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García Cabo, Carmelo “Carmelo”

más altos. Quizás influyese en ello el hecho de haber sido un torero muy castigado por los toros. Al final, aunque continuó toreando con más o menos frecuencia, alternó el toreo con su puesto de trabajo en la Casa de la Moneda. Como matador de toros nunca toreó en España.

gArcíA cAbo, carmelo

“CARMELO”

Matador de toros y posteriormente banderillero natural de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), donde vio la luz el 10 de diciembre de 1967. En realidad, este torero fue un niño prodigio, porque con solamente catorce años ya tomaba parte en muchísimas novilladas sin picadores con un cartel notabilísimo durante la temporada de 1980, preferentemente en cosos de Levante con el nombre artístico nada apropiado de “Carmelo la Locura”, que por fortuna abandonó en la temporada siguiente simplificándolo solo a su nombre de pila. Debutó en público el 8 de agosto de 1981 y toreó mucho en plazas de las provincias de Málaga y Granada sin excluir la de Benicasim, plaza en la que toreó muchas veces. En 1982 se presentó en Valencia en un festejo para noveles, celebrado el 4 de abril con erales de la ganadería de Tomás Sánchez Cajo en unión de Fernando Iglesias, Ramón Carceller “Ramonet”, Enrique Ponce, Miguel Asensi y Rafael Asensio, a novillo por coleta, aunque en esta ocasión, Carmelo tuvo que lidiar dos por cogida de Fernando Iglesias. El 20 de junio siguiente ganó un concurso de noveles celebrado en la plaza de Benicasim, donde era tan conocido, y en el que tomaron parte los finalistas. En 1983 debutó con picadores el 23 de junio, en San Feliú de Guixols, apoderado por Simón Casas. Aquella tarde obtuvo un gran éxito al cortar cuatro orejas a sus novillos de la ganadería de Abilio Hernández. Terminó esa temporada con 26 novilladas en España y Francia, habiendo obtenido considerables éxitos en ambos países. Sin embargo sería la temporada de 1985 la de sus grandes éxitos en plazas importantes, como Valencia, donde toreó en Fallas y en la Feria de Julio con corte de cuatro orejas. En Madrid, fue incluido en la pre-feria de San Isidro, el 12 de mayo con reses de “La Guadamilla”, mansos y con dificultades, alternando con José Pedro Prados “El Fundi” y Luis Miguel Calvo, que también eran debutantes en las Ventas. Carmelo fue ovacionado en sus dos toros. Este éxito le sirvió para que la empresa madrileña de Las Ventas lo repitiese el inminente jueves, día 16, en la 2ª corrida de

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Feria, alternando en la lidia de toros de “Peñajara” (5), y uno de Infante da Cámara (6º), con Juan Rivera y Juan Carlos Vera que se presentaba en Madrid. Al concluir el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Joselito “El Gallo”. Nuevamente triunfó Carmelo al cortar una oreja a su primer toro y ser ovacionado en el segundo de su lote, quinto de la corrida. Tras este nuevo triunfo repitió, como es lógico, Carmelo en el coso de Las Ventas dos domingos seguidos, los días 15 y 22. El primero de ellos correspondiente a la 2ª corrida de la Feria de Otoño, alternó con novillos de Murube (4º, 5º, 6º), dos de Hnos. Domínguez Camacho (2º, 3º) y uno de “La Ermita”, lidiado el 1º, con José Miguel Arroyo “Joselito” y Rafael Camino Barbero. Carmelo fue el triunfador de la tarde al ser ovacionado en su primero y aplaudido en el quinto. El domingo siguiente, fecha en la que cayó herido, con novillos de “La Guadamilla” y uno de González San Román que salió al ruedo en 2º lugar, hizo el paseíllo con Sánchez Cubero, que se presentaba en Madrid y obtuvo un gran éxito al cortar las dos orejas a su segundo novillo y salir a hombros por la puerta grande, y con Rafael Gago, también debutante. Carmelo volvió a dejar su cartel a buena altura al dar una vuelta al ruedo tras acabar con el primero de su lote, primero de la tarde, y ser ovacionado en el cuarto. Terminó la temporada con actuaciones en plazas tan importantes como Sevilla, Zaragoza, Nimes, Barcelona, etc., finalizando la temporada situado en el primer puesto del escalafón de novilleros con 61 novilladas. En 1986 toreó 57 novilladas y obtuvo igualmente grandes triunfos en plazas de mucha importancia, pero sufrió una gravísima cornada en el cuello por un novillo de “Cortijoliva” que a punto estuvo de perder la vida. El diestro fue operado a vida o a muerte en un garaje de Almorox y afortunadamente Carmelo salvó la vida, pero le quedó muy quebrantado el ánimo, y por si era poco, los taurinos parecieron olvidarlo. Así estaba la situación cuando, tras tomar parte en dos novilladas, recibió la alternativa en su patria chica –Sanlúcar de Barrameda– el 31 de mayo de 1987, de blanco y oro, de manos de Paco Ojeda, que le cedió el toro “Briscán”, colorado de 497 kilos de la ganadería de María del Carmen Camacho, ante Luis Parra “Jerezano” que ofició de testigo. Carmelo triunfó a lo grande al cortar una oreja a cada uno de sus toros y salir a hombros de la plaza con su padrino, que cortó idénticos trofeos auriculares. El 23 de agosto inmediato revalidó el doctorado en Madrid, de gris plomo y oro, con Raúl Aranda y José Antonio Carretero y toros de la ganadería de “El Sierro” (5), y uno de los Hnos. Santamaría, que se lidió en 2º lugar. Estuvo aseado en sus dos toros y fue aplaudido por el público. El toro de la revá-

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