7 minute read

MOTIVACIÓN Y PENSAMIENTO CREATIVO

Las actividades originales que rompen con la rutina de los empleados aportan gran valor a la empresa y al recurso humano de ella. El voluntariado promueve el pensamiento creativo y motiva a encontrar nuevos caminos y formas de resolver problemas. Además, ser parte de algo bueno que nos trasciende logra mantener al personal motivado y aspirando a seguir obteniendo buenos resultados y ser mejores cada vez.

Xito Empresarial

Advertisement

Un estudio publicado en IO Sustainability expone de una manera muy simple que las compañías que concentran sus esfuerzos en integrar el voluntariado en su calendario son capaces de:

Aumentar sus ventas en un 20% Aumentar la productividad en un 13% Reducir los cambios en la fuerza laboral en un 50%

Aumentar el valor de la compañía hasta en un 6%

Creación de un “dividendo de reputación” con un valor de hasta un 11% de su capitalización de mercado.

Reducir los riesgos financieros, el costo de capital y el costo de endeudamiento.

FUENTE: https://www.good-deeds-day.org/ es/voluntariado-corporativo/

Te sonará la película “Cariño, he encogido a los niños”… Pues eso mismo nos pasa a las mujeres cuando tenemos que presentarnos en público.

A veces encogemos, escondemos o empequeñecemos nuestro talento. ¿Te suena?

Algunas frases que denotan que nos infravaloramos son: “Estoy intentando…”, “Tengo una empresita…” o “Estoy iniciando tras más de 20 años de experiencia en…”.

Decirte que cuando nos presentamos con diminutivos reducimos las posibilidades de que nuestros clientes, donantes, empleadores o inversores nos elijan.

¿Elegirías a alguien que empequeñece y esconde su talento en público?

Te diré que el efecto de centrifugar tus dones y bondades como mujer al presentarte en público es que también disminuyes la posibilidad de que te vean, te den y por lo tanto de que recibas lo que te pides.

Cuando alguien se presenta utilizando diminutivos como “pequeñito”, “intentando” y “un poquito” lo que está haciendo es achicar su talento y obviamente mermar las posibilidades de vender (se) y sobre todo de que le compren y elijan.

Es indudable que las mujeres somos buenísimas dando. Tenemos «asignada» una infatigable capacidad de servicio y, en cambio, cuando se trata de pedir para nosotras mismas, nos venimos abajo o simplemente no lo hacemos o nos invisibilizamos al no mostrar todo nuestro potencial en público.

¿Y cómo pide una mujer [y un hombre] emPEDIRad@?

El primer paso es darse cuenta de que pedir es un acto de generosidad. Hacia una misma y hacia los demás. Un acto de respeto en el que se colocan en la misma posición tanto quien pide como quien da.

Cuando pedimos, las mujeres nos abrimos a todo, desde al compromiso hasta al crecimiento, la valentía, la tenacidad, la ilusión, así como a la superación, al aprendizaje o a la dedicación. Al pedir la generosidad se multiplica ya que ambas se ven amplificadas.

Tanto si tu petición se enmarca en el ámbito profesional (pedir un aumento de sueldo o un nuevo empleo, presentar una propuesta a un nuevo cliente o conseguir mayor financiación para tu proyecto), como en el personal, familiar o sentimental, existen varios frenos, miedos y obstáculos que son comunes en todas las peticiones, por muy variadas que sean. Yo las llamo, las piedras para pedir.

De todas las piedras, hay dos que se llevan la palma: la dificultad en decir que no y los pensamientos felpudos.

“No puedo, lo siento”. Directo, sencillo, claro. ¿Por qué cuesta tanto decir que no? Querer agradar y complacer a los demás conlleva el impulso de priorizar las necesidades de los demás a la tuya propia.

60.000. Estos son los pensamientos que pasan al día por la mente de los humanos. Como mínimo. ¿Cuántos de ellos, de todos los que tienes a lo largo de 24h, son negativos?

