4 minute read

Transporte de Carga al Aeropuerto Felipe Ángeles

Apartir de la tercera o cuarta semana de abril, sí o sí, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), recibirá las operaciones aéreas exclusivas de carga, en un intento por darle a la nueva infraestructura del sexenio, una vocación rentable.

La idea no es del todo mala, pero este tipo de decisiones, cuando un gobierno las toma, deben pasar por un proceso de mucho trabajo previo y escucha con los operadores logísticos, así como una cuidadosa planeación (y mejor ejecución) en cuanto a la infraestructura con que se debe dotar al aeropuerto para dar un buen servicio a quienes deberán mudarse.

Advertisement

El costo de no hacerlo bien es muy alto. Recordemos que uno de los graves problemas que se ocasionaron con la pandemia fue la ruptura de las cadenas de suministro, lo cual ha encarecido los precios de materias primas y otras mercancías que circulan alrededor del mundo.

La guerra de Rusia y Ucrania también ha provocado escasez de ciertos suministros importantes, al tiempo que la geopolítica está mostrando que China ya no es el mejor lugar para producir una serie de mercancías que requiere el mundo occidental, entre otras cosas porque la lejanía, las restricciones y otros problemas logísticos están interrumpiendo la buena marcha de la economía.

De esta suerte, lo que requiere el comercio mundial son plataformas logísticas que garanticen una infraestructura suficiente, amplia, bien establecida, accesible y segura, que permita ofrecer buenos precios en las mercancías.

Las cargueras mexicanas han sido especialmente lastimadas en estos años de pandemia y encima han tenido que lidiar con el problema de la Categoría 2, ya que tomemos en cuenta que Estados Unidos es nuestro principal mercado de exportaciones e importaciones, de modo que el crecimiento hacia ese país es indispensable para la sobrevivencia de nuestras empresas de carga, lo cual no ha sido posible y esto entorpece cualquier plan de crecimiento y genera incertidumbre entre los inversionistas actuales o posibles.

Respecto a las cargueras extranjeras, tampoco será fácil adaptarse, sobre todo si no encuentran en el AIFA todo lo que requieren para consolidar y distribuir las mercancías y si no reciben un trato mejor a cambio de esta mudanza.

El traslado de las operaciones logísticas hacia el norte del Valle de México no es una idea reciente, hace más de 20 años los urbanistas pensaron en ello porque esta es la única región que posee las características para albergar el desarrollo que se derivara de una relocalización de las plataformas logísticas que abastecen a la Ciudad y su zona conurbada, así como del empleo que requieren los habitantes de la megalópolis.

No obstante, necesitamos que la mudanza sea tersa, que se escuche a la industria y además, que se prevea y se atienda el crecimiento urbano que ya se está haciendo visible en la zona norte de la zona conurbada.

La industria aérea ha estado especialmente golpeada por diversas causas: la pandemia, la inflación, falta de apoyos y algunas de las decisiones que se están tomado en esta administración en transporte aéreo, entre las que se incluyen la sustitución de Texcoco por Santa Lucía, la eventual aprobación del cabotaje, la nueva aerolínea de Sedena, entre otras, que han provocado perplejidad entre los agentes del sector.

El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) pasará de recibir a mandatarios como Joe Biden y Justin Trudeau a miles de toneladas de carga. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, publicará en los próximos días un decreto para cerrar las operaciones de carga y co- rreo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), una medida con la que el Gobierno federal busca la mudanza de estos vuelos a otros aeródromos regionales, principalmente al AIFA, en el Estado de México. Sin una consulta previa y en un plazo máximo de 90 días a partir de la publicación del decreto, los 16 concesionarios que operan vuelos exclusivos de carga tendrán que replantear sus rutas. La propuesta de decreto, publicada en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), defiende que es necesaria la medida para ante la saturación operativa del AICM y para “salvaguardar la seguridad de las operaciones” en este aeródromo, sin embargo, estas rutas solo representan un 3% del total de vuelos de la terminal aérea. De acuerdo con las estadísticas oficiales, de los más de 363.000 vuelos que reportó el AICM el año pasado, solo 12.028 operaciones fueron de carga.

El subsecretario de la Secretaría de Infraestructura de Comunicaciones y Transportes (SICT), Rogelio Jiménez Pons, esgrime que el principal objetivo es desahogar la saturación en tierra. El funcionario explica que la movilización de más de 570.000 toneladas de carga por año en este punto derivan en maniobras kilométricas, largas filas de espera y atascos en las calles aledañas al aeródromo. “El desarrollo de la zona de carga en el AICM tiene más de 70 años y nunca hubo un plan maestro de crecimiento, han sido parches sobre parches, de tal manera que hay procedimientos que se pueden tardar hasta tres o cuatro horas más de lo convencional”, dice.

Jiménez Pons prevé que el decreto presidencia estará listo a más tardar la próxima semana. El subsecretario indica, además, que el AIFA —ubicado a 44 kilómetros de distancia del actual hub de carga aérea en el AICM—, cuenta con el espacio y la capacidad para atender a los concesionarios de carga.

En la justificación del decreto, la SICT admite que en la propuesta no fueron tomadas las voces del sector y que la medida tendrá un costo acumulado para los 16 permisionarios de vuelos de carga de 9,7 millones de pesos (514.000 dólares). La dependencia estima que cada permisionario deberá desembolsar de 600.000 pesos a un millón de pesos (de 31.719 a 52.866 dólares) por la reubicación de equipo, contratación de personal y los cambios en sus actuales permisos de concesión para operar en otro aeródromo. Empresas como Qatar Airways, Lufthansa Cargo, Cathay Pacific Airways Limited, Estafeta Carga Aérea, Air Canadá, son algunos de los actuales permisionarios de carga en el AICM.

La dependencia federal hace hincapié en que la medida se traducirá en beneficios por más de 241,7 millones de pesos (12,7 millones de dólares). “La regulación propuesta permitirá solucionar el problema de la saturación del campo aéreo y de las terminales de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y facilitará a las empresas el hacer uso de la infraestructura aeroportuaria”, refiere la Secretaría.

El AIFA no cuenta actualmente con las vías de acceso e infraestructura interna —almacenes y operadores de carga— para recibir las más de 570.000 toneladas que aterrizan anualmente en el AICM. De acuerdo con el proyecto de decreto, se están dando 90 días para la migración, cosa que resulta imposible para cualquier empresa carguera. En tres meses es imposible modificar la logística que ya tienen establecida durante años. Van a venir amparos y lo más seguro es que se declare inconstitucional el decreto.

This article is from: