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Diferencia entre tipografías y fuentes

La tipografía es un conjunto de símbolos y caracteres tipográficos compuesta por las letras, los números y otros caracteres que nos permiten escribir palabras tanto en papel

como reproducirlas en pantalla.

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Por otro lado, cuando hablamos de una fuente nos referimos generalmente a un juego de caracteres completo dentro de una tipografía, a menudo de un tamaño y estilo en particular.

Las fuentes también son archivos que tenemos en nuestros dispositivos los cuales contienen todos los caracteres y glifos dentro de una tipografía.

Para clasificar las tipografías encontramos varios métodos distintos, los más comunes son por estilo técnico como serif (con serifa), sans-serif (sin serifa), script (simulando la escritura a mano alzada), display,..

Para entenderlas mejor, voy a explicarte brevemente las propiedades de cada una.

SERIF

Estas tipografías se llaman así en referencia a las pequeñas líneas, remates o adornos que se encuentran en los extremos de las líneas de los caracteres.

Las tipografías serif se usan generalmente en cuerpos de texto impresos como libros, periódicos y revistas así como en titulares de textos digitales.

En el mundo digital, hay muchos diseñadores que piensan que la legibilidad del texto con serifa deja que desear en grandes bloques de texto corrido, por lo que no es muy frecuente encontrarlos.

Las “Old Style” son las tipografías más antiguas reconocidas y datan del siglo XV.

La principal características que poseen es el énfasis diagonal (las partes más finas de las letras están en ángulo en lugar de arriba y abajo), diferencias sutiles entre las líneas gruesas y delgadas (bajo contraste de línea) y una legibilidad excelente.

Las “Old Style” a su vez se dividen en venecianas y aldinas o garaldas.

La fuente Jenson (siglo XV) es veneciana, mientras que Garamond (s. XVI), Goudy Old Style (1915) y Palatino (1948) son aldinas.

SANS-SERIF

Estas tipografías son llamadas así porque carecen de detalles de serifas en los caracteres.

A menudo pueden parecernos más modernos que los serifs, sin embargo, los primeros fueron creados a finales del siglo XVIII. Al igual que las Serif, estas se dividen en cuatro subtipos: Grotescas, Neo-grotescas, Humanistas y Geométricas.

MANUSCRITAS

Las tipografías de letra script aparecen a mediados del siglo XX y se basan en la escritura a mano.

Ofrecen formas de letras muy fluidas y tienen dos clasificaciones básicas: formales e informales.

Son comunes para diseños tipográficos muy elegantes pero nada adecuados para cuerpos de texto.

Si piensas utilizarla para diseñar una identidad corporativa o una web, asegúrate de que transmiten la personalidad que buscas.

Podemos nombrar algunas como Mistral (1953) o Debby (2015)

FANTASÍA

Estas son probablemente la categoría más amplia e incluyen la mayoría de las variaciones.

En este grupo entrarían todas las que no hemos visto hasta ahora.

Han sido creadas con fines específicos y puedes encontrar algunas con escasa legibilidad. No son recomendadas para cuerpos de texto pero sí que podemos encontrarlas en titulares o frases que buscan llamar nuestra atención. Hay miles de ellas.

BLACKLETTER

Las blackletter o góticas se basan en la caligrafía del medievo, cuya base es el alfabeto latino.

En la Edad Media los libros estaban escritos a mano con un estilo gótico que fue desarrollado por los monjes escribas hasta que Gutenberg creara la imprenta y los tipos móviles.

La primera tipografía grabada por Gutenberg tuvo su base en la escritura hecha a mano en su tiempo y fue la que se utilizó para imprimir los primeros libros en Europa.

Encontramos la Fraktur (s. XVI) por ejemplo.

DINGBATS

Son fuentes especiales que consisten en símbolos o letras de alfabetos no occidentales (chino, árabe,…). Wingdings es probablemente la fuente de dingbat más conocida, aunque ahora hay miles, a menudo creados en torno a temáticas diferentes.

En cierto modo, las fuentes tienen su propio idioma, ya que pueden ser casuales, neutrales, exóticas o gráficas.

Es importante que pienses en tu mensaje y elijas una fuente que se ajuste a él.

Algunas tipografías vienen con otras características, como las fuentes Comic Sans, Curlz, Papyrus, etcétera.

Lo malo con estas es que tienen la reputación de estar pasadas de moda y sobreutilizadas.

Si las quieres usar, piénsalo dos veces y considera buscar otra opción.

Hay muchas fuentes con apariencias similares y con menos probabilidades de desviar tu mensaje.

¿Qué tener en cuenta al elegir un tipo de letra?

Al decidir qué fuentes usar, menos es más. Es decir, es mejor limitarte a una o dos fuentes por proyecto.

Por ejemplo, si necesitas más contraste, intenta repetir tus fuentes en un tamaño, peso o estilo diferente. Este truco es bueno para crear combinaciones interesantes y funcionales.

Probablemente has escuchado el dicho: “los opuestos se atraen”.

Bueno, lo mismo pasa con las fuentes. Puedes combinar tipos de letra diferentes pero complementarias, como sans serif con serif, corta con alta o decorativas con simples.

Esto puede parecer extraño, pero tranquilo, mira otros diseños para inspirarte y ponerlo en práctica.

Para algunos con más experiencia, estos conceptos son esenciales al diseñar algo.

Pero como principiante, no es necesario que sepas todo sobre estos, aunque no está de más que los tengas presentes en tu trabajo y cuando hables de diseño.

La jerarquía es utilizada para guiar el ojo del lector a lo más importante. En otras palabras, le muestra dónde comenzar y a dónde ir, usando diferentes niveles de énfasis.

Establecer una jerarquía es simple: decide qué recursos quieres que el lector note primero y luego haz que se destaquen.

Los elementos más importantes suelen ser más grandes, más gruesos o diferentes de alguna manera.

Recuerda que es mejor mantener una forma sencilla y usar solo algunos estilos complementarios.

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