias y mayores tasas de adicción, si consumen regularmente alcohol, cannabis (marihuana), nicotina u otras drogas durante la adolescencia.

Retardo mental
El retraso mental es una situación clínica caracterizada por una capacidad intelectual deficiente y por la alteración concomitante de la actividad adaptativa. La prevalencia de este estado se sitúa entre el 1 y el 3% en la población pediátrica. Los grados de retraso mental, obtenidos mediante exámenes de inteligencia baremados para la edad del niño, señalarán un pronóstico funcional evolutivo. Éste será radicalmente diferente en relación con la dependencia, la escolarización o la futura capacidad laboral. Aunque definitivamente es una discapacidad permanente, diferentes medidas de intervención psicopedagógica pueden mejorar las habilidades cognitivas y adaptativas del paciente, por lo que el diagnóstico precoz desde la atención primaria tiene una especial relevancia, principalmente en las formas leves.

Causas
El retardo mental o discapacidad intelectual puede ser la consecuencia de un problema que comienza antes de que el niño nazca hasta que llegue a los 18 años de edad. La causa puede ser una lesión, enfermedad o un problema en el cerebro. En muchos niños no se conoce la causa de la discapacidad intelectual. Algunas de las causas más frecuentes de la discapacidad intelectual, son el síndrome de Down, el síndrome alcohólico fetal, el síndrome X frágil, afecciones genéticas, defectos congénitos e infecciones, ocurren antes del nacimiento. Otras causas ocurren durante el parto o poco después del nacimiento. En otros casos, las causas de la discapacidad intelectual no se presentan sino hasta cuando el niño es mayor, tales como lesiones graves de la cabeza, accidentes cerebrovasculares o ciertas infecciones.
Clasificación
Los grados de retraso mental se definirán de la siguiente manera: leve (CI entre 50-55 y 70), moderado (CI entre 35-40 y 50-55), grave: (CI entre 20-25 y 35-40) y, por último, profundo (CI inferior a 20-25).
Prevención
Desarrollar al máximo el potencial de la persona. El entrenamiento y la educación especial pueden comenzar desde la lactancia. Este incluye destrezas sociales para ayudar a la persona a desempeñarse de la manera más normal posible.
Es importante que un especialista evalúe a la persona en busca de otros problemas de salud mental y física. Generalmente la terapia conductual es útil para las personas con discapacidad intelectual.

Analice las opciones de tratamiento y apoyo para su hijo con su proveedor de atención médica o la trabajadora social para poder ayudarle al niño a alcanzar todo su potencial.