Ríos de tinta y papel desembocan en Pinamar

Ríos de tinta y papel DESEMBOCAN EN PINAMAR

CARTAS SOBRE EL MAR

España, 3 de julio de 1905 Mi querido hijo:

Si tu al marchar para estas lejanas tierras sentiste una gran tristeza, según me dices en tu primera carta, puedes figurarte cuál sería la de todos nosotros por esta desdichada separación. Y muy especialmente la mía, que por mi edad y achaques no abrigo la esperanza de volver a verte…

FLAVIA MERTEHIKIAN

(TEXTO Y FOTOS)

Hay quienes echan raíces, “otros tiramos anclas”. María del Carmen Sánchez llegó a Pinamar como una ola con sus “Cartas sobre el mar”. La creadora y anfitriona de esta exposición audiovisual, acompaña de la mano al visitante en un viaje que emociona en el recuerdo de un abuelo o familiar inmigrante. La propuesta invitada por el Teatro del Mar y auspiciada por la Secretaría de Cultura se puede ver hasta este lunes 13 de enero en el Aula Siglo XXI, Jonás y Libertador Sur, detrás de la Escuela Corbeta Uruguay, de 19 a 21 horas.

Vidas aventureras que cruzaron el océano con el deseo de forjar un nuevo porvenir en Argentina. Almas expulsadas por el hambre y la guerra en una Europa industrializada donde sobraba mano de obra. La nostalgia y el deseo de volver a casa son protagonistas de esas historias de tinta y papel que Sánchez recopiló en archivos de Galicia y Asturias, honrando la memoria de su sangre.

Unas 400 misivas y cientos de fotografías, que dan testimonio de la emigración española entre 1880 y 1930, son la materia prima de esta obra custodiada por dos mascarones de proa, con forma de oleaje y rostro de mujer, que Sánchez realizó durante una residencia artística en España. “Esta instalación se adaptó a esta sala, tomó la forma del lugar”, reconoce la actriz que inauguró en 2013 su muestra en el Teatro San Martín de Buenos Aires con una intervención teatral que fue muy aplaudida.

Desde entonces, Sánchez y sus cartas becadas por el Fondo Nacional de las Artes, migran como sus dueños entre las dos orillas, para dar voz a un periplo eterno.

“Por lo general las cartas hablan de la nostalgia, el deseo de volver y de las cosas buenas y malas de su viaje”, explica la artista que después de fotografiar los archivos, se enfrentó a la ardua tarea de descifrar y clasificar el ingente material escrito. Entre emoción y pudor, logró bucear en esos registros tan íntimos que también son nuestra historia: “Es meterse en un vínculo totalmente privado, una correspondencia muy emotiva porque eran familiares, o amigos o personas muy cercanas”, sostiene Sánchez.

ENCUENTRO CON PINOMAR La llegada, el viaje, la inserción, la nostalgia, los ritos de pasaje de amor y muerte… Las misivas siempre trataban sobre los afectos y la vida cotidiana en el nuevo paisaje. En el afán de tranquilizar a sus seres queridos en la terrible distancia, muchos inmigrantes daban énfasis a las anécdotas más optimistas. Otros no podían ocultar las penurias y malos tragos de la travesía que se iniciaba en un barco durante 40 días hasta llegar a destino. “También puedo imaginar todas esas cartas que como náufragos nunca llegaron a destino”, aclara Sánchez sobre los grandes fajos de sobres cerrados y atados, como el único elemento de ficción incorporado en su instalación interactiva. Botellas listas para ser lanzadas a la inmensidad, encapsulan los mensajes que se atreven a dejar los navegantes de esta exposición conmovedora y necesaria.

José Nicolás Abiuso tiene 91 años y desembarcó en Argentina con 21. Para él siempre su nombre seguirá siendo Giuseppe o Giuseppino o Pino, como lo llamaban cariñosamente en su Molise natal.

Veraneante de toda la vida en Pinamar, este domingo se convirtió en obra viva entre las "Cartas sobre el Mar" de María Sánchez. La visita de 'Pinomar' acaparó la atención del público que quedó fascinado con los recuerdos de un radioaficionado en su juventud que hoy presume de dominar el celular y las redes sociales con sus más de 600 seguidores en Facebook. "También pueden llamarme Pinomari", conjuga su nombre y el de su adorada Marieta con quien compartió más de 60 años y a quien extraña desde hace un lustro. "La fe me ayuda a seguir adelante", confiesa el italoargentino y, además, poeta.

Si había un río en el lugar donde crecimos, probablemente lo oiremos siempre.

_ . Pino