11 minute read

Señores del poder en las cátedras sanmarquinas

Araoz, sin citar ninguna obra de su autoría, e igualmente Harth-terré años después 50 A diferencia de Carrillo, Jayo está mejor documentado por su labor en la serie de-la vida de San Pedro Nolasco en el convento de La Merced, además por su pintura profana en el género de retratos, como aquel que hizo de la abadesa del Monasterio de la Concepción Micaela Barba de Cabrera, en 1811; asimismo, se sabe que decoró el gabinete de la marquesa de Guirior con figuras femeninas levemente vestidas 51 • Según Vargas U garte era natural de Chilca y según Harth-terré de Trujillo. Hemos localizado un testamento con su nombre completo: Julián Jayo Taurichumbi Saba, donde declara ser natural de Lima 52•

Por el momento es difícil determinar cuánto se conserva del pincel de los dos autógrafos en el lienzo que muestra a Pezuela con uniforme decimonónico, con las medallas de Gran Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica y de San Fernando, en el marco escenográfico característico, donde destacan, a través de una ventana, una pequeña escena de batalla que incluye figuras alegóricas, y, en la zona inferior, un par de angelotes que sostienen la cartela.

El Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos se fundó en 1970 como institución museística con la denominación de Museo de Arte e Historia, en la Casona del Parque Universitario, donde se reunieron todos los retratos de rectores, decanos y catedráticos ubicados en diferentes dependencias de la Universidad, patrimonio histórico artístico constituido por ciento cuarentaitrés lienzos que, aparte de su importancia como documento histórico, reflejan en conjunto la evolución de los estilos pictóricos en la historia del retrato peruano; por ello, en nuestras líneas del acápite sobre los antecedentes del retrato en Lima, citamos varios de esta colección como los mejores ejemplos de los siglos XVI y XVII.

Entre los lienzos recuperados en el proceso de restauración de los últimos años se encuentran retratos del siglo XVIII de Cristóbal de Aguilar, Cristóbal Lozano y José Joaquín Bermejo, aparte del ya citado de Pedro Díaz de inicios del siglo XIX en el acápite de los virreyes. La mayoría de los conservados fueron realizados por pintores anónimos de gran oficio, y otros que, aun sin llevar la firma, muestran la huella de la autoría o influencia de Cristóbal de Aguilar o de Lozano

53•

Durante el virreinato la Universidad de San Marcos ejerció una función evidente en la difusión de la cultura europea a través de los catedráticos procedentes de la nobleza y las familias adineradas. Ella fue un reflejo de la estratificación social virreinal, por la cual se privilegió a personajes procedentes de esos estamentos, no permitiendo a través de sus estatutos el ingreso de mestizos, mulatos o zambos. Si~-~bargo, debido a la cierta flexibilidad manifiesta en el ingreso de personas de origen poco claro, el virrey Amat se quejó al rey. Por ello, en 1768, Carlos 111 ordenó se mantuviera la observación de los estatutos para evitar perniciosas consecuencias, lo que se cumplió sólo por poco tiempo 54•

El poder de la cátedra para difundir e imponer ideas fue ansiado por los estamentos de la nobleza y la alta burguesía; estatutos que les permitían a su vez conseguir puestos de importancia cercanos al gobierno y al alto clero, como veremos en varios de los personajes cuyas figuras se inmortalizaron a través del pincel.

Un retrato anónimo del catedrático de origen trujillano Juan Cabero de Toledo (fig. 11) nos sirve de inicio para el estudio de las pinturas representativas del siglo

_. Fig. 1 O. Retrato de Pedro José de Peralta

Barnuevo y Rocha. Anónimo. Óleo sobre lienzo. S. XVIII . Escuela limeña. Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Fig. 11. Retrato de Juan Cabero de Toledo. Anónimo. Óleo sobre lienzo. S. XVIII. Escuela limeña. Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

XVIII en la colección sanmarquina. Toledo estudió en el colegio Real de San Martín, fue seminarista en Santo Toribio, doctor en teología en la Universidad Mayor de San Marcos y catedrático de esta última en varias materias de teología, hasta su elección como rector en 1712. Se suman a sus dignidades la de Caballero de la Orden de Calatrava, obispo de Santa Cruz de la Sierra y, por ultimo, obispo de Arequipa, donde murió en 1741. El ilustre trujillano fue representado de pie en el marco de una habitación que tiene como fondo cortinaje recogido, un escudo nobiliario y biblioteca; sus dignidades episcopales están representadas por dos mitras sobre una mesa a su lado y la medalla de Caballero de la Orden de Calatrava sobre el pecho. El tratamiento del rostro refleja las características del naturalismo ya conseguido en los retratos del siglo XVII en la misma colección.

Conforme avanza el siglo los retratistas centrarán su atención en el rostro, donde se logrará una gran fuerza expresiva.Ademá·s habría que resaltar que si bien en los retratos de religiosos no aparecen las pelucas empolvadas, sin embargo la moda se pone de manifiesto en el gusto por el detalle ornamental, en el fino trabajo de los encajes y bordados del traje eclesiástico, como es posible apreciar en el retrato anónimo del dominico limeño Pedro José de Peralta Barnuevo y Rocha, donde además vemos un ampuloso cortinaje de damasco (fig.10).

Pedro de Peralta Barnuevo y Rocha, hermano de Pedro José fue uno de---los más destacados pensadores de la época, con erudición en diferentes materias, poeta lírico y épico, dramaturgo, ensayista, historiador y científico, y llegó a ser rector de la Universidad de San Marcos en los años de 1715 a 1717. Sus ideas de orden político se ponen de manifiesto sobre todo en las relaciones de las fiestas reales y en exequias, como la del duque de Parma 55• Su retrato nos alcanza el primer cuadro firmado en esta colección, dentro de los que pertenecen al siglo XVIII (fig.12). En la cartela que lo acompaña se lee la firma de Cristóbal de Aguilar y el año de 1751, lo que nos conduce a definirlo como un retrato póstumo, ya que el políglota murió en 1743. Ello no era extraño en la época, ya que se acostumbraba hacerlo en base a mascarillas de cera tomadas del cadáver. Entre los retratos identificados pintados por Aguilar este y el del virrey marqués de Villagarcía son los más tempranos; ellos reúnen

Fig. 12. Retrato de Pedro de Peralta Barnuevo y Rocha. Cristóbal de Aguilar. Óleo sobre lienzo. 1751. Escuela limeña. Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Fig. 13. Retrato de Diego Hurtado de Mendoza lturrizaga. Atribuido a Cristóbal de Aguilar. Óleo sobre lienzo. 17 40. Escuela limeña. Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Fig. 14. Retrato de Antonio de la Cueva. Atribuido a Cristóbal de Aguilar. Óleo sobre lienzo. 1755. Escuela limeña. Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

o· , iJt,i

•;¡ l .,_ ,.

~. llAn\onio de a Cuéva~ .Cattftc ' ot Consultor, f. o· l ~ ";1 • ,.. :t,. f ,. is arto, del . s·anto·

'. Oficto.:..· Prima. ·

01~drlt~º _ 1i · ·

características similares y la diferencia fundamental la encontramos en la austeridad del severo negro de la vestimenta del catedrático y en el reemplazo del fondo del escudo nobiliario del virrey por el estante con los numerosos libros de Peralta. Entre ellos se lee en los lomos: Lima Triunfante, El cielo en el Parnaso y Defensa de Lima. Una esfera armilar sobre la mesa hace alusión a sus conocimientos de astronomía.

Dentro de la égida de la escuela de Cristóbal de Aguilar creemos oportuno incluir dos lienzos de los restaurados durante nuestra gestión en el museo sanmarquino, uno correspondiente al retrato del limeño Diego Hurtado de Mendoza lturrizaga, fechado en 1740 (fig. 13), y el otro al retrato del panameño don Antonio de La Cueva,

Fig. 15. Retrato de Pedro José Bravo de Lagunas y Castilla. Cristóbal Lozano. Óleo sobre lienzo. 1752. Escuela limeña. Colección Casa Aliaga.

