¡RESUCITÓ! Nº 2

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Boletín Informativo de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad. Nº 26

boletin formativo de la hdad. de ntra. sra. de la soledad BOLETÍN Nº 2 | JUNIO 2023

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Sumario y créditos

Boletín Formativo. Junio 2023

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Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, María Santísima en su Soledad, Dulce Nombre de Jesús y Beata Rafaela Ybarra,

Boletín Informativo de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad. Nº 26

*** Parroquia de Santa María la Mayor. Pilas (Sevilla) E-mail: hermandaddelasoledaddepilas@gmail.com www.soledaddepilas.es

BOLETÍN FORMATIVO DE LA HERMANDAD JUNIO 2023 boletin formativo de la hdad. de ntra. sra. de la soledad

Colaboradores Antonio Jesús Salvago Duarte Inmaculada Cabello Sánchez Juan Lara Márquez Juan Hernández Anguas Víctor Manuel Mudarra Fuentes Fernando Macías Morales Francisco Javier Segura Márquez José Joaquín León Morgado José Antonio Bermudo Parra Blanca Medina Medina Pachi Vilallonga Solaun Pelayo Vilallonga Olazabal Hermana María José del Río José Manuel Rubio Sotillo Arturo Fernández Sanmartín Manuel Eloy Moreno Romero Foto de portada Dulce Nombre de Jesús en la procesión del Corpus Christi de 2013 Autor: Víctor Manuel Mudarra Fuentes Foto interior de portada Santísimo Cristo del Descendimiento y reliquia de la Beata Rafaela Ybarra en el altar de Septenario de 2023 Autor: Víctor Manuel Mudarra Fuentes

Sumario

BOLETÍN Nº 2 | JUNIO 2023

Coordinación Juan Lara Márquez

Sumario.............................................................................................. 3 Nuestra Hermana Mayor............................................................ 4 Formación: Culto al Santísimo Sacramento y a los Santos............... 5 Testigos de la Eucaristía.

Comprometidos con nuestros Hermanos..........................7 El culto al Santísimo Sacramento en nuestra Hermandad de la Soledad.......................................9 Los Altares Eucarísticos de la Hermandad de la Soledad en la Festividad del Corpus Christi..........11 Yo soy el Pan bajado del Cielo...............................................24 Al Santísimo Sacramento........................................................ 27 Las Hermandades Sacramentales y los Jóvenes........ 28 La Beata Rafaela Ybarra titular de nuestra Hermandad............................................................ 29 Beata Rafaela Ybarra: madre de familia..........................32 Beata Rafaela Ybarra................................................................ 35 La Hermandad de San Isidoro en Sevilla........................ 38 San Manuel Gónzález y el Monte Calvario...................... 41 Y así lo quiso él............................................................................. 43 Adoración.........................................................................................47

Fotografías Antonio Delgado Cañada Antonio Romero Mejías Archivo de la Hermandad Archivo de la Hermandad del Monte Calvario de Málaga Archivo de la Hermandad del Rocío de Córdoba Archivo de la Hermandad de las Tres Caídas de Sevilla Archivo de la familia de la Beata Rafaela Ybarra Javier Rojo José Luis Navarro José Manuel Silva Juan Lara Márquez Víctor Manuel Mudarra Fuentes Maquetación Juan María Suárez Sierra & 722 556 436 Redes Sociales Soledad de Pilas soledaddepilas PilasSoledad Hermandad de la Soledad de Pilas

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La Hermandad no se responsabiliza ni se identifica necesariamente con las opiniones vertidas por los colaboradores en este boletín.

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Hermana Mayor

Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)

Nuestra Hermana Mayor por N.H.Dª. Inmaculada Cabello Sánchez Hermana Mayor

Queridos hermanos y cofrades: La Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, María Santísima en su Soledad, Dulce Nombre de Jesús y Beata Rafaela Ybarra, continuando con el paso dado el pasado verano con la publicación del primer boletín digital formativo, nos ofrece un nuevo número en los días en que celebramos la Solemnidad del Santísimo Sacramento del Cuerpo y de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo.

Esta fiesta del Cuerpo y de la Sangre del Señor conmemora la institución de la Eucaristía. Es un llamamiento a profundizar en el significado de la misma y de su lugar en nuestras vidas. Esta festividad es la celebración del amor de Dios que se revela a sí mismo dándonos su Cuerpo y su Sangre como el alimento de la vida eterna.

Este nuevo boletín está por tanto enfocado al culto al Santísimo Sacramento en nuestra Hermandad y en otras Hermandades y también a los santos y beatos y su relación con las mismas.

Todos los cristianos estamos llamados a ser santos y por medio del testimonio de vida de los santos, podemos alcanzar esa santidad. El Papa Benedicto XVI nos dice: “Los santos son para nosotros amigos y modelos de vida. Invoquémoslos para que nos ayuden a imitarlos y esforcémonos por responder con generosidad, como hicieron ellos, a la llamada divina” Por último, quisiera dar las gracias a todas las personas que han colaborado en que de nuevo nuestra Hermandad ofrezca este punto de encuentro de información y de formación.

Que nuestros Amantísimos Titulares nos ayuden a convertir nuestros corazones diariamente al Señor.

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Formación

Formación: culto al Santísimo Sacramento y a los Santos por N.H.D. Juan Lara Márquez Diputado de Actos Formativos Volvemos desde la Diputación de Actos Formativos a publicar un nuevo boletín digital, esta vez dedicado al culto al Santísimo Sacramento en las hermandades y a los santos y beatos como titulares de las mismas.

La formación explica y enriquece los fundamentos de nuestra fe. Y los medios para ello son muy variados, siendo uno de ellos en nuestra Hermandad este boletín digital que pretende consolidarse como respuesta a la necesidad de formación que tenemos en las hermandades.

Las hermandades tienen que ser escuelas donde se inculque la devoción al Santísimo Sacramento y donde sean propuestos santos como ejemplos de vida para todos, ya que todos estamos llamados a ser santos.

El Papa Francisco, en la exhortación apostólica Gaudete et Exsultate, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual nos recuerda: “Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, «la clase media de la santidad»” De ahí que este nuevo boletín gire en torno a esa devoción al Santísimo Sacramento en las hermandades (sean o no sacramentales) y a la especial relación que en algunas se establece con la figura de santos y beatos.

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Formación

Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)

Y comenzamos con nuestra propia corporación, que sin ostentar el título de Sacramental, en todos sus cultos hace pública manifestación de fe en el Santísimo Sacramento y que hace unos años incorporó como titular a la Beata Rafaela Ybarra a la que se le rinde culto y se intenta difundir su vida, obra y mensaje.

También hemos propuesto a otras hermandades de distintos puntos de la geografía andaluza que nos presenten esa especial relación que tienen con el culto al Santísimo Sacramento y a santos, ya que siempre pueden ser modelos de aprendizaje.

Y siempre en el culto eucarístico, aparece la figura de María. Para ello, que mejor forma de introducirnos en este nuevo boletín, que las palabras de San Juan Pablo II en el Angelus del 5 de junio de 1983, en la solemnidad del Corpus Christi: “En la fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo nuestro agradecimiento sube con gratitud al Padre que nos ha dado el Verbo Divino, Pan vivo bajado del cielo; y este agradecimiento se eleva también con alegría a la Virgen, que ofreció al Señor la Carne inocente y la Sangre preciosa que recibimos en el altar. Ave, verum Corpus: Cuerpo verdadero, concebido realmente por obra del Espíritu Santo, llevado en el seno con inefable amor (Prefacio 11 de Adviento), nacido por nosotros de María Virgen: natum de Maria Virgine.”

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Director Espiritual

Testigos de la Eucaristía.

Comprometidos con nuestros Hermanos por D. Antonio Jesús Salvago Duarte Párroco de Santa María la Mayor y Director Espiritual de la Hermandad

El sacramento de la Eucaristía es el centro de la Iglesia, de la comunidad cristiana que sigue y se reúne en torno a Jesús, al Emmanuel, al “Dios-con-nosotros” que por amor y fidelidad al hombre ha querido quedarse, permanecer entre nosotros y en nosotros de forma singular en este sacramento (“...y estad seguros que yo estaré con vosotros día tras día, hasta el fin del mundo”).1 La Eucaristía actualiza el sacrificio de Jesús en la cruz que se entregó y se entrega nuevamente por todos nosotros, para nuestra liberación del pecado, nuestra redención. Pero la Eucaristía supone también fracción del pan. Jesús que se hace Pan de Vida, alimento, se reparte entre la comunidad que comulga con Él, entrando en la más perfecta comunión con Jesús (“El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo en él”2). De ahí brota una acción de gracias que inunda el corazón del discípulo de Jesús

1. Mt 28,20b.

2. Jn 6,56.

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Director Espiritual

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que experimenta que por medio de la Eucaristía es salvado, se une a Jesús que le da la fuerza necesaria para continuar en su camino, para caminar tras sus huellas toda la vida.

Con el culto al Cuerpo y Sangre de Cristo, los cristianos confirmamos esto. El culto latréutico manifiesta la más profunda comunión con Cristo que se entrega a cada uno de nosotros en el pan convertido en su Cuerpo para alimentarnos. Para los discípulos de Jesús, entre los que nos encontramos todos los cristianos, la Eucaristía supone un doble alimento: por la Palabra de Jesús que escuchamos desde la “mesa de la Palabra” que alimenta nuestro espíritu para imitarlo; y por el Cuerpo de Jesús que se ofrece en sacrificio en la “mesa de la Eucaristía” que nos une a Él (o mejor dicho, por la que Jesús se une a nosotros que recibimos la gracia de esa comunión) de la forma más perfecta posible, con una unión íntima que permite que nos identifiquemos con su estilo de vida, con su total existir.

Cuando comulgamos, estamos comulgando a alguien que se ha entregado totalmente por todos los hombres por amor. Por eso decía el papa Benedicto XVI que “no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”3 Este sacramento es la mayor expresión de amor de Dios para con su pueblo. Es por ello por lo que los cristianos estamos llamados a dar testimonio de este amor que se renueva en cada Eucaristía. Ése es el sentido de la adoración al Cuerpo de Cristo que llena a todo cristiano. Contemplar a Jesús sacramentado es contemplar a aquel que se entregó por mí (en primera persona) y por todos (reunidos en comunidad de discípulos, formando Iglesia), que hizo milagros, que anunció el Reino de Dios, que curó enfermos, atendió a los pobres, se rodeó de niños, resucitó a los muertos, en definitiva, que todo lo hizo por amor.

Ese amor se comunica en la Eucaristía de tal forma que por la comunión con Jesús tenemos que sentirnos empujados a la acción. Desde la contemplación del Cuerpo de Jesús nace la acción por amor para con todos nuestros hermanos que necesitan de nosotros. La Eucaristía no tiene sentido si los cristianos no levamos lo que en ella recibimos a todas partes, si no somos transmisores del amor de Dios que se derrama en el altar y se canaliza a través de nosotros para alcanzar a toda la comunidad.

Llevar a Jesús sacramentado por las calles de Pilas tiene que tener este sentido, siendo conscientes de que lo que vivimos un día al año en la procesión del Corpus Christi debe ser el compromiso firme de todo cristiano para cada día: llevar a Jesús allá donde vayamos (“Te he puesto como la luz de los gentiles, para que tú seas la salvación hasta el fin de la tierra”4), en el encuentro con el hermano que me necesita o del que me veo necesitado (reconociendo así mi debilidad y mi humildad), todos los días.

3. BENEDICTO XVI, Carta enc. Deus caritas est (25 diciembre 2005), 1.

4. Hch 13,47.

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Diputado de Cultos

Boletín Formativo. Junio 2023

El Culto al Santísimo Sacramento en nuestra Hermandad de la Soledad por N.H.D. Juan Hernández Anguas Diputado de Cultos

Altar de Septenario del año 2023

“Cuando adoramos entramos en una relación íntima con el Señor que está presente en el Santísimo Sacramento. Es nuestra respuesta de fe y de amor hacia Él, que siendo Dios se hizo hombre, demostrándonos con su entrega, su amorpor nosotros hasta la eternidad” Qué mejor que con estas palabras del Papa Francisco, para que veamos la relación que tiene la exposición del Santísimo Sacramento en los cultos de nuestra Hermandad, donde esta exposición es parte principal de los mismos, teniendo la peculiaridad que nuestra Hermandad de la Soledad no es Hermandad Sacramental.

En enero abrimos el calendario de Cultos la semana siguiente a la Epifanía del Señor, con la Función del Dulce Nombre de Jesús, siguiendo a los pocos días, exactamente el 23 de febrero con la Función de la Beata Rafaela Ybarra, comenzado siempre dichos cultos con la Exposición y Bendición del Santísimo Sacramento, ritual solemne donde el sacerdote colocará sobre el altar cubierto con mantel la custodia.

Después de la meditación personal de todos los fieles, el sacerdote de nuevo se acerca al altar, se arrodilla y canta junto con todos los fieles el Pange Lingua, Tantum Ergo y se inciensa el Santísimo Sacramento.

Concluida la bendición, el sacerdote reserva el Santísimo en el Sagrario para así continuar con la Santa

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Misa. Es de destacar que nuestra Beata Rafaela Ybarra llevaba una vida de oración y tenía tal devoción al Santísimo Sacramento que cada vez se sentía más empujada a la unión con Él.

El segundo Domingo de Cuaresma damos comienzo al Solemne Septenario Doloroso comenzando todos los días con la Exposición del Santísimo Sacramento, Santo Rosario, ejercicio del Septenario, Preces, Bendición Eucarística y Santa Misa. El sábado, último día del Septenario, al terminar la Santa Misa celebramos Solemne Procesión Eucarística Claustral por las naves de la Iglesia llevando al Señor a los altares de San José, Capilla del Cautivo, Capilla de la Virgen del Rocío y altar del Sagrado Corazón concluyendo con la bendición con el Santísimo Sacramento y Reserva a cargo del sacerdote. Como dato curioso los varales del palio son portados en los últimos años por hermanos que representan a algún colectivo de la Parroquia. En toda forma de culto a este Sacramento hay que tener en cuenta que su intención debe ser una mayor vivencia de la celebración eucarística, momento para profundizar en la gracia de la comunión y revisar nuestro compromiso con la vida cristiana.

“A tus pies me postro, ¡oh, Jesús mío!, y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito, que se hunde en la nada, ante Tu santa Presencia. Te adoro en el Sacramento de Tu amor, la inefable Eucaristía, y deseo recibirte en la pobre morada que te ofrece mi alma. Esperando la dicha de la Comunión sacramental, quiero poseerte en espíritu. Ven a mí, puesto que yo vengo a Ti ¡oh mi Jesús!, y que Tu amor inflame todo mi ser en la vida y en la muerte. Creo en Ti, espero en Ti, te amo. Así sea”

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Colaboración

Los Altares Eucarísticos de la Hermandad de la Soledad en la Festividad del Corpus Christi por N.H.D. Víctor Manuel Mudarra Fuentes El Corpus Christi puede considerarse, junto a la Semana Santa y el Rocío, una de las festividades más antiguas que seguimos celebrando en Pilas. Posiblemente, no goza del mismo esplendor y respaldo popular de antaño, pero en ella, sigue imperando un halo de profunda religiosidad y el peso de la devoción al Santísimo Sacramento.

Actualmente, nuestra comunidad parroquial celebra unos cultos previos y la procesión eucarística, coincidiendo con el domingo de su festividad. En nuestro pueblo, se mantiene la tradición de levantar altares efímeros a lo largo del recorrido de la procesión en honor a su Divina Majestad; se trata de una costumbre que sigue vigente gracias a algunos vecinos, que instalan altares de mayor o menor envergadura en las fachadas de sus casas, o adornan sus balcones con vistosas colgaduras. Además, las Hermandades y Cofradías cobran un papel fundamental en esta labor, con el objeto de engrandecer la fiesta y rendir honores al Santísimo, no sólo asistiendo a los cultos previos y participando en el cortejo con sus respectivas representaciones; también, instalan preciosos altares en lugares estratégicos del recorrido, y que son muy esperados por las pileñas y los pileños.

La corporación veterana en este menester es la Hermandad de Belén, que desde hace décadas instala un altar efímero en el atrio de la Ermita de nuestra Patrona, y que ha llegado a estar presidido en varias ocasiones por los distintos titulares de esta señera institución. Por su parte, la Hermandad del Rocío de Pilas ha hecho lo propio eventualmente, siendo la corporación que menos ha llevado a cabo esta labor durante la fiesta del Corpus.

En el caso de la Agrupación Parroquial de Jesús Cautivo, fue en la década de los 90, coincidiendo con sus primeros años de existencia, cuando instaló de manera puntual un altar en la Plaza Mayor, ante el monumento al Corazón de Jesús; sin embargo, hubo de esperar al año 2005 para que se asentara esta tradición en el seno de la corporación, siendo tradicional el altar que preside San Tarsicio en el zaguán de la antigua casa de Don Pedro, en la calle Pineda, donde tuvo su sede social hasta hace unos meses. Por otro lado, la Asociación del Cristo del Amor hace lo propio desde su fundación a finales de la década de 2000, tradicionalmente en la Plaza Mayor, con la salvedad del pasado año, que situó el altar en la trasera del Ayuntamiento de Pilas.

Si nos centramos en la historia más reciente de nuestra Hermandad de la Soledad, hemos de remontarnos al mes de junio de 1997, momento en el que la comunidad parroquial de Santa María la Mayor celebró la Fiesta de la Espiga. Con tal motivo, la Hermandad alzó un altar eucarístico en honor del Santísimo Sacramento, justo frente a la puerta de San Rafael de la Iglesia Parroquial. La imagen del Dulce Nombre de Jesús, nuestro Niño Dios de las Carreritas, presidió el altar, entronizado en su templete del Domingo de Resurrección y exornado exquisitamente gracias a la labor de la priostía, encabezada en aquel entonces por el recordado D. Diego Colchero Barba (q.e.p.d.)

Con la llegada de D. Manuel Ávalos como cura párroco de Santa María la Mayor en 2011, la procesión del Corpus experimentó cierto auge, gracias a su impulso y al deseo de revitalizar una fiesta que no presentaba el peso y la importancia que merecía. Para ello, contó con la colaboración de los grupos

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parroquiales, principalmente de las Hermandades y Cofradías, que participaron activamente, no sólo en los cultos previos y en el cortejo procesional, sino también implicando a sus grupos jóvenes, instalando altares y adornando las calles donde aparecían ubicados.

El domingo 10 de junio de 2012, nuestra Hermandad de la Soledad levantó lo que sería su segundo altar eucarístico en honor a Jesús Sacramentado, siendo a la vez el primero con motivo de la festividad del Corpus Christi. Estuvo presidido nuevamente por la imagen del Niño Dios en su paso de Carreritas, siendo ubicado en el zaguán de un enclave históricamente vinculado a la corporación; nos referimos a la casa de la familia de la Rosa. La imagen del Dulce Nombre de Jesús lució de una forma inusual a como lo hace cada Domingo de Resurrección; en esta ocasión portó un traje blanco con bordados en oro y sus potencias.

Durante la procesión del mencionado año, en la calle Amelia de Vilallonga y tras la detención del paso de la custodia a la altura de este altar, las andas del Dulce Nombre de Jesús fueron portada por hermanos, para preceder a las de la custodia en los metros que distan desde el lugar donde se ubicaba hasta la Iglesia Parroquial. Fue un momento histórico, que tanto recordó a aquellas procesiones del Corpus donde el Santísimo era acompañado por otras imágenes de la Parroquia y de la Ermita, así como por la imagen de nuestra Patrona, la Santísima Virgen de Belén Coronada en paso de gloria.

Este hecho, tan aplaudido por los asistentes, provocó que, durante el año 2013 y con motivo de la celebración del Año de la Fe, proclamado por el Papa Benedicto XVI, se incorporaran al cortejo procesional los pasos del Dulce Nombre de Jesús, a cargo de la Hermandad de la Soledad, y el de la Inmaculada Concepción, a manos de la Hermandad de Belén, junto a la tradicional presencia del Simpecado de Nuestra Señora del Rocío de la Hermandad de Pilas. De esta forma, los más jóvenes se sintieron partícipes de la procesión al formar parte de las cuadrillas de costaleros de ambos pasos, siendo portadas las andas de la imagen del Niño Dios por dos cuadrillas, una de chicos y otra de chicas, la primera en la historia de nuestro pueblo. De esta manera, la imagen del Niño volvió a formar parte de esta procesión décadas después.

El pueblo acogió con entusiasmo esta iniciativa, que se volvió a repetir en el año 2014, por lo que se tradujo en una mayor asistencia y participación de fieles a los cultos y a la procesión, siendo los años en los que se pudo contabilizar una mayor presencia de público en las calles, así como un aumento en el número de altares efímeros en nuestras calles, tanto por parte de instituciones como de vecinos. Además, el sábado de vísperas comenzó a tener peso, gracias al traslado del paso de la Inmaculada desde la Ermita a la Parroquia y la presencia de algunos altares que quedaron expuestos desde la tarde previa a la procesión, para ser visitados y contemplados por cuantas personas salían quisieron disfrutar de la jornada.

Con la llegada de otros párrocos a nuestra Iglesia Parroquial, todo lo concerniente a la festividad del Corpus retornó a los criterios organizativos previos a 2012. Así, desde 2015 y hasta la fecha presente, la Custodia vuelve a procesionar en solitario sin el acompañamiento de otras imágenes en el cortejo procesional; por otro lado, el número de altares instalados durante la procesión han ido disminuyendo paulatinamente en los últimos años, así como se percibe un descenso en la asistencia y participación en la luminosa mañana del domingo del Corpus Christi, por parte de fieles y público en general.

Quizás, sea un buen momento para plantear cambios que permitan adaptar la fiesta a la realidad presente, así como a la demanda de la sociedad actual. Cambios y mejoras en una festividad en la que continúan vigentes los esquemas tradicionales, propios de tiempos pasados, y que podrían ser objeto de estudio para lograr que la celebración del Corpus Christi en Pilas pudiese alcanzar el auge y la importancia que merece.

A continuación, haremos un repaso, a través de las fotografías, de los distintos altares que la Hermandad de la Soledad ha instalado en los últimos veinticinco años:

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1. Altar: presidido por la imagen del Dulce Nombre de Jesús (Niño Dios de las Carreritas) Fecha: Fiesta de la Espiga, 20-21 de junio de 1997.

Ubicación: Plaza Aviador Francisco Medina (fachada matrimonio Ortega Moreno).

Autor fotografías: José Luis Navarro

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2. Altar: presidido por la imagen del Dulce Nombre de Jesús (Niño Dios de las Carreritas) Fecha: Corpus Christi, 12 de junio de 2012.

Ubicación: calle Amelia de Vilallonga (zaguán casa de la familia de la Rosa).

Autor fotografías: Víctor Manuel Mudarra Fuentes

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3. Altar: presidido por una pintura y la reliquia de la Beata Rafaela Ybarra.

Fecha: Corpus Christi, 2 de junio de 2013.

Ubicación: calle Antonio Becerril (escaparate familia Collado).

Autores fotografías: Víctor Manuel Mudarra Fuentes y Antonio Romero Mejías

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4. Altar: presidido por la Reliquia de la Beata Rafaela Ybarra.

Fecha: Corpus Christi, 21 de junio de 2014.

Ubicación: plaza Aviador Francisco Medina (porche de la Iglesia Parroquial).

Autor fotografía: Víctor Manuel Mudarra Fuentes

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5. Altar: presidido por la imagen del Dulce Nombre de Jesús (Niño Dios de las Carreritas) Fecha: Corpus Christi, 7 de junio de 2015.

Ubicación: calle Amelia de Vilallonga (zaguán casa de la familia de la Rosa).

Autor fotografía: Víctor Manuel Mudarra Fuentes

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6. Altar: presidido por la imagen del Niño Dios (devoción particular de Diego Colchero) Fecha: Corpus Christi, 29 de mayo de 2016.

Ubicación: calle Amelia de Vilallonga (zaguán casa de la familia de la Rosa).

Autor fotografía: Víctor Manuel Mudarra Fuentes

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7. Altar: presidido por el Simpecado Concepcionista, la reliquia de la Beata Rafaela Ybarra y las imágenes de San Francisco y San Antonio.

Fecha: Corpus Christi, 18 de junio de 2017.

Ubicación: plaza Aviador Francisco Medina (porche de la Iglesia Parroquial).

Autor fotografía: Víctor Manuel Mudarra Fuentes

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8. Altar: presidido por la imagen del Dulce Nombre de Jesús (Niño Dios de las Carreritas) Fecha: Corpus Christi, 3 de junio de 2018.

Ubicación: calle Amelia de Vilallonga (trasera del Ayuntamiento).

Autor fotografía: Víctor Manuel Mudarra Fuentes

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9. Altar: presidido por la reliquia de la Beata Rafaela Ybarra.

Fecha: Corpus Christi, 23 de junio de 2019.

Ubicación: plaza Aviador Francisco Medina (puerta del Molino de San Antonio).

Autor fotografía: Víctor Manuel Mudarra Fuentes

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10. Altar: presidido por el Simpecado Concepcionista, la reliquia de la Beata Rafaela Ybarra, reproducción pictórica de la Virgen de la Soledad y las imágenes de San Francisco y San Antonio.

Fecha: Corpus Christi, 6 de junio de 2021.

Ubicación: altar de Nuestra Señora de la Soledad en la Iglesia Parroquial (debido a COVID-19, la procesión del Corpus de 2020 se suspendió, y la procesión de 2021 fue claustral).

Autor fotografía: Hermandad de la Soledad

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11. Altar: presidido por reproducciones pictóricas de los Titulares de la Hermandad y las imágenes de San Antonio y San Francisco Fecha: Corpus Christi, 19 de junio de 2022.

Ubicación: calle Del Pilar (domicilio de la familia de Paquita Vallés).

Autor fotografías: Hermandad de la Soledad

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Yo soy el Pan bajado del Cielo por N.H.D. Fernando Macías Morales Ex Hermano Mayor y Hermano de Honor de nuestra Hermandad A) JESUCRISTO EUCARISTÍA En el Evangelio de Mateo podemos leer: “Mientras comían, Jesús tomó pan y, después de pronunciar la bendición, lo partió, lo dio a los discípulos y les dijo:<<Tomad, comed: esto es mi cuerpo>>. Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias y dijo:<<Bebed todos; porque esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados>>” (Mt 26,26-28).

En el de Juan leemos: “Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás” (Jn 6,35).

Pan partido, repartido y compartido. Es el mismo Jesús el que permanece con nosotros, no nos deja solos sino que continúa en nosotros cada vez que lo comemos, que lo comulgamos en la Eucaristía, después de que el sacerdote haya dicho las palabras que Jesús pronunció en la Última Cena, alimento espiritual del alma que nos sacia cada día y que nos ayuda en nuestra vida a que seamos fieles seguidores a las enseñanzas de Jesús, pues como Él nos dice: “Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida” y a través de Jesús podremos servir a Dios y a Éste en nuestros hermanos, pues la caridad no debe ejercerse a nivel individual, sino que debe ser comunitaria y gestionada.

Jesucristo por amor se hizo pan, pan bajado del cielo, por amor quiso quedarse con nosotros y por amor podemos recibir el Cuerpo de nuestro Señor. Desde el día en que Jesucristo instituyó el Sacramento de la Eucaristía y hasta hoy, ha permanecido entre nosotros, ya que la Eucaristía es la presencia real de Jesús para darnos vida, para incorporarnos a Él y a su Iglesia. Por ello, esa comida no puede celebrarse individualmente, sino que hay que hacerlo en comunidad, para que todos seamos uno, pues es la mesa de la unidad. La Eucaristía es vida del cristiano y vida de la Iglesia y por ello alimento espiritual que nos fortalece y nos guía en el propósito de seguir a Jesús, sus enseñanzas y ofrecer a los demás un nuevo modo de vivir la vida.

“La Eucaristía es el núcleo fuerte de nuestra espiritualidad. La Eucaristía es vida nuestra y viático. Es memorial del amor más grande y signo de una presencia misteriosa. Es acicate para el compromiso de cada día y alimento de nuestra esperanza. Es paradigma de fraternidad y fermento de un mundo nuevo” (Benedicto XVI).

B) CORPUS CHRISTI (CUERPO DE CRISTO) El origen de la festividad del Corpus Christi se puede situar en la Edad Media. Algunos hechos como la visión de la religiosa Juliana de Cornillón, priora de la abadía de Lieja (Bélgica), el hecho milagroso de la Hostia Consagrada, conocido como la Misa de Bolsena (Italia), contribuyeron a que el Papa Urbano IV en 1264 instituyera la festividad del Corpus Christi, celebración pública de la Eucaristía para la Iglesia Universal, a través de la bula “Transiturus de hoc mundo”.

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Colaboración

Este Papa ofreció a Santo Tomás de Aquino el preparar la redacción de los textos litúrgicos de esa fiesta. Himnos del Pange lingua, Panis angélicus o Adoro te devote, fueron escritos por Santo Tomás para esta fiesta.

En 1311 el Papa Clemente V vitalizó esta Solemnidad en el Concilio general de Viena, dando una serie de normas para el cortejo que acompañaría a Jesús Sacramentado en la procesión.

En 1317, el Papa Juan XXII vuelve a confirmar la solemnidad, introduciendo la octava del Corpus con exposición del Santísimo Sacramento.

El Concilio de Trento en 1551, mantiene la ideología preparada por los anteriores pontífices y determina que se celebre este venerable sacramento con singular veneración y solemnidad. De esta manera se difundió por toda Europa.

El Cuerpo de Cristo es una festividad de la Iglesia Católica destinada a venerar la Sagrada Eucaristía.

Se celebra el jueves siguiente a la Octava de Pentecostés, aunque en España dejó de ser festivo en 1989, por lo que la Solemnidad litúrgica se trasladó al domingo infraoctavo, es decir, los seis días comprendidos entre el primero y el último de la Octava de Pentecostés.

En nuestra villa se celebra esta festividad de manera solemne y alegre. El Santísimo Sacramento procesiona por las calles en un ostensorio dorado, colocado en una Custodia procesional en metal plateado, realizada en los talleres de Cristina Ysaura en 1858.

Después de la celebración de la Santa Misa, se organiza el cortejo, participando las niñas y los niños que ese año recibieron por vez primera a Jesús Sacramentado. Siguen las asociaciones parroquiales y hermandades con sus respectivos estandartes, la Adoración Nocturna masculina y femenina con sus banderas y finalmente la Custodia procesional con el Santísimo Sacramento. El recorrido por las calles es el que tradicionalmente se viene realizando, decorándose el suelo con juncia, romero y ramas de eucalipto. Asimismo, los balcones se engalanan con banderas y colgaduras. En los últimos años va proliferando la colocación de altares durante el recorrido, alfombras de colores de sal o serrín, de manera que todo el conjunto contribuye al engrandecimiento de la fiesta. Mañana alegre, vistosa y colorida, acompañando al Santísimo Sacramento muchos feligreses en filas y otros detrás de la Custodia Procesional.

C) HERMANDADES SACRAMENTALES Se piensa que quien defendió el origen de las Hermandades Sacramentales fue Dª Teresa Enríquez de Alvarado, dama de la nobleza de Castilla, dama de la Corte de Isabel la Católica y prima hermana del rey Fernando el Católico. Fue fundadora de las Hermandades Sacramentales en España, siendo la primera la Hermandad del Santísimo Sacramento de Torrijos (Toledo).

Muy devota del Santísimo Sacramento, se dedicó a su exaltación durante los años que vivió en Torrijos. Por bula del Papa Julio II “Pastoris Aeternis”, expedida en Roma en 1508, se le otorga poderes para fundar cofradías sacramentales bajo su patrocinio.

Parece ser que, en 1511 Dª Teresa Enríquez funda la Hermandad Sacramental de la parroquia de San Vicente de Sevilla.

Dª Teresa Enríquez ha sido reconocida por el Papa Francisco como Venerable, el 23 de marzo de 2023. El Santo Padre autorizó la promulgación del Decreto para reconocer las Virtudes Heroicas de Teresa Enríquez de Alvarado.

Las hermandades sacramentales se fundan con el objetivo de acompañar al Santísimo Sacramento, cuando el sacerdote lo llevaba a las casas de los enfermos y poder recibir éstos a Jesucristo Sacramentado. De este modo, el sacerdote no iba en solitario, sino que era acompañado con cera, llevando bajo palio al Santísimo Sacramento.

En Sevilla se continúa realizando esta procesión, organizada por la Sacramental de algunas parroquias, los domingos posteriores a la Pascua de Resurrección, participando con sus respectivos estandartes las hermandades que pertenecen a su feligresía.

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Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)

En nuestra villa se vino realizando esta procesión hasta el año 2000 o el 2001, cuando se administraba a los enfermos e impedidos el Santísimo Sacramento en los respectivos domicilios. Esta procesión es conocida como “Su Majestad en público”. En décadas anteriores, el cortejo procesional era muy solemne y colorido, decorándose las casas y los balcones con colgaduras, macetas delante de las fachadas y flores aromáticas en el suelo, dando una sensación de frescor. Acompañaban las autoridades de la villa y hasta una banda de música.

En los últimos años que se celebró esta procesión fue más sobria, acompañando al Santísimo Sacramento bajo palio las banderas de la Adoración Nocturna masculina y femenina y los fieles, bien en filas o detrás del palio, cantaban cánticos eucarísticos durante el recorrido.

Actualmente, se ha dejado de efectuar esta procesión ya que en la parroquia trabaja el grupo de Pastoral de la Salud. Sus miembros se encargan de atender, junto a los sacerdotes de la parroquia, a la organización y atención de los enfermos e impedidos, para que éstos puedan recibir a Jesús Sacramentado, al menos una vez al mes. Los miembros de este grupo parroquial visitan a los enfermos, les dan el ánimo y el consuelo necesarios, confortándolos en su enfermedad y padecimiento. Ese día es de gran alegría para los enfermos e impedidos, para las personas que conviven con ellos en la casa, pues ha venido a visitarles, nada más y nada menos, que Jesús Sacramentado, nuestro Señor Jesucristo, nuestro Divino Redentor.

Himnos de alabanza, bendición y obsequio; por igual la gloria y el poder y el reino al eterno Padre con el Hijo eterno y el divino Espíritu que precede de ellos.

Amén.

(Estrofa del Pange Lingua. Versión castellana)

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Boletín Formativo. Junio 2023

Al Santísimo Sacramento por D. Francisco Javier Segura Márquez Licenciado en Historia del Arte.

Pregonero de la Semana Santa de Sevilla 2013

No eres vino ni eres pan, pero por ser pan y vino pones, en nuestro camino, levadura, trigo, afán, viña y lagar en que están pisando aquellas primicias.

Tienes, en estas albricias, lo bueno de las sorpresas.

Tiene el modo en que nos besas color de buenas noticias.

Buena, feliz, santa nueva: que te haces presente aquí, diluyendo el frenesí -árbol sin sombra- de Eva. El sentido pone a prueba lo que toca y lo que mira, lo que sueña y lo que aspira lo que siente y lo que alaba y el florilegio se acaba y el verbo se nos retira.

Y ya no hay más que decir: sólo callar adorantes, y postrarnos anhelantes de no acabar, y seguir ante Dios y rescindir los temporales contratos.

Ya no hay cifras, ya no hay datos ni operantes algebraicas: se nos han quedado arcaicas las glosas de antiguos vatos.

Todo dicho y todo escrito, todo en gozo, todo en danza, todo en cambio y en mudanza por mor de este nuevo rito.

Clausurados todo mito y toda filosofía: todo a coro y a porfía alabando a Dios verdad, al Dios que es suma bondad presente en la Eucaristía.

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Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)

Las Hermandades Sacramentales y los Jóvenes por D. José Joaquín León Morgado Delegado de Sacramentales del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla.

Ex Hermano Mayor de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo En los últimos años se suele decir que las hermandades sacramentales se deben abrir más a la juventud para tener más hermanos y garantizar su futuro. ¿Para qué sirve una hermandad sacramental hoy en día? Es triste que algunos sólo vean las apariencias, que digan que las hermandades sacramentales y las procesiones eucarísticas y del Corpus deben hacerse más populares, no sé si llevar una música más festiva, o qué. Es triste porque significa que algunos cristianos no entienden nada, no somos capaces de asumir la realidad de la Eucaristía, que ciertamente necesita ser transmitida a los fieles, y explicar el significado de sus misterios sagrados.

Pero es evidente que las hermandades, para aumentar la vida sacramental, no necesitan más folklore, sino más formación y más coherencia.

Es muy importante que una hermandad no se dedique sólo a vivir de las glorias de su pasado, sino que busque la renovación, ampliando sus horizontes en las ideas y abriéndose a la juventud. Pero sin olvidar lo esencial. En el siglo XXI no se puede pretender que los dogmas de la Iglesia Católica cambien, ni que los Sacramentos sean algo diferente de lo que han sido y Niños carráncanos en la procesión de Su Divina siguen siendo. Aunque sí es verdad que se debe hacer Majestad de la Hermandad Sacramental de la un proceso de acercamiento a la juventud y atraerla, sin Soledad de San Lorenzo de Sevilla. renunciar a lo esencial, sino precisamente haciendo ver que esas esencias y esas creencias siguen vivas, que son contemporáneas, porque lo eterno no se queda antiguo, y que hay que profundizar en esos misterios para entenderlos.

En nuestras hermandades (y ya sé que muchas lo hacen) se debe prestar atención a los niños, no sólo para que jueguen y se diviertan en las actividades, sino para que profundicen en la religiosidad y empiecen a vivir sus vidas cristianas desde la infancia. Algunos niños y niñas hacen la primera comunión, y después se olvidan por completo de comulgar y se apartan de la vida religiosa. Para ellos ha sido un simple rito.

Y no sólo cuidar desde la infancia, también en la adolescencia y en la primera juventud. Sabemos por nuestras experiencias de padres (y algunos ya de abuelos) que son años difíciles. Entre los 12 y los 18 años es frecuente que los adolescentes refuercen su personalidad y su propia identidad haciendo lo contrario de lo que le gustaría a sus padres y madres. Así que debemos tener cuidado para no imponer ni atosigar con nuestros consejos. Pero tampoco claudicar. A veces, incluso en los casos más difíciles, la fe va calando en ellos como el agua que empapa cuando llueve.

Los jóvenes, que acuden a las hermandades, deben conocer bien lo que son esas hermandades.

Tener jóvenes es garantía de futuro, pero no se trata de rejuvenecer porque sí, sino que las hermandades sacramentales deben servir para lo que siempre han servido: para fomentar el culto a la Eucaristía, para practicar la caridad con los hermanos en situación de apuro y para formarnos con la responsabilidad que supone ser cofrade. Más responsabilidad aún en una hermandad sacramental, que rinde culto al Santísimo Sacramento. Transmitir nuestra fe. Esa es la mejor forma de evangelizar a la juventud en el siglo XXI.

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La Beata Rafaela Ybarra titular de nuestra Hermandad por N.H.D. José Antonio Bermudo Parra Ex Hermano Mayor

A finales del año 2009, se celebraron elecciones para la gobernabilidad de nuestra querida hermandad, en la que salí elegido Hermano Mayor para los siguientes seis años como marcan nuestras reglas, tomando posesión el día 16 de enero de 2010 coincidiendo con la Solemne Función del Dulce Nombre de Jesús y en la que tenía tareas pendientes a modificar debido a la experiencia acumulada durante varios años en Juntas anteriores para el buen hacer de la Hermandad, tales como algunos puntos de regla, así como incluir a la Beata Rafaela Ybarra como Titular de nuestra Hermandad, por la vinculación de la familia con nuestro pueblo conocida por todos, ya que en él han trascurrido el vivir de varias generaciones de la misma y la propia Beata visitó en algunas ocasiones esta localidad para visitar a su hija Dña. Amelia de Vilallonga casada con Don Luis Medina Garvey, gran propulsor y creador de industrias que tanta vida y riqueza han aportado a nuestro pueblo.

Extraemos del boletín nº 1 de la hermandad del año 1988 En Septiembre del año 1984 se recibió en nuestro pueblo la Beatificación en Roma de Doña Rafaela Ybarra, viuda de Vilallonga, señora de aquilatadas virtudes cristianas como esposa y madre de numerosa familia y fundadora de la congregación de las Hermanas de los Santos Ángeles Custodios, dedicada a la educación e integración social de jóvenes huérfanas y marginadas; institución que tiene su primera casa en Deusto, a la orilla de la ría, mansión familiar denominada “La Cava”.

Esta Hermandad haciéndose eco del sentir de nuestro pueblo solicitó a través de N.H. Blanca Medina Medina, como familiar de la Beata Rafaela, hiciera las gestiones pertinentes para la concesión a esta Hermandad de una reliquia que seria depositada en la sede de la misma para su veneración.

El 4 de Septiembre de 1985 nos fue comunicado a esta Junta de Gobierno la aprobación de la concesión de la misma, diseñándose para su obtención un relicario en plata repujada según dibujo de Don Antonio Dubé de Luque y realizado en los talleres de Orfebrería Andaluza por Don Antonio Vacaro.

En el ofertorio de la Santa Misa celebrada el 23 de febrero de 1986, primer día del Septenario Doloroso consagrado a la Santísima Virgen de la Soledad y aniversario de nuestra Beata Rafaela, Doña Blanca Medina Medina portó el ostensorio con la reliquia para su bendición por el Rvdo. Padre José Antº Balboa Gómez, sacerdote celebrante.

A este solemne acto asistieron como familiares de la Beata Rafaela, los Duques de Santisteban del puerto, Excmos Sres.

D. Luis Medina Fernández de Córdoba y Dña. Mercedes Conradi

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Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)

Ramirez; Blanca Medina Medina, Dña.Lourdes Medina Medina, Dña. Inés Medina Figueroa, Dña-Guadalupe Medina Figueroa, Dña. Blanca Ricart Medina, Dña. Amelia Ricart Medina D. Ramón Iñiguez Mond.

Así mismo, el Excmo. Sr. Duque de Santisteban del Puerto entregó una carta a nuestro Hermano Mayor D. Juan Rodríguez Hoyos de su padre Excmo. D. Rafael Medina Vilallonga, Duque de Medinaceli delegando en él y excusando su presencia por motivos de enfermedad.

Escribieron agradeciendo la invitación a esta Hermandad Doña Amelia Medina Vilallonga y Excmo. Sr. D. Ignacio Medina Fernández de Córdoba, Duque de Segorbe.

En agradecimiento nuestro Hermano Mayor entregó a la familia un cuadro conmemorativo de tan importante efeméride para nuestro pueblo y especialmente par nuestra Hermandad, dándose a besar seguidamente a los fieles asistentes, la reliquia de la Beata Doña Rafaela.

Desde entonces la Hermandad es depositaria de la reliquia que con la debida auténtica de Roma preside los cultos cuaresmales consagrados a nuestros amantísimos Titulares el Santísimo Cristo del Descendimiento y María Santísima en su Soledad. El viernes y sexto día del Septenario, tras la celebración de la Sagrada Eucaristía se da a besar a los fieles dicha reliquia. También va colocada en la delantera del paso de palio en su salida procesional del Viernes Santo.

En Cabildo de Oficiales celebrado el 9 de marzo de 2011, se aprobó por unanimidad que la Beata Rafaela Ybarra fuese titular de la Hermandad y proponer el punto a la aprobación de los hermanos, quedando aprobado en el Cabildo general de salida el 12 de abril de 2011, en su punto tercero del orden del día, como así consta en el libro de actas y en sus folios 06, 06 Vto. y 07.

El 27 de junio de ese mismo año se eleva escrito al Arzobispado de Sevilla para notificar el deseo de la Hermandad.

El día 2 de agosto de 2011 se recibe la comunicación de la inclusión de la Beata Rafaela Ybarra como titular de la Hermandad con el número de protocolo 2111/11, siendo su fiesta litúrgica el 23 de Febrero.

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Así pues la Hermandad como consta en el libro de Reglamento Interno, capitulo VI, art. 6 en su pagina 10, celebra este día o el más cercano a este de acuerdo con el Director Espiritual, Solemne Función Religiosa en honor a la Beata Rafaela, comenzando con la Exposición del Santísimo Sacramento Eucarístico, Santo Rosario, reserva de S.D.M. y Santa Misa en sufragio por los hermanos fallecidos.

Base del relicario

Relicario y Reliquia

Reliquia en el altar de Septenario

Reliquia en el Palio

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Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)

Beata Rafaela Ybarra: Madre de Familia por Dª. Blanca Medina Medina, Biznieta de la Beata Rafaela Ybarra, D. Pachi Vilallonga Solaun, Tataranieto de la Beata Rafaela Ybarra y D. Pelayo Vilallonga Olazabal, Tataranieto de la Beata Rafaela Ybarra Querida Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad: muchas gracias por invitarnos a compartir este artículo con ustedes. Para nosotros es un honor escribirlo desde el punto de vista familiar.

“Rafaela, madre y fundadora….” comienza el himno de la Beata Rafaela Ybarra compuesto para su beatificación. Porque la Beata Rafaela fue ante todo y siempre una MADRE. Ya que si una madre es algo grande en sí, la Beata Rafaela era grande y santa por todos los costados.

“Nunca os canséis de hacer el bien”. Esta es la frase que dejó marcada la Beata Rafaela en nuestra familia. Como buena discípula de Jesús que fue, siempre intentó ayudar a los demás, haciendo lo que Él nos había dejado escrito: “Ama al prójimo como a ti mismo”.

Así hemos intentado en la familia seguir el ejemplo de la abuelita Rafaela, como así nos referimos a ella en Bilbao, pero también conocida en Sevilla como la “abuelita Santa”. Y tanto que fue santa, porque su vida estaba al servicio de los demás, primero a su familia y después a los más desfavorecidos, acercándose a los más necesitados igual que hacía el Señor.

Es un ejemplo de santidad cercano, palpable, es decir, no es algo que haya sucedido en un país lejano hace mucho tiempo. Al contrario, es de hace 100 años. Es familiar, pues hasta su hija vivió en Pilas.

En nuestra familia la Beata Rafaela siempre ha estado presente, igual que Dios o la Virgen María.

Desde que tenemos uso de razón, cuando hemos necesitado ayuda, además de rezar a Dios, hemos rezado a ella, porque está más cerca de Dios y puede acercarle nuestras peticiones de una manera más directa. Como por ejemplo, cada vez que viajamos en coche, le pedimos que ruegue por nosotros.

Nuestra relación con ella, se podría asemejar a la que tenemos con el Señor, pues hay momentos en la vida en que sin darnos cuenta, podemos alejarnos de ella, pero sabes que siempre está ahí esperando que abras los ojos, deseando tenderte la mano para ayudarte a caminar por el buen camino, el sendero de Dios.

Desde que somos pequeños hemos oído hablar de ella, de las cosas que hizo para ayudar a los huérfanos que vivían en la calle, de cómo poco a poco fue entregándose a los demás, siempre con la ayuda y el apoyo de su marido.

Efectivamente fue admirada por su vida de entrega heroica de ayuda al prójimo, pero quizá no nos damos cuenta de la importancia de su santidad como esposa y madre. Desde que se casó con 18 años con Don José Vilallonga en 1861, se dedicó de lleno a su esposo y al cuidado de sus hijos. Incluso cuando cualquier familiar, sus padres, hermanos, hijos, sobrinos, etc. que necesitara ayuda o cuidados, ahí estaba

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Familiares de Sevilla y Madrid en su beatificación en el Vaticano

ella al pie de la cama. Todo ese tiempo llevo una vida familiar y cristiana. Comenzó su vida apostólica en 1883, y no fue hasta el año 1893 cuando se dedicó plenamente a poner en marcha sus “obras de celo” y primeros pasos de la fundación de la Congregación de los Santos Ángeles Custodios.

Formaron un matrimonio unido en una comunidad de amor y entrega mutua. Pepe y Rafaelita como así le llamaban, él con un cariño lleno de ternura y veneración, ella pendiente de sus más mínimos deseos tratando de ocultarle penas y problemas para evitar su preocupación. “Mi padre era siempre lo primero para mi madre” declaraba Amelia su hija.

De los siete hijos que tuvieron, murieron dos, con uno y dos años de edad, dejándola llena de dolor y uniendo aún más al matrimonio.

Pronto una nueva pena llena el corazón de Rafaela. Fue la muerte de su hermana Rosario, dejando cinco hijos pequeños huérfanos la cual le rogó encarecidamente que no los abandonara y se ocupara de ellos. Desde aquel momento, Rafaela se hizo cargo de sus sobrinos como si fueran sus hijos. Les cuidó y amó como si fueran sus hijos y la “tiita”, como así le llamaban, se convirtió en su verdadera madre.

Pepín, el más pequeño de sus hijos, a los dos años contrajo poliomielitis. Una parálisis infantil sin posibilidad de curación, que lo dejaría inválido para toda su vida. Dolor terrible para una madre que desde entonces se entregó en busca de todos los medios y tratamientos clínicos que estuvieran a su alcance.

Hasta el punto que el propio Pepín con pocos años se da cuenta

Rafaela y su marido

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que los cuidados y dedicación de su madre está fuera de lo corriente, por lo que un día le dice a su madre: “Pues tú, mamá, lo menos serás ya Sierva de Dios”. Tener que pasar fuera de casa largas temporadas debido a la enfermedad de Pepín sin ver al resto de la familia, le producía un gran sufrimiento.

Su vida, pues, se consagró al cuidado de esa gran familia con niños de todas las edades, con lo que esto supone, de enfermedades, malas noches, estudios, atención personal con cada uno, y una gran casa que llevar adelante.

La preocupación por la educación religiosa era fundamental para ella, así como el bien espiritual de sus hijos y la paz y convivencia familiar.

Todos los días tenían un rato de oración, y aprovechaba los acontecimientos para asistir todos juntos a la Misa que se celebraba en la capilla de su casa de “La Cava”.

Procuraba que una vez al año hicieran los ejercicios espirituales, ya que como dejó escrito: “una vez al año dedicaran algunos días, al único asunto de importancia que tenemos en la vida”.

Don José, ayudaba constantemente a su mujer en todas sus actividades de apostolado, facilitándole los medios que necesitaba para La Beata Rafaela con sus hijos y sobrinos sus obras. Y siempre que surgían nuevas necesidades accedía a las peticiones: “Rafaelita, qué me vas a pedir hoy” le decía sonriente en el desayuno cotidiano que compartían diariamente, en un dialogo de amor y sinceridad sobre los hijos, trabajo e inquietudes de ayuda al prójimo.

Cuando falleció su marido, Rafaela, pensaba que era el momento de ingresar en su orden como religiosa. Muere también su nuera María Pepa, la mujer de Mariano, dejando seis nietecitos, y se consagra a sus cuidados lleno de ternura. Su preocupación por Pepín, aunque ya de veinte años, le hace preguntarse todavía “si puede abandonarle”. Así que hasta los últimos años perdura su preocupación por la familia, como una gran MADRE. Entre sus apuntes dejó escrito: “Yo, Dios mío colocada por Ti al frente de una numerosa familia, es donde debo alcanzar la santificación de mi alma. Haz, Señor que, aspirando siempre a lo más perfecto, sea cada día mejor esposa, mejor madre y mejor hija. Alcánzame, Jesús la paciencia y haz que pueda cumplir con la mayor perfección todas mis obligaciones, con un gran propósito de paz y dulzura.”

Muchas gracias Hermandad La Beata Rafaela con su hijo Pepín

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Beata Rafaela Ybarra por Hermana María José del Río Congregación de los Santos Ángeles Custodios Para los que conocen y veneran a la Beata Rafaela y para aquellos que quieren acercarse a ella, escribimos estas breves notas que les pueden iniciar a un conocimiento más amplio. Conocemos a Rafaela a través de una abundante documentación: sus propios escritos, los testimonios de cuantos la conocieron y dieron fe de su vida y virtudes, sus descendientes y la presencia de la Congregación de los Santos Ángeles Custodios continuadora de su Espíritu y Obra.

Nos situaremos en la fase adulta de su vida. Fue una mujer que “nació para hacer el bien”. Casada y con 5 hijos más 4 sobrinos que acogió a la muerte de su hermana. Tuvo un hogar feliz. Era inteligente, madura y llena de amor por su esposo e hijos, afable con los que la rodean y sensible con los que sufren calamidades o pobreza. Respecto a su vida espiritual, “siempre fue piadosa”, dice en sus escritos. Creció en su fe y pronto su intimidad Niñas en el Colegio Ángeles Custodios

con Dios alcanzó niveles asombrosos. En el año 1882 por indicación de su Director espiritual comienza a escribir sus sentimientos espirituales; descubrimos que Jesucristo era el centro de su vida; la Eucaristía diaria en su capilla, oración, retiros mensuales, etc., hacen que Dios esté presente en todos los aspectos de su vida. Todo ello lo hace compatible con sus obligaciones familiares y de caridad.

Rafaela hace votos de entrega a Dios. Así lo expresaba en sus escritos: “Me propongo, Dios mío, amarte muy de veras, no solo con palabras sino con obras. Tú te has entregado a mi y me has amado desde siempre; justo es, que yo te entregue mi vida sin reservas”.

Niñas en el exterior de La Cava

Consecuencia de esta vida interior tan rica fue el amor de Rafaela por los pobres. Su fe y sensibilidad le lleva a remediar toda clase de necesidades. Pronto descubrirá otro tipo de pobreza y pasará a una acción más amplia y eficaz. El amor y la solicitud por las jóvenes en riesgo de pobreza y exclusión, será su vocación definitiva. Descubre visitando cárceles y hospitales, la triste realidad de las jóvenes que venían a Bilbao en busca de un futuro mejor y ven sus sueños rotos.

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Niñas y jóvenes en el Colegio Ángeles Custodios

Niñas y jóvenes en el Colegio Ángeles Custodios

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Niñas y jóvenes en el Colegio Ángeles Custodios

Sus frustraciones y peligros conmueven su corazón. Decide alquilar unos pisos donde vivan seguras hasta que encuentren un trabajo. A su vez, crea talleres para que aprendan un oficio; se ocupa de su formación moral y religiosa. Su estilo educativo será el cariño: “dulzura en los medios y firmeza en el fin” decía.

La fama de Rafaela y su contacto con las jóvenes se extendió por Bilbao. Eran muchas chicas las que acudían a ella y la propia Rafaela se presentaba allá donde había alguna en peligro. Estas chicas correspondían a su cariño con su gratitud y llamándola “la madre”. Rafaela, también participó en otras instituciones de ayuda a la mujer, como la creación de La Maternidad, entre otros. La envergadura de su trabajo la desborda, necesita personas que la ayuden animadas del espíritu que requiere esta Obra de Dios .

Numerosos lazos familiares la impiden una dedicación total. Las jóvenes se multiplicaban. Acude a otras instituciones de la Iglesia y a personas muy cristianas, pero no encuentra nadie que se comprometa.

Animada por su Director espiritual y contando con la disponibilidad de tres jóvenes que la acompañaban se comienza la Obra.

Los Padres Jesuitas que la aconsejaban, sugieren que es ella misma la llamada a dirigir esta Obra tan importante. Rafaela plantea esto a las jóvenes más comprometidas que aceptan la opción de vida consagrada a Dios. La Obra se llamará Santos Ángeles Custodios. Ella misma redacta unas Reglas llenas de amor a Dios y a las Jóvenes. El 8 de diciembre de 1894, Rafaela y sus compañeras inician la aventura de entregarse a Dios y comprometerse a ser educadoras, amigas y madres si es preciso, de las jóvenes acogidas. Rafaela manda edificar un hermoso edificio dirigido por ella que las acogerá a todas.

Una desgracia de familia impide a Rafaela vivir con ellas, como era su intención. Pero durante este tiempo y hasta febrero de 1900, en que Rafaela fallece, la Obra de los Ángeles Custodios fue dirigida por su Fundadora implantando su carisma y estilo. Durante 132 años esta Obra ha seguido acogiendo y educando a jóvenes y niñas de todas partes.

Su Obra se prolonga hasta hoy y está extendida por España y cinco países de América Latina haciendo realidad las palabras que ella repetía: “No os canséis de hacer el bien”.

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La Hermandad de San Isidoro en Sevilla Sacramental, Gloria y Penitencia por D. José Manuel Rubio Sotillo Hermano Mayor Queridos hermanos de la Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, María Santísima en su Soledad, Dulce Nombre de Jesús y Beata Rafaela Ybarra: Nuestra Hermandad, la Antigua e Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento, María Santísima de las Nieves y Ánimas Benditas del Purgatorio y Pontificia y Real Archicofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, Nuestra Señora de Loreto y Señor San Isidoro, que nace en 1605 y se une en 1975 (y se fusiona de forma definitiva en 2009) con la Sacramental (fundada en el siglo XVI) que radicaba en el templo parroquial de San Isidoro -una de las primitivas iglesias de la ciudad de Sevilla, erigida por Don Remondo, el primer obispo de Sevilla tras la conquista de ésta por el Rey San Fernando en el siglo XIII- es una asociación pública de fieles católicos bautizados que tiene como fines: el culto a Jesús Sacramentado y a sus Sagrados Titulares, que son el Misterio de las Tres Caídas (pasaje fundamentado en el Evangelio pero que procede del Vía Crucis) y los Dolores de Nuestra Señora bajo la advocación de Loreto; a los misterios de Gloria en la advocación de las Nieves, rezar por las animas benditas del Purgatorio, venerar la memoria de San Isidoro, la formación de sus hermanos y la práctica de la caridad.

Los hermanos de las Tres Caídas, efectuamos como el acto de culto público más importante, la Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral en la tarde del Viernes Reliquia de San Isidoro.

Santo, acompañando a nuestros Sagrados Titulares por las calles de Sevilla, revestidos con hábitos nazarenos negros de cola y cinturón de esparto, en silencio, mientras meditamos los misterios de la Pasión del Señor.

La Hermandad, con más de cuatro siglos de historia, ha sabido adaptarse a las distintas épocas sin perder su espiritualidad, con clasicismo, que se traduce en austeridad y seriedad, con naturalidad y sin afectación.

Ahora, en un mundo en el que se pone en tela de juicio los fundamentos morales y religiosos de nuestras sociedades, la Hermandad de las Tres Caídas de San Isidoro quiere segur fiel a los fines fundacionales reseñados, dentro de la Iglesia Católica y al servicio de ésta, ayudándola a ser la continuadora en la tierra de la misión de Cristo. Toda esta realidad actual transmitida desde el pasado por la tradición es la que os invito que conozcáis, en esta sencilla reseña que os envío, y que quiere resaltar los aspectos de espiritualidad no penitencial de nuestra Hermandad.

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La conocida de antiguo como la Hermandad Sacramental de San Isidoro es a su vez producto de la fusión de otras dos, denominadas: Ilustres y Antiguas Cofradías Unidas del Santísimo Sacramento, María Santísima de las Nieves y Ánimas Benditas del Purgatorio, aprobándose sus Ordenanzas por el Real y Supremo Consejo de Castilla en 26 de mayo de 1788. De un lado nos encontramos pues, la primitiva Hermandad Sacramental, cuya fundación data de 1526, por la dama toledana y Sierva de Dios Dª. Teresa Enríquez, cuyo celo infatigable en la devoción eucarística le valió el sobrenombre de “La Loca del Sacramento” (actualmente ya en la Diócesis de Toledo se ha iniciado su proceso de beatificación). A la misma, se agregaría en razón de la coincidencia del doble carácter de muchos de sus hermanos, la Hermandad de las Ánimas Benditas, fundada en 1.528.

La Hermandad Sacramental goza de un exquisito patrimonio artístico tanto en objetos de culto, así como en obras de arte pictóricas o escultóricas, entre las que brilla con luz propia el retablo de la Capilla.

Es importante resaltar que el culto eucarístico constituye el alma de toda vida cristiana. Si ésta se manifiesta en el cumplimiento del principal mandamiento, es decir, en el amor a Dios y al prójimo, este amor encuentra Custodia Corpus Christi de la Hermandad de San Isidoro. su fuente precisamente en el Santísimo Sacramento, llamado generalmente por ello, Sacramento del Amor. No es sencillo el apostolado eucarístico en nuestros tiempos. A veces, hermanos nuestros en la fe, en aras de fomentar actividades nobles y por supuesto necesarias, pueden dar de lado el culto a la Sagrada Eucaristía y la oración. Es nuestra misión como Hermandad Sacramental ayudar al párroco en el apostolado y a los fieles en la profundización de la contemplación del Misterio Eucarístico.

Tres hitos anuales tenemos como Hermandad Sacramental: el montaje del Sagrario - Monumento del Jueves Santo en la magnífica Capilla del Sagrario o Sacramental, el Triduo Eucarístico que celebraremos dentro de unos días, con la forma de Liturgia de la Palabra con exposición del Santísimo Sacramento. Días más tarde, celebraremos la solemne Procesión Eucarística. La promovemos, porque creemos que, aunque supone un gran esfuerzo, debemos seguir con ella como testimonio público de fe en estos momentos tan hostiles a la doctrina de la Iglesia. En la referida procesión, cumpliremos también con nuestra faceta de hermandad de Gloria, pues siguiendo la Tradición de la Piedad Eucarística, la Imagen de la Virgen (en este caso la bellísima Imagen sedente de María Santísima de la Nieves), acompaña a la Sagrada Eucaristía, enraizando la devoción y el culto mariano con el culto al principalísimo Sacramento Eucarístico.

En noviembre, celebramos Misa solemne en sufragio de las Animas Benditas del Purgatorio. Cumplimos aquí con el deber cristiano y fundamentalmente católico de rezar por los fallecidos, que esperan nuestras oraciones para que, por la Misericordia de Dios, puedan gozar eternamente del cielo. La Co-

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Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)

munión de los Santos es un dogma de la iglesia que nos conforta y estimula. Nos conforta saber que interceden por nosotros, y por ello, nos estimula a rezar por los que lo necesiten, en este caso los difuntos.

Por último, la Hermandad cultiva y difunde, la devoción y admiración por la insigne figura de san Isidoro. Celebramos, su fiesta el 26 de abril (u otro día según las disposiciones litúrgicas de cada año) junto con la parroquia. San Isidoro fue una figura formidable desde el punto de vista religioso y humano.

Recopiló todo el saber de la ciencia de su tiempo y después fue pionero de la santidad de la vida en el estudio y el trabajo. Apóstol del Espíritu Santo, nos dejó la hermosa oración “ADSUMUS”, para pedir la luz y el auxilio a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Con ella, comenzamos todos los cabildos y reuniones de nuestra Hermandad.

A su mediación encomiendo a ambas instituciones, para que sigan siendo eficaces instrumentos para la Iglesia en la diócesis de Sevilla, y sepamos sus miembros perfeccionarnos en la vida cristiana y hacer un apostolado adecuado, para llevar a nuestros hermanos a la luz de Cristo, nuestro único Salvador.

Recibid un fraternal abrazo de José Manuel Rubio Sotillo, hermano mayor.

Santísimo Sacramento en el Altar Mayor de la Iglesia de San Isidoro de Sevilla.

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Boletín Formativo. Junio 2023

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San Manuel González y el Monte Calvario por D. Arturo Fernández Sanmartín Hermano Mayor de la Muy Antigua y Venerable Hermandad de Vía Crucis del Santo Cristo del Calvario y Señor San Francisco de Paula y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo Yacente de la Paz y de la Unidad en el Misterio de su Sagrada Mortaja, Nuestra Señora de Fe y Consuelo, Santa María del Monte Calvario y San Manuel González

La Hermandad del Monte Calvario de Málaga se honra en tener como cotitular al obispo de los sagrarios, San Manuel González, canonizado por el papa Francisco en 2016. La cofradía decidió incorporar entre sus titulares al ilustre prelado al considerar sus enormes aportaciones a la diócesis de Málaga, destacando para la posteridad el Seminario, magnífico edificio, orgullo de la iglesia malacitana.

Es precisamente el Seminario el principal eje de conexión entre San Manuel y el Calvario. Después de ser consagrado obispo de Málaga en 1920, sólo tres meses después se colocaba la primera piedra del edificio, cuyos planos tuvieron entre sus autores al arquitecto Rafael Benjumea, a quien otorgó Alfonso XIII el título de Conde de Guadalhorce por su proyecto global para el pantano del Chorro (hoy Embalse del Conde de Guadalhorce). Es interesante comprobar la similitud entre numerosos elementos constructivos de nuestro Seminario y la presa y puentes de la zona de El Chorro, especialmente la acertada combinación de sillería caliza con ladrillo, esa armonía cromática blanquirroja tan característica del Seminario malagueño.

Nuestro inolvidable don Manuel Gámez, capellán del Monte Calvario desde su ordenación sacerdotal hasta su fallecimiento, nos contó más de una vez en sus homilías cómo el obispo González visitaba frecuentemente las obras del Seminario, impaciente y emocionado ante el avance del ambicioso edificio.

Y nos refería una anécdota, que le habían contado en su tiempo de seminarista, según la cual el obispo, un día que había subido a lo largo de la calle Amargura y el cauce del arroyo del Calvario –el camino natural al emplazamiento del nuevo edificio-, se paró a descansar sentado en una piedra cerca de donde un chiquillo cuidaba un hato de cabras. Don Manuel González lo llamó, y mostrándole la cruz que llevaba al pecho, le preguntó si sabía quién era. El joven cabrero le contestó que sí, que era Jesús; el obispo le preguntó entonces, ¿y tú, a Jesús, lo quieres...? y el chavea contestó en su dicción campestre, es que... pá querelo, hay que rozalo... y ahí nuestro director espiritual argumentaba cómo no basta con declararse cristiano, sino cuán necesario es frecuentar la iglesia y los sacramentos, pues para amar a Dios, hay que rozarlo...

Del mismo modo, es tradición oral en nuestra Hermandad cómo cuando se consagró el Seminario, se partió de la Capilla del Calvario en solemne procesión, pues era el edificio religioso más cercano.

Así pues, hay constancia fidedigna de la presencia –sin duda ésa, pero también otras veces- del obispo González en nuestra Capilla, lo que fue un argumento esencial para considerar la incorporación de San Manuel a nuestro Título cuando fue canonizado. ¿Cómo no hacer Titular a un santo que ha estado físicamente en nuestra sede? San Manuel González, entre sus innumerables realizaciones, cuenta con la fundación de las Misioneras eucarísticas de Nazaret, conocidas como las Nazarenas. Esta orden, que se enorgullece justamente de su fundador, ha tenido una relación cercana con nuestra Hermandad a causa de nuestro arriba citado director espiritual, el Padre Gámez, que fue capellán de las nazarenas durante años. En su sede de la plaza de San Francisco hemos celebrado Cabildos y actos diversos durante los primeros años de andadura de la cofradía.

La trayectoria episcopal de San Manuel es bien conocida. Cuando, siendo obispo de Málaga se produce el bárbaro episodio de la quema de iglesias, la histeria colectiva que se desató llevó la destrucción al palacio episcopal. Sin embargo, el obispo, una persona muy querida especialmente por su carácter sencillo y afabilidad, cuando ya el fuego empezaba a asolar el edificio, fue puesto a salvo por personas del pueblo que lo ayudaron a salir por la calle Fresca. De allí fue conducido a un lagar en los Montes de

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Málaga de donde a los pocos días hubo de marchar, por no haber garantías de su seguridad, y tras llegar a Gibraltar el resto es historia sabida, con sus años de obispo de Palencia hasta su fallecimiento. El interesante testimonio de su puesta a salvo lo recibimos directamente de su sobrino, el ilustre canónigo don José María González Ruiz, en una conferencia que pronunció en los años setenta sobre la figura de su tío y los terribles acontecimientos que vivió.

Así pues, la Hermandad del Calvario incorporó a don Manuel González –San Manuel González- a sus títulos junto a San Francisco de Paula y las respectivas imágenes de Jesús y de su Madre en un visible paso adelante en la diócesis de Málaga, donde la figura del egregio obispo, ya santo, es mucho menos conocida de lo que debiera, considerando su denodada labor eucarística y su crucial aportación con la edificación del seminario, con todo el simbolismo que éste atesora y la institución de las Nazarenas, que con tanto orgullo conservan su memoria. Un santo del siglo XX, cuya labor evangélica nos instruye y muestra el ejemplo a seguir.

Culto celebrado por la Hermandad en la Basílica y Real Santuario de Santa María de la Victoria, con motivo del año jubilar consagrado a San Manuel González.

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Y así lo quiso él por D. Manuel Eloy Moreno Romero Vocal de Comunicación y Medios de la Ilustre y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Rocío y San Juan Pablo II de Córdoba Redactor de Andalucía Directo en Canal Sur Televisión

Apretaba el calor. Sí, aquel 14 de junio del año 1993, hace ya 30 años, el sol de justicia iluminaba una Aldea del Rocío que poco o nada tenía que ver con la que conocemos actualmente.

30 años desde que el calor de aquella mañana casi veraniega se entremezclaba con la efusión, el fervor y el amor a la Virgen del Rocío en una visita que quedará siempre marcada en el recuerdo del rociero, no sólo del que lo vivió, sino de todos aquellos que a través de las crónicas, las imágenes, los videos y los testimonios también estuvieron allí presentes.

Su Santidad, San Juan Pablo II, el “Papa rociero” visitó a nuestra Señora y dejó un recado para todos los peregrinos de la Virgen ya para aquellos que aún no lo eran: “¡Qué todo el mundo sea rociero!”. Quién pudiese saber lo que el Santo Padre le dijo a la Señora en su íntima conversación ante su altar, ¿qué le diría San Juan Pablo?, ¿qué le respondería la Virgen? Quizás, tan sólo quizás, la Señora le pidió que regresase a su Aldea, que volviese a ser testigo de la devoción rociera, quién sabe si en este divino encargo Córdoba sería la encargada de cumplir esta promesa.

Casualidades –por decirlo de alguna forma, porque para la Virgen nada es casualidad- el último Simpecado que bendijo San Juan Pablo II en aquella ermita, aún sin el barroco altar dorado de Nuestra Señora, fue, precisamente el de Córdoba. La última bendición, antes de arrodillarse ante ella y orar en una conversación, seguramente, sencilla y cargada de sentimiento.

Precisamente, Córdoba fue el último y, cosas del destino, la Hermandad encargada de traer al Santo Padre ante el Pastorcito Divino y su Divina Madre. Mucho tuvo que ver la celebración del Rocío de la Fe, aquel acontecimiento histórico que unió a las hermandades de Córdoba, Priego, Cabra, Puente Genil

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y Lucena, junto a la Hermandad Matriz de Almonte en la capital de la Mezquita-Catedral, aquel 16 de noviembre del año 2013. Desde la corporación cordobesa se solicitó una reliquia del Santo Padre, en conmemoración del 20 aniversario de la visita del San Juan Pablo a la Aldea, para que fuese engarzado en el Simpecado cordobés.

Siendo Hermano Mayor de la Hermandad, D. Bernabé Jiménez Roldán, y gracias a la intervención del Obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández, y el Capellán de Camino de la filial cordobesa, D. Tomás Pajuelo Romero, la reliquia de Primer Grado llegó a manos de los romeros cordobeses, días antes de aquel magno acontecimiento. Fueron los jóvenes de la corporación los que regalaron un relicario, realizado por el orfebre cordobés Manuel Valera, para que custodiase este bendito presente que, desde aquel día, El Rocío de la Fe, acompañaría al Simpecado “blanco y oro”.

La hermandad cordobesa, fiel a su compromiso, supo que este legado, el volver a llevar al “Papa rociero” ante las plantas de la Santísima Virgen, no podía quedar ahí y, a partir de este año, la filial celebra en su programa de actos del día de San Pablo II, cada 22 de octubre, con una Eucaristía en la que se da a besar la reliquia a todos los hermanos. De lejos se ve llegar Córdoba, con su carreta de plata ador-

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nada con los arcos de su Catedral pero si hay algo también que la caracteriza es su cinta, la que va desde el techo de la carreta hasta las mulas, del color blanco y amarillo –color pontifical- y en la que se puede leer el encargo que el Santo Padre realizó a los rocieros aquel 14 de junio del 1993: “¡Qué todo el mundo sea rociero!”.

Tal es el amor que la filial cordobesa profesa al “Papa rociero” que el día 25 de junio 2021 nombró a San Juan Pablo II como cotitular de la corporación quedando el nombre de la filial como Ilustre y Fervorosa Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Córdoba y San Juan Pablo II. Se trata de un hecho significativo, ya que es la primera filial que incluye al Santo Padre como cotitular teniendo en cuenta la gran devoción que Wojtyla demostró en vida a la Virgen del Rocío. De hecho, Córdoba es de las únicas hermandades que incorpora otro cotitular en su titulo de Hermandad y, claro, a esto se incorpora otra curiosidad: en los vivas que se le dedican a la Virgen se incorpora, por supuesto el “¡Viva San Juan Pablo II!”.

Y así lo quiso él, en Córdoba, aquella tierra alejada del fervor rociero en la que no hace muchos años el peregrino era mirado con cara extraña, sin entender muy bien porque una persona se echaba a los caminos nueve días para ver a una Virgen almonteña, lejos de su tierra… Quizás y sólo quizás tenía que ser en Córdoba donde más necesario se hizo el mensaje y encargo del Santo Padre: “¡Qué todo el mundo sea rociero!”.

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Adoración por Un Hermano

EXPOSICIÓN

RESERVA

Se estremecía la espiga con la suave brisa de la tarde, cuando la muerte de la gran estrella teñía el horizonte de caprichosos colores.

Estela luminosa del Altar al Tabernáculo deja a su paso el Pan Celestial.

Descendió el ángel a recoger con unción el dorado grano.

Espíritus dichosos alaban a su Dios por dádiva tan generosa.

Sacrosanto pan amasado por manos divinas ante la mortal carne expuesto.

Gran lucero circundado por filigranas de oro.

Rocío sobre tierra seca es contemplar tu gloria.

Lo invisible se torna visible y un éxtasis infinito provoca el verte en el humano entendimiento, al saberse tan cerca de su Creador.

Vaharadas de incienso se elevan cual profunda oración.

BENDICIÓN Alfa y Omega asciende en místico contraluz ante un hondo silencio.

Legiones de ángeles que entonan alabanzas, esparcen fuego purificador por un mar de almas esperanzadas.

Se desvanece la duda al hacerse Dios tan patente.

El Cielo y la Tierra se postran ante la Eterna Majestad.

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Anunciamos tu muerte

Proclamamos tu Resurrección