Los pensamientos felpudo lastran tu capacidad de avanzar. Todo ese ruido mental que te convierte en un ser brutal contra ti misma. Un machaque constante, duro y paralizante. Es necesario romper este diálogo negativo y en bucle y convertir aquello que te dices a ti misma en algo positivo, inspirador, alentador.

Eres lo que tu mente imagina y cree. Una herramienta poderosa que te ayudará en esta transición es escribir todos los pensamientos felpudos que detectes y darles la vuelta por completo.

Sustituye los “no tengo tiempo” por “cada día estoy más cerca y celebro cada pequeño avance” o “no lo voy a conseguir” por “estoy orgullosa de todo el esfuerzo que realizo y preparada para cuando llegue el momento”.

Si todo esto resuena contigo no puedo dejar de recomendarte la lectura de mi segundo libro:

‘’De darlo todo a pedir lo que te dé la gana. Mujer emPEDIRada’’

Es un libro que rompe con todos los estigmas del pedir y te ofrece el paso a paso para que alcances tus metas y tus objetivos más ambiciosos, y aprovecho para destacar 6 claves infalibles para visibilizarte:

1. Saca pecho al presentarte, luciendo tus cualidades y fortalezas, y siendo honesta y clara sobre lo que aportas y lo que gana tu público si te eligen.

2. Fuera complejos y miserias. Refuerza y muscula tu autoconfianza para pedir, sin sabotajes y sin dejarte sobornar por otros y por lo que desean por ti.

3. Delega y date tiempo para cuidarte, y reduce todo lo que puedas esa exigencia por hacerlo todo perfecto en casa y en el trabajo.

4. Verbaliza lo que quieres y sé concreta sobre lo que te pides para evitar que otras voces pidan por ti, desde su mejor intención, sobre tu rol como madre, sobre tu sexualidad, el uso de tu tiempo libre…

5. Deja de colocarte a ti misma contra la pared con una crueldad y brutalidad de espanto para culparte, hacerte chiquita, despreciarte o airear tus debilidades y tus trapos más sucios.

6. Cuando digas que no, expresa con amabilidad unas palabras de agradecimiento a la persona que te pide algo. Si no te salen, sonríe de manera auténtica para suavizar la negativa que expresarás a continuación.

Si te eliges, te eligen. Y punto.

Tomar el timón de tu yo y saber pedir con seguridad y convicción es un camino lleno de espinas y también de rosas. Es una pelea intensa y ardua y, a la vez, tiene como premio acercarte, con cada paso firme que des, a quien eres, sin máscaras ni engaños.

Siendo quién eres, y pidiendo lo que quieres estarás también más cerca del destino que quieres para ti, sintiendo que tú decides como mujer.

*Silvia Bueso

Conferenciante, formadora y coach, creadora de ‘El arte de pedir’, un método que enseña a pedir con confianza y asertividad para conseguir los objetivos que está plasmado en sus libros. ‘El arte de pedir para conseguir tus objetivos’

FUENTE:https://www.womenalia.com/ articulo/ seisclavesparavisibilizarnosportodoloalto? utm_source=REDESSOCIALES&utm_mediu m=POST&utm_campaign=LIBRO%

20SILVIA%20BUESO&utm_id=LIBRO%

20SILVIA%20BUESO

Las formas en las que interactuamos con nuestros colegas han cambiado, y por eso debemos repensar los modos de mantener la unión y buena onda en el ambiente laboral.

La gran mayoría de nosotros pasamos muchas horas del día trabajando. Sin embargo, la forma en la que interactuamos con nuestros colegas ha cambiado drásticamente debido a la pandemia. Ya no contamos con las conversaciones diarias e informales en el recreo del almuerzo o entre reunión y reunión.

Por esto, es importante mantener una actitud positiva y buscar nuevos puntos de encuentro con nuestros colegas del trabajo. En este artículo te compartimos unas cuantas ideas simples que te ayudarán a mantener a tu equipo de trabajo conectado y unido a pesar de la distancia física, y así mejorar tus relaciones laborales.

2. Dar un cumplido

No hay nada más agradable y gratificante para el corazón que recibir un cumplido genuino. ¿Alguien de tu equipo hizo una presentación fabulosa? ¿Lograron concretar un negocio grande? ¿El fondo de pantalla del zoom es muy divertido o bonito? Hazle saber eso a tus colegas.

Dar cumplidos reales y sinceros tiene un efecto positivo en quien los recibe. Nuestra recomendación es que no exageres, la idea es que tus compañeros de trabajo entiendan que hablas en serio y capten el mensaje que quieres transmitirles.

3. Socializar a través de un café

Al no compartir una oficina física, resulta imposible encontrarte y conversar con tus colegas cerca del dispenser de agua. Sin embargo, aun puedes compartir con ellos un café. Ofrécele a uno de tus compañeros hacer una pausa juntos y compartir un café de manera virtual, simplemente para conversar un rato y ponerse al día. Tus colegas lo apreciarán y estarán felices, no solamente porque pensaste en ellos, sino porque es una excelente manera para distenderse y una excusa para tomarse un recreo.

4. Celebrar los cumpleaños

Saludar y desear un buen día

Con unas pocas y simples palabras, acompañadas de una sonrisa en tu cara, puedes alegrarle el día a alguien y hacerle que lo comience de mejor humor. Comenzar el día con una actitud positiva hará que las personas con las que interactúas se contagien de esta actitud y que la productividad laboral sea mayor.

¿Sabes lo que se siente cuando alguien recuerda que es tu cumpleaños? No debes organizar una celebración masiva, pero con tomarse unos minutos del día para agasajar al cumpleañero alcanzará.

Puedes celebrarlo de manera virtual, haciendo que todos se tomen una pausa y se conecten a una llamada grupal para cantar el feliz cumpleaños y brindar con café. También puedes agregarle diversión organizando un kahoot o algún otro juego similar acerca del cumpleañero.

Si se encuentran de manera presencial, aunque sea con capacidad reducida, puedes llevar a la oficina unos globos, una bonita tarjeta y un pastel pequeño (¡incluso puede ser un muffin con una vela, aquí lo que cuenta es la intención!). Así lograrás que el cumpleañero tenga un día especial, divertido, diferente y que siempre recordará.

una oportunidad de voluntariado grupal en nuestra página de ideas. Trabajar en conjunto por un fin solidario hará que tus compañeros de trabajo se conozcan mejor, aprendan a comunicarse asertivamente y encuentren nuevas metodologías de trabajar juntos.

7. Guardar la distancia

Durante la época de distanciamiento social las personas suelen sentirse ansiosas e incómodas en relación con cosas que previamente las veían como normales.

Si ya has vuelto a la oficina o a un espacio de trabajo en conjunto, presta atención a tu comportamiento. Si naturalmente eres de los que da la mano o palmea la espalda de un compañero de trabajo cuando lo ve, mejor pregúntale si está bien hacer eso. De esta manera estarás demostrando respeto hacia las circunstancias actuales y además les das la posibilidad de que ellos mismos decidan si se sienten cómodos.

FUENTE: https://www.good-deeds-day.org/ es/7-ideas-mejorar-tus-relaciones-laborales/

Siempre debes tener en cuenta a las personas con las cuales compartes el espacio. Incluso si quieres escuchar tu canción favorita o tienes una llamada importante, recuerda que hay otras personas trabajando cerca tuyo y compartiendo el mismo espacio. Ten esa llamada telefónica en un cuarto cerrado, usa auriculares siempre que sea posible y no hables muy alto si tienes personas a tu alrededor. Con un poco de esfuerzo se logran grandes cosas.

No hay nada mejor para lograr la cohesión de un grupo que trabajar unidos por un objetivo que le resulte importante a todos. Encuentra

This article is from: