ENTREVISTA A LA PROF. MARÍA SOL TERLIZZI

ENTREVISTA A LA PROF. MARÍA SOL TERLIZZI

PUBLICACIONES BIOÉTICAS DE FUNDACIÓN JAIME ROCA

SERIE ENTREVISTAS

Publicamos un diálogo con la Profesora María Sol Terlizzi, quien obtuviera el Premio Bioética 2015 Fundación Dr. Jaime Roca por su trabajo “Bioética, derechos humanos y propiedad intelectual. Repensando el rol de las patentes en el debate sobre el acceso a los medicamentos”, donde analiza distintas dificultades de las personas para acceder a ciertos medicamentos y las causas, señalando el conflicto entre el derecho a la salud y los derechos de propiedad intelectual.

Entrevistadores: Eduardo Darío Beccar. Médico. Miembro del Comité de Bioética de Fundación Jaime Roca.

Eduardo Piluso. Médico. Miembro del Comité de Bioética de Fundación Jaime Roca.

¿CUÁL HA SIDO SU FORMACIÓN Y CÓMO HA INFLUIDO EN SU INTERÉS POR LA BIOÉTICA? Estudié filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, y en la medida en que avanzaba en la carrera me di cuenta de que la filosofía práctica, en especial la ética, era el área que más me apasionaba. En ese entonces Florencia Luna era profesora de la facultad, con ella discutíamos problemas bioéticos acuciantes, anclados en el «aquí y ahora». Aunque disfrutaba mucho el estudio de los clásicos y de la filosofía teórica, me di cuenta enseguida de que mi interés por la filosofía se estaba abriendo a otras disciplinas, con las cuales se podían entablar diálogos fructíferos. Naturalmente, la bioética era el campo perfecto para ello. Así comencé mi formación en bioética en FLACSO y luego me dediqué a la docencia e investigación en esta área.

¿CÓMO Y POR QUÉ ELIGIÓ EL TEMA DE SU TRABAJO? Mi vocación por la apertura a otros campos disciplinares continuó a lo largo del tiempo. En el año 2009 empecé la Maestría en Propiedad Intelectual en FLACSO, porque estaba por inscribirme al doctorado en filosofía con el fin de desarrollar una investigación sobre los fundamentos

filosóficos de las patentes farmacéuticas y me daba cuenta de que necesitaba conocer a fondo los aspectos jurídicos y económicos del tema. Con esa base, comencé a investigar en la intersección entre bioética, derechos humanos y propiedad intelectual, que es el tema de mi trabajo. Mi objetivo era presentar un panorama del debate actual sobre acceso a medicamentos que incluyera diversas aristas del problema, tales como el impacto que las patentes tienen sobre el acceso a los medicamentos y los vínculos con los poderes políticos y económicos.

Aunque estos aspectos estaban presentes en la literatura sobre el tema, en general presentaban algunos inconvenientes. Uno de los problemas centrales que advertí durante el proceso de investigación era que en muchos de los trabajos sobre acceso a medicamentos y patentes se ofrecían estados de situación homogéneos, que oscilaban entre sostener que las patentes actuaban como un impedimento para el acceso a «los» medicamentos, incluyendo así a toda clase de medicamentos; o, en el otro extremo, se sostenía que las patentes no constituían mayores problemas, puesto que otras eran las causas principales que impedían el acceso. Estas posiciones se basaban en preconceptos, no se encontraban fundamentadas o bien no reflejaban la complejidad de la situación. Consideré entonces necesario llevar adelante un análisis más profundo y diferencial de algunos conceptos y problemas, en especial del medicamento y su vínculo con las patentes.

¿CÓMO DECIDIÓ SU PARTICIPACIÓN EN LA CONVOCATORIA DE FJR?

Conocía la convocatoria por colegas y amigos que habían sido premiados en ediciones anteriores, quienes me alentaron a que presentara el trabajo que estaba desarrollando. Al principio tuve mis dudas, porque este trabajo es parte de una investigación mayor y no estaba segura de que presentar una parte de ella era la mejor opción para ese momento. Pero enseguida me di cuenta de que no hay otro modo de avanzar en el conocimiento que discutiendo los resultados, aunque sean parciales, con los colegas y la comunidad. En tal sentido, la convocatoria de la FJR era una excelente oportunidad para difundir mi trabajo y «ponerlo a prueba».

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UD. SOSTIENE QUE EL ACCESO A LOS MEDICAMENTOS ES PARTE INESCINDIBLE DEL DERECHO A LA SALUD QUE DEBE GOZAR TODA PERSONA, ¿CUÁL ES EL HECHO PRÁCTICO, EN UN SISTEMA EN DONDE EL MEDICAMENTO ES UNA MERCANCÍA? Ese es precisamente el mayor problema: los medicamentos son bienes esenciales que pueden contribuir significativamente a la calidad de vida y a la supervivencia de las personas. Pero al mismo tiempo son bienes de mercado, que responden a los intereses de quienes producen esos bienes, esto es a los laboratorios, en especial de capitales transnacionales. En la actualidad, hay un reconocimiento del derecho de las personas a acceder a los medicamentos como parte del derecho a la salud. Pero al mismo tiempo existen los derechos de propiedad intelectual, como las patentes, que otorgan derechos exclusivos sobre las invenciones patentadas, por ejemplo, los medicamentos innovadores. Este carácter dual de los medicamentos sustenta el debate sobre acceso a medicamentos que se manifiesta en la tensión entre los derechos de propiedad intelectual (que son instrumentales y se originan en sistemas económicos) y los derechos humanos (que son fundamentales y se originan en la dignidad humana), como el derecho a la salud.

Esta tensión no es nueva. El vínculo entre propiedad intelectual y acceso a medicamentos es discutido desde hace tiempo. Hace casi dos décadas, la discusión estaba focalizada en el rol que jugaban las patentes en el acceso a medicamentos esenciales, como los antirretrovirales de primera y segunda generación para tratar el VIH/sida. En la actualidad, el eje está puesto en el desarrollo y posterior acceso a medicinas, vacunas y tratamientos para tratar enfermedades crónicas como la hepatitis C, algunas de las cuales poseen tratamientos efectivos pero muy costosos y otras carecen aún de ellos. En ambos casos, se vislumbra una tensión que tiene a los derechos de propiedad intelectual de los laboratorios en uno de sus polos, y al derecho a la salud de los individuos y el derecho de los estados de proteger la salud pública en el otro.

¿QUÉ ES EL SISTEMA INTERNACIONAL DE PATENTES? ¿ESE SISTEMA ASEGURA A LOS LABORATORIOS INCENTIVOS PARA EL DESARROLLO DE TODO TIPO DE MEDICAMENTOS?

El mecanismo de investigación y desarrollo farmacéutico global se basa en un sistema particular de incentivos, en cuyo centro se encuentran las patentes y otros derechos de propiedad intelectual aledaños. Una patente es un título expedido por autoridades públicas de un determinado territorio, que le confiere al titular un derecho exclusivo de explotación de un invento durante un cierto período, en general de veinte años, a cambio de que este sea revelado. Si bien el derecho de patentes es un derecho nacional, está sujeto al devenir de un sistema internacional consolidado hace solo dos décadas. Este sistema está constituido por un conjunto de acuerdos multilaterales y bilaterales entre países, y por leyes, institutos y prácticas domésticas que interactúan entre sí, a veces de manera armoniosa y otras un tanto conflictivamente.

El sistema de patentes fue diseñado originalmente para incentivar y recompensar la actividad inventiva y fomentar la difusión de las innovaciones. En el campo farmacéutico, la existencia de patentes incentivaría a los laboratorios a invertir tiempo, dinero y recursos humanos en llevar a cabo investigaciones que, en algunos casos, darían como resultado nuevos productos farmacéuticos o formas más adecuadas para un segmento de la población, por ejemplo niñas y niños, de un medicamento preexistente. Sin embargo, el modelo de investigación y desarrollo farmacéutico global actual tiene altos costos morales y económicos, particularmente para los países en desarrollo y los individuos más pobres de cualquier parte del mundo. Bajo el presente esquema, los laboratorios tienen incentivos para desarrollar productos para enfermedades que afectan a personas cuyos gobiernos o sus propios bolsillos pueden costear, por ejemplo, «enfermedades de la vejez» tales como el Alzheimer, pero no para investigar en áreas o enfermedades que afectan a las poblaciones y personas con menos recursos, por ejemplo, el dengue, la enfermedad de Chagas, la lepra o la leishmaniasis o en enfermedades poco frecuentes.

¿CUÁL ES EL PESO DE LAS PATENTES EN LA DESIGUALDAD DEL ACCESO A LOS MEDICAMENTOS?

Muchos medicamentos esenciales están libres de patentes, esto es, los derechos de patentes han expirado hace tiempo. Por lo tanto, en esos casos, las patentes no juegan un rol preponderante en el acceso a los medicamentos. Sin embargo, las patentes tienen un -3-

peso importante en las últimas líneas de tratamiento de algunas enfermedades como el vih, la hepatitis C y algunos tipos de cáncer. En estos casos, los medicamentos de última generación tienen una o más patentes, con lo cual el precio es muy elevado. En tal sentido, el acceso a esos tratamientos depende de la situación económica de cada país y de la voluntad política de sus gobernantes para otorgar o no cobertura a sus poblaciones.

premios a la innovación farmacéutica. Los premios no son una novedad en este área, pero en los últimos años aparecieron un conjunto de propuestas con nuevos matices. Creo que es un buen momento para analizar estas propuestas emergentes.

EN SU TRABAJO MENCIONA EL ACUERDO DE ASOCIACIÓN TRANSPACÍFICO (TPP) COMO UN EJEMPLO DEL MODO EN QUE LA PROPIEDAD INTELECTUAL Y EL COMERCIO CONFLUYEN. ¿QUÉ ES EL TPP Y CÓMO SE VINCULA CON LAS PATENTES FARMACÉUTICAS?

¿CONSIDERA QUE EL SISTEMA ACTUAL DE PATENTES FARMACÉUTICAS ESTÁ EN CRISIS, Y DE SER ASÍ, CUÁL SERÍA SU ORIGEN Y CONSECUENCIAS?

Originalmente el sistema de patentes fue diseñado para promover la innovación y difundir los conocimientos en la sociedad. Que el sistema actual de patentes está lejos de cumplir con esos objetivos iniciales y que incluso se encuentra en crisis es una idea cada vez más consolidada. Por un lado, la expansión en el alcance de las patentes, por ejemplo respecto de la materia viva; el relajamiento de los requisitos de patentabilidad; la concesión de patentes amplias y de baja calidad; las estrategias de perpetuación de las patentes, entre otras cosas, parecen contradecir la idea de que las patentes fomentan la creación y difusión de innovaciones; en algunos casos, pueden llegar a entorpecerlas o impedirlas.

Por otro lado, los usuarios de las invenciones farmacéuticas patentadas, esto es pacientes y profesionales de la salud, tanto como organizaciones humanitarias, académicos y activistas perciben deficiencias en el sistema de patentes y reclaman ajustes o con el fin de evitar los costos económicos y sociales que estas generan en la sociedad. Una consecuencia posible de esta crisis, que ya se está llevando a cabo, es que se produzca una reflexión en torno del rediseño del sistema de patentes farmacéuticas. Por ejemplo, explorar los sistemas de

El TPP es un acuerdo multilateral de comercio entre Estados Unidos y 11 países del pacífico (Japón, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Vietnam, Chile, Perú, México, Singapur, Brunéi y Malasia) que se firmó en octubre del año pasado. Es uno de los acuerdos más controvertidos hasta el momento, primero porque las negociaciones han sido conducidas en secreto; segundo, porque las propuestas iniciales contenían disposiciones sobre propiedad intelectual con estándares mucho más altos que en otros tratados similares firmados anteriormente. Hasta noviembre de 2013, el borrador del tratado había permanecido en el más absoluto secreto. Sin embargo, Wikileaks logró filtrar el capítulo de propiedad intelectual confirmando las sospechas de que el borrador estaba orientado a los intereses de la industria farmacéutica.

El conocimiento de los borradores generó una ola de protestas y críticas en todo el mundo. Intelectuales y académicos acusaron a la administración Obama de que con el TPP se pretendía imponer un modelo neoliberal que beneficia a los más ricos y que profundiza el poder de las corporaciones. En relación a las patentes farmacéuticas, se movilizaron numerosas organizaciones, preocupadas por las graves consecuencias que el acuerdo pueda tener sobre el acceso a la salud de las poblaciones involucradas.

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¿QUÉ IMPLICANCIAS TIENEN ESTE TIPO DE ACUERDOS PARA LA SALUD PÚBLICA?

decisiones de la nueva gestión podrían amenazar seriamente, por primera vez en décadas, el acceso a los medicamentos -entre otros aspectos- en nuestro país.

Por un lado, el TPP es considerado el acuerdo comercial más importante de las últimas décadas. Se estima que representaría el 40% de la economía mundial y el 35% del comercio internacional. Las ventajas comerciales de formar parte de él llevaron a algunos de los países firmantes a ceder -una vez más-, en el capítulo de propiedad intelectual. Pero por otro lado, también puede considerarse que pasará a la historia como el peor tratado para el acceso a medicamentos en países en desarrollo. Uno de los temas álgidos es el de la protección de datos de prueba de los medicamentos biológicos, esto es, los resultados de los estudios clínicos sobre medicamentos elaborados con materia prima de origen biológico o biotecnológico. La propuesta de Estados Unidos era protegerlos por doce años, mientras que Chile y Australia propugnaban por mantener una protección de cinco años. Luego de varias rondas de negociación y pujas por sostener las posiciones, en el texto final se acordó una protección de cinco años, prorrogables a ocho. La reducción de doce a cinco años de protección para los medicamentos biológicos puede considerarse una mejora respecto del texto inicial y una victoria para aquellos países firmantes del TPP que ya disponían de una protección idéntica. Sin embargo, para países como Perú, cuya regulación no protegía los datos de prueba clínicos, esta medida implica introducir la protección por cinco (y hasta ocho) años, con consecuencias negativas para la salud pública, como el incremento notable del costo de estos medicamentos.

En síntesis: la aceptación de las imposiciones dispuestas en esta clase de acuerdos empeoraría la ya difícil situación actual del acceso a los medicamentos. Aunque todavía los países firmantes tienen que ratificar el tratado en sus congresos nacionales, lo que implicará debates políticos en muchos de ellos, el TPP tendrá consecuencias en las políticas públicas sanitarias de los doce firmantes. Pero no solo en ellos, sino también en muchos otros, porque el TPP se constituye como el antecedente por excelencia para futuros acuerdos y porque se trata de un acuerdo abierto a aquellos países interesados en formar parte de él en el futuro. Y la Argentina es uno de ellos: el presidente, Mauricio Macri ya expresó su deseo de que la Argentina se acerque a este y otro tipo de acuerdos comerciales. A diferencia de las políticas públicas relacionadas con el acceso a la salud de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, las

LE PEDIMOS UN BREVE RESUMEN DE LAS CONCLUSIONES DE SU INVESTIGACIÓN

En este trabajo me propuse demostrar que el sistema internacional de patentes farmacéuticas, con su diseño actual, dificulta el acceso a ciertos medicamentos. Pero las patentes por sí solas no son el principal obstáculo para el acceso a los medicamentos. Son los estándares de protección elevados y el uso abusivo de los derechos de propiedad intelectual habilitados por el propio sistema internacional de patentes y expresados en ciertos acuerdos y prácticas comerciales y jurídicas los que dificultan o impiden el acceso a los medicamentos.

El panorama planteado en este trabajo permite concluir que el diseño actual del sistema de patentes tiene un impacto negativo en el acceso a cierta clase de medicamentos cuando se lo utiliza inadecuadamente.

La pregunta que surge es si es éticamente aceptable conservar un esquema como este; y, de no serlo, cuáles son las modificaciones que debieran hacerse o qué otros mecanismos de recompensa a la innovación garantizarían un mejor acceso a los medicamentos. En estos temas estoy trabajando en este momento.

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CUÁLES SON SUS OBJETIVOS ACTUALES Y SUS PROYECTOS EN EL ÁREA DE BIOÉTICA?

Actualmente estoy terminando mi tesis doctoral y continúo mis tareas de docencia e investigación en bioética y propiedad intelectual. A su vez, en un futuro cercano espero explorar los vínculos de la bioética con la tecnología, en particular el impacto de avances como el big data y la telesalud en la relación médico paciente y otros temas de bioética.

¿CUÁLES SON, A SU CRITERIO, LOS MAYORES OBSTÁCULOS A SUPERAR PARA LA APLICACIÓN PRÁCTICA DE LA BIOÉTICA, TANTO CLÍNICA COMO DE INVESTIGACIÓN?

Creo que uno de los mayores desafíos para la bioética actual es insertarse de manera integral en la formación de los profesionales de la salud, en especial en las carreras de grado y pregrado. Como docente en instituciones de nivel terciario y universitario percibo que hay una diferencia profunda entre los métodos de enseñanza-aprendizaje de la bioética y el resto de las materias de la carrera. Los estudiantes no están acostumbrados a reflexionar críticamente sobre las prácticas de su profesión, y esto es absolutamente necesario para que se desarrollen como buenos profesionales, tanto en el ámbito clínico como en la investigación. Y aunque la incorporación de la bioética dentro de la currícula supone un avance en ese sentido, todavía falta que se transversalicen sus problemas.

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