Fig. 15a. Retrato de Pedro José Bravo de Lagunas y Castilla. José Joaquín Bermejo. Óleo sobre lienzo. 1778. Escuela limeña. Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Fig. 16. Retrato de Francisco Antonio Ruiz Cano, marqués de Soto Florido. José Joaquín Bermejo. Óleo sobre lienzo. fines S. XVII I. Escuela limeña. Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. fechado en 1755 (fig.14). Hurtado de Mendoza, abogado de la Real Audiencia, catedrático de leyes y rector de San Marcos de 1740 a 1742, año de su muerte, y de La Cueva, prior del Convento del Rosario y del de la Recolección de María Magdalena, calificador, consultor, comisario del Santo Oficio, y catedrático de Prima de Teología Moral en San Marcos; murió en Lima en 1768.

Cristóbal Lozano, por la calidad de su pincel, fue el más notable de los pintores dieciochescos de la escuela limeña, con una actividad certificada que va desde 1734, fecha en que firma su lienzo con La Imposición de la Casulla a San Ildefonso de la colección de Manuel Gastañeta, hasta su muerte en 1776. Obras religiosas de él se encuentran en varios conventos y monasterios de Lima. Sus obras profanas son mayores en número, y en ellas inmortalizó a muchos personajes importantes de la época; posáron para él virreyes como el conde de Superunda y Amat, igualmente autoridades religiosas, universitarias y personajes de la nobleza limeña.

La vida de Cristóbal Lozano está estrechamente ligada a la de los padres camilos, para quienes realizó una gran cantidad de lienzos, no sólo de temática religiosa, sino también retratos de los frailes, y aunque varios de ellos no ostentan su firma, sin embargo figuran en las cuentas de los archivos del convento de la Buena Muerte como encargados a él. En los referidos documentos consta un pago hecho al pintor en 1771 por el retrato póstumo del padre Martín Pérez, fallecido en 1770 con fama de santidad. El retrato de Martín de Andrés Pérez, conservado en el Museo de San Marcos, no está firmado pero es sin lugar a dudas del pintor Lozano, tanto por las referencias documentales como por las características del estilo 56• En el rubro que nos ocupa debemos incluir dos retratos del limeño Pedro José Bravo de Lagunas y Castilla, nacido en 1703, hijo de Pedro Bravo de Lagunas y de Mariana Castilla Altamirano, personaje muy importante de la época, doctor en derecho que ejerció su poder a través de la asesoría de virreyes y de la cátedra sanmarquina. Fue Fiscal Protector de los naturales y oidor supernumerario de la Audiencia de Lima. En 1756 ingresó en la Congregación de San Felipe Neri y en 1762 murió como presbítero. Uno de los retratos se conserva en la colección Aliaga y está firmado y fechado por Cristóbal Lozano en 1752 (fig. 15), artista de su preferencia, y de quien sin duda fue mecenas, dada la gran cantidad de pinturas de su autoría que figuran en el inventario de sus bienes 5r El otro retrato, en el Museo de Arte de San Marcos, corresponde a uno póstumo, firmado por José Joaquín Bermejo en 1778 58 (fig.15a). En él se aprecia claramente que Bermejo ha tomado como modelo el lienzo de Lozano, ya que lo copia casi en toda la composición, salvo en el fondo exigido para los catedráticos sanmarquinos, donde el muro ha sido reemplazado por una biblioteca y se ha incluido una cartela oval que pormenoriza su trascendencia histórica en los claustros universitarios, y donde también se destacan sus cargos públicos honoríficos, como el de Consejero Honorario del Consejo Supremo de Indias, distinción otorgada por detener la conspiración de indígenas del Cercado en 1750. No fue la única vez que Bermejo tomó como modelo un lienzo pintado por Lozano, ya que como hemos visto en el acápite de los retratos de los virreyes, hizo lo mismo en el que realizó del conde de Superunda para la galería de gobernantes. En la misma colección de la Casa Aliaga se puede apreciar el retrato del limeño Francisco Antonio Ruiz Cano Sans Galiana, marqués de Soto Florido, quien ostentó importantes cargos públicos, aparte del ejercicio de la docencia universitaria. Fue abogado de la Real Audiencia y de presos del Santo Oficio, Asesor General de este Reyno y de. Correos, fallecido el 27 de marzo de 1792, según reza la leyenda que lo acompaña en el lienzo firmado: José Bermejo Fecit (fig. 16). Bermejo deja en este

This article is